Punto de vista: Soledad.
Una cocina comedor
Ves Maceta de geranios blancos. y Arreglo boca de dragón. aquí.
soledad entra a la habitación de su hija, grandes ojeras le pintan la cara, Confirmó que Fiorella estuviese desayunando y Habló con Manuel para berificar que estubiese bien.
Mira a Trisha con amor y le acaricia el cabello negro con dulzura.
intenta despertarse, se pasa las manos por los ojos y observa un paquete de pañuelos vacío en la mesita de noche.
soledad da la vuelta, busca las fotos en las paredes de su hija y no las encuentra, baja la mirada inmediatamente hasta la papelera y encuentra las fotos de Trisha y Dorian hechas añicos.
comprende inmediatamente la situación, Dorian no le gustó nunca. comprende también porqué Trisha no se ha despertado a las 10 como de costumbre.
soledad suspira con fuerza y se acerca a la cama de Trisha, se sienta en el colchón
Murmuras: «Trisha, abrí los ojos.»
Trisha se da la vuelta entre gruñidos inteligibles.
soledad posa la mano en la espalda de Trisha, y retira las sábanas.
Trisha abre los ojos, observa el rostro de su madre, iluminado en luz verde a causa de las cortinas del lugar.
se pregunta entonces la hora, ¿A caso su madre ha llegado antes de las diez? entonces recuerda que apagó la alarma, recuerda el día anterior con Dorian y las lágrimas vuelven a sus pupilas, un dolor en el pecho le inpide respirar de forma correcta.
soledad toma la mano de su hija mayor en silencio.
Dices: «tranquila, son cosas que pasan, es normal.»
No debería pensar así, pero pienso así. Mundo virtual guardado.
[Humor Cyberlifeano]: «Disculpad pero, me imaginé a la soledad con su pensamiento en voz alta y fue imposible no dejarlo.»
–Fue cruel, mamá, fue muy cruel, me trató como si fuese . –Los ojos de Trisha dejan caer las lágrimas y se pone la almhoada en la cara.
soledad se pone en pie y mira a su hija fijamente
Dices: «y ahora qué? sí, ya pasó, te jodió y todo lo que querás. llorá lo que tengás que llorar, sufrí si sentís que necesitás pasar por esa etapa, pero levantate de la cama, Trisha, no te vayás a quedar ahí, es lo único que tengo que decir.
Trisha se sienta despacio en la cama y coge su teléfono, en la pantalla rosa aparecen números que indican las 11:35 como hora.
Mira a su madre y asiente, sonríe y se pone en pie,
–Había una chica, mamá, era muy bonita, aunque bueno, Lauren me sigue tratando bien.
soledad suspira mientras se encamina a la puerta; gira el rostro y lo dirije hacia su hija.
Dices: «mientras te podás alejar de esa familia, Trisha alejate, y te aconsejo que empecés a buscar un trabajo, pasado mañana es tu cumpleaños, decidí si querés terminar bachiller, o que querés hacer con tu vida, centrate, que ya va siendo hora.»
soledad sale de la habitación cerrando la puerta
Punto de vista: Trisha
Trisha hizo su cama, cogió la bolsa de la papelera y la anudó, abrió el armario y sacó toda la ropa que había comprado para encajar con Moria, la metió en una volsa de vasura negra, cerró la misma y lo sacó todo de su habitación, Vio a Fiorella a la distancia, en el comedor; haciendo un puzle de 400 piezas que le había regalado su padre.
sonrió, su hermanita pequeña le parecía tan tierna. se acercó a ella y enterró los dedos en sus rizos negros
ve como a Fiorella se le caen algunas piezas del puzle.
La niña exclama y mira a su hermana mayor con una gran sonrisa.
–Ahora me vas a ayudar a hacerlo, verdad? yo sé que si, Trish.
Trisha se separa de la niña. –Olvídalo, cría, esas cosas no son para mí.
soledad corta la cevolla de verdeo con agilidad, a estas les siguen las zanaorias y el ajo.
Murmuras: «Fiorella, cariño, tenés la habitación ordenada? mirá que voy a ir y espero que esté bien organizada.»
La niña se pone en pie como un resorte al escuchar a su madre, recoje las piezas que se le han caído al suelo y lo pone todo en el comedor, sale disparada a su habitación y cierra la puerta, las mariposas colgadas en la puerta tintinean por el impacto.
gritas: «¡Fiorella, no cerrés la puerta así!»
soledad suelta el cuchillo, y mete la zanaoria picada, la cevolla de verdeo y el ajo en el disco en el que se encuentran el pollo, añade pimienta y vino blanco con velocidad y sale hacia la habitación de Fiorella.
gritas: «Trisha, revolvé eso y tapalo.»
Trisha se acerca al disco, revuelve y lo tapa, observa el fuego y vuelve al comedor, guarda las piezas de su hermana en la caja junto a la vase del puzle.
Trisha escucha a su madre riñiendo a su hermana por la ropa sucia desperdigada en el suelo, luego sale con gesto serio y vuelve al disco, abre la tapa, comprueva que el vino ya se ha evaporado y pone una taza de caldo de pollo.
soledad mira el reloj y luego a Trisha.
Dices: «Avisame en 10 minutos, si?»
Trisha asiente y luego niega.
–me voy a duchar, Mamá.
99 porciento completado. Mundo virtual guardado.
