Nueva escena de rol: Podemos comenzar de nuevo

DISCLAIMER

la presente escena de rol puede no ser apta para menores de edad o personas sensibles ya que muestra algún contenido sexual explícito.

Punto de vista: Nora.

Nora suspira profundo mientras observa parte de la ciudad, parada en la pequeña terraza; el golpeteo constante de un martillo junto al polvo que flota en el ambiente, le hace girarse justo cuando Jairo se le acerca.
Jairo dice con acento caleño, «Mirate, Nora. Seguís sin pegar un ojo. Tenés que descansar.»
Nora frunce el cejo. su nariz respingona se arruga formando una mueca de fastidio.
Dices con acento Costeño, «cuando me asegure de que los vivos están a resguardo y los muertos con su gente. antes no y no me sigas jodiendo con esa fregatina.»
Jairo la coge por la muñeca.
Nora se zafa de un tirón.
Nora se gira para seguir viendo la ciudad, mientras algunos obreros siguen trabajando en la remodelación del apartamento.
Jairo le pone ambas manos sobre los hombros.
Jairo murmura con acento caleño, «no te sigás culpando, Nora. Los que decidimos seguirte sabíamos que no sería fácil. Bailamos con la muerte desde hace muchos años. Además, vos no podías saber lo que nos esperaba aquí.»
A Nora los ojos se le empañan un instante, al recordar aquella noche.
Nora se gira ya recompuesta.
Murmuras con acento Costeño, «se suponía que comenzaríamos de nuevo, me jode mucho haberla cagado de esta manera; haberlos traído aquí, dejarlos servidos en la mesa de la parca.»
Jairo la mira con intensidad.
Nora le sostiene la mirada.
Jairo murmura con acento caleño, «ayudamos a mucha gente esa noche, Nora. la parca no solo se dio banquete con los nuestros, más de un hijo de puta hoy estará ardiendo en las pailas del infierno. Morir así no es tan malo, después de todo; pensalo, es como expiar tanta muerte inútil, tanto pecado del pasado.»
Jairo se le acerca un poco.
Jairo murmura con acento caleño, «no siempre podemos escapar al destino, Nora.»
Nora da un paso atrás. Una chispa de furia le enciende la mirada.
Dices con acento Costeño, «No me vengas con esas pendejadas, Jairo. Me niego a vivir con esa mierda en la pensadora, yo no nací para esto y lo sabes. Si Rafael huiese dejado la venganza de lado, mi vida… nuestra vida sería muy diferente.»
Jairo se acerca con brusquedad y la estrecha entre sus brazos.
Jairo murmura con acento caleño, «pero esta es la única vida que tenemos, negra.»
Nora forcejea, furiosa.
Nora se zafa y da un par de pasos atrás.
Los ojos ambarinos de Nora brillan con determinación.
Dices con acento Costeño, «me niego a conformarme con eso, Jairo. Te lo dije y te lo repito… no quiero pasar mi vida bailando codo a codo con la parca, pero si es lo que tu quieres, ahí tienes la puerta.»
Jairo se aproxima lleno de rabia, la coge por la nuca y le devora la boca con avidez.
Nora tarda un poco en responder al beso, pero al final se rinde y se deja hacer.
Jairo se detiene para buscar aire.
Nora jadea, temblando un poco.
Jairo la mira a los ojos.
Jairo dice con acento caleño, «vos eres lo mejor que he tenido en mi vida, Nora. el día que me marche, será porque me vino a buscar la parca, entendelo de una vez.»
Nora se estremece, los ojos se le llenan de lágrimas que no derrama.
Jairo se le acerca, la abraza con menos brusquedad y le besa el rostro.
Nora cierra los ojos.
Murmuras con acento Costeño, «no tenemos que seguir siendo lo que nos han obligado a ser, Jairo. Yo estudié, tú también. Podemos intentar tener una vida diferente. Nuestro dinero está limpio… podemos comenzar de nuevo.»
Jairo la estrecha con más fuerza entre sus brazos.
Jairo murmura con acento caleño, «Lo que vos querás, Nora. pero entonces tenés que dejar de culparte; no necesitás camellar de la manera que lo hacés, yo estoy trabajando también, cuidate y descansá un poco. las cosas se hicieron como ordenaste.»
Jairo se separa un poco, le coge la barbilla y le besa con lentitud, provocándola.
Jairo murmura con acento caleño, «Nadie te culpa, negra, creeme»
Nora se va relajando con los besos del hombre.
Un obrero les interrumpe, carraspeando.
Un obrero dice: «Hemos terminado las obras.»
Jairo mira a Nora.
Nora se gira para que el obrero no note sus mejillas arreboladas ni sus labios hinchados.
Jairo dice con acento caleño, «bien, venga conmigo para que finiquitemos su paga.»
Jairo sale de la terraza y va con el obrero hasta el despacho.
Nora se queda en la terraza, pensando, mientras la brisa le golpea la cara y algunas gotas de agua le van salpicando la piel del rostro.
