Punto de vista: dieguito
Me dijo mi viejo que saldría del campamento. Me dijo que necesitaba estar solo, que estaba podrido de limpiar y cuidar niños, me dijo que quería estar conmigo, que a su vez le propuse que fuéramos a mi casa.
Le dije que lo pasaría a buscar en un taxi. Supe llegar hasta allá, había hecho el camino más de 2 veces.
Se subió, charlamos huevada y media y me propuso que pasáramos por la calle de Goya y por esos lados, creo que algo cerrca del centro comercial, y no me hice problemas. Nos bajamos y ahí nomás…
Comunidad de Madrid; Calle de Goya.
Te encuentras en una vía que asciende desde la Plaza de colón hasta la Calle del doctor esquerdo.
Ves Un taxi aquí.
Te encuentras con Saioa.
Salidas Visibles: oeste.
don-diego sale de Un taxi.
El taxi se marcha al quedar vacío.
Saioa mira el coche y se levanta de golpe
Saioa se levanta.
Dices con acento porteño, «Joder!»
Saioa mira a ambos lados de la acera
don-diego dice con acento porteño, «Bueno, muchacho…»
Saioa coge la guitarra
Dices con acento porteño, «También me la encuentro acá, no jodas…»
don-diego mira a la chica.
Saioa hace por salir corriendo
don-diego dice con acento porteño, «Quien es ella, hijo?»
Saioa intenta pasar entre la gente
Murmuras con acento porteño, «No sé, una chica que parece andar sola…»
Saioa
Es una chica de unos dieciséis años, de cabello castaño ondulado hasta los hombros y grandes ojos verdes. De estatura media, está delgada y su expresión es asustadiza. Viste un top de tirantes que deja al descubierto su ombligo con un pirsin y un pantalón corto con algunos rotos. En el hombro derecho, bajo el tirante, asoma el tatuaje de una mariposa. Lleva una guitarra colgada a la espalda.
Se nota claramente que es una mujer.
Calza unos zapatos deportivos para mujer.
Notas que mantiene una atención activa.
don-diego murmura con acento porteño, «Y qué hace acá tan sola…»
don-diego murmura con acento porteño, «Hijo, vamos, a violarla».
Dieguito no sabe cómo reaccionar pero decide acatar la orden.
Saioa empuja a la gente para pasar
dieguito piensa a toda velocidad…
dieguito corre hasta al achica.
don-diego dice con acento porteño, «Vamos hijo, vamos, atrapala.»
Saioa aprieta el paso
dieguito te sujeta fuertemente.
Dices con acento porteño, «Dónde creés que vas?»
Saioa grita: «eh!»
dieguito te acerca a rastras junto a su papá.
Saioa grita: «que me dejes!»
Dices con acento porteño, «una mierda.»
Saioa patalea
don-diego sonríe orguyoso.
Saioa grita: «joder, que me dejes!»
don-diego dice con acento porteño, «Joder, a quien tenemos acá…»
don-diego dice con acento porteño, «No grites o te golpeo, carajo.»
Saioa grita: «socorro!»
lilu llega desde el oeste.
don-diego dice con acento porteño, «A ver, muchacho.»
Saioa grita: «suéltame!»
don-diego dice con acento porteño, «Vámonos de acá.»
lilu grita: «e!»
Saioa patalea
don-diego coge unas esposas y se las da a Diego.
Saioa dice con acento vasco, «joder, me haces daño»
lilu apunta a dieguito con una tompson.
dieguito sin perder tiempo, esposa muy bien a la chica.
Saioa mira las esposas aterrorizada
Saioa dice con acento vasco, «joder que yo no he hecho nada…»
lilu grita: «o la sueltas o te meto un tiro jilipollas»
Saioa jadea muerta de miedo
Dices con acento porteño, «Qué hacés acá sola cada vez que te encuentro, che?»
Se oye un fuerte frenazo en la lejanía.
don-diego mira a Lilu, que apunta a su hijo.
Saioa dice con acento vasco, «y a ti que te importa.. no puedo ir donde quiero o qué.. es que me persigues?»
don-diego dice con acento porteño, «Baje eso, muchacha.»
Saioa hiperventila tirando de las esposas
lilu dice con acento Jienense, «o suelta a la chica o lo mato»
Dices con acento porteño, «Y qué hace sola si se puede saber?»
dieguito mira fijamente a Lilu.
