Punto de vista: Aletheia
Aletheia se remueve inquieta, es evidente que está soñando
Aletheia repite su nombre en sueños
Aletheia murmura cosas incomprensibles
Aletheia abre los ojos, se gira y ahoga un grito liberador entre las almohadas
Aletheia vuelve a girarse quedando boca arriba, es visible su agitación
Aletheia se tapa la cara con una almohada
Murmuras con acento catalán, «mare meva esto no puede ser posible»
Aletheia cierra los ojos y se muerde el labio
Aletheia se quita la almohada de la cara y se levanta
Aletheia entra al baño
Aletheia se mira en el espejo y niega
El rostro de la chica muestra las mejillas sonrosadas
Aletheia se quita la ropa y las bragas —mojadas igual que el día anterior—; y las tira en el cesto de la ropa sucia
Aletheia se da una ducha con agua fría
Aletheia cierra los ojos, la sensación térmica es intensa
Aletheia comienza a recrearse con el nuevo sueño y de pronto niega con la cabeza, abriendo los ojos
Murmuras con acento catalán, «no, no y no… quita, quita, Aletheia»
Aletheia sale de la ducha, se unta con crema la piel y va hacia la habitación cepillándose el cabello
Aletheia coge ropa limpia y se viste
Aletheia entra de nuevo en el baño, se cepilla los dientes, deja el cepillo en su lugar y sale del baño
Aletheia coge su libreta y el bolígrafo
Aletheia comienza a escribir
Aletheia ha escrito todo el sueño, indicando con detalle cada sensación, cada impresión.
Aletheia lee y se sonroja
Aletheia cierra de golpe su libreta y la deja en la mesita con el bolígrafo
Murmuras con acento catalán, «estupendo, Aletheia… a ti no se te ocurre una mejor idea que tener semejantes fantasías justo con la persona menos indicada»
Aletheia suspira
Aletheia coge las llaves, su móvil y su monedero
Aletheia los guarda en los bolsillos del anorak
Aletheia se pone el anorak y sale de la habitación
Aletheia baja las escaleras y se acerca a la puerta
Aletheia abre la puerta y sale, el frío la abofetea en el rostro
Comunidad de Madrid; Finca el Renacimiento
Ves Nisan Moco y un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia cierra la puerta con llave
Aletheia coge el móvil, lo desbloquea y teclea para pedir la autorización
El móvil de la chica vibra con el mensaje de autorización
Aletheia bloquea el móvil luego de responder y se lo guarda en el bolsillo
Aletheia abandona la finca a pie
Aletheia se acerca a los soldados y se identifica
Los soldados comprueban tu identificación y te acompañan a la aldea
Aldea Esperanza
Aletheia va caminando a prisa hacia el edificio de viviendas
Aletheia entra en el edificio
Edificio de viviendas
Aletheia va hasta la vivienda de Monse y toca la puerta
Monse abre y le sonríe
Monse dice: «buenos días, pasa que está haciendo frío»
Aletheia la mira y le sonríe
Aletheia entra y Monse cierra la puerta
Franc ve a su madre y sale corriendo
Aletheia lo abraza y lo besa, lo coge en brazos y se sienta con él en el sofá
Monse los mira
Monse dice: «Ya desayunaste, aletheia? Los niños acaban de hacerlo»
Aletheia ve a Monse y niega
Monse la mira seria
Monse dice: «Pues muy mal hecho. Franc, por qué no vas a jugar a la habitación con el Paulino? Así tu madre puede comer algo»
Franc le da un beso mojado a su madre y se baja de su regazo
Monse sonríe
Desde el salón se oye a los niños jugar
Monse le hace señas a Aletheia para que se acerque
Aletheia la mira
Dices con acento catalán, «no tienes que molestarte, mujer. Puedo tomar un café»
Monse niega
Monse dice: «en primer lugar no es molestia y en segundo, el desayuno es muy importante; no es bueno saltárselo»
Monse pone la mesa y le sirve un desayuno goloso a la chica
Aletheia comienza a comer, paladeando con gusto cada bocado
Media hora después…
Dices con acento catalán, «Estaba todo riquísimo, Monse. Muchas gracias»
Monse hace un gesto restando importancia
Aletheia se levanta y va a recoger la mesa
Monse dice: «deja eso, ve con Franc, anda»
Dices con acento catalán, «me vas a malacostumbrar, Monse»
Monse sonríe
Monse dice: «otro día te tocará, ya lo verás. Por ahora aprovecha la licencia y ve con tu hijo»
Aletheia asiente y camina hacia la habitación de los niños
Aletheia pasa unas dos horas jugando con ellos
Aletheia mira su reloj
Aletheia mira a su hijo con adoración
Dices con acento catalán, «cielo, mami va a trabajar, vale?»
