Punto de vista: Pentesilea
Pentesilea se acomoda el cabello mientras se observa al espejo y la página wep carga.
Pentesilea se mira al espejo una vez más y asiente, conforme con el resultado, observa a Antandra a la distancia, mirándose con la cabeza gacha
Murmuras con acento indefinido, «Recta, muchacha, ponte recta, y acomódate ese vestido.»
ANtandra asiente y se acomoda el vestido
Antandra observa a su madre con admiración. bufa mientras se sienta en la cama, la trenza que se ha hecho minutos antes parece deshacerse a causa de su cabello lacio, su madre odia su cabello por eso, lo ve en el desprecio de sus ojos cada vez que la mira, Su madre tiene el cabello algo más rizado, maleable y modificable, su cabello liso no da pie a nada más que diademas, puesto que las orquillas también se le caen.
el vestido añil resalta las curvas de su madre, el suyo es mas bien vaporoso, en un tono mas claro, su madre parece organizarse para una cita, ella observa el club de escritores con añoranza, su madre le ha proibído entrar.
Abre el segundo artículo publicado y sonríe al leerlo
UN saludo a todos los lectores y escritores de este maravilloso espacio, Mi nombre es Gabrielle Lacroze y tengo 24 años, Soy vernácula de París (Francia). Es un honor para mí estar en este club, y espero que podamos compartir opiniones y escritos.
Antandra murmura, Gabrielle!
Pentesilea se gira al escuchar a su hija, la observa con el ordenador en las manos y se lo quita, mira la pantalla con los ojos muy abiertos,
Murmuras con acento indefinido, «Gabrielle Lacroce.»
Pentesilea se gira con brusquedad hacia su hija,
Dices con acento indefinido, «Antandra, León blanc ha de estar ya en puerta del sol, ve a buscarlo y dile que nos vemos en el centro comercial , mejor guíalo hasta allí.»
Antandra asiente mientras sale de la habitación.
Pentesilea abre un cajón con una llave y saca algunas revistas en las cuales se puede ver a Gabrielle con León, el cabello negro como la tinta resalta en las blancas portadas o las oscurecidas noches.
saca una caja del fondo y la abre, de esta, obtiene una prueva de embarazo que da positivo y una carta dirigida a Belmont diniere.
su móvil empieza a sonar con mensajes de Antandra.
Murmuras con acento indefinido, «ains, esta niña, haber cuando aprende a ser una mujer echa y derecha.»
Pentesilea sale del lugar, camino a ver a león, mientras redacta su artículo de llegada al club, Gabrielle lacroce tiene que tener claro que Pentesilea le sigue los pasos.