Saioa mira a la mujer de la pistola
lilu apunta a un pie de dieguito
Dices con acento porteño, «Bajá eso mejor, y la soltamos»
Saioa murmura con acento vasco, «joder… yo no he hecho nada..»
don-diego dice con acento porteño, «total no tenemos ganas de meterla en casa.»
lilu dice con acento Jienense, «tvosotros…»
Saioa solloza sin poder contenerse
lilu dice con acento Jienense, «o la sueltas o me encargo que esta noche duermas en la calle»
don-diego dice con acento porteño, «Soltala, pobre pendeja.»
dieguito por fin la suelta.
lilu dispara a dieguito haciéndole 48 de daño!
Golpeas a lilu haciéndole 17 de daño.
Golpeas a lilu haciéndole 20 de daño.
¡La policía te encuentra y te arresta!
[info] dieguito ingresa en prisión preventiva por sus malos actos.
Una celda temporal.
Estás en una húmeda y fría celda. Unos barrotes impiden tu salida.
escribe ‘salir’ si quieres salir de aquí. SI ha llegado la hora del final de tu condena, podrás hacerlo.
En tu situación actual se te ha olvidado observar las salidas visibles.
Sí, me agarró la poli. Yo estaba llorando, no me sentí precisamente feliz de agarrarme a la pobre chica, que estaba re indefensa sin duda, al contrario, mucha pena. Porque yo tuve que hacer eso, porque no me animo a decirle que no a mi viejo (o va a pensar, sospechar o confirmar que no me gustaran tanto las mujeres y no lo soportaría) sentí pena por ella, pobre, que efectivamente no había hecho nada, aunque esperé que le haya servido de lección, como para que vea que una chica como ella no debería andar sola por cualquier parte, menos con la guerra que tenemos encima. Me sentí mal por mí mismo, por supuesto, y por tener que defenderme disparando a Lilu, pero claro, si me disparó primero…
Lilu, que había hecho un esfuerzo por ser amable conmigo y llevarnos a mí y a mi viejo. Y ahora nosotros, hijos de puta, fuimos y le hicimos presenciar algo que no cabría duda, nos costaría no solo la retirada del refugio, que para mí no era problema, sinó que tal vez me persigan y me den para que tenga.
Pena porque donde se enterara Melany, que fue la más amable conmigo y por supuesto la que mejor me cayó, no dudaría en mandarme a la puta que me parió.
Mi viejo por suerte me mandó un mensaje tranquilizador haciéndome saber que estaba bien, simplemente voló de esa calle sin antes cagar a golpes a Lilu, «Pendeja gallega de mierda» había dicho, y se encaminó para mi casa. La miraría y se hecharía una siesta, si nadie nos jodía.
Tras hablar amigablemente con un poli, donde por suerte mi condena duró unos minutos y me creyó lo que le conté, salí, fui a buscar a mi viejo y hacerle entrar en casa. Yo estaba llorando, él me decía que no me mariconeara, que ya vería cómo lo solucionamos, que me haga hombre, «carajo, que los niños lloran, Dieguito».
Entramos, le mostré lo que estoy tratando de reformar de mi casa, dijo que está todo muy lindo, decidió hecharse una siesta y yo fui a la tienda Cropbrand, pues había pagado una multa de la gran puta.
No pasó mucho rato. Estaba despachando y ahí nomás…
melany llega desde la tienda.
melany apunta a dieguito con una Glock 17.
melany dispara a dieguito haciéndole 31 de daño!
Te quedan 21 de vida.
melany dispara a dieguito haciéndole 5 de daño!
Te quedan 16 de vida.
melany dispara a dieguito haciéndole 4 de daño!
Te quedan 12 de vida.
melany dispara a dieguito haciéndole 18 de daño!
Caes al suelo debido a tus heridas.
Una ambulancia viene en camino.
tiempo estimado del trayecto: 13 minutos.
[info] dieguito ha sufrido heridas graves en un encuentro con melany.
melany murmura con acento murciano, «y la próxima vez que avuses de una menor»
Vendes una caja de cereales por 2.80 euros.
ganas 15 puntos de reputación.
melany murmura con acento murciano, «piénsatelo dos veces»
Dices con acento porteño, «qué te pasa a vos?»
dieguito mira a quien le haya disparado.
melany sale del mostrador.
Lo que le siguió ya es de imaginarse, creo.
Me enojé. Claro que estaba en su derecho en dispararme, si yo voy a refugiar a una persona y soy re amable, y esa persona hace un acto que yo no soportaría, lo sacaría de ese refugio a patadas en el culo. Pero yo hablaría primero, que me cuente su versión, por qué hizo lo que hizo, y dependiendo de la conversación le dispararía o no. Pero no, ella, más pendeja que yo sin duda, tuvo que dispararme ni bien entró. Y cómo carajo sabía que estaba ahí, andá a saber.