Punto de vista: General
Aletheia despierta de golpe, soñar con él siempre le produce más o menos lo mismo.
Aletheia se recuesta y coge el móvil, decide enviar un correo a Arais y otro para el agradecimiento de Monse a Aras por el cerdo.
Aletheia desbloquea el móvil y entra en las opciones del menú.
Mientras Aletheia está accediendo a internet, recuerda los mensajes en el canal.
Tina sigue temblando abrazada a Aletheia, Monse prepara una infusión en la cocina.
El móvil de Aletheia suena.
Aletheia respira y lo desbloquea, lee la pantalla.
[EPS] Arais: «hola, ale, me notifican que ha sido un poco difícil lo de arón »
Aletheia va a teclear, pero Tina rompe de nuevo a llorar desconsolada.
Aletheia comienza a consolar de nuevo a la chica.
Un par de minutos después, Aletheia lee el Mensaje que acaba de llegar
[EPS] Arais: «bueno, es muy tarde, lo siento, mañana si eso ya me dices, que vienenn a ponerme la morfina »
Aletheia teclea con una mano, mientras con la otra sostiene la de tina que se ha calmado y está bebiendo la infusión que le ha dado Monse.
[EPS] Aletheia: «Hola, Arais, sí. »
[EPS] Arais: «sí, qué?»
[EPS] Aletheia: «que fue difícil. Ya hablamos, descansa »
Aletheia bloquea el móvil, luego le escribirá por correo a Arais con más calma.
Aletheia vuelve al presente y entra en el gestor de correo electrónico.
Bienvenido a su teléfono MovileOS. WED Jan 18 03:54:55 2018 CET
{Accediendo a Internet…}
Bienvenido a su correo electrónico.
[1] Consultar su correo.
[2] Enviar un correo.
Aletheia va tecleando con lentitud, la vía en la mano le fastidia un poco.
Traslado de Arón y saludos
Hola, Arais.
Espero que dentro de las circunstancias estés sintiéndote mejor. Leí epslog, mucho éxito con ese tratamiento o lo que sea en Alemania.
Respecto del traslado de Arón, sí, fue un momento difícil, pero supongo que apenas natural en niños que, como él se sienten seguros y bien con las rutinas y que se alteran con los cambios tan de imprevisto; como el niño tiene miedo a los soldados, pues ya te imaginarás. Espero se encuentre muy bien y que todo marche bien para él en su nuevo hogar.
Cuídate mucho y si no te leo o hablamos de aquí al viernes, que tengas un viaje a Alemania muy productivo.
Un abrazo, Aletheia.
Aletheia pulsa en enviar.
Correo enviado
Aletheia inicia la redacción de un nuevo correo…
Agradecimiento
Buenos días, Aras.
Ayer recibimos un envío por tu parte con un soldado de la base. Monse te agradece el gesto.
No te hubieses molestado, de verdad.
Aunque entiendo que no tienes tiempo para nada y que por lo que leí, viajas con Arais el viernes, el cerdo se ha preparado sin nada raro como sueles preferir tú, porque no sé, pero Monse tiene la idea de que podrías pasarte por la aldea a comerlo.
Le he explicado que no tienes tiempo para esas cosas.
No te pregunto siquiera por si te lo enviamos a la base, porque entiendo que vosotros ya no recibís nada de fuera ni de personas ajenas a s.y. por vuestras medidas de seguridad.
Hoy se va a hornear y supongo que será la cena de varios de nosotros en la aldea, así que, nuevamente gracias.
Un saludo, Aletheia.
Enviados los dos correos, Aletheia bloquea el móvil e intenta forzarse a dormir.
Luego de mucho batallar con algunos pensamientos, logra quedarse dormida.
A la mañana siguiente luego de desayunar…
Aletheia está sentada en su escritorio improvisado, los niños están en el salón con Samuel, que les está enseñando las vocales y las letras.
Monse está sentada a su lado, mientras miran el catálogo de la tienda de muebles por internet.
Ilce corretea de un lado a otro, jugando al escondite con Yordi.
Tocan a la puerta.
Yordi coge a la niña en brazos y va a abrir.
En la puerta, Aitor y Almudena saludan a Yordi.
Aitor entra detrás de la enfermera.
Almudena saluda con dos besos a Monse y a Aletheia.
Almudena dice: «no se supone que te portarías bien? qué haces ahí sentada, Aletheia?»
Monse sonríe muy contenta.
Monse dice: «No le riñas, estamos escogiendo un canapé y una mesa de computadora, Aletheia se viene aquí con nosotros.»
Almudena la mira, sorprendida.
Almudena dice: «pero es definitivo? Estás segura? Seguro la comodidad y privacidad de la finca no se compara con estar aquí, Aletheia.»
Aletheia mira a Almudena.
