Punto de vista: Aletheia
Aletheia va conduciendo por la E90 sentido Madrid y coge el móvil para pedir autorización
[EFU] Aletheia: «permiso para ingresar en autovía Nordeste, destino Centro comercial Road»
[EFU] Arais: «s.y. autoriza la solicitud»
[EFU] Aletheia: «copiado»
Aletheia introduce la llave y arranca el motor
Aletheia cierra la puerta y se abrocha el cinturón
Aletheia pisa el acelerador y el coche se pone en movimiento
Aletheia bloquea su móvil y sigue conduciendo
Aletheia reduce la velocidad al llegar a su destino
Aletheia estaciona el coche
Aletheia apaga el motor y se desabrocha el cinturón
Aletheia coge el anorak y se lo pone
Aletheia abre la puerta del coche y se baja
Comunidad de Madrid; Calle de Alcalá.
Ves un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia cierra la puerta del coche
Aletheia activa la alarma del coche
Aletheia camina hacia el centro comercial
Aletheia entra en el centro comercial luego de identificarse con los soldados
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Aletheia camina rumbo a la cafetería
Comunidad de Madrid; Cafetería ‘El encuentro’
Es un local amplio con vistas a la plaza, con mesas redondas y sillas metálicas con asiento de tejido acolchado. En la barra pueden observarse los productos de bollería que se ofrecen. La decoración es moderna y acogedora. Este lugar es famoso por sus batidos.
Aletheia se acerca a la barra y pide algo para merendar
Un tazón de humeante café con leche, a disponer sacarina, azúcar blanco o moreno.
Un delicioso cruasán tamaño extra, a elegir relleno de chocolate, normal, con chocolate por fuera, relleno de jamón cocido y queso, paté o de mantequilla.
Se oye un fuerte frenazo en la lejanía.
Aletheia espera que le den su pedido y mientras tanto saca su monedero y paga la cuenta
el chico de la barra le sonríe y le da el café con leche y el croissant
Dices con acento catalán, «muchas gracias »
Aletheia va a una mesa y se sienta pegada de la pared
Aletheia observa el local y a las personas
Te bebes Un café con leche
Te comes Un delicioso cruasan
Aletheia se levanta y mira discreta en derredor, sale de la cafetería
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Aletheia se dirige al supermercado
Comunidad de Madrid; Supermercado Plaza’s Road
Aletheia entra en el supermercado y coge un carrito
Aletheia se va paseando por los pasillos y va cogiendo lo que necesita
Aletheia va hasta la zona del bodegón y coge un par de vinos, mira la etiqueta y asiente
Aletheia luego pasa por la carnicería
escuchas unas explosiones cerca de aquí
Aletheia pide una pieza de redondo de ternera
El carnicero dice: «quiere que se la amarre, señorita?»
Dices con acento catalán, «si no es molestia, sí, por favor»
El carnicero dice: «para nada, espere un momento que se la limpio y se la preparo»
Aletheia asiente y espera
El carnicero le tiende el paquete, Aletheia lo coge y frunce el ceño; los brazos le duelen horrores
Aletheia piensa: mejor no te quejes, que mas vale entrenes así a que te oxides
El carnicero la mira
El carnicero dice: «está usted bien, señorita?»
Aletheia asiente
Dices con acento catalán, «sí, no se preocupe. Muchas gracias»
El carnicero dice: «a usted, señorita»
Aletheia sigue dando vueltas buscando los ingredientes que necesita y algunas cosas más, le apetece mucho cocinar algo rico
oyes sirenas a lo lejos
Aletheia se acerca a la caja cuando ya reunió todo lo que iba a buscar
La cajera comienza a pasar los productos por el lector de código de barras
La cajera le dice el monto
Aletheia saca su monedero, su identificación y la tarjeta de débito
La cajera pasa la tarjeta por el punto de venta
La cajera entrega el ticket del punto y la factura
La cajera le da las buenas tardes
Aletheia le responde
Aletheia empaqueta todos los productos y va con las bolsas despacio hasta su coche
Aletheia va caminando resoplando un poco, ahora nota que la espalda también le duele
Murmuras con acento catalán, «me cachis en la madre que parió a Juanete, joder. Lo peor? mañana me va a doler más, seguro»
Aletheia sale del centro comercial y se acerca a su coche
Comunidad de Madrid; Calle de Alcalá.
