Nueva escena de rol: Porque existen las hadas 01

Punto de vista: Beca

Abro los ojos, lo primero que veo es que dejé la tele encendida viendo los nuclemonstros la noche anterior.

Me vuelvo a lanzar a la cama después de apagarla y abro el móvil, me tomo una foto despeinada y recién levantada y me observo.

Tengo los dientes un poco torcidos, aunque muy blancos, los labios rosáceos y la piel blanca por la falta de sol solo se ve acentuada conmi color de cabello rubio dorado.

Cierro los ojos, me acurruco entre las sábanas y sigo durmiendo.

Punto de vista: Harley

La puta cafetera no funciona bien. Gruño mientras le doy un puñetazo al cacharro y empieza a disparar café caliente que me cae en la cara.

Doy un grito y salgo corriendo a la habitación de Beca.

Entras

un dormitorio confortable.

Entras a un dormitorio de paredes azules, el suelo está enmoquetado en una alfombra añil con estrellitas y una cama de matrimonio yace en el medio de la habitación.

Busco algo que lanzarle a Beca y lo encuentro; un peluche con forma de piolín que tiene en su cómoda.

Beca se sobresalta y se despierta

Dices: La puta cafetera no funciona bien.

Me acaricio el cabello mojado de café.

Beca se sienta, abraza al piolín y dice algo inteligible entre su sueño.

Me acaricio la falda a cuadros rojos y verdes y me acerco a la cama de Beca

Le alejo las sábanas y la lanzo al suelo

Gritas: Arriba Chica de Bralemar!

Beca se levanta hecha una furia y yo me echo a reír.

Beca bufa y no me pregunta qué me pasa porque sabe que me río de su cómico cabello alborotado.

Beca dice: Aléjate, inútil tecnológica.

Dices: «La puta cafetera no funciona, Rebeca Bell.

Beca sale de la habitación descalza y llega a la cocina, donde la cafetera está llenando todo el suelo de café.

Beca murmura: Joder, Harley.

La escucho murmurar porque estoy tras ella y sonrío inocentemente, o todo lo inocentemente que puede sonreír una persona que piensa que la tecnología es un problema en su vida.

¿No me conoces, lector?

Soy Harley Hunter, significa madera o pradera o libre, no sé, sé que mi apellido es un apellido de cazador.

Como sea, Vengo de Stirling, un pueblecito de escocia, mi amada escocia, allí pensamos que lo más importante es la hospitalidad, o piensan, yo soy un poco… agresiva.

Pero solo con la tecnología, no vayas a pensar que es otra cosa, eh.

Aún no como personas, ni nada de eso.

Beca logra organizar la bendita cafetera mientras yo saco un par de croisanes de la alacena.

Punto de vista: Flora.

Podría empezar diciendo que abrí los ojos y vi que tenía la cena a medio terminar en la mesita de noche.

Podría decir que me desperté y el sol me dio de lleno iluminando mi hermoso cabello caramelo con reflejos cobrizos.

Podría decir que me desperté con un cálido buenos días:

pero no fue ninguna de las anteriores, o tal vez un conjunto de todas menos la última.

Me desperté por culpa del maldito sol español, gruñí de mal humor por el grito que dio Harley a quien parecía ser Beca, vi mi cena a medio terminar en la mesita de noche y un trabajo de la uni a medias.

Me estiré, estregué los ojos y levanté, mi pijama de flores verde estaba en la cómoda y yo me encontraba en la ropa del día anterior.

Piensas: Rayos, me quedé dormida así.

Salí a la cocina y vi un gran reguero de café y a Harley y beca discutiendo por lo que parecía el café.

Beca dice: dios, no puedo creer que seas tan torpe con la tecnología, Harley!

Harley se encoge de hombros.

Harley dice: «Joder, Beca, es que.

Dices: es que nada, rayos, me habéis despertado las dos con tanto grito, y esperad a que se entere Keira, ya sabéis que temperamento tiene.