Aletheia dice con acento catalán, «definitivo… esa palabra implica demasiado y la verdad, nada es definitivo en esta vida porque todo cambia, Almudena. Pero por el momento, me gustaría estar aquí, porque me siento en familia, mi hijo está bien aquí y yo no tengo pareja ni creo que la tenga en un buen tiempo»
Aletheia dice con acento catalán, «además, cualquiera que os escuche pensará que soy de esas pijas todas estiradas y respingonas.»
Monse se ríe.
Almudena la observa.
Almudena dice: «no, claro que no, mujer…pero…»
Almudena dice: «eres muy joven, con lo que te falta por vivir podrías conocer a alguien, enamorarte…»
Aletheia la mira a los ojos.
Aletheia dice con acento catalán, «por ahora me intento enfocar en el presente, porque el futuro es demasiado incierto, almudena.»
Almudena la mira y asiente, Monse mira a la enfermera significativamente.
Almudena capta la mirada y cambia de tema.
Aitor se les acerca.
aitor dice: «buenos días, aletheia. Ya he notificado al encargado de la seguridad y a los soldados. Voy a desarmar las camas y llevar todo al almacén y voy a por las cosas.»
Aletheia dice con acento catalán, «Muchas gracias, Aitor. Pero no te vas solo, no?»
Aitor niega señalando a Yordi.
Aitor dice: «aquí el colega se viene conmigo.»
Aletheia mira a Yordi y asiente.
Yordi dice: «de hecho, te entrego aquí a nuestra estrellita brillantte, que voy a echarle un cable aquí al Aitor, que si no, luego se nos ernia y nos lo quieren cobrar como si fuera nuevo.»
Yordi deja a Ilce en el regazo de Aletheia.
Las mujeres ríen con el comentario, Aitor resopla.
Aitor susurra: «cabronazo.»
Aitor dice: «venga, macho… a ver si llegamos antes de la comida.»
Almudena dice: «Hablando de comida, hoy haremos lo del cerdo?»
Monse asiente.
Monse dice: «en lo que salgamos de esto de los muebles vamos a tomar la cocina como … como es que dices tú, Aletheia?»
Aletheia sonríe.
Aletheia dice con acento catalán, «como base de operaciones.»
Monse dice: «eso… como base de operaciones.»
Monse mira a Aletheia.
Monse dice: «le enviaste el SMS para agradecerle?»
Aletheia niega.
Aletheia se fija en la expresión de Monse y antes que diga nada le explica.
Ilce da palmas y canturrea.
Aletheia dice con acento catalán, «le escribí un correo y le di las gracias de tu parte, así que tranquila.»
Monse asiente.
Yordi va hacia la habitación, aitor le sigue.
Monse ve a su marido marcharse.
Monse dice: «más vale que quite las sábanas del medio, o seguro guardan los colchones con las sábanas y las mantas puestas.»
Aletheia asiente.
Monse sale disparada tras su marido y Aitor.
almudena murmura: «Venga, veamos como están los valores hoy.»
Ilce juega con el pelo de Aletheia, esta le da un beso en la cabeza, luego le hace mimitos a la niña.
Almudena va haciendo su trabajo, Aletheia espera paciente.
Almudena dice: «bueno, ha bajado la temperatura a 38. cómo te has sentido?»
Aletheia dice con acento catalán, «regular, casi no he tosido, pero al menos hoy me siento destrozada… pero creo que tiene mucho que ver con el nivel de tensión de anoche.»
Almudena dice: «sí, ha sido una noche difícil, lo sé.»
Aletheia dice con acento catalán, «pues por eso, creo que podría estar peor; hacía un frío que no veas.»
Almudena dice: «pues ya sabes que el doctor dijo que nada de frío innecesariamente.»
Aletheia asiente.
Almudena dice: «hoy comenzamos con el ácido fólico, verás como te repones de bien…»
Aletheia asiente.
Un rato después…
Aitor y Yordi salen de la habitación con los colchones, Monse les abre la puerta y los hombres salen hacia la intendencia y el almacén.
Monse deja la puerta abierta.
Almudena dice: «será mejor que te abrigues, Aletheia, al menos mientras se trasladan los muebles.»
Aletheia asiente.
Ilce da pataditas para bajarse, se desliza del regazo de Aletheia y corre con los niños y Samuel.
Monse trae una manta y se la coloca por la espalda, la enrrolla como si fuese una oruga.
Almudena ríe, Monse se carcajea.
Aletheia dice con acento catalán, «pero bueno…»
Monse estira la manta y le cubre la cabeza, con otro trozo le cubre hasta la nariz.
Monse dice: «hala, así mejor… como la ropa de las moras.»
Aletheia saca una mano como puede de debajo de la manta y se arregla mejor.
Aletheia mira a Monse.
Aletheia murmura con acento catalán, «tonta.»
Monse y Almudena ríen bajito.
Los hombres entran directo a la habitación y al rato salen con las camas ya desarmadas.
Las mujeres los ven salir.
Monse mira el reloj.
Monse dice: «espero que no tarden mucho más, si no, no nos dará tiempo.»
Aletheia entra en su cuenta de correo.
Bienvenido a su correo electrónico.
[1] Consultar su correo.
