Punto de vista: Águila Roja
una sala oscuraestás en en una sala oscura, oculta en los niveles inferiores de una estructura en ruinas, donde la luz apenas penetra. En el centro de la sala, una mesa de madera gastada está rodeada por figuras encapuchadas. En la mesa, hay un mapa de la ciudad y varios documentos clasificados con sellos de diferentes facciones.
Te encuentras con Aldo.
Salidas visibles: fuera
La sala de reunión está en penumbra, iluminada apenas por la luz tenue de pantallas holográficas.
Los rostros de los líderes rebeldes, tensos y severos, observan el mapa digital de la ciudad mientras pequeños puntos luminosos marcan sus posiciones y las zonas de riesgo.
Aldo mira la mesa
Uno de los jefes rebeldes, conocido solo como Águila Roja, da un paso adelante y se aclara la garganta.
Aldo lo sigue con la mirada
Dices con acento madrileño, "Compañeros, estamos en alerta máxima."
Aldo asiente afirmativamente.
Dices con acento madrileño, "La información que poseemos indica que alguien dentro de nuestras filas podría estar trabajando para Imperium."
Dices con acento madrileño, "Si esto es cierto, nuestras operaciones están en peligro inminente."
Los presentes intercambian miradas nerviosas.
Aldo le mira con gesto preocupado
En el fondo, el rumor de conversaciones se apaga mientras la tensión crece en la sala.
Algunos de los líderes rebeldes, vestidos con ropa de combate desgastada, cruzan sus brazos con escepticismo
otros, jóvenes reclutas, muestran miradas de preocupación y miedo.
Aldo gira la cabeza y los mira
Otro miembro del liderazgo, Lobo Gris, toma la palabra.
Lobo Gris dice: "A partir de ahora, cada comunicación, cada movimiento y cada palabra debe ser evaluada. No sabemos quién puede estar espiando para ellos, pero sabemos que nuestro tiempo es limitado. Nos están observando, y el espía podría estar aquí mismo."
Aldo escucha espectante
El sonido de teclados y murmullos en las esquinas añaden una atmósfera de inquietud.
Las luces de emergencia proyectan sombras que acentúan las tensiones en cada rostro.
Aldo suspira profundamente.
En una esquina, una pantalla muestra informes de actividad en tiempo real, con alertas de seguridad y diagramas de defensa activados.
Aldo mira la pantalla
Dices con acento madrileño, "por ahora eso es todo."
Dices con acento madrileño, "nos volveremos a reunir aquí."
Aldo asiente afirmativamente.
Dices con acento madrileño, "pueden retirarse"