Nueva escena de rol: Silencios que lo dicen todo

Punto de vista: Aletheia.

Aletheia aparca el todoterreno una vez que el portón de la propiedad se ha cerrado.
Aletheia apaga el motor y se desabrocha el cinturón, abre la puerta y baja.
Aletheia cierra la puerta del todoterreno y activa la alarma.
Unos metros más allá, los niños corren perseguidos por Orión, Atlas y Zeus.
Aletheia camina hacia la casona, al llegar a los escalones, es abordada por los niños y los perros.
Aletheia se agacha, abraza a Franc con cariño.
Franc la llena de besitos mojados.
Dices con acento catalán, «qué abrazo más rico, cariñet. Ven y cuenta a mami qué has hecho hoy.»
Aletheia se sienta en los escalones, Franc se le sube al regazo y comienza a contarle todo lo que han hecho él, Paulino, Aurora e Ilce.
Ilce va corriendo a trompicones tras Zeus, se le iluminan los ojitos cuando ve a aletheia.
Ilce dice: «¡teia!»
Ilce sale corriendo, pero tropieza con Zeus y ambos ruedan un poco por el suelo.
Franc mira a Ilce y se baja corriendo del regazo de su madre.
Zeus se sacude y estornuda.
Ilce hace un pequeño puchero y el amago de llorar, pero Franc le ayuda a ponerse en pie.
Franc dice: «no lliores, vem que mama te cura com besitos»
Ilce dice: «itos, tiiiiii»
Ilce se levanta del suelo con ayuda de Franc, este le coge de la manito y van hacia Aletheia. Zeus los sigue, olisqueando el aire de cuando en cuando.
Aletheia coge a la pequeña en brazos, Franc se sienta entre las piernas de su madre.
Aletheia hace mimitos a los dos niños, que comienzan a reír sonoramente.
Ilce junta los labios en ademán de dar besitos y se los lanza a Aletheia.
El portón de la propiedad se abre, Una Grand Keroky 4×4 lim entra, aparcando tras la Kitara.
Jeanpaul apaga el motor y se desabrocha el cinturón; desbloquea las puertas sin dejar de mirar a Kalev, que observa embelesado a Aletheia con los niños.
Jeanpaul carraspea, Kalev se gira y su expresión no ha cambiado mucho.
Jeanpaul lo mira.
Jeanpaul dice: «Iba en serio lo de estar enamorado, ¿no?»
Kalev suspira.
Jeanpaul le pone una mano en el hombro.
Kalev dice con acento ruso, «es tan perfecta que a veces me parece un sueño que exista.»
Jeanpaul lo mira con seriedad.
Jeanpaul dice: «Aletheia no es perfecta, Kalev. No la idealices o te vas a ahostiar sin haber siquiera empezado con ella.»
Jeanpaul le pone las llaves del todoterreno a Kalev en las manos.
Kalev lo mira, agradecido.
Jeanpaul dice: «quita esa cara de cordero degollado, aprovecha esta noche libre y arregla tus asuntos con ella.»
Kalev asiente guardándose las llaves en el bolsillo de la cazadora y cogiendo el móvil. para hacer una llamada.
Jeanpaul baja de la Keroky y se acerca a los niños.
Los perros salen disparados a su encuentro.
Jeanpaul hace algunas señas y da las órdenes en francés, los perros se sientan sin dejar de verle con atención.
Los niños miran encantados al hombre.
Jeanpaul se agacha y rasca tras las orejas a los tres perros.
Aurora y Paulino hacen todo tipo de preguntas, Franc se baja del regazo de su madre, Ilce se coge del cuello de Aletheia.
Franc mira a Jeanpaul.
Jeanpaul lo mira, esperando que el chico de el primer paso.
Franc dice: «tio Jean, me enseñas trudcos com Zeus?»
Jeanpaul sonríe complacido por primera vez en muchos días.
Jeanpaul asiente.
Jeanpaul dice: «cuando quieras, campeón.»