Ves un coche deportivo de color negro aquí.
Caen chaparrones intermitentes en la ciudad.
oyes sirenas a lo lejos
Murmuras con acento catalán, «joer, querida atmósfera, no te podrías esperar a que llegue a casa?»
Aletheia apoya unas bolsas en el suelo para coger la llave del coche
Aletheia desactiva la alarma del coche
Aletheia abre la maleta y va metiendo la compra
Aletheia cierra la maleta
Aletheia abre la puerta y sube al coche
un coche deportivo de color negro
Aletheia cierra la puerta y se abrocha el cinturón
Aletheia coge su móvil y pide autorización
[EFU] Aletheia: «permiso para abandonar centro comercial road, destino finca el Renacimiento»
[EFU] Arais: «s.y. autoriza la solicitud»
[EFU] Aletheia: «copiado »
Aletheia introduce la llave y arranca el motor
Aletheia enciende el limpia parabrisas
Aletheia pisa el acelerador y el coche se pone en movimiento
Aletheia va conduciendo a velocidad moderada porque el asfalto está mojado
Aletheia reduce la velocidad al llegar a su destino
Aletheia apaga el motor y se desabrocha el cinturón
Aletheia abre la puerta del coche y se baja
Comunidad de Madrid; Una carretera desértica
Ves un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia cierra la puerta del coche
Aletheia se acerca a los soldados y se identifica
Tecleas un larguísimo código en un teclado incrustado en la puerta.
Colocas el dedo en un lector de huellas dactilares.
Se enciende una luz verde. Acceso autorizado.
Los guardias te abren paso a la finca.
Autorizan el paso de un coche deportivo de color negro hacia la finca.
Comunidad de Madrid; Finca el Renacimiento
Ves Nisan Moco, mitsumitsi montero, y un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia se acerca al coche y abre la maleta
Aletheia coge la llave de la casa y abre la puerta
Aletheia se devuelve a por los paquetes, los saca y los deja en la casa, se devuelve y cierra la maleta
Aletheia activa la alarma del coche
Aletheia entra en la casa
Comunidad de Madrid; Casa de Aletheia
Ves un sillón de masaje, Silla En Brazos de Luis, Sofá tapizado de dos plazas con Chaise Longue., un sillón de relax negro, una fuente barata, Jarrón de cristal, y El símbolo del infinito aquí.
Aletheia cierra la puerta y coge los paquetes, los lleva a la cocina
Aletheia se quita el anorak, saca el móvil y lo deja sobre la mesa; el anorak lo cuelga en una silla
Aletheia enciende la calefacción
escuchas unas explosiones en la lejanía.
Aletheia se dedica a organizar la compra
Aletheia mira su reloj
Aletheia saca una bandeja para hornear del gabinete
Aletheia busca un cuchillo grande y una tabla de madera
Aletheia coge una cebolla grande, varias patatas, pimientos, ajo, laurel y tomillo
Aletheia lava la cebolla, las patatas y los pimientos
Aletheia corta la cebolla en rodajas y hace una cama de cebolla en la bandeja
Aletheia pela y trocea los ajos y también los añade a la bandeja con varias hojas de laurel
Aletheia pela las patatas y las pica en rodajas finas, hace tiras con los pimientos
Se oye un fuerte frenazo en la lejanía.
Aletheia coge la pieza de redondo de ternera y la espolvorea con sal, pimienta y tomillo por toda la superficie
Aletheia la coloca sobre la bandeja con el resto de ingredientes
Aletheia coge la botella de aceite de oliva extra vírgen y baña el redondo de ternera
Aletheia añade las patatas y los pimientos y los rocía también con aceite, añadiendo un punto de sal y pimienta a las patatas
Aletheia coge la botella de vino blanco, la descorcha y vierte un poco sobre la ternera y el resto de ingredientes
Aletheia agrega medio vaso de agua y mete todo en la nevera para que se marine
Aletheia tapa el vino y lo mete en la nevera
Aletheia guarda también el tinto que compró en la nevera
Aletheia guarda el resto de la compra, dejando algo de albahaca fresca, ajos, el queso parmesano y pecorino, además de los piñones
Aletheia coge el picatodo y agrega las ojas de albahaca, los ajos y los piñones. añade un tercio de vaso de aceite de oliva extra vírgen y comienza a triturar los ingredientes
escuchas unas explosiones cerca de aquí
Aletheia coge un envase y vacía allí la mezcla. Coge una cuchara de madera del cajón y va mezclando poco a poco el queso parmesano y el pecorino agregando otro poco de aceite, hasta que queda uniforme
Aletheia coge una cucharita pequeña para probar la salsa
Aletheia asiente y la tapa, la deja en la encimera reposando
Aletheia se lava las manos y lava todo lo que utilizó para preparar la carne y la salsa pesto
Aletheia pone una cafetera y mientras tanto, coge el móvil y el anorak y sale de la cocina
Aletheia entra en el despacho
Comunidad de Madrid; Despacho
Ves un sillón de oficina modelo nazcar, un PC all in one IQ Pear 35-c221ot, una libreta de pastas gordas, una taza de café, y una impresora Láser aquí.