Una llovizna tenue comienza a caer en madrid.
jairo despide al obrero con sus hombres.
Los obreros se marchan, no sin antes mirar a Nora, cuya silueta se puede ver tras el vidrio que separa la terraza del salón.
Jairo mira fijamente a uno de los obreros.
el obrero traga, nervioso, hace un gesto de cabeza y sale, cerrando la puerta con cuidado.
Jairo permanece un rato en la puerta.
Jairo se acerca más, intentando escuchar lo que dicen los hombres.
Tras la puerta, en el rellano, se oye a los obreros hablar.
Un obrero dice con acento lucentino, «ese tio mira que te cagas del tirón, macho.»
Algunas risas se escuchan en respuesta al comentario.
Un obrero dice con acento melillense, «miedo da la mujer, con esos ojos de gata, que ni parpardea, tio; que parece que con la boca te traga la polla de un bocao»
Un obrero dice con acento madrileño, «Callaos de una puta vez, que parecéis marujas de pueblo.»
Un obrero dice con acento malagueño, «joder, pero como queréis que os vean, el uno se le queda mirando a la mujer como si le fuese a comer el coño ahí mismo. el otro mira al tio como si hubiese visto un fantasma, si es que sois la hostia.»
Un obrero dice con acento aragonés, «Pues eso, además, ya sabéis que alguna gente de por ahí son así, de aquella manera…»
Un obrero dice con acento madrileño, «si es que sois unos cotillas, montaos de una puta vez en el ascensor y callaos la boca, que no se os paga por andar de cotillas; ni vuestras mujeres son tan metomentodo.»
La campana del ascensor suena, las puertas se abren. Los hombres suben al ascensor, ahora comentan en voz mucho más baja.
Jairo observa por la mirilla.
El ascensor cierra sus puertas.
Nora entra en el salón, se quita las botas y disfruta de la suavidad de la moqueta en la planta de sus pies.
Un bonito apartamento.
Jairo se gira.
Nora se deja caer en el sofá, muerta del cansancio.
Jairo se sienta a su lado, le coge los pies y comienza a masajearlos.
Nora suelta un suspiro de placer.
Nora se recuesta con los ojos cerrados.
Jairo dice con acento caleño, «Gerónimo se quedó en Madrid»
Nora abre los ojos.
Dices con acento Costeño, «qué parte no entendió ese man de que volviese?»
Jairo la observa, sin dejar de masajearle los pies.
Jairo dice con acento caleño, «Se siente en deuda, negra. Ese tipo de lealtades no se rompe nunca, ya lo sabés.»
Nora cierra los ojos de nuevo.
Murmuras con acento Costeño, «La familia de ese man?»
Jairo dice con acento caleño, «sanos, salvos y felices. Rafael no volvió a intentar joderlos.»
Dices con acento Costeño, «bien, al menos a mí me mantiene la palabra, el muy hijo de puta.»
Jairo asciende por las piernas de Nora, acariciando y masajeando.
Nora se estremece al contacto con las manos de Jairo.
Murmuras con acento Costeño, «estás buscando pelea muy temprano.»
jairo se detiene a unos centímetros del sexo de Nora.
jairo murmura con acento caleño, «para pelearme con vos en posición horizontal nunca es temprano ni tarde, negra.»
Jairo mira el rostro de Nora con devoción.
Nora le coge de la mano y la guía, dejándola entre sus piernas.
Jairo reanuda las caricias.
Dices con acento Costeño, «hay más latinos en esta ciudad de lo que me habría imaginado.»
Jairo desciende masajeando los muslos de Nora.
Jairo dice con acento caleño, «algo que querás saber?»
Nora niega con la cabeza.
jairo vuelve a ascender, apretando un poco entre las piernas de Nora.
Nora respira profundo, mientras se deja hacer por Jairo.
Dices con acento Costeño, «No, es solo que en el bar del nuevo cabaret, vi a varias chicas latinas, ayer…»
Jairo va apretando rítmicamente.
Nora sigue con los ojos cerrados, mientras disfruta de las manos de Jairo.
jairo dice con acento caleño, «y qué hacías vos en el bar, no camellás en el restaurante nuevo?»
Nora asiente con la cabeza, la piel se le comienza a poner de gallina con las sensaciones que le provocan las manos de Jairo.
Murmuras con acento Costeño, «el barman es un chacho que está buenísimo. fui a recrearme los ojitos un rato.»
Jairo le pellízca el pantalón a la altura donde supone está su clítoris.
Nora se muerde el labio inferior, arqueándose un poco y subiendo las caderas.
Nora abre los ojos y mira a Jairo, la sonrisa le baila en la mirada.
jairo la observa con deseo.
Jairo murmura con acento caleño, «si me seguís provocando no respondo, negra.»
Nora se incorpora y se sienta a horcajadas en el regazo de jairo.
Jairo se acomoda mejor en el sofá.
Murmuras con acento Costeño, «Provocarte es muy divertido.»
