Han sido unos meses muy complicados; meses donde por fin la venganza y la ira acumuladas por tanta traición, sirvieron nuestra mesa y no precisamente con platos fríos.
Por fin puedo decir que las aves vencimos. Una nueva organización alzará su vuelo, resurgiendo de entre los escombros para combatir la injusticia donde se encuentre y aunque a usted, lector desconocido esto le parezca broma, déjeme contarle que de broma nada; se ha derramado suficiente sangre como para formar el cauce de un río furioso e indómito y quizá hasta más; que las cosas son como tienen que ser.
Hemos luchado y hemos vencido, aunque todavía quedan cabos sueltos que hay que ajustar y asuntos pendientes por resolver; es hora ya de que usemos el conocimiento y el poder para ponerle fin a muchas cosas, aunque esa factura haya de pagarse con sangre.
A partir de ahora, nuevos principios han de regir el vuelo de las aves y quien quiera acompañarnos en el vuelo ha de cumplirlos o atenerse a las consecuencias que eso conlleva. Es tiempo de que tomemos nuevos rumbos y hagamos nuevas cosas.
No contaré mucho del pasado, no ahora, máxime cuando son otros los que deben contar la historia que a nosotros se refiere; eso sí, tendrá que estar atento a los fragmentos que irá encontrando en este diario.
Lo que sí puedo adelantarle, lector desconocido, es que por más inverosímil que parezca, el conflicto y la crisis ha jugado a nuestro favor, tanto así, que al menos 12 estados mexicanos estarán ahora mismo preparándose para dar un gran golpe a las empresas multinacionales que invadiendo arbitrariamente nuestra tierra, quieren robarnos lo que por derecho nos corresponde.
Mis compas y yo, tenemos otros asuntos que resolver; en algún momento volveremos a esa lucha, aunque ahora mismo por suerte tampoco es que hagamos mucha falta; pondremos en marcha muchas cosas, así que es hora de partir a España.
Es tiempo deconstruir y de anclar lo que haya que anclar; además, toca darle fuerza a nuestro nuevo miembro del grupo. Nunca creí que una mujer pudiera ganarse el derecho de entrada, cuando en tantos años nadie más pudo, por más cercanos a nosotros que fuesen; pero ya se ve, es mejor no subestimar a las mujeres y menos a una como esa. Esto ha sido algo fuera de lo común, pero hay que jalarle; volvemos a ser cinco y ahora la responsabilidad del liderazgo recae en mí. Sé que con mis compas al lado esto no es nada complicado… a fin de cuentas, somos anclas unos de otros.
Que cada quien vaya contando el trocito de historia que le corresponde y armando los pedazos rotos a su manera, que los demás iremos llenando los espacios e iremos surgiendo de la bruma para contar una historia completa.
Nuestro emblema ha cambiado para reflejar el nuevo estado de cosas, ahora el halcón estará en el centro en el lugar de honor, en la parte superior estará el cóndor y en sentido de las agujas del reloj el gavilán, el águila real, el azor y el águila arpía.
El fondo pasará a ser rojo sangre excepto bajo las aves que necesiten contraste donde será gris plata. Que la fuerza de nuestros símbolos nos ayude en esta nueva andadura, que la bandera de las aves ondee alto en el cielo y que la fuerza del grupo nos arrope a los cinco, porque cinco fuimos al comienzo y cinco volvemos a ser, ahora con el recuerdo de Marco en nuestros corazones.
Que la velocidad y vista del halcón peregrino nos sirva a todos para cazar a nuestras presas en lo que quede de vida. Una nueva alianza, alianza de sangre, amistad y lágrimas será lo que tengamos para ofrecernos mutuamente, alianza donde la lealtad, el honor, la valentía, el respeto y el cariño sean nuestros principales pilares y principios.
Bienvenidos, al resurgir de las aves