Jeanpaul se acerca más a Franc y le acaricia en la cabeza, el niño se deja sin reticencia.
Aletheia los observa, conmovida.
Ilce comienza a balbucir un poco eufórica al ver a Kalev que se acerca.
Ilce le extiende los bracitos, Kalev la coge en peso.
Aletheia Y Kalev se miran un instante.
Ilce comienza a darle besitos en la cara a Kalev.
Kalev le hace cosquillas en la tripita a la niña.
Kalev murmura cerca de la cara de Ilce.
Kalev murmura con acento ruso, «donde está mi pequeñaja favorita, eh?»
Ilce ríe de contenta que está.
Ilce dice: «eñaja, qui».
Ilce se señala con el dedito.
Kalev frota su nariz con la de la niña, a Ilce le brillan los ojitos.
Jeanpaul se levanta, da orden a los perros para que corran.
Los niños salen tras los perros.
Ilce se remueve en brazos de Kalev, este la deja en el suelo.
Franc ve que Ilce corre hacia ellos y la espera, cuando se alcanzan le coge de la manito y echan a correr con menos intensidad.
Jeanpaul se acerca a Aletheia, le da un beso en la frente.
Jeanpaul dice: «Hola, mocosa.»
Dices con acento catalán, «Hola, Jean. Pensé que harías guardia hoy también.»
Jeanpaul niega.
Jeanpaul dice: «tenemos esta noche libre, mañana toca iniciar la fase dos. Además, Yo no soy especialista en determinar patrones, Ya anda hada en eso, arriba no quieren descuidar ningún suceso con los evitas»
Aletheia asiente.
Dices con acento catalán, «Se ha sabido algo más?»
Jeanpaul gira un poco la cabeza y mueve los hombros intentando estirar los músculos que siente entumecidos.
Jeanpaul murmura: «Nada concreto, siguen analizando las imágenes, pero no hay mucho aún al respecto.»
Aletheia resopla un poco.
Monse sale de la casona y ve a los tres de pie en los escalones.
Monse dice: «Pasad, lavaos las manos que ya está casi lista la comida.»
Aletheia se acerca a Monse y le abraza con cariño.
Murmuras con acento catalán, «Eres la mejor, Monse.»
Monse mira a Aletheia con afecto y le pellizca el moflete derecho.
Monse dice: «Eso dice mi Yordi.»
Monse sonríe.
Yordi sale de la casona.
Yordi dice: «¿qué es lo que digo yo?»
Yordi mira alternativamente a cada uno.
Yordi levanta las manos con las palmas hacia afuera.
Yordi dice: «eh, lo que sea, no he sido yo, ¿vale?»
Todos rompen a reír.
Monse besa a su marido en la mejilla.
Monse dice: «anda a por los niños, cariño. nadie va a llevarte al banquillo de los acusados.»
Monse mira a Kalev, Aletheia y Jeanpaul.
Monse dice: «vosotros entrad y lavaos las manos, así como niños buenos.»
Aletheia sonríe y entra, Kalev la sigue.
Monse detiene un momento a Jeanpaul.
Monse dice: «supongo que ahora no, pero hablaremos… que no te me escapas, eh?»
Jeanpaul le coge de la mano y le besa los nudillos.
Jeanpaul dice: «Hablaremos, pero en otro momento.»
Monse asiente y le da un cachete en la mejilla a jeanpaul.
Jeanpaul entra directo a su habitación.
Varias horas después.
Monse observa desde la ventana del salón, como Aletheia y Kalev se marchan en la Keroky.
Yordi se acerca a su mujer por detrás y le abraza con ternura.
Yordi murmura: «No te preocupes, creo que todo irá bien.»
Monse se gira y abraza a su marido.
Monse murmura: «eso espero, él me gusta para ella.»
Yordi murmura en los labios de su mujer.
Yordi murmura: «A mí también, cariño, a mí también.»
Hora y media después…
Kalev reduce la velocidad, activa un mando a distancia y entra hacia el interior de una propiedad discreta.
El portón se cierra tras unos segundos de espera.