[2] Enviar un correo.
Aletheia revisa los correos nuevos, ve que tiene respuesta de Aras.
Aletheia va leyendo.
re-agradecimiento de Aras
Fecha de envío: Thu Jan 18 06:53:39 2018 CET
Hola Aletheia.
Espero que lo disfruteis y por favor, hacedlo como más os agrade a vosotros. Yo no voy a poder estar allí.
Un saludo,
Aras.
Aletheia cierra el gestor de correos.
Aletheia dice con acento catalán, «Monse, tal como te había comentado el señor Santana no puede asistir. Me dice que preparemos el cerdo como nos guste, así que en lo que terminemos aquí, vamos a añadirle otras cosas, ¿vale?»
Monse la mira y asiente.
Monse dice: «claro, ya tienes en mente alguna receta?»
Aletheia niega.
Aletheia dice con acento catalán, «pero tú no te preocupes de nada, que ya se me ocurrirá alguna cosa.»
Almudena dice: «bueno, os dejo un rato, voy al ambulatorio. cualquier cosa avisad.»
Monse y Aletheia asienten, Almudena sale y se despide con la mano.
Aitor y Yordi vienen de regreso.
Aitor dice: «Bueno, ya ha quedado todo listo. Tengo las medidas, así que miremos lo que quieres comprar, Aletheia.»
Aletheia y Aitor pasan un rato mirando canapés, mesas e incluso un gavetero.
Aletheia mira a aitor.
Aletheia dice con acento catalán, «seguro cabe esto ahí dentro?»
Aitor asiente.
aitor dice: «con todo y esta silla. Lo que haremos es dejar una sola mesita del lado derecho y hacia la ventana ponemos esta mesa que como tiene forma de ele, queda perfecta en la otra esquina.»
Aletheia asiente.
Aletheia tramita la compra por internet y luego se comunica con el proveedor para explicar que irán a por los muebles.
Una vez hecho el acuerdo, Aletheia le da las llaves de su coche a Yordi.
Yordi sale con aitor, mientras Monse coge el paral y se va hasta la cocina con Aletheia para empezar con el cerdo y la comida.
Dos horas más tarde…
Un delicioso aroma va exparciéndose por toda la casa.
Samuel se acerca hasta la cocina, tentado por el aroma.
Samuel dice con acento venezolano, «huele buenísimo…»
Monse sonríe.
Monse dice: «aquí Aletheia que tiene arte para esto de la cocina, más que yo.»
Aletheia niega.
Aletheia dice con acento catalán, «pero si no he hecho nada.»
Samuel sonríe con el intercambio, Ilce sale corriendo y se le abraza a una pierna.
Ilce dice: «apa am»…apa!»
Samuel la levanta en peso y se la sienta sobre los hombros.
La niña ríe, divertida.
La puerta se abre, aitor entra con Yordi y otros dos refugiados más; van cargando la caja de la mesa, el canapé y el colchón.
Samuel baja a Ilce de sus hombros y se la deja en el regazo a Aletheia.
Samuel dice con acento venezolano, «iré a ayudar, ahora vuelvo. Los chicos juegan en el salón»
Monse asiente.
Aletheia dice con acento catalán, «vale, gracias, Sam.»
Samuel sale y regresa al poco ayudando a cargar el gavetero; otro de los jóvenes refugiado carga la silla.
Aletheia le sonríe al chico.
Aletheia dice con acento catalán, «Gracias, Josemiguel.»
El chico hace un gesto restando importancia.
Josemiguel dice: «mmm huele bien…»
Monse dice: «pásate esta noche, tendremos cerdo para la cena.»
Josemiguel sonríe de oreja a oreja y asiente.
Josemiguel se marcha hacia su vivienda.
Samuel va a marcharse pero Monse lo detiene.
Monse dice: «venga, quédate que has estado aquí con los chicos de maestro niñero y yo te pagaré poniendo a tu estómago contento.»
Samuel se carcajea sonoramente.
Samuel dice con acento venezolano, «le ha salido en verso sin mucho esfuerzo.»
Las mujeres ríen, Sammuel vuelve a reír.
Yordi y aitor entran en tromba.
Yordi cierra la puerta.
Las mujeres y Samuel los miran.
Los hombres entran en la cocina, Monse les sirve agua en dos vasos y se los da.
Los hombres beben con avidez.
Yordi murmura: «parece que hubo un tiroteo en un pueblo de la sierra. Eso le escuchamos decir a unos soldados»
Aletheia suspira.
Monse dice: «Samuel, puedes ayudar a los chicos a lavarse las manos, ya casi vamos a comer.»
Samuel asiente y se va hacia el salón.
Yordi coge a Ilce del regazo de Aletheia y la lleva a lavarse las manos.
Monse mira a Aitor.
Monse dice: «eh, que a ti también te toca, hombre, no te hagas el suizo.»
Aitor se termina el agua y deja el vaso en la encimera, sale hacia el baño.
Media hora después, todos se encontraban en la mesa comiendo y charlando.