Punto de vista: Elsa
Una cocina comedor
De frente a la puerta de entrada se ve una mesada donde hay diversos electrodomésticos. Arriba de esta hay varias repisas que funcionan como estantes donde se puede observar a simple vista un coqueto juego de té, un juego de varios vasos entre otros utensilios. Pegada a la mesada se encuentra la cocina a gas de 2 hornallas con su correspondiente horno inferior, y un poco más apartada hacia un costado de la estancia se encuentra una surtida nevera. También en el mismo costado se halla una alacena en la que siempre hay frutas y verduras frescas, y en el lado contrario está el juego de comedor, compuesto por una mesa y sus 6 sillas, todas muy confortables. Como elemento decorativo destacable se puede ver colgado por la pared un cuadro que muestra un racimo de uvas, varios plátanos y algunas naranjas y manzanas.
Elsa está terminando de lavar los cubiertos que utilizó para el desayuno, se sienta en una silla y revisa el móvil.
Elsa intercambia por unos minutos correos con su marido. Enviándole fotos de varias vistas de Madrid y este a su vez también enviando fotos del hijo que tienen en común, entre otras cosas. Pasado un tiempo y al terminar el intercambio de correos como acostumbra, se detiene a pensar
Murmuras con acento correntino, «pero…esta gente no me dijo que vendría ayer? Se me pasó por completo!»
Elsa suspira
Murmuras con acento correntino, «pero no me avisaron nada tampoco…dejé impecable el salón y todo para que vinieran pero no sé qué habrá pasado»
Elsa vuelve a revisar el móvil, esta vez en la aplicación de mensajes y de llamadas por si se le haya escapado algún tipo de comunicación por parte de Aurora
Elsa niega al no encontrar nada y se levanta de la silla
Elsa pone música en su móvil y se dispone a ordenar algunas cosas en la cocina, a pesar de que de hecho está prácticamente ordenada porque vive sola
Elsa tararea diversas canciones mientras guarda todo lo que está fuera de lugar, al ver que todo está en orden se dirige al salón que a su vez funciona como consultorio
Sales de la cocina.
Departamento y Consultorio de Elsa Medina
Se observa un amplio salón, limpio y con decoración sencilla pero de buen gusto. Mirando hacia el lateral derecho se ve un mueble repleto de libros y diversos materiales, que está ubicado detrás de un enorme living en el que se puede aguardar cómodamente el turno de consulta. En el mismo lateral pero en la esquina está un espejo vertical de cuerpo entero. Mirando al frente se encuentra un escritorio con su silla correspondiente, sobre el cual descansa un ordenador portátil, una impresora y otras cosas; una amplia ventana cubierta con una cortina verde queda tras el escritorio, iluminando el lugar a plena luz del día. Hacia el lado izquierdo, cerca del escritorio hay una mesita en la que se encuentra una cafetera eléctrica, una pila de vasitos de plástico, un paquete de servilletas de papel y un bebedero de agua; se puede ver una gran balanza situada en la esquina, y en los costados son visibles 2 puertas, una que da acceso a un sanitario adaptado para las visitas, y algo más apartada, la otra puerta conduce hacia la cocina y otras dependencias privadas.
Elsa mira todo el salón y ve que este se encuentra prácticamente limpio; pero por su manía hacia la limpieza, vuelve a buscar un trapo para sacudir algunos muebles
En el móvil de Elsa suena un chamamé. Al oírlo ella se detiene un instante y suspira con nostalgia.
Elsa sacude los muebles tarareando el chamamé con entusiasmo y emoción
De pronto suena una canción que en definitiva alegra el alma de Elsa.
Elsa va por una escoba luego de terminar de sacudir, y al oír que comienza la parte cantada de la canción comienza a barrer y cantar a la par
Elsa canta, «qué dulce encanto tiene tu recuerdo Mercedita, aromada florecita, amor mío de una vez.»
Elsa canta, «la conocí en el campo, allá muy lejos una tarde, donde crecen los trigales, provincia de santafé.»
Elsa canta el coro y baila un poco con la escoba
Elsa canta, «y así nació, nuestro querer, con ilusión, con mucha fe. Pero no sé, por qué la flor, se marchitó y muriendo fue.»