Aletheia mira a través de la ventanilla y suspira.
Kalev se dirige a la parte posterior de una cabaña y aparca la Keroky.
Kalev apaga el motor y se desabrocha el cinturón, desbloqueando las puertas.
Aletheia lo mira.
Dices con acento catalán, «Es un lugar precioso, Kalev.»
Kalev dice con acento ruso, «me alegra que te guste.»
Kalev acaricia el rostro de aletheia con delicadeza.
Kalev dice con acento ruso, «Vamos, entremos.»
Aletheia asiente, se desabrocha el cinturón y baja del todoterreno.
Cerradas ambas puertas, Kalev activa la alarma de la Keroki.
Aletheia respira profundo cerrando los ojos un instante.
Aletheia abre los ojos y observa el lugar con más detenimiento.
Comunidad de Madrid; Robledo de Chavela.
Es una propiedad tranquila, rodeada de naturaleza, cerca de un bosque y un río. altos muros no permiten mirar hacia el interior.
Kalev toma de la mano a Aletheia y la invita a entrar en la cabaña.
Aletheia entra en la cabaña, Kalev la sigue de cerca.
Una cabaña en la Sierra Oeste.
Ves una cabaña que cuenta con dos pisos y un amplio jardín, además de una pequeña construcción en la parte posterior. En la planta baja encuentras el salón-comedor con una acogedora chimenea y una amplia mesa. La cocina está totalmente equipada. Además, la planta principal cuenta con un baño completo y un acogedor porche acristalado con vistas a la sierra. en la planta superior están los dormitorios y otro baño completo.
Murmuras con acento catalán, «Este lugar es precioso en verdad, Kalev.»
Kalev asiente, mientras se dirige a la chimenea para encenderla.
Aletheia se quita el abrigo y lo deja en el sofá.
Kalev dice con acento ruso, «Vengo enseguida.»
Kalev da una mirada a Aletheia detallándola de arriba a abajo antes de salir rumbo a la cocina.
Kalev regresa al poco tiempo con una botella y dos copas. Sirve una copa y se la da a Aletheia, la otra la sirve para sí, dejando la botella sobre la mesita del salón.
Kalev se sienta en el sofá; le hace señas a Aletheia para que se siente junto a él.
Aletheia se acerca y se sienta cruzando una pierna sobre la otra.
Aletheia se lleva la copa a los labios, aspira suavemente el buquet del vino y cierra los ojos, deleitándose con el aroma.
Aletheia da un pequeño sorbo y paladea el sabor.
Murmuras con acento catalán, «Delicioso.»
Kalev da un trago a su copa sin dejar de ver a Aletheia.
Aletheia da otro sorbo y deja la copa en la mesita.
Aletheia fija sus ojos en Kalev.
Kalev le sostiene la mirada intentando mantenerse sereno, aunque por dentro, la pasión le burbujea como agua hirviente.
Dices con acento catalán, «Me dirás qué es lo que te ocurre? Te vengo notando muy inquieto y me preocupa.»
Kalev da un trago largo al vino y suspira.
Kalev se pone en pie, mirándola.
Kalev dice con acento ruso, «Lo que me pasa…»
Aletheia se pone en pie y se le acerca.
Aletheia posa una mano sobre el pecho de kalev, siente su corazón latiendo a gran velocidad.
Kalev aparta con suavidad la mano de Aletheia.
Aletheia da un paso atrás; el miedo de pronto se le anuda en el estómago pero se mantiene firme y serena.
Kalev va de un lado a otro, pasándose la mano por la cabeza.
Kalev se detiene y la mira.
Kalev dice con acento ruso, «cuatro meses… eso es lo que me pasa.»
Aletheia traga grueso y asiente.
Dices con acento catalán, «entiendo que estés enfadado, que te hayas cansado de esperar…»
Aletheia se gira para darle la espalda y que le de tiempo a recomponerse.
Kalev la mira, incrédulo.
Kalev se le acerca y la coge del brazo, la gira para mirarla a los ojos.