Aletheia deja el anorak en una silla, rodea el escritorio y levanta la tapa de los portátiles
Aletheia deja el móvil en el escritorio y sale mientras los ordenadores se encienden
Aletheia entra en la cocina, coge un botellín de agua y espera que el café esté listo
Un rato después…
Aletheia está sentada frente a los ordenadores trabajando con el caso de la telecom noruega mientras bebe un poco de café y mira, analizando los logs de eventos
Se oye un frenazo cerca de aquí.
Aletheia va tomando nota de las entradas irregulares que va encontrando en los logs
[EPS] Aras: «Arais? me llevo a Noah a la finca»
El móvil de aletheia comienza a sonar y vibrar
[EPS] Aras: «que quiere ver los peces esos»
[EPS] Arais: «ah, bien»
[EPS] Aras: «me llevo tu coche»
[EPS] Arais: «sí, sí, puedes llevártelo »
Aletheia mira su móvil y desbloquea, lee los mensajes del canal
Aletheia sonríe y piensa: Noa? o tú…
Aletheia piensa: uf, qué ganas de… quita, quita, Aletheia. tú no pintas nada ahí con los peces, mejor no te arriesgues a caer en la tentación y trabaja, ¿eh? eso es lo que tienes que hacer, trabajar y no distraerte
Aletheia va a retomar el trabajo pero decide escribirle a Arais para saber cómo está
[EPS] Aletheia: «Hola, Arais. Hoy no tienes sábado libre? Pregunto por si venías a la finca»
[EPS] Aletheia: «por cierto, cómo estás hoy?»
[EPS] Arais: «es que tengo que encontrarme con una persona »
[EPS] Arais: «más o menos, ale»
[EPS] Aletheia: «ah, pues nada, espero todo vaya bien, guapa »
[EPS] Aletheia: «pues ya sabes, si necesitas algo »
[EPS] Arais: «sí, gracias, no me olvido »
[EPS] Aletheia: «un besito entonces»
[EPS] Arais: «igual, Ale »
Aletheia deja su móvil en el escritorio y sigue trabajandoSe oye un frenazo cerca de aquí.
Aletheia sale a por más café, lleva el móvil en el bolsillo
Comunidad de Madrid; Casa de Aletheia
Ves un sillón de masaje, Silla En Brazos de Luis, Sofá tapizado de dos plazas con Chaise Longue., un sillón de relax negro, una fuente barata, Jarrón de cristal, y El símbolo del infinito aquí.
Aletheia va con la cafetera y su taza hacia la cocina
Aletheia lava la cafetera y pone a hacer otro poco de café
Aletheia siente que el móvil suena y vibra
Aletheia desbloquea el móvil y lee
[EPS] Aras: «oye, aquí en la finca hay pan duro?»
[EPS] Arais: «no tengo ni idea»
Aletheia respira profundo algo incrédula, y teclea
[EPS] Aletheia: «Hola, Aras. tengo un poco, sí»
[EPS] Aras: «si no lo vas a utilizar, podrías dármelo para noah?»
[EPS] Aletheia: «claro, no hay problema »
[EPS] Aras: «estoy en el jardín, vienes? o me acerco a tu casa»
Aletheia se gira y piensa: pero por todos los dioses, por qué tienen que ponerme la tentación en las narices, por qué, ah?
Aletheia coge la bolsa del pan duro
Aletheia respira mientras piensa: no pasa nada, tú le llevas el pan, ves a la chiqui que hace mucho no la ves y te marchas, es fácil, aletheia.
