Nueva escena de rol: NOCHE DE PERPLEJIDAD

Punto de vista: General

Aletheia está en la ducha, al salir ve que tiene una notificación de llamada perdida y un SMS nuevo.
Aletheia desbloquea el móvil y lee el mensaje.
[SMS] Arais: «Hola, guapa. Te estoy llamando pero no podrás coger el teléfono. va un soldado a la aldea a llevarte no sé qué, y recogerá a Arón, de acuerdo? Lamento no haber podido avisar antes, pero las circunstancias se han precipitado. Un abrazo.»
Aletheia marca el número de Tina.
El teléfono da tono.
Tina ha descolgado la llamada.
Aletheia dice por teléfono, «Tina, haz de arreglar las cosas de Arón; vienen por él en breve.»
aletheia dice por teléfono, «no puedo decirte más, lo siento.»
Aletheia dice por teléfono, «solo que viene un soldado a traer algo y a por él.»
Aletheia dice por teléfono, «lo siento, de verdad. Por favor no tardes, no quiero que tengamos problemas con s.y. por esto.»
Aletheia dice por teléfono, «de acuerdo.»
Cuelgas la llamada.
Sergio llama a la puerta que le han indicado
Monse abre la puerta
Monse dice: «buenas noches»
Sergio saluda a la mujer con un cerdo en los brazos
Sergio dice con acento leonés, «buenas noches »
Aletheia mira el cerdo, perpleja.
Sergio dice con acento leonés, «me han encargado que entregue esto a la señora aletheia »
Aletheia mira a Monse y al soldado
Sergio mira a ambas
Aletheia dice con acento catalán, «pero esto quien lo envía?»
Sergio dice con acento leonés, «el señor santana »
Monse mira a Aletheia
Aletheia dice con acento catalán, «puedes dárselo a ella, por favor, no puedo llevarlo yo.»
Aletheia muestra la vía tomada.
Sergio dice con acento leonés, «si quieren, lo dejo en algún sitio, pesa un poco »
Sergio mira a la mujer y asiente
Monse dice: » démelo joven, yo lo llevo»
Sergio da a Monse Un cerdo iberico.
Sergio dice con acento leonés, «puede?»
Monse asiente y va rápido a la cocina.
Sergio dice con acento leonés, «pesa unos doce kilos creo que me ha dicho »
Monse dice: «ya veo que pesa, sí.»
Monse deja el cerdo en la mesa.
Sergio se encoge de hombros un tanto perplejo como ellas
Sergio dice con acento leonés, «bueno.. si no precisan nada más»
Aletheia dice con acento catalán, «Muchas gracias.»
Sergio saluda
Sergio dice con acento leonés, «que tengan buena noche »
Aletheia dice con acento catalán, «supongo que no, buenas noches.»
Sergio se da la vuelta y sale del edificio
Monse cierra la puerta, lleva los brazos medio adoloridos por el peso.
Monse mira a Aletheia.
Monse dice: «y ahora quéh hacemos con semejante cerdo?»
Aletheia suspira
Aletheia dice con acento catalán, «lo cocinaremos, supongo que podremos comer todos y sobrará.»
Monse la mira y ve de reojo hacia la cocina.
Monse dice: «ya sé que quedamos en algo, pero… no hablaba en serio ese señor, no puede comerse 12 kilos de cerdo, o sí.»
Aletheia resopla.
Monse dice: «y si viene? Por lo que se ve cumple lo que dice, Aletheia.»
Aletheia dice con acento catalán, «el señor Santana es un hombre muy ocupado. No va a venir si ha enviado el cerdo. De todas maneras, te diré como lo haremos porque el señor Santana no come nada raro. No sea que como dices, se aparezca por aquí»
Aletheia suspira
Aletheia murmura con acento catalán, «solo por si acaso llega a sacar el tiempo que no tiene mágicamente, para presentarse aquí a comer cerdo.»
Monse dice: «no parece un hombre exquisito. digo de esos que coman gurmé o como se diga.»
Aletheia murmura con acento catalán, «ven, Monse. Pongamos el cerdo a macerar, lo hornearemos mañana. Ven que te explico, tú lo haces, anda.»
Monse camina con Aletheia hacia la cocina, Aletheia se sienta en un banco.
Hora y media después la puerta se abre, Yordi entra.
Monse y aletheia siguen en la cocina terminando de dejar listo el cerdo y la cena.
Yordi ve el cerdo repartido en tres bandejas y se queda perplejo.
Monse ve a su marido significativamente.
Yordi dice: «joder, es que hablaba en serio?»
Aletheia respira profundo.
Aletheia murmura con acento catalán, «el señor Santana rara vez bromea, él siempre habla en serio, Yordi.»