Kalev dice con acento ruso, «quién ha dicho que estoy enfadado? No comiences a sacar conclusiones.»
Aletheia se estremece ante el contacto de las manos cálidas de Kalev sobre su piel.
Aletheia se mantiene serena, pero sus ojos verdes se ven empañados por cierta tristeza.
Aletheia comienza a disculparse, pero kalev la interrumpe.
Kalev resopla un poco exasperado.
Kalev dice con acento ruso, «cállate un instante y déja que te explique lo que me ocurre.»
Aletheia reacciona y empuja un poco a Kalev, que no se mueve de lo tenso que está.
Dices con acento catalán, «no me mandes a callar. Estoy intentando explicarme, disculparme por haber sido tan egoísta contigo, por haber hecho que …»
Kalev la acalla con un beso desesperado.
Aletheia no es capaz de reaccionar a la primera y se tensa, intentando desasirse sin éxito.
Kalev se separa para coger aire, sujeta a Aletheia con fuerza por los brazos.
Aletheia jadea, pero deja de resistirse.
Kalev la mira.
Kalev murmura con acento ruso, «te quiero, joder… ya no es que me gustes, que te desee, es que estoy jodidamente enamorado de ti.»
Kalev cae en cuenta de que lleva rato apretándo a la chica con demasiada fuerza.
Aletheia siente como el nudo de miedo se le deshace, dando paso a una emoción que le ha llevado unos meses desentrañar.
Aletheia mira a Kalev.
Kalev dice con acento ruso, «no quiero tus disculpas, ni tu pena, te quiero a ti y si no puede ser, dímelo de una puta vez.»
Murmuras con acento catalán, «eres tú quien saca conclusiones ahora.»
Kalev la coge de nuevo por los brazos,ahora con menos fuerza.
Kalev murmura con acento ruso, «No juegues conmigo, mi paciencia comienza a llegar al tope.»
Aletheia se acerca más a él, Le acaricia el rostro dibujando sus facciónes, sintiendo la barba incipiente en la yema de sus dedos.
Kalev le coge de la mano y besa sus dedos uno a uno.
Murmuras con acento catalán, «No juego contigo, Kalev. Lamento no haber podido darte una respuesta antes, haberte hecho esperar tanto.»
Kalev le besa la palma de la mano, Aletheia se estremece.
Aletheia se acerca todavía más a él, sus cuerpos se rozan levemente.
Kalev murmura con acento ruso, «Aletheia… lo de no jugar te lo digo en serio, no voy a poder detenerme, ¿lo entiendes?»
Aletheia sube las manos y las apoya en Kalev.
Murmuras con acento catalán, «Lo entiendo… pero no estoy jugando, hoy no. Tengo claro lo que siento… me ha llevado tiempo, pero no tengo dudas, Kalev.»
Kalev suspira.
Aletheia lo mira con intensidad.
Murmuras con acento catalán, «¿Recuerdas lo que me dijiste hace cuatro meses?»
Kalev cierra los ojos, no quiere hacerse falsas esperanzas.
Dices con acento catalán, «Mírame, Kalev.»
Kalev abre los ojos.
Dices con acento catalán, «Gracias…»
Kalev la abraza con fuerza.
Aletheia se deja hacer.
Murmuras con acento catalán, «Te qiero…»
Kalev besa a aletheia, apasionado.

DISCLAIMER

La escena que se describe a continuación podría no ser apta para menores de edad o personas sensibles, debido al contenido sexual explícito que ofrece.

Kalev le come la boca con avidez a aletheia, mientras desciende con sus manos, rozando su espalda hasta llegar a sus nalgas.
Aletheia responde a la pasión de Kalev, sus manos van acariciando despacio cada músculo, hasta alcanzar el bulto en su entrepierna.
Aletheia aprieta y masajea la erección de Kalev a través del pantalón.
Kalev juega con el índice y el pulgar, frotando sobre el vestido los pezones de aletheia, que comienzan a responder a sus besos y caricias.