Elsa canta, «y amándola, con loco amor, así llegué, a comprender, lo que es querer, lo que es sufrir, porque le di mi corazón»
Elsa barre y hace algunos pasos mientras suena la parte instrumental; en un momento alcanza a ver su reflejo en el espejo que tiene en el salón y sonríe
[SMS] Aurora: «Hola, Elsa. Quería comentarte que estamos saliendo para Madrid ahora. Ayer no pudimos estar porque tuvimos algunos problemas, pero hoy sí o sí nos vamos con mi hermano.»
La canción se ve a penas interrumpida por el sonido de mensajes, pero Elsa sigue inmiscuida en barrer y bailar mientras aguarda la siguiente parte de la canción
Elsa vuelve a cantar
Elsa canta, «en una queja errante en la campiña va flotando, el ecovago de mi canto, recordando aquel amor.»
Elsa canta, «pero a pesar del tiempo transcurrido es mercedita, la leyenda que palpita en mi nostálgica canción»
Elsa vuelve a repetir el coro, esta vez dejando la escoba a un lado y haciendo palmas, sonriente
Elsa canta, «y así nació, nuestro querer, con ilusión, con mucha fe; pero no sé, por qué la flor se marchitó y muriendo fue. Y amándola con loco amor, así llegué a comprender, lo que es querer, lo que es sufrir, porque le di mi corazón.»
Elsa vuelve a repetir el mismo coro y suspira cuando termina, oyendo los acordes finales.
Elsa toma el móvil por un instante para cambiar de canción, cuando ve la notificación de un nuevo mensaje. Lo lee y teclea, respondiendo
SMS Enviado: «Hola estimadísima. Justo estaba acordándome de ustedes. Genial, les espero cuando puedan, estoy en casa ahora. Aproximadamente en cuanto tiempo estarían por acá?»
Elsa lleva la escoba y el trapo, los coloca en su sitio y regresa al salón, se sienta en el living y mantiene el móvil en la mano
[SMS] Aurora: «salimos de Barcelona hace más o menos una hora, por lo que en 5 a más tardar vamos a estar ahí. Te escribo cuando lleguemos»
Elsa teclea
SMS enviado: «dale, entonces nos vemos en ese tiempo y estoy pendiente a tu mensajito»
[SMS] Aurora: «OK»
5 horas después
Una cocina comedor
Elsa tira a la basura algunos restos de comida luego de almorzar y lavar los cubiertos
[SMS] Aurora: «estamos en Madrid, Elsa. Donde tenés tu consultorio?»
Elsa olvida el móvil sobre la mesa del comedor mientras va al baño a cepillarse los dientes.
Elsa se distrae un rato mirándose al espejo, luego regresa al comedor y ve su móvil sobre la mesa, con una notificación pendiente
Elsa lee, luego teclea una respuesta rápidamente
SMS Enviado: «Estoy en la torre de Madrid, planta 17, puerta número 4»
Elsa se encamina al salón para esperarles
Sales de la cocina.
Departamento y Consultorio de Elsa Medina
Tras un par de minutos, se oyen unos murmuyos fuera de la casa de Elsa
Elsa enciende el ordenador e inicia su sesión, abriendo desde ya un archivo para confeccionar la ficha de su primer paciente. En su rostro se nota mucha emoción
Se oyen unos golpes suaves a la puerta
Elsa pone a punto la impresora y demás elementos de trabajo, mira de reojo que la balanza también esté lista y luego se acerca a la puerta para abrirla
Elsa abre la puerta y ve a los hermanos fuera
Dices con acento correntino, «hola, imagino que son los hermanos verdad? Pasen, chicos»
Aurora y Luis asienten mientras entran a la casa, uno al lado del otro
Elsa les da paso y una vez que entraron, cierra la puerta con suavidad.