Punto de vista: Keira.

Corrí por el parque hasta finalizar la última vuelta.

Necesitaba un café, sin duda alguna, necesitaba un café.

Bebí un poco de agua y subí hasta nuestra planta por las escaleras, la camiseta blanca se encontraba empapada en sudor y yo seguro debía tener una cara de cansancio brutal.

Hola, lector, soy Keira Ker, escocesa de 17 años, virgen, pelirroja y… bueno no importa.

Vengo de Aberfeldy, un pequeño pueblo escocés muy bonito en el cual hay muchos turistas, eso me hace sociable, bueno eso y que mis padres tienen un restaurante allí, restaurante en el que trabajaba desde los doce años —o más bien ayudaba—, que al trabajo infantil se le llama ayuda cuando no está pagado.

Meto las llaves en la cerradura y abro la puerta, el recibidor blanco me da la bienvenida y también la voz de Flora.

Flora dice: Como se entere Keira, ya sabéis el temperamentos que tiene…

Cierro de golpe y corro a la cocina, la escena que veo hace que mire a Harley inmediatamente.

Dices: Hunter, Bell, Fresealach, alguna me explica qué está pasando aquí?

mis amigas se miran entre ellas y luego me miran a mí

Flora es la primera en marcharse por donde vino, que no se crea que se ha librado, me he fijado en que tiene exactamente la misma ropa de ayer y me apuesto el riñón derecho a que no ha terminado el trabajo de botánica.

Harley se me acerca con la cabeza un poco gacha, luego la levanta y sus enormes y brillantes ojos verdes, los cuales envidio, me observan con dureza.

Harley dice: Joder, Kei, se ha vuelto un puto desastre, y no puto funcionaba, y la he puto tenido que golpear, vale? Así que me ha empapado de café la cara y bueno, ahora no sé muy bien qué hacer.

Asiento y me acerco a la cafetera, la cual, a todas estas, ha parado de lanzar café a diestra y siniestra y abro un cajón, saco el líquido para descalcificar y lo pongo en la cafetera, luego tiro de la palanca y esta empieza a dejar caer un agua blanca en un vaso que debería haber sido de café.

dices: Lo siento, Harley, definitivamente lo tuyo no son las cafeteras.

Harley gruñe, es estudiante de traducción en la universidad, Flora de botánica, Beca de educación infantil y yo soy estudiante de artes escénicas.

Ya lo sé, tenemos unas salidas laborales envidiables, eh.

Pero es lo que amamos.

Después de que la cafetera termina pongo una cápsula de café caramelo y le hago el café a Harley, Flora vuelve con una fregona y empieza a limpiar el desastre, Beca toma un trapo y se pone a limpiar la encimera.

Dices: Gracias por esperarme para reaccionar, se ve que si no llegaba yo ninguna iba a hacer nada por su existencia.

Flora dice: Todo pasó muy rápido, a mí me despertaron con sus malditos gritos, rayos.

Las dejo limpiando y entro a mi habitación, todo está pulcro y ordenado en orden alfabético.

La cama rosa con blanco se encuentra hecha y en mi cómoda blanca pueden verse diversos enseres de maquillaje de distintos tipos, distintas cremas y exfoliantes para cara y cuerpo y en las paredes se ven algunos peluches y algunas fotos de las cuatro de pequeñas.

Nos conocimos en Edimburgo todas a causa de nuestro amor por algo que creo que es lo único que tenemos en común: el amor por las bibliotecas antiguas.

¿Qué, te esperabas algo genial como música, gatos, moda?

Pues no, somos unas malditas frikis.

Beca ama los nuclemonstros, Harley las motos y la adrenalina y Flora en cambio adora las plantas.

Le rogué a mi padre para que me llevase a Edimburgo a conocer una biblioteca antigua perdida de la mano de Dios, y me llevó porque era mi cumpleaños número siete.