Kalev desciende por el cuello de Aletheia, mordisqueando con lentitud, disfrutando del sabor y del aroma de aquella piel tan suave.
A Aletheia se le escapa un gemido, seguido de un jadeo cuando kalev introduce los dedos por el escote y alcanza su piel sensible.
Kalev sigue frotando y pellizcando los pezones de Aletheia.
Aletheia desabotona el pantalón, pero Kalev la detiene cuando va a bajar la cremallera.
Kalev le muerde el labio inferior para seducirla, y despacio se abre paso con la lengua.
Aletheia disfruta del beso, siente como se va calentando desde dentro.
Kalev alza en brazos a Aletheia y sube con ella a la habitación.
Kalev empuja la puerta y entra con la chica en brazos.
Una habitación matrimonial.
Es una habitación amplia, con una puerta corrediza que da a un pequeño balcón, un armario y una gran cama ubicada en el centro. A la derecha una puerta da a un baño completo.
Kalev deja a Aletheia sobre la cama.
Kalev comienza a desvestirse sin dejar de mirarle a los ojos.
Aletheia lo observa, disfrutando como se le revela cada centímetro de piel.
Aletheia se pone de pie sobre el colchón, se tambalea un poco pero al final mantiene el equilibrio.
Kalev termina de desnudarse, Aletheia se fija en su pene erecto, casi palpitante.
Aletheia se desabrocha el vestido que lleva ajustado al cuello, quedando desnuda de cintura para arriba.
Kalev se acerca, no deja de mirarle los senos.
Kalev acaricia los pezones de Aletheia, esta se muerde el labio para no gemir.
Kalev murmura con acento ruso, «Eres tan hermosa, tan tentadora»
Kalev desliza el vestido de Aletheia, dejándola con unas bragas de encaje del mismo color del vestido.
Kalev roza la pelvis de Aletehia con el dorso de la mano.
La piel de aletheia se eriza.
Kalev la levanta, cogiéndole por la cintura, dejándola boca arriba sobre la cama.
Aletheia lo mira, expectante, se queda ensimismada con el pene de kalev, turgente y con el glande brillante.
Aletheia se moja los labios con la lengua, de pronto siente un ardor que la empieza a consumir de a poco.
Kalev se arrodilla sobre el colchón, separando las piernas de Aletheia.
Kalev va acariciando desde los tobillos hacia arriba, se detiene justo a la altura del clítoris, cubierto por aquel encaje color turquesa.
Aletheia cierra los ojos, disfrutando de la sensación.
Kalev mete dos dedos bajo el encaje, se desliza de arriba a abajo pero sin rozar directamente el clítoris de Aletheia.
Aletheia levanta ligeramente las caderas por instinto, Kalev disfruta de esas pequeñas reacciones.
Kalev se está conteniendo, quiere penetrarla pero antes quiere hacer que se deshaga entre sus manos y su boca.
Kalev baja con lentitud las bragas de Aletheia.
Kalev se detiene para mirarla.
Kalev Murmura con acento ruso, «Mírame, nena.»
Aletheia lo mira.
Kalev se sostiene el pene con una mano, rodeándolo con el índice y el pulgar.
aletheia se muerde el labio inferior, siente un cosquilleo en el vientre y como se moja un poco más, al ver a Kalev mirándola de esa forma.
El corazón de la chica, late desbocado.
Kalev se queda mirando el sexo de Aletheia, luego se fija en aquel punto sensible del cuello, donde ve como su pulso late con fuerza.
Kalev acerca su cara, despacio.
Kalev deja que su aliento roce el clítoris y los labios del sexo de Aletheia, húmedo y brillante.
Aletheia se estremece, el deseo de sentirle se le vuelve acuciante.
Kalev se incorpora un poco.
Kalev observa el cuerpo de Aletheia, mientras le acaricia los senos, los pezones y desciende hasta posarse en sus caderas.
Aletheia lo mira, casi suplicante.
Kalev niega con la cabeza, comienza a retroceder el camino pero ahora con su boca, que besa, lame y succiona hasta que se detiene en sus pechos.
