Punto de vista: Auxita.
Llegamos a Barcelona bien entrada la tarde, merendamos por ahí y decidí que en mi primer día no saldría del hotel. En principio iba a pagar una habitación, pero luego decidí quedarme con Auro donde está, porque por alguna razón no me siento ccómoda sola, hasta tengo algo de miedo. Esa noche cenamos y nos dormimos temprano pero pasó algo imprevisto, no imaginé que mi noche sería así de difícil.
Una habitación alquilada por Aurora
Son las 2 de la mañana, Auxita todavía permanece despierta mirando la televisión pero sin sonido, al poner el volumen en 0
Aurora duerme
Auxita se cansa de mirar la televisión y la apaga, deja el mando en la mesita de luz y se acuesta en la cama boca arriba mirando al techo.
Miles de pensamientos comienzan a colmar su cabeza. Piensa en todo lo que ha sucedido últimamente y se entristece.
Auxita suspira y se levanta, procurando no hacer ruido; entra al baño y se mira la cara por un instante, como si el reflejo de su imagen en el espejo pudiera darle alguna esperanza y aliviar el vacío que siente
Aurora se gira, acomodándose en su cama pero sin despertar
Auxita se pasa un buen rato viéndose al espejo, cuando de repente siente que puede marearse y al sujetarse del lavavo e ir para adelante, choca con la papelera del baño y esta hace un ruido que retumba ante el silencio de la habitación
Aurora oye el ruido y se despierta sobresaltada, ve la luz encendida del baño casi de inmediato; se gira y al no ver a su hermana en la cama, se levanta rápidamente.
Auxita intenta recuperarse del mareo, tapa el inodoro a duras penas y se sienta allí a esperar que la cabeza le gire un poco menos
Aurora se acerca al baño y la ve pálida.
Auxita se fija en aurora parada en la puerta.
Aurora dice: «eh, qué te pasa ahora?»
Auxita intenta enfocar la mirada pero le cuesta
Dices: «nada…solo que no puedo dormir…»
Aurora niega, sin creerle.
Aurora dice: «te tomaste lo que sea que tenías que haber tomado por la noche? Te habrán recetado algo para eso, no?»
Auxita asiente
Dices: «pero mi mente no la puedo parar por mucho que me esfuerzo, es una cosa jodida.»
Aurora dice: «a ver vení»
Aurora le ofrece ambas manos a su hermana
Auxita le toma las manos y se levanta despacio, volviendo a sentir que la cabeza le gira
Aurora dice: «vamos, movete, te sostengo yo.»
Aurora le toma las manos con firmeza y está en alerta por si tenga que sostenerla de otro modo.
Auxita camina guiada por aurora hasta su cama, intentando acompasar la respiración que tiende a acelerarse de nuevo
Aurora se asegura de que Auxita esté sentada en la cama
Aurora dice: «qué pasaría si tomás de vuelta la pastilla que tendría que ser por la noche?»
Auxita la mira, desviando un poco los ojos por la sensación de ansiedad
Dices: «no sé, supongo que si mi médico me dio una dosis es por algo, pero como te digo es mi cabeza la que tengo que parar de alguna manera. Perdoname, acostate nomás, yo veo como lo gestiono»
Aurora dice: «no, yo estoy bien, la enferma sos vos.»
Aurora dice: «te traigo agua y acostate, procurá no pensar tonterías.»
Auxita alza los pies descalzos a la cama y se recuesta del cabecero, pero sin tumbarse del todo
Aurora asiente, se frota uno de los ojos con la mano y va hasta el mini bar de la habitación, saca un botellín de agua y se lo lleva a Auxita
Auxita se esfuerza por poner su mente en blanco
Aurora dice: «tomá esto y tratá de relajar tu cuerpo, respirá despacio.»
Auxita recibe el botellín de agua de manos de su hermana, lo abre y le da un largo trago para luego dejarlo en su mesita de luz.
Aurora va a apagar la luz del baño, luego se acerca de nuevo a la cama donde está Auxita
Auxita intenta respirar lo más despacio posible, descentrando su mente y procurando sentir solo su cuerpo y la sensación de tensión
Aurora se sienta en su cama, mirando a Auxita de perfil
Aurora dice: «no soy la indicada ni mucho menos porque ni idea de qué se dice o hace en estos casos…pero si querés hablar hablá ahora, te escucho.»
Auxita la mira, el semblante ha mejorado un poco
Dices: «bueno…es que pienso en esto que me está pasando, en que me siento mal por haber dejado a mi paciente así…siento que tanto esfuerzo, tanta sobrecarga no valió la pena. pero en fin, son cosas que debo trabajarlas en terapia»
Aurora asiente
Dices: «pero ni eso quiero hacer la verdad…es como que me siento ahogada en un vaso de agua.»
Dices: «solo sé que quiero que esta tormenta pase, mi querida hermana.»
Aurora dice: «y de qué depende que la tormenta pase? No es acaso de tu descanso, de que te mediques, de que vayas a terapia?»