Allí conocí a Harley porque queríamos el mismo libro: Historias de un hada mestiza.

Nos volvimos inseparables después de que casi terminamos a puñetazos y desde entonces nos veíamos cada año por el cumple de la una o la otra en la misma biblioteca. Cuando teníamos nueve años conocimos a Beca, estaba llorando en la biblioteca porque su madre no le había querido dar un caramelo.

Y la última en llegar fue Flora, ella iba a Edimburgo siempre, la veíamos cada que íbamos las tres, cada una desde su pueblito, pero era tan rara con esas gafas de pasta blancas y sus dos trencitas que nunca nos atrevimos a hablar con ella.

hasta que se me acercó preguntándome si sabía algo de los botones de oro.

Yo no tenía ni idea, pero supuse que serían los botones de campanita, y no quería quedar como una inculta, así que le dije lo que me había imaginado

y ella se echó a reír pero al final me halagó por mi inteligencia y creatividad.

Las cuatro nos volvimos inseparables, tanto que a los quince años de cada una nos fuimos a Edimburgo cada una con un familiar y empezamos a ir al mismo instituto.

Al año siguiente terminamos bachiller y nos vinimos a España, con permiso de nuestros padres.

Ahora estamos a punto de cumplir los 18 y eso me emociona, llevo un año estudiando artes escénicas y me paraliza la idea de volver a Escocia, España es tan hermosa con su sol y su arquitectura.

Y sus bibliotecas.

Volviendo al tema de las mascotas soy alérgica a los gatos, pero amo los peces, de echo tengo un pez dorado llamado Pizza, porque también amo la pizza.

Punto de vista: Beca.

Salgo de la cocina mientras Harley desayuna y entro a la habitación de Keira, Kei luce tan energética como siempre, con el cabello rojo recogido en una trenza y la habitación tan ordenada como de costumbre.

Keira dice: Qué pasa, Bell, me voy a dar una ducha, me vestiré y me iré a estudiar, pudiste terminar tu trabajo sobre no sé qué de los niños en situación de riesgo?

Asiento, alegre de que recuerde mi trabajo y la dejo marcharse a la ducha, luego me acerco a Pizza y le doy algo de commida.

¿Quién le pone pizza a su pez?

Keira está loca, pero es una gran chica y yo en lo personal la tengo como mi favorita, creo que es mi favorita porque cuando nos conocimos fue la primera que me dijo: «Qué tontería llorar por un caramelo, ni que fuese un paquete entero».

Salgo de su habitación y entro a la mía, tomo el teléfono y llamo a mis padres.

El teléfono da tono pero nadie contesta.

Es raro que lo hagan, mamá suele estar ocupada con reuniones y papá con la empresa.

Pero no me importa, yo los llamo a diario para que sepan que estoy aquí.

Hago la cama, dejo el móvil después de dejar un comentario en lifebook respecto a lo triste que me siento y tomo el ordenador.

En su fondo de pantalla puede verse a un labrador negro al cual estoy abrazando.

Es Pelos, mi mascota.

Saco las lentillas de un cajón y me las pongo, tengo algo de miopía a causa de usar mucho la tecnología, soy buena en eso, estudiaría informática si no pensara que los niños son el futuro de cualquier lugar.

Abro Globaltuve y observo un nuevo video de moria Aldrich, estudia con Kei en la uni, son conocidas, aunque no sé si se tratan mucho.

No miro el video si no que bajo hasta poner un poco de música en mis auriculares azules y empiezo a escribir sobre lo injusto que es que hayan niños en situación de riesgo a mi profesor de la universidad.

Punto de vista: Flora.

termino de regar las petunias que tenemos en el patio y voy a cocinarme un par de huevos con café.

Me siento en la mesita de la cocina y observo una foto de mi madre en el móvil.

Papá nos dejó cuando yo era pequeña, así que no tengo una figura paterna como tal.

llamo a mamá y al primer tono lo coge.