Kalev va saboreando los pezones de la chica con mucha lentitud, escuchándola gemir flojito.
Kalev desciende y se detiene en el tatuaje de Aletheia.
Kalev da un mordisco suave sobre el tatuaje, aletheia da un respingo y la piel se le eriza de nuevo.
Aletheia intenta acariciarle, pero Kalev se lo impide.
Kalev mete sus manos bajo las nalgas de aletheia y la levanta. con parsimonia comienza a besarle desde las caderas, hasta la pelvis, mordisqueando con destreza la piel que va rozando a su paso.
Kalev se detiene a nada del clítoris de aletheia.
Murmuras con acento catalán, «por favor…»
Kalev alza la cara para verla un instante y luego se sumerge en aquella humedad, lamiendo rítmicamente el clítoris, alternando con suaves succiones, descendiendo hacia la vagina y volviendo a empezar, saboreando aquel flujo que manaba cada vez que jugaba con su boca en los puntos más sensibles que iba descubriendo.
Aletheia gime y se mueve, buscando intensificar la sensación de sentir aquella boca devorándola con ganas.
Kalev le deja sobre la cama, se acuesta boca abajo y apoya los pies de aletheia en sus hombros.
Sintiéndose a sus anchas, Kalev se dedica a chupar y lamer el clítoris de aletheia, mientras introduce un dedo en la vagina y comienza a presionar rítmicamente aquel bulto rugoso, acompasando el ritmo al de su lengua y sus labios.
Aletheia se arquea, presionando su cuerpo contra la boca de Kalev.
Kalev siente como se va acercando el orgasmo de la chica, y acelera el ritmo.
Aletheia se aferra a las sábanas, mientras jadea y gime cada vez más.
Aletheia siente que el orgasmo la arrolla, se arquea exhalando un grito de liberación, mientras mete sus dedos en el cabello de Kalev, que sigue succionando y saboreando.
Kalev se incorpora cuando siente que Aletheia ha dejado caer sus piernas y ya no se apoyan sobre sus hombros.
Kalev observa la vagina de Aletheia que se contrae con intensidad.
Aletheia está en la cama con los ojos cerrados, temblorosa y algo jadeante.
Kalev murmura con acento ruso, «Mírame, nena. quiero que me veas.»
Aletheia se esfuerza en abrir los ojos; está con la mirada vidriosa, las mejillas arreboladas y los ojos de un verde profundo.
Kalev siente una punzada de deseo que hace que su pene se contraiga un poco, al verla desnuda, satisfecha y dispuesta; tal como la había imaginado tantas veces.
Kalev se acerca, la proximidad hace que su glande roce los labios del sexo de la chica.
Kalev guía su pene hacia la vagina de Aletheia, cierra los ojos al sentir aquel húmedo calor incitándolo a zambullirse.
Aletheia siente como Kalev comienza a abrirse paso en su interior.
La vagina de la chica se sigue contrayendo de forma involuntaria por el orgasmo.
Kalev siente como es arrastrado al interior y presa por el deseo, se aferra a ella y la penetra por completo.
Aletheia gime, jadea y se arquea por la sensación.
Kalev se coloca sobre ella sin dejar caer todo su cuerpo, la besa, apasionado.
Aletheia busca desesperadamente tocarle, siente su propio sabor y su olor impregnando aquel beso.
Kalev la acaricia, intentando sosegarla un poco y sosegarse a sí mismo, pero la pasión se desborda entre ambos.
Aletheia clava sus uñas en la espalda de Kalev, mientras intenta mover sus caderas, buscando saciarse.
Kalev murmura en la boca de Aletheia.
Kalev Murmura con acento ruso, «me estás volviendo loco, nena.»
Aletheia gime y sigue debatiéndose, provocando a Kalev.
Kalev comienza a moverse despacio. Intenta entrar y salir manteniendo un ritmo constante.
Aletheia mueve sus caderas yendo al encuentro de cada penetración.