Yordi se percata en la frialdad del tono y evita decir nada para no ser imprudente.
Tocan a la puerta.
Aletheia murmura con acento catalán, «y ahora qué?»
Monse la mira y niega.
Monse ve a Yordi.
Monse murmura: «ve tú, cariño.»
Yordi asiente y se dirige a la puerta. Al abrir, es Almudena.
Yordi cierra la puerta.
Almudena se acerca a la cocina, la expresión de perplejidad se repite.
Almudena ve a los tres alternativamente.
Almudena dice: «dios bendito, sí hablaba en serio?»
Aletheia la mira
Almudena dice: «vamos, se sabe que él siempre anda por ahí hablando de cerdos, pero muchos pensábamos que era broma. Va a venir a comerlo?»
Aletheia murmura con acento catalán, «lo dudo, sabes que el señor Santana no tiene tiempo.»
Almudena la mira.
Almudena dice: «ya, pero…»
Aletheia decide cambiar de tema.
Almudena mira las bandejas y niega.
Aletheia murmura con acento catalán, «vienes a ponerme el antibiótico, no?»
Almudena asiente.
Aletheia murmura con acento catalán, «vale, he dejado el paral ese en el salón. Acá nos iba a estorbar demasiado.»
Almudena va con Aletheia hacia el salón, Monse se ha quedado en la cocina terminando la cena.
Yordi dice: «Iré a por los chicos, Vale?»
Almudena lo mira.
Almudena dice: «típico, hombre al fin, huye por la derecha cuando hay trabajo en la cocina.»
Yordi se le acerca y le pellizca un moflete.
Yordi dice: «yo en la cocina sí que trabajo, comiendo todo lo que mi mujer prepara.»
Almudena pone los ojos en blanco.
Almudena dice: «ve a por los niños, anda…»
Yordi sonríe y sale de la vivienda.
Monse tapa las bandejas con papel aluminio y las mete en la nevera.
Monse sigue preparando los filetes de pechuga de pollo para la cena.
Almudena dice: «venga, vamos a destapar esa vía y colocar lo que te toca.»
Aletheia asiente y se recuesta del espaldar del sofá.
Almudena destapa la vía con una jeringuilla que contiene suero fisiológico.
Almudena conecta otro suero y la bolsa del antibiótico, además de un protector gástrico.
Aletheia la observa trabajar.
Aletheia murmura con acento catalán, «jo, ahora por qué hay otra bolsa?»
Aletheia siente su móvil vibrar, lo desbloquea y lee la pantalla.
Aletheia lee la notificación de Arais en Epslog.
Aletheia vuelve a bloquear el móvil.
Almudena murmura: «tienes la hidratación, el antibiótico y un protector gástrico. Este antibiótico es más fuerte y puede ocasionar malestar; no queremos que vomites como la semana pasada. »
Aletheia asiente.
Almudena dice: «te sigues sintiendo fatigada?»
Aletheia murmura con acento catalán, «un poco menos, pero todavía siento fatiga, sí.»
Almudena le coloca el termómetro.
Aletheia la deja hacer su trabajo.
Almudena revisa la medición del termómetro, la presión, pulsaciones y oxigenación y toma nota.
Almudena murmura: «la temperatura se ha mantenido. »
Aletheia hace una mueca.
Almudena la observa y le coge de la mano.
Almudena murmura: «tranquila, con esto verás que baja la temperatura. Solo tienes que cuidarte. Se que te fastidia, pero solo será hasta el domingo, guapa.»
Aletheia murmura con acento catalán, «sí, lo sé.»
Monse se asoma desde la cocina.
Monse dice: «Almudena, cenas en casa, ¿no?»
Almudena dice: «vale, pero lo del cerdo no es hoy, verdad?»
Monse niega.
Monse dice: «lo hornearemos mañana. Ahora tenemos filetes de pechuga de pollo, ensalada fresca y arroz. Luego tartaleta de frutas, receta de Aletheia.»
Almudena dice: «en ese caso acepto, dime en qué te ayudo.»
Monse mueve la cabeza señalando a Aletheia.
Almudena murmura: «tranquila, está descansando un poco. Este antibiótico es más fuerte.»
Monse dice: «vale.»
Aletheia dice con acento catalán, «venga, que os escucho a las dos… no hagáis como que no estoy aquí. conspiradoras»
La puerta se abre y Yordi entra con Ilce en brazos y los niños armando alborozo detrás.
Monse dice: «id todos a lavaros esas manos, en nada estará la cena.
Desde el propio Yordi hasta la pequeña Ilce; todos himitan el gesto de los soldados al cuadrarse y se van en fila inndia al baño.
Las mujeres ríen, divertidas al ver la procesión.
En pocos minutos, todos estuvieron sentados a la mesa compartiendo un momento en familia.