Veo sus ojos avellana y su cabello recogido y le sonrío.

Dices: Hola, mamá.

Norah dice: Buenos días, Flor, ya desayunaste?

Dices: Estoy en ello.

Le muestro el desayuno por la cámara.

Norah dice: Deberías dejarte crecer ese cabello, Flora Fresealach.

niego, mi cabello está bien hasta los hombros, dejarlo crecer me haría sentir incómoda.

Mamá y yo hablamos un poco de la carrera; he conocido a una irlandesa muy curiosa en la uni, se llama Alina, y pertenece a las hermanas de gaya, o eso descubrí un día mirando entre sus apuntes.

Soy cotilla, vale?

Bueno, cotilla y que Alina me parece muy guapa, pero solo la miro de lejos, nunca me acercaría a hablar con ella, todos la quieren y la admiran y yo soy la empollona del grupo, empollona que no ha terminado su trabajo de botánica.

Dices: ¡Mamá, mamá tengo que colgarte, tengo que ir a terminar mi trabajo de botánica!

Mamá me cuelga después de lanzarme un beso y me acerco a la habitación, recojo un poco y tomo los papeles.

Hablan sobre la importancia del agua en las plantas.

Comienzo a escribir en otro papel mi análisis al respecto y al terminar lo guardo todo en un archivador gris.

Harley sale de casa, sé que es ella por la hora y porque la escucho hablar con sus padres por teléfono.

Vale, más por lo segundo.

Punto de vista: Harley.

Salgo de casa y me encamino al ascensor, he tenido que lavarme el cabello en el fregadero porque Keira estaba usando el baño.

Mis padres me lanzan un beso y cuelgo la llamada.

Son un poco pesaditos con que tengo que cuidarme y no salir mucho de fiesta, y dejar las carreras de motos, que tengo 17 años y blablablabla.

No me interesa, corro hasta el autobús y me siento al lado de Ligeia y Morgana, dos estudiantes de años superior de escénicas.

Nos llevamos bien por las motos.

Ligeia dice: Hola, Harley.

Morgana dice: Hey, Harley Quing.

dices: Mi apellido es Hunter.

Morgana dice: Sí pero la serie.

Ligeia le tapa la boca y me observa con bergüenza.

Ligeia dice: Cómo va tu español?

Niego, el español es raro, complicado y hablarlo me cuesta un poco, por eso hablo un perfecto inglés escocés al cual Ligeia me responde con un british que me pone de los nervios, pero que acepto porque bueno, ellas dos son mis únicas compañeras de autobús.

El resto son estudiantes de bachiller.

Podría ir en mi 49 a clase, pero no lo hago porque la gente me empezaría a preguntar cosas y eso me estresaría porque no les entendería todo y de seguro quedaría como una idiota.

Al llegar bajo del autobús y me dirijo a clases de francés, siempre me ha gustado el idioma, aunque mi preferido es el italiano, he de admitirlo.

Estoy toda la mañana en clases y al salir de la facultad me encuentro con Beca, la cual me abraza sin dudar y empieza a jugar con su cabello rubio; ya me gustaría a mí tener un cabello rubio.

Beca dice: No contestan, joder, siempre ocupados, siempre en otra cosa que no soy yo.

Dices: Pero les has escrito por cyberApp?

Beca asiente y me enseña su móvil, un total de quince mensajes a sus padres a diferentes horas desde el día anterior.

Dices: Llamaste a tu abuela?

Beca dice: Sí, dice que están bien, pero que están ocupados trabajando, me ha dicho la abu que me enviarán el dinero mañana.

Dices: Y de qué puto vale el dinero si no están aquí?

Nos encaminamos al comedor donde nos encontramos con Flora y Kei.

Nos sentamos después de elegir comida y Beca les cuenta la situación ya sucedida.

Beca es vegetariana, a Flora solo le gusta el pescado y a Keira la carne.

Yo soy la única que come un poco de todo.