Franc asiente
Aletheia lo besa y lo abraza y se levanta del suelo
Franc sigue jugando con Paulino
Aletheia sale de la habitación
Dices con acento catalán, «Tengo que marcharme, Monse. Espero venir por la noche, ¿vale?»
Monse dice: «sí, ve tranquila, luego nos vemos. Cuídate mucho»
Aletheia asiente y abre la puerta
Aletheia sale de la vivienda
Monse cierra la puerta
Aletheia sale del edificio de viviendas
Aldea Esperanza
Aletheia entra en la intendencia
Aletheia abre la puerta de la oficina
Aletheia entra, rodea el escritorio y revisa que todo esté en orden
Aitor se asoma a la puerta
Aletheia lo mira
Dices con acento catalán, «buenos días, Aitor»
Aitor le sonríe
Aletheia le sonríe en respuesta
Aitor dice: «buenos días, Aletheia»
Aitor dice: «voy saliendo con el camión a por los suministros, ya nos vemos si estás aquí por la tarde»
Aletheia asiente
Dices con acento catalán, «haré lo posible por estar, sí. si no, ya sabes como localizarme»
Aitor asiente y se marcha apresurado
Aletheia deja todo en orden
Aletheia se levanta y sale de la oficina, la cierra con llave y sale de la Intendencia
Aldea Esperanza
Aletheia camina hacia la garita
Aletheia saca su móvil, lo desbloquea y teclea para pedir autorización de abandonar la aldea e ingresar en la finca
El móvil de la chica vibra al recibir la autorización
Aletheia se despide de los soldados
Aletheia abandona la aldea
Comunidad de Madrid; Una carretera desértica
Aletheia se acerca a la finca a pie
Aletheia saluda a los soldados y se identifica
Tecleas un larguísimo código en un teclado incrustado en la puerta.
Colocas el dedo en un lector de huellas dactilares.
Se enciende una luz verde. Acceso autorizado.
Los guardias te abren paso a la finca.
Comunidad de Madrid; Finca el Renacimiento
Ves Nisan Moco y un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia se acerca al coche
Aletheia desbloquea la alarma del coche
Aletheia abre la puerta y sube al coche
un coche deportivo de color negro
Aletheia introduce la llave y arranca el motor
Aletheia pisa el acelerador y el coche se pone en movimiento
[EFU] Aletheia: «permiso para abandonar finca el renacimiento.»
[EFU] Arais: «permiso concedido »
[EFU] Aletheia: «copiado »
Aletheia reduce la velocidad al llegar a su destino
Aletheia apaga el motor y se desabrocha el cinturón
Aletheia abre la puerta del coche y se baja
Un paraje natural en Fresnedillas de la Oliva
Ves un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia cierra la puerta del coche
Aletheia activa la alarma del coche
Unos soldados acompañan a un coche deportivo de color negro hacia la zona de vehículos
Aletheia se identifica en la garita
Tras identificarte debidamente, se te conduce a la zona de entrenamiento.
Zona de entrenamiento de Firme Unidad.
Aletheia camina al edificio de la Alid
Edificio de la ALID.
Aletheia se dirige a la sala de reuniones
Aletheia abre la puerta y entra
Sala de reuniones.
Ves un ordenador portátil IQ 26-ba112ot aquí.
Aletheia cierra la puerta.
Punto de vista: Jeanpaul
Jeanpaul ve a Aletheia entrar y se la queda mirando
Dices: «qué ocurre, mocosa?»
Aletheia se acerca a la cafetera y pone a hacerse otro poco más de café
Jeanpaul la sigue observando
Dices: «sigues incómoda por lo de ayer?»
Aletheia lo mira un instante sin comprender, pero luego cae en cuenta
Aletheia sirve dos vasos de café
Aletheia mira a Jeanpaul
Aletheia dice con acento catalán, «Ahora mismo ni me acordaba»
Jeanpaul la mira y asiente
Dices: «y entonces a qué se debe esa carita de preocupación, ¿eh?»