Aurora dice: «de que pienses más en vos y no en los demás, dejes de confiar tanto y entregarte demasiado a la gente, al menos hasta que te sientas mejor? No sé, yo pregunto nomás.»
Auxita piensa
Dices: «en efecto, pero es horrible la sensación que deja todo esto.»
Aurora dice: «lo será, pero bancátela y centrate solo en vos ahora.»
Auxita suspira, recuperando el ritmo normal de su respiración.
Aurora dice: «si lo pensamos bien, el resto del mundo al final no tiene arte ni parte, no tiene culpa de que estés hecha mierda.»
Auxita asiente
Aurora dice: «savés perfectamente, la clave está en vos y nadie más. a partir de mañana te pongo una rutina que te va a dejar sin fuerzas para pensar en idioteces, a ver si así te arreglás.»
Auxita sonríe, se incorpora un poco y vuelve a darle un trago al agua
Aurora la mira, seria.
Aurora dice: «no sé qué te hace gracia, yo te estoy hablando en serio, Preparate nomás ya»
Dices: «me sorprende un poco pero sí, claro.»
Aurora dice: «sos experta en descomponerte, ojalá tuviera la fórmula para volverte inmune y que no se te pegue ya tanta porquería, en serio.»
Aurora suspira y se acuesta del todo en su cama, algo cansada.
Auxita tapa el botellín y lo deja sobre su mesita.
Dices: «sí, ojalá yo también tuviera esa fórmula. Pero bueno, te dejo dormir.»
Dices: «gracias por estar para mí siempre.»
Aurora la mira desde su posición.
Aurora dice: «querés recuperarte, de verdad?»
Auxita la mira y asiente, apretando los labios para intentar reprimir sus emociones.
Aurora dice: «entonces dejate ayudar y ponete las pilas, nena. No hay demasiado secreto con eso.»
Dices: «creeme que la voluntad está, pero hay otras cosas de por medio. pero yo sé que tenés razón, y mucha.»
Aurora dice: «claro, por algo te detenés a escucharme, no?»
Auxita asiente
Aurora dice: «acomodate y tratá de dormir, a mí ni me mires.»
Dices: «sí, lo voy a intentar. pero necesito decirte algo, algo que tal vez te joda…»
Auxita no puede evitar que se le quiebre la voz
Aurora asiente y la mira
Murmuras: «nunca…nunca me dejes sola, Auro…»
Murmuras: «a lo mejor…no es tan sano aferrarse a las personas, a lo mejor te cargo con este peso pero…»
Aurora se levanta de su lugar y se acerca a su hermana, tomando una de sus manos y agachándose para estar a su altura.
Auxita no lo puede evitar más y llora, sin terminar de expresar su idea
Aurora murmura: «tranquilizate, te vas a poner peor así.»
Aurora le aprieta la mano y suspira, preocupada.
Murmuras: «no creas…esto es lo que necesito para liberarme. Esto y tus palabras, tus formas. Ya sabes»
Aurora duda por un instante, pero finalmente se decide a hablar.
Aurora murmura: «bueno… tranquila, jamás voy a dejarte y lo sabés perfectamente. Lejos de ser mi hermana sos mi protegida, hace tiempo me tomé esa atribución y nadie me la va a sacar.»
Aurora murmura: «aunque parezca extraño, me cuesta menos ayudarte a vos, y no es un peso para nada. Me pasa eso contigo desde que éramos muy nenas.»
Auxita calma un poco más el llanto y asiente, apretando la mano de su hermana
Aurora murmura: «pero igual, supongo que no tengo que enseñarte que no te conviene depender de mí, por mucho que te prometa que voy a estar siempre.»
Murmuras: «no, yo sé eso…supongo que tengo que enseñarte, por paradógico que suene, que tampoco la idea es que te obsesiones.»
Aurora niega, sonriendo levemente
Auxita devuelve la sonrisa a Aurora, reconfortada al verla sonreír
Aurora murmura: «yo tengo bien claras las cosas y conozco mis límites, Auxita.»
Murmuras: «menos mal, creo que a mí me falta conocerme aún.»
Aurora murmura: «sí, bastante.»
Aurora murmura: «bien, ahora desccansá. No te preocupes más por mí.»
Auxita se seca las lágrimas con el dorso de la mano libre y asiente
Murmuras: «te quiero mucho.»
Aurora suelta la mano de auxita, se incorpora para luego retornar a su cama.
Aurora murmura: «yo también. Buenas noches.»
Auxita se acuesta por completo, poniendo la cara contra la almohada y derramando algunas lágrimas más en silencio.
Aurora se acuesta también. Mira la hora en su móvil, luego ladea la cabeza para mirar constantemente hacia la cama de su hermana.
Así pasaron unos minutos más. Auxita se ha quedado dormida producto de la relajación que genera un llanto liberador de emociones, en tanto Aurora ha estado pendiente de ella, pero no ha podido evitar dormir por consecuencia del cansancio.