[Humor cyberlifeano]: «Y más de uno pensando, se le quema o no se le quema, a que sí?»
Dices: «listo, duchate si querés yo estoy atenta entonces, no olvidés llamar a tu papá.»
Trisha asiente y se encamina al baño. Fiorella sale de la habitación y vuelve al comedor, junto a su puzcle
soledad pica las patatas mientras deja pasar los diez minutos.
Diez minutos después.
Trisha sale de la ducha
soledad añade las patatas y vierte la segunda y última taza de caldo. luego cierra la tapa y se aleja, lava los utensilios utilizados hasta el momento. Música se escucha desde la habitación de Trisha y Fiorella se encuentra concentrada en su puzle.
soledad se sienta junto a Fio y la observa finalizar el puzle, coge el periódico que ha comprado de camino y lo abre, se pone a la lectura del mismo con calma.
a los 20 minutos es la pequeña la que da un toque en el hombro a su madre.
–Mamá, ya pasaron 20 minutos.
soledad da un beso en la mejilla a Fiorella.
Dices: «Gracias, fio.»
soledad se pone en pie y añade los ingredientes restantes a la comida, vuelve a cerrar el disco y espera otros cinco minutos, puede escuchar a Trisha hablando con Manuel desde la cocina, la Adolescente se va acercando cada vez mas.
soledad suspira al ver que no va vestida de negro, que vuelve a utilizar colores y que el maquillaje excesivo a desaparecido de su rostro.
Trisha sonríe, mirando a su madre. Mamá, voy a salir con Naila un rato.
soledad mira a su hija mayor mientras retira la comida del fuego.
Dices: «después de comer.»
Trisha observa a su madre durante un instante, piensa con cuidado lo que va a decir y obta por hablar.
–Mamá, últimamente estás muy seria, yo sé que tu trabajo es agotador, pero… no sé, es que… sonríes menos.
soledad intenta dejar de lado las imágenes de cuerpos encapuchados cayendo, de aquella chica llena de moratones, y de las experiencias vividas en esos días. el interrogatorio a Ovidio aún no se ha llevado a cabo y eso la alerta un poco, pero también lo intenta dejar de lado.
soledad sonríe a su hija y la abraza.
Dices: «solo soy… estoy cansada, cariño. igual vos tenés que centrarte en hacer otras cosas, tenés que centrarte en centrarte.»
Trisha sonríe levemente y asiente en respuesta.
UN rato después las tres comen mientras Manuel las acompaña desde el teléfono de Soledad, hablando con Fiorella de su escuela y nuevos dibujos que ha hecho.
Trisha se despide de su padre con velocidad al comerse el último trozo de pollo y se pone en pie e. besa a su madre y a su hermana en las mejillas y corre a cepillarse los dientes.
Se mira en el espejo, intentando buscar sin éxito aquella chica que intentó ser gótica, la piel blanca y el cabello negro le hacen de imágen, con la camiseta roja y el short vaquero. aplica un poco de lavial rosáceo en sus labios y sale del baño, coge su volso y se despide por última vez antes de salir de casa.
Al llegar a la torre ve a Naila con dos biciccletas y hablando alegremente con el portero.
Naila dice con acento francés, «Oui, pero ahora hace mucho calor, lo que pinta bien es ir a tomar un helado, yo no entiendo como es que usted puede estar aquí»
El portero dice, «Bueno, trabajo aquí»
trisha se acerca a la singular pareja y Naila sonríe al verla, le tiende una bicicleta con velocidad.
Naila dice con acento francés, «ME alegro de que por fin vuelvas a ser tú misma, »
Trisha asiente levemente y se acomoda en la bicicleta. se despide del portero y empieza a pedalear con celeridad.
Naila le sigue el paso y juntas llegan a un pequeño café, Trisha deja la bicicleta fuera y se sienta en una mesa un poco apartada, Naila se sienta junto a ella, dejando el móvil en la mesa y repiqueteando con las uñas pintadas de fuxia en la mesa.
Trisha pide un vatido de vainilla y fija la mirada en Naila.
Dices, «¿Bueno, qué ha sido de ti? llevábamos 10 meses sin hablar.»
Naila se encoge de hombros.
Naila dice con acento francés, «Pues voy a iniciar un proceso de glovaltubilicación glovaltuberización»
Dices con acento madrileño, «Pero tía, serás glovaltuber segura?»
Naila dice con acento francés, «Sí, quiero ser famosa, quiero llegar alto.»
Dices con acento madrileño, Tú misma tía, pero no sé, que harás y tal?
Después de un rato más hablando Naila y yo salimos del café, anduvimos en bicibcleta por diversos sitios, me llevó a comer un helado y volvimos a casa. Me abrazó y pegó sus labios a mi cuello un instante. luego se giró y su cabello castaño bañado en mechones rubios salió del lugar.
Llamé al ascensor y subí a casa. al cerrar la puerta vi a mamá dormida en el sofá junto a Fiorella. caminé hasta mi habitación y me acosté en la cama. decidí entonces que un idiota que era capá de ser tan frío no merecía mi atención, que tampoco merecía mis lágrimas y que aunque su madre fuese buena conmigo no podía negarme que era una mujer ipócrita, y que mi madre siempre hablaba con razón. mi madre… siempre trabajando.
con esos pensamientos dormí, decidida a darme mi espacio para estar mal, pero me aseguraría de salir del desamor.