Nora comienza a besarle el rostro, hasta que se detiene en la boca del hombre.
Jairo introduce los dedos en la melena de Nora.
El beso entre ambos se vuelve cada vez más apasionado.
Tocan al timbre de la puerta.
Jairo murmura con acento caleño, «no abrás, negra.»
El timbre suena repetidamente.
Murmuras con acento Costeño, «mejor abro, así podemos seguir en lo que estábamos.»
Nora le acaricia el bulto en los vaqueros.
Jairo resopla y asiente a regañadientes.
Nora se levanta y camina hacia la puerta. Se detiene un minuto e intenta arreglarse la blusa.
Nora abre la puerta.
En la puerta, doña Pepi sonríe, contenta.
Pepi dice con acento gallego, «Buenas tardes, soy Pepi, la conserje de allí de la planta baja. Os he venido a traer las normas del edificio y todas esas cosiñas que tenéis que leer.»
Pepi entra aunque no ha sido invitada.
jairo coge un cojín del sofá para cubrir la visible erección que le abulta los vaqueros.
Pepi mira alrededor y sonríe.
Un bonito apartamento.
Ves un apartamento decorado con sencillez y buen gusto. Mirando el luminoso salón, te encuentras hacia la izquierda la cocina, hacia la derecha las habitaciones, el despacho y una pequeña terraza separada por unas puertas corredizas de cristal templado, desde donde se puede ver parte de Madrid.
Pepi dice con acento gallego, «pero qué bonito os ha quedado el apartamento, ¿eh? y eso que la del 12C dice siempre que los de por ahí tienen muy mal gusto, pero que va, si sois una monada, hijiños.»
jairo comienza a impacientarse.
Dices con acento Costeño, «señora … como me dijo que se llama? Perdone, es que nos ha sorprendido su visita.»
Pepi hace un gesto indescifrable.
Pepi dice con acento gallego, «Soy la Pepi, la conserje de ahí de la planta baja, bueno, de la torre, claro, pero que la conserjería está en la planta baja. Hay quien me dice doña Pepi, o tía Pepi, pero como vosotros os sintáis mejor, hijiños.»
Jairo mira significativamente a Nora.
Dices con acento Costeño, «Pepi, es usted un encanto. Muchas gracias por traernos todos estos papeles.»
Pepi sonríe.
Pepi dice con acento gallego, «que va, hijiña, nada que agradecer si ese es mi trabajo; bueno, ese y limpiar, claro. que por cierto, si necesitáis quien os limpie solo me decís, que os hace un poquitín de falta, ¿eh? Yo cobro 25 pavos la hora, pero por ser vosotros nueviños os cobraré 20 nada más. a veces también cocino, pero eso tiene un extra, ¿eh? que si no luego me pasa como con la del 23B, que por hacerle el favor, luego me quiso acusar de intentar envenenarle al marido. Es una descarada esa. Imagina yo, intentando matar a alguien, si ni las moscas mato a veces, que me da una penilla con las pobres.»
Jairo abre mucho los ojos mirando a Nora de nuevo.
Nora mira a Jairo y reprime la risa.
Jairo se levanta usando el cojín como escudo.
jairo murmura con acento caleño, «negra, voy a cambiarme, te espero en la habitación.»
Pepi mira al hombre.
Pepi dice con acento gallego, «Chaval, se te ha manchado el vaquero? No te de penilla, eso pasa siempre, sobre todo cuando uno come pasta con mucha salsa y cosas así, que lo he visto yo a cada rato al del 10A. Yo conozco un producto buenísimo, ese te deja el vaquero como nuevo, hijiño»
Pepi va a acercarse a Jairo.
Jairo pone los ojos en blanco.
Nora interviene, cogiendo a Pepi por el brazo.
Dices con acento Costeño, «No se preocupe, Pepi, ya luego me hago cargo yo del problema de él, gracias por venir y ya le diremos si necesitamos que nos limpie.»
Pepi asiente, mientras es conducida por Nora hacia la puerta.
Pepi dice con acento gallego, «Uy que monada que eres, hijiña. Oye, no te han dicho nunca que tienes ojos de gata? son igualitos a los de mi Anukis, madre mía, si la vieras.»
Dices con acento Costeño, «quizá otro día, Pepi.»
Pepi sonríe de oreja a oreja.
Pepi dice con acento gallego, «cuando quieras, hijiña. verás que es muy mona mi anukis.»
Nora asiente, intentando controlar el deseo de empujar fuera a la conserje.
Pepi dice con acento gallego, «bueno, me marcho que todavía me toca limpiar las marranadas del perro de los del 4C, que siempre dejan que se cague por todos lados. Imagina, la caca de perro por todas las plantas, incluso en la entrada. dios bendito es que hay una gente en esta vida, hay una gente en esta vida.»
Nora asiente y termina de cerrar la puerta, casi casi en la espalda de la conserje.
Nora camina por el pasillo hacia la habitación principal, pensando que tendrá que recompensar a jairo con creces.