Beca dice: Duele, joder, duele ser un cero a la izquierda para tus padres.

Flora dice: Bueno, Bec, dudo mucho que seas un cero a la izquierda para ellos, más bien creo que eres algo así como una… algo demasiado importante.

Keira dice: Tus padres matarían por ti, solo que como no eres anoréxica ni nada de eso de las novelas mexicanas pues no se fijan en ti, pero que si quieres te intentamos matar para que lo veas, eh.

Miro a Keira, la envidio por tener clases con Moria Aldrich, la cabrona se lo ha de pasar genial.

Punto de vista: Keira

Harley me observa desde sus enormes ojos verdes

yo no hablaré de mis padres por motivos que solo ella conoce, ella y yo, por supuesto que para algo lo vivo.

Pero a ti te lo voy a contar.

Cuando tenía seis años mi madre murió en un accidente automovilístico, mi padre se hizo cargo de mí lo mejor que pudo, tanto que me buscó una madrastra.

Sadie, por suerte, se transformó para mí en lo más parecido a una madre que me ha cuidado desde que soy pequeña.

No hablo de ellos porque hablar de Sadie sería hablar de Scarlet y odio pensar en mi madre.

Mastico mis rabioles con rabia; una comida perfecta para alguien iracundo.

Beca está triste porque sus padres no le hablan, pero no le hablan por vivir trabajando para ella.

Termino de comer y saco el móvil enfundado en dorado, tamborileo con las uñas pintadas de todos los colores del arcoíris en la mesita y abro instalife.

2000 seguidores y solo 200 seguidos.

No está mal.

Observo los storys y veo que la tienda afrodita ha sacado nuevos modelos

dices: Eh, chicas, vamos de compras esta tarde?

Todas me miran como si me hubiese salido una segunda cabeza.

Beca dice: Claro, tú siempre tan insensible.

Dices: A ver, Bec, es que siempre es el mismo drama, no fastidies, mejor vamos de compras.

Beca asiente y agacha la cabeza.

Estamos toda la mañana cada quien en su clase, yo entro con Moria, Ligeia y Morgana, y Flora se va con una tal Trisha a clases.

Se me acercan dos chicas, una de ojos verdes y la otra de ojos ambarinos.

Tengo algo con los ojos de la gente

creo que reflejan sus almas, así que siempre son lo primero que miro cuando alguien se me acerca. La magia de mis raíces me hacen ser un poco supersticiosa.

No me juzgues.

Me acerco a la de ojos ambarinos y me presento.

Dices: Soy Keira Ker, estudiante de artes escénicas, no me suena haberos visto por aquí antes.

Ellas se miran y me observan, entonces me percato de que además de los ojos de diferente color y el cabello, son iguales, los labios, las narices, la estatura.

Dios, gemelas no, por favor.

Tuve dos cuando era pequeña como compañeras de clase que me hicieron la vida imposible porque tenía los ojos azules.

Y era gorda.

Y amaba el chocolate.

Y pasé de ser una pelirroja gorda y feliz a ser una pelirroja atlética y practicante de judo, así que si me rompes mucho las narices tal vez te mande a volar.

Me encojo de hombros y las miro directamente a los ojos.

Acua dice: Marina, un gusto, pero puedes llamarme Acua, es mi nombre artístico. Una pequeña sonrisa se dibuja en la chica y automáticamente me cae bien, es dulce y tierna y tiene los ojos como dos océanos.

Terra dice: Terracota, pero me llaman Terra, un gusto.

Suspiro, bufo y me centro en Terra.

Dices: Prefiero a tu hermana, en lo que a ti respecta, serás muy guapa, pero te falta simpatía.

Acua se queda helada al escucharme.

Terra simplemente se encoge de hombros y se marcha

Ligeia se echa a reír y una chica que ha de estar en segundo de bachillerato le hace una seña a la distancia.

Dices: Eh, creo que te llaman.