Kalev cierra los ojos y aprieta las nalgas intentando controlarse para no llegar tan pronto.
Murmuras con acento catalán, «Kalev…Kalev.»
El hombre se rinde al escuchar aquella voz casi ronca y suplicante.
Kalev apoya las Piernas de Aletheia sobre sus caderas para tener mejor ángulo de penetración y comienza a moverse más a prisa.
Aletheia abre los ojos y mira fijamente a Kalev, que se esfuerza en no dejarse llevar pues está a punto de perder el control.
Kalev entra y sale con fuerza, siente como los pechos de aletheia se mueven al ritmo y le rozan su propia piel.
Las miradas de ambos se encuentran, haciendo que uno se pierda en el otro.
Kalev acelera el ritmo, Aletheia se arquea y se aferra a la espalda de él cuando otro orgasmo le alcanza.
Aletheia gime y tiembla sin poder ni querer evitarlo.
Kalev siente aquella liberación intensa y deliciosa,empuja con fuerza una vez más y se deja llevar, eyaculando dentro de ella sin dejar de moverse.
Kalev gime mientras disfruta la sensación de su propia liberación.
Aletheia busca la boca de Kalev, este sale a su encuentro.
Ambos se funden en un beso profundo y apasionado.
Kalev sale despacio, se gira y se tumba boca arriba atrayendo a Aletheia con él.
Aletheia se deja hacer, no quiere dejar de sentirle.
Kalev le estrecha contra sí, rodeándola con un brazo.
Aletheia cruza una pierna sobre Kalev y se pega a él apoyando la cabeza en su pecho.
Kalev acaricia la espalda de Aletheia, haciendo figuras con la yema de un dedo.
Aletheia juega con el vello en el pecho de Kalev, respira profundo aspirando el olor de su piel, mezclado con el aroma almizclado del momento que acaban de compartir.
Aletheia se queda pensativa.
Kalev cesa un instante sus caricias.
Kalev murmura con acento ruso, «qué tiene atrapada tu mente de esa manera, gatita?»
Aletheia levanta la cabeza y le mira un instante.
Murmuras con acento catalán, «¡eh! ¿cómo que gatita?»
Kalev ríe con el tono de la pregunta.
Kalev murmura con acento ruso, «tienes ojos de gata, uñas de gata y ronroneas como gatita, cariño. Pero si te molesta no te lo digo más.»
Murmuras con acento catalán, «yo no ronroneo, cielo.»
Kalev sonríe con los ojos aún cerrados.
Kalev murmura con acento ruso, «claro que sí ronroneas, pero si no me crees, te hago la demostración de en qué momentos lo haces, preciosa.»
Aletheia piensa en lo que acaban de hacer y se muerde el labio inferior.
Kalev entreabre los ojos y la mira, complacido.
Kalev vuelve a cerrar los ojos y comienza a jugar con los rizos de aquel pequeño triángulo en el pubis de aletheia.
A Aletheia se le escapa un pequeño ronroneo y se muerde el labio inferior otra vez.
Murmuras con acento catalán, «cabrón.»
Kalev ríe bajito.
Kalev murmura con acento ruso, «Y bien, no piensas decirme que tiene tu cabecita ocupada y abstraída?»
Aletheia se separa un poco, se incorpora y cambia de posición, sentándose en la cama de frente a Kalev, que yace tumbado con los ojos cerrados.
dices con acento catalán, «tú… y lo que siento por ti.»
Kalev abre los ojos.
Aletheia se le queda mirando, coge una de sus manos y le besa la palma, tal como hiciese él mucho antes.
Kalev se estremece y siente como aquel nudo de incertidumbres se desvanece.
Ambos se miran en silencio y se lo dicen todo sin pronunciar palabra.
Kalev entrelaza sus dedos con los de Aletheia; la atrae hacia sí y la besa, dejando que todo lo que siente por ella fluya desde su interior.
Aletheia corresponde al beso, dejando que de ella fluyan sus más profundos sentimientos, entregándose a disfrutar del amor que aquel hombre maravilloso le ofrecía.