Aletheia resopla
Aletheia le cuenta
Aletheia sorbe de su café, acercándole el vaso a Jean
Jeanpaul la observa, pero no parece muy sorprendido
Aletheia se deja caer en una silla
Aletheia bebe del vaso
Dices: «No entiendo qué te preocupa, mocosa. Tener esas fantasías, esos sueños, no tiene nada de malo; muchas veces es simple curiosidad»
Aletheia suspira
Aletheia dice con acento catalán, «Vaya curiosidad inoportuna la mía, mare meva… además, lo que me preocupa no es el sueño, ni su contenido, lo que me preocupa es quien es el protagonista de esos sueños, Jean»
Jeanpaul asiente, comprensivo
Aletheia bufa
Aletheia dice con acento catalán, «Acaso estoy yo para andar en estas justo en este momento?»
Jeanpaul la mira
Dices: «para el carro un momento, nena. Cuál es en realidad el problema? Acaso él tiene remota idea, se lo has dicho?»
Aletheia se ahoga un poco con el café, maldice por lo bajo
Aletheia dice con acento catalán, «desde luego que no, como se te ocurre que voy a ir a decirle nada de esto? No estoy loca para hacer algo así»
Dices: «no sé, se han visto unas cuantas veces, no me lo puedes negar; y tú nunca has sido cohibida para hablar de sexo»
Aletheia lo mira
aletheia dice con acento catalán, «y no te lo pienso negar. Pero verlo por casualidad es una cosa; decirle esto que recién me está pasando es otra muy diferente, Jean; no hay la confianza para eso»
Dices: «comprendo. Crees que se lo tomará a mal?»
Aletheia asiente
Aletheia dice con acento catalán, «Definitivamente sí, creo que no le gustaría saberlo»
Jeanpaul la mira
Dices: «cómo puedes saber eso, si ni cuenta te das de nada, nena. vuelves a sacar conclusiones prematuras»
Aletheia bebe de su café
Aletheia se queda mirando el vaso
Aletheia murmura con acento catalán, «llámalo intuición femenina si quieres, Jean»
Jeanpaul bebe del vaso de café
Dices: «a mí no me parece tan terrible que él lo sepa, la verdad. A mí lo que me parece es que tú eres la que está ahogándose en un vaso de agua; si él ni si quiera lo sabe, no te angusties, déjalo correr»
Aletheia apoya los codos en la mesa y deja reposar la barbilla en sus manos
Aletheia suspira, frustrada
Jeanpaul sorbe y la observa, le acaricia el cabello con cariño
Dices: «qué es en realidad lo que te pasa, nena?»
Aletheia permanece un rato en silencio
Aletheia vuelve a suspirar
Aletheia dice con acento catalán, «es que es el colmo, Jean.»
Jeanpaul la escucha
Aletheia alza la cabeza
Aletheia dice con acento catalán, «por qué tiene que ser él? qué, no hay bastantes hombres en Madrid?»
Jeanpaul la escucha en silencio, dejando que se desahogue
Aletheia dice con acento catalán, «Porque si fuese otro quizá podría intentar satisfacer la fantasía, lo que aliviaría esta frustración sexual que está aflorando ahora, de lo más inoportuna ella; pero con él…»
Jeanpaul la mira
Dices: «con él piensas que no puedes satisfacerla…»
Aletheia dice con acento catalán, «desde luego que no; eso está fuera de cualquier posibilidad, probabilidad y todo lo que termine en d a d»
Dices: «Y te sientes atraída por el hombre y mucho, por lo que se ve, ¿no?»
Aletheia resopla un poco fastidiada
Aletheia lo mira
Aletheia dice con acento catalán, «verás… yo nunca presté atención…»
Murmuras: «Para no variar, mocosa»
Aletheia dice con acento catalán, «vas a empezar? o me vas a escuchar»
Jeanpaul la mira
Dices: «lo siento, cuenta, anda…»
Jeanpaul bebe café mientras la mira
Aletheia suspira
Aletheia dice con acento catalán, «no es todo el tiempo, pero a veces hay cosas… no sé, serán como detonantes y entonces mi mente empieza a traicionarme y lo imagino…»
Aletheia se muerde el labio
Jeanpaul la mira
Dices: «te lo imaginas desnudo, sudoroso entre…»
Aletheia lo detiene
Aletheia dice con acento catalán, «eso… y todo lo que sigue después…ains»
Jeanpaul la mira un poco divertido
Aletheia sorbe café
Dices: «Creo que Walker tiene razón y no debes preocuparte, No necesitas más ansiedad. Mira, nena, es natural, todos podemos tener fantasías eróticas y eso no tiene que pasar a mayores»
Jeanpaul bebe de su café
Jeanpaul la mira
Dices: «lo que sí es que no estaría mal que atiendas esa necesidad que te está comunicando tu cuerpo, sin romperte tanto la cabeza. Sabes a qué me refiero, ¿no? Simplemente deja que fluya y no te reprimas, es probable que así lo lleves mejor»
Aletheia suspira
Aletheia dice con acento catalán, «sí, lo sé… lo que ocurre es que preferiría no estar atravesando esto ahora»
Jeanpaul se termina el café
Dices: «te preocupa lo que el hombre piense, ¿no?»
