La distancia es relativa: capítulo 1
punto de vista: Melisa
Punto de vista: melisaMe atuso el corto cabello con mechas azules.
y el pierzin de la ceja derecha se encuentra con mis uñas cortas pero pintadas de un electrizante plateado, chasqueo la lengua, golpeando los tres pierzins que tengo, entre el labio y la lengua.
Sigo empaquetando manzanas, fijando los molestos ojos turquesa en la caja, las gafas se me deslizan hasta la nariz.
Bufo molesta, las recoloco y sigo empaquetando, creo que tendré que comprarme un maldito resorte.
De padres americanos y criada en Madrid, colega, lo mío es caché.
Al paso de las horas miro a mis compañeros empaquetar, hay una chica con un pierzin en la nariz que a veces viene, no le pagan, sé que viene por ayudar al frutero, se llama Morgana.
A decir verdad el tío nos paga una miseria y no es para menos, esto es una frutería de barrio, un lugar de mala muerte; con mi ingeniería debería tener un trabajo asegurado, pero no soy más que una recién graduada que ama la tecnología.
Termino mi turno y me quito el uniforme, una preciosa camiseta negra con una calabera blanca que amo me acompaña, mi leggins negro se completa con unas deportivas blancas con plateado.
Salgo con mi mochila del establecimiento, no me despido de nadie, me da mucha pereza.
Enciendo un cigarrillo ya en el exterior y me subo a mi bici añil, quiero un coche, pero aún ahorro para uno y el dinero de mis padres a penas y nos da para sobrevivir.
Me encamino cigarrillo en labio a casa.
Al llegar a la cañada veo a Primavera, la hija de unos jitanos.
Está buenísima, pero es jitana, ni aunque me pagaran me metería con un clan jitano, mucho menos con los Martínez.
Meto la bici a casa después de abrir la puerta y saludo a mi madre con un gesto, maldigo mi miopía y limpio las gafas que se me han ensuciado.
Luisa dice: ¿Cómo te fue hoy, Mel?
Dices: Pues igual que todos los días pero sin la chica guapa.
Mamá asiente, sabe que me he fijado en morgana, también me he fijado en su novia, que siempre la espera en la puerta de la frutería cuando va, una chica rubia bastante bonita; pero eso no lo sabe.
Entro a mi habitación de paredes amarillentas por fumar tanto dentro de ella y me encuentro con Esmeralda sentada en mi cama, bufo, se ha infiltrado por mi ventana, no me hace falta preguntar, lo noto al ver la ventana abierta y el frío veraniego tan típico de Madrid hacer acto de presencia.
Dices: "¿Qué quieres, Esme?"
Esmeralda me mira desde sus enormes ojos verdes, de los cuales toma el nombre y bosteza.
Esmeralda dice: Mujer, pensé que nunca ibas a llegar, como siempre estás con tus paranoyas de la frutería y el trabajo.
Bostezo y me siento a su lado, lleva el largo cabello negro trenzado, nunca he sabido a que se dedica, pero mueve pasta, mucha pasta; y no trabaja para la mafia, lo cual es bastante curioso.
Bueno, lo de la mafia no lo sé, pero cuestión, que es la única amiga que tengo por estos lados.
Esmeralda dice: tengo un trabajo para ti, ya sabes, algo sencillo.
Bufo, cuando esmeralda dice que algo es sencillo significa que ese algo es muy, muy complicado.
Dices: ¿Cuanto?
Esmeralda dice: Trecientos euros.
me atuso el cabello, tironeo de un mechón azul hasta que lo arranco y lo observo.
opto por sacar mi caja de cigarrillos de la mochila y el encendedor negro, me prendo un cigarro y empiezo a fumar mientras abro mi armario.
Esmeralda continúa.
Esmeralda dice: Tienes que infiltrarte en el perfil de una chica, es una aficionada, se llama Scarlet.
Saco el cigarro de mi boca y un pijama del armario.
Dices: Aficionada tú, si es la misma Scarlet que tengo en mente es la ofelia de la red y paso de meterme con esa tía, siempre se mueve con gente chunga por la undernet.
Esmeralda dice: 400?
dices: que no, joder, que no cambio mi paz mental, esa no tiene precio, Esme.
Esmeralda dice: Bien, pues tendré que buscar a otra ingeniera que sea casi tan buena como tú, tan solo necesitamos los archivos de su nube privada, Mel.
empiezo a desnudarme, dejando ver los pierzings de mis pezones, el del ombligo y bueno, uno más pribado.
Me pongo el pijama ante la atenta mirada de Esmeralda y me tumbo en la cama a seguir fumando.
Dices: Cuatro mil y le entro.
Esmeralda dice: Tengo que hablarlo con el interesado, de todas formas, la doncella roja de la red tiene los días contados.
dices: O sea que sí es ella.
Esmeralda dice: Scarlett Smit.
Dices: Lo pensaré, mañana te diré algo.
Esmeralda sale por mi ventana y la cierro.
Saco el móvil y observo barios mensajes de Zara.
Zara: Eh, tú, buenos días.
Zara: Adjunta foto en ropa casual.
Zara: Te dejo por aquí esto Espero que me respondas al salir del trabajo.
Zara: Eh, tú, mi jefe es un tonto.
zara: Adjunta una foto comiéndose un helado.
Tú: Hola, preciosa pelirroja.
Zara: No soy pelirroja, es caova! ca o va!
Sonrío al recibir la respuesta al instante, Zara vive en irlanda, pero es española, muy al contrario de lo que hacen los de firme unidad de aparecer en un lugar governado por imperium sucede a la inversa con ella; adora a Melani Pet, adora la libertad que tiene y yo adoro eso de ella.
La llamo, me da igual tener el cabello desordenado y las gafas medio caídas, Zara es el único momento del día en el que encuentro felicidad.
Zara ha descolgado la llamada y se establece la comunicación.
Veo su cabello caova al otro lado de la pantalla y sus ojos ambarinos brillar, tiene un curioso lunar en el pómulo derecho.
Dices: Hola, cariño.
Zara sonríe, unhoyuelo se le forma en la comisura izquierda.
Zara dice: ¿Cómo va mi ingeniera preferida?
Dices: Tu ingeniera favorita está muy aburrida trabajando en esa frutería; pero mejor cuéntame como está mi científica preferida.
Zara dice: Un poco cansada, mi jefe es un idiota y el lavoratorio empieza a resultarme medio rollo con la nueva directora, que pretende que hagamos todo a la velocidad de la luz y no entiende que algunas cosas llevan su tiempo.
Dices: Bueno, cariño, pero si estás tan cansada, por qué no vienes a españa?
Zara bufa.
Zara dice: Ni de coña vuelvo a españa, mucho menos ahora después de lo que he visto por las noticias y lo que se comenta por aquí, no quiero preguntarte tampoco, simplemente te doy la opción de venir a visitarme, Mel.
Dices: Lo pensaré.
Hablamos un rato más y al final me marcho a dormir.
Zara es mi novia hace tres meses, tenemos una relación virtual y bueno, es complicado todo.