Aletheia teclea
[EPS] Aletheia: «te lo llevo, no hay problema »
Aletheia bloquea el móvil y se lo mete en el bolsillo
Aletheia apaga la hornilla y se acerca a la puerta
Aletheia abre la puerta y sale
Comunidad de Madrid; Finca el Renacimiento
Ves Nisan Moco, mitsumitsi montero, un coche deportivo de color negro, y un coche deportivo de color verde aquí.
Aletheia cierra la puerta
Noah grita cerca de aquí: «theeiiiaaa »
Aletheia escucha los gritos de noa y sonríe
Noah grita cerca de aquí: «looola»
Aletheia va hacia el jardín
Aletheia entra al jardín
Luego de que Aras se marchase con la niña, Aletheia regresa a su casa
Comunidad de Madrid; Finca el Renacimiento
Ves Nisan Moco, mitsumitsi montero, y un coche deportivo de color negro aquí.
Aletheia siente un nudo en el pecho y la garganta, pero mantiene todo bajo control mientras sigue fuera de la casa
Aletheia se acerca a la puerta y la abre
Aletheia entra
Comunidad de Madrid; Casa de Aletheia
Ves un sillón de masaje, Silla En Brazos de Luis, Sofá tapizado de dos plazas con Chaise Longue., un sillón de relax negro, una fuente barata, Jarrón de cristal, y El símbolo del infinito aquí.
Aletheia cierra la puerta
Aletheia sube las escaleras
Aletheia entra en su habitación, su mirada se enfoca en la urna de Ives
Aletheia se deja caer en la cama
Aletheia respira profundo y cierra los ojos
Imágenes de la última vez que estuvieron como una familia en el jardín, ella, Ives y Franc se mezclan con las imágenes recientes de Aras y Noa
Aletheia se tumba en la cama, abraza una almohada y llora en silencio
Media hora después…
Aletheia se levanta de la cama y entra en el baño, se lava el rostro con agua fría
Aletheia sale del baño, coge su libreta y el bolígrafo
Aletheia comienza a escribir
Aletheia lee:
Cuan inteligentes y perceptivos logran ser los niños; que tontería la nuestra intentar ocultar nuestros sentimientos ante sus ojos que, con aparente inocencia llegan a ver en los nuestros, las huellas de un corazón triste.
¿Cuánto más he de sorprenderme contigo?
Eres más humano, más hombre, más corazón de lo que nunca imaginé. qué contraste… cuánto afecto llevas dentro…
cuánta información por digerir, y cuanta ternura me genera haber tenido el privilegio de verte vulnerable, como ese niño grande que a veces me parece vislumbrar y que hoy he podido disfrutar.
Qué rabia y que indignación siento al pensar que alguien haya podido arrebatarte el deseo de tener lo que ahora intentas disfrutar a través de la vida de otros, de esa trascendencia que son nuestros hijos. No hay justificación para arrebatarle esos sueños a los hombres buenos como tú.
Te veo y pienso en tantos hombres que pierden su familia, sus parejas, sus hijos dándolo todo por los demás…
¿Cuántos más como tú seguirán andando solos por la vida por no exponer a la gente que quieren, por no exponerse a perder; porque sí, perder duele y duele mucho.
¿Cuántos de ellos podrán conservar esa bondad, esa ternura, sin que el corazón se les vuelva de piedra?
Supongo que son cosas que nunca sabré, que quizá ni siquiera valen la pena pensar… pero te veo y las pienso, te veo, y cada cosa de ti que descubro me lleva a hacerme preguntas, a cuestionarme.
No, definitivamente no eres como pensaba y que agradecida con la vida por cruzarte en mi camino. No sé si lleguemos a ser buenos amigos, pero siempre, siempre, agradeceré este aprendizaje…
Aletheia cierra la libreta, la deja en la mesita junto al bolígrafo y sale de su habitación
Aletheia baja las escaleras, entra en la cocina y va a por la cafetera y su taza
Aletheia sale de la cocina y entra en el despacho
Comunidad de Madrid; Despacho
Ves un sillón de oficina modelo nazcar, un PC all in one IQ Pear 35-c221ot, una libreta de pastas gordas, una taza de café, y una impresora Láser aquí.
Aletheia rodea el escritorio, deja la taza y la cafetera y se deja caer sobre el sillón
Aletheia se sirve café en la taza y continúa trabajando
De cuando en cuando, la imagen de Aras con Noa irrumpe en su pensamiento.