Aletheia dice con acento catalán, «Lo que él piense…»
Aletheia reflexiona
Aletheia dice con acento catalán, «sí, estoy cayendo en cuenta que sí me importa lo que él piense»
Jeanpaul la coge por la barbilla
Dices: «Pues que sepas que lo que importa es lo que tú pienses, lo que tú sientas… lo demás no importa, nena.»
Aletheia respira profundo
Jeanpaul la mira; un brillo de diversión le ilumina los ojos, está decidido a sacarla de esa preocupación, al menos durante un rato
Dices: «pues…»
Aletheia escucha su tono, advierte las intenciones del hombre y se le adelanta
Aletheia dice con acento catalán, «No empieces a tomarme el pelo con eso de que no me entero de nada respecto de los hombres, ¿eh? Y ni se te ocurra decirme nada… te veo venir, Jean»
Jeanpaul la mira con ojos de inocente, pero está reprimiendo la risa
Aletheia se termina su café
Aletheia lo mira de reojo
Jeanpaul sigue intentando estar muy serio
Aletheia suspira y pone los ojos en blanco
Aletheia dice con acento catalán, Ya, termina de reírte; suélta la carcajada esa que tienes ahí haciéndome ojitos»
Ambos se miran y se carcajean un rato
Aletheia dice con acento catalán, «a mí y al pato donald, ese de las caricaturas»
Jeanpaul la mira
Dices: «Al menos ya te relajaste, nena»
Aletheia lo mira y asiente
Aletheia dice con acento catalán, «walker tiene razón y tú también, hasta cierto punto»
Aletheia dice con acento catalán, «no gano nada estresándome por esto… así que lo dejaré fluir hasta que por fin se agote. La verdad, es que por suerte es una fantasía unilateral, solo espero que no se me note, que no vaya a hacer ningún gesto inconsciente que me delate, porque ahí sí me quedaré muerta de la vergüenza»
Jeanpaul la mira y niega
Dices: «Eres demasiado exagerada, mocosa; y eso de que sea unilateral, eso nadie sino él lo puede saber; otra cosa es que tú lo prefieras así»
Aletheia hace un pequeño mohín
Aletheia dice con acento catalán, «Es verdad, eso también lo estoy intentando desaprender, no sobredimensionar tanto las cosas. Y respecto de lo otro, sí, quizá llevas razón y es que yo preferiría que fuese así, porque me sería más fácil mantener todo eso a raya»
Dices: Estupendo, nena; enfócate en ti, eso es lo que en verdad importa; respecto de lo demás, ya sabes que las cosas fáciles muchas veces son las menos convenientes»
Aletheia lo mira y asiente
Dices: «cambiando el tema, no estaría mal que hablases con Kalev»
Aletheia lo mira a los ojos
Aletheia dice con acento catalán, «Para qué quieres que hable con él, qué le pasa a Kalev?»
Aletheia se ve confundida
Jeanpaul la mira
Dices: «anda un poco atormentado por haberse excedido de esa forma ayer»
Aletheia dice con acento catalán, «ah…sí, le dije que ya hablaríamos.»
Aletheia mira su reloj
Jeanpaul suspira pensando que Kalev sí que tendrá un reto cuesta arriba
Aletheia dice con acento catalán, «tengo que irme»
Jeanpaul asiente
Dices: «conduce con cuidado, mocosa.»
Aletheia dice con acento catalán, «sí, no te preocupes»
Aletheia se levanta, lo abraza y le da un besito en la mejilla
Aletheia dice con acento catalán, «Te quiero, Jean. gracias por escuchar»
Dices: «y yo te quiero a ti, mocosa»
Dices: «cuidado con ir recreándote por el camino, ¿eh?»
Jeanpaul sonríe
Aletheia dice con acento catalán, «tonto»
Jeanpaul se carcajea y aletheia al final sonríe
Aletheia le saca la lengua y se acerca hacia la puerta
Jeanpaul la observa marcharse
Aletheia se marcha y cierra la puerta tras de sí.