Lig se marcha con la chica rubia y Morgana y Moria la siguen.

Me quedo analizando a Acua, parece tímida y dulce.

Dices: Qué pasa, los duendes se te llevaron la lengua a su caldero de oro?

Acua me mira:

Acua dice: Tu inglés es escocés.

Dices: Ya y el tuyo muy británico, pero no me vengas a joder ahora con la enemistad entre británicos y escoceses, vale, que no creo en eso.

Ella se ríe y mi corazón se acelera.

No, lector, no te voy a decir que es la primera vez con una chica, ni que mi corazón se siente como si volase, nada de eso.

Olvídalo, no soy Flora ni Beca.

Solo tiene algo que me inquieta y me llama la atención.

Acua dice: vale, eres muy directa.

Dices: La única del grupo, bueno además de Morgana que no se calla ni una, pero esa es peor que yo.

Ella asiente y empieza a caminar hasta clase

la sigo y me percato de que Morgana, Ligeia y un par de tíos buenísimos se meten por un callejón.

Dices: Los conoces?

Acua sonríe y me mira.

Acua dice: Sí, son Haizen y Haran, los mejores amigos de mi prima Faina.

Dices: Jo… der, pues están para comérselos, mirále el culo al de azul.

Acua se escandaliza.

Acua dice: céntrate, chica, seguro que de tanto follar ya no piensas en otra cosa.

Sonrío y estoy a punto de decirle que soy virgen, pero no puedo.

Algo me lo impide, tal vez vergüenza.

Me meto a clase y empiezo a prestar atención a la rubia. Ella se marcha por el callejón

Espero que el profe no mire y me marcho.

me acerco al callejón y la boca se me abre.

Ligeia le está tomando una foto a un grafiti expectacular de Harley subida en su 49.

No puedo evitar acercarme y preguntar:

Dices: ¿Quién ha hecho el grafiti?

Los dos buenazos y la chica rubia se me acercan sonriendo.

Faina dice: Hallow, escocesa. Lo hicimos nosotros, pero Acua se encargó del dibujo, dice que se basó en una chica que vio por la ventana. Quieres ver el dibujo?

Asiento

me enseña un cuaderno azul pulcro y bien cuidado en el que se puede observar a una chica dibujada en lápiz y subida en su moto.

A nosotros se acerca Louane, una francesa estudiante de pintura.

Louane dice: Faina, estás muy acompañada por universitarios hoy.

Faina sonríe sin mirarla y espera una reacción de mi parte, sé que lo hace lo veo en sus ojos grises.

Le devuelvo el dibujo y miro a Acua

Dices: Joder, sirenita, tienes mucho talento.

Ella se pone roja y agacha la cabeza.

Yo me encojo de hombros y me marcho a clases.

Punto de vista: Beca.

ME encierro en mi habitación a llorar.

Mis padres no me quieren y extraño a Pelos.

Entonces mi teléfono suena, lo tomo y veo que es mamá.

Contesto.

Dices: Hola, mamá.

Mamá me observa preocupada con su cabello rubio platino enmarcándole el rostro y después me lanza un beso.

Harper dice: No me vengas a llorar, Beca, tú puedes creerte, Chalrs, veinte mensajes en un día!

Mi padre se nos acerca, me mira con ese gesto de concentración habitual que contrasta con su barba roja y me sonríe.

Chalrs dice: Rebeca Bell, te quiero ver arriba y de camino a estudiar.

Dices: Ni siquiera os sabéis mis horarios.

Harper dice: Claro que sí, Rebe, tienes clase los lunes de ocho de la mañana a cinco de la tarde.

Dices: Y ya son las cinco, mamá.

Harper observa su reloj de oro y diamantes.

Harper dice: Oh, vaya, es cierto.

Les cuelgo después de decirles que los amo y me siento en la cama, los ojos me pican así que me quito las lentillas y me pongo las gafas

definitivamente ha sido un día largo.