Aurora dice: «buenas, finalmente pudimos venir. No pude avisarte nada antes, perdoname»
Elsa asiente y quita importancia con un gesto de la mano
Luis dice: «buenas tardes. Sí, la verdad mil disculpas, ayer me fue imposible conseguir un permiso en el trabajo y como el viaje es largo, necesito un día entero para esto»
Elsa les sonríe a ambos
Dices con acento correntino, «tranquilos, no se preocupen que no pasa nada»
Elsa mira a Luis
Dices con acento correntino, «tenés el honor de ser mi primer paciente, querido mío»
Luis sonríe y asiente
Dices con acento correntino, «pero siéntense por favor, están en su casa»
Ambos se sientan al instante, luego Elsa va a su escritorio y se sienta en la silla, mirando a Aurora por un rato
Dices con acento correntino, «sí que te parecés muchísimo a tu hermana, chamiga. Diría que son idénticas»
Aurora dice: «De hecho somos gemelas, por eso el parecido.»
Elsa sonríe y asiente
Dices con acento correntino, «ya decía que no podía ser de otra forma»
Elsa teclea un poco en el ordenador
Elsa mira a Luis de nuevo
Dices con acento correntino, «tu nombre completo por favor?»
Luis dice: «Luis Carlos Ríos»
Elsa asiente y escribe
Dices con acento correntino, «tu fecha y año de nacimiento?»
Luis dice: «11 de marzo de 1988»
Aurora sigue atentamente el intercambio, mirando a uno y otro cuando corresponde
Dices con acento correntino, «tenés antecedentes de obesidad o sobrepeso en la familia? Al menos a Aurora la veo bastante bien cuidada, y a la Auxita la vi casi igual»
Aurora asiente mirándola
Aurora dice: «otra a la que te tengo que traer, porque así como la ves, suele tener sus descontroles y eso creo yo la va llevar a subir abructamente en algún momento.»
Aurora dice: «en cuanto a mí respecta, creo que tengo otro nivel de conciencia, además adopté el cuidarme como un estilo de vida desde adolescente prácticamente y eso hace la diferencia.»
Elsa mira a Aurora
Dices con acento correntino, «esa es la clave, adoptar el estilo de vida desde niños o adolescentes. Lo cual se hace difícil estando inmersos en una sociedad donde abunda la comida rápida, pero al igual que vos mucha gente rompe el mito del imposible, de poder se puede.»
Aurora asiente
Luis las escucha con atención, luego responde a la pregunta
Luis dice: «bueno, como bien le adelantó mi hermana ella se cuida, el resto de la familia, digamos que no. Mi papá biológico era obeso y alcohólico, mi mamá tiene hipertensión y debido a un ACV que tuvo recientemente bajó mucho de peso, pero también tenía un poco de obesidad. Entre mi familia materna solo tengo una tía a quien mis gemelitas se parecen mucho en la conplexión física, pero luego la mayoría tiene algún nivel de sobrepeso.»
Elsa anota a medida que escucha a Luis
Elsa vuelve a mirar a Aurora
Dices con acento correntino, «y con respecto a tu hermana dejala, ella sabrá cuándo venir, igual voy a ir entrando en confianza con ella para confeccionarle un plan más bien de mantenimiento, para que esos descontroles que decís que tiene no la traicionen. Vos tranqui por ese lado»
Aurora dice: «me harías un gran favor, ellos deberían preocuparse solos por su salud pero no, si yo no les jodo con eso no van a reaccionar.»
Elsa asiente sonriendo, luego vuelve a mirar a Luis
Dices con acento correntino, «bien, y contame estimado, vos sabrías exactamente cuánto pesás y medís actualmente?»
Luis piensa
Luis dice: «hasta donde sé mido 1 metro 70…y estaré arriba de los 100 kilos, no sabría exactamente cuanto, licenciada»
Elsa asiente y anota de vuelta
Aurora dice: «bueno, me meto un poco…yo creo que ha de estar bastante arriba de 100, me atrevería a decir incluso 130 o más»
Elsa mira a Aurora
Dices con acento correntino, «podría ser, ahora lo vamos a comprobar»
Elsa les vuelve a sonreír y se levanta, mirando por un momento el panel de la balanza y pulsando algunos botones
Luis mira a Elsa con intriga
Luis dice: «licenciada, una pregunta»
Elsa se gira hacia los chicos y asiente mirando a Luis
Luis dice: «va a ser necesario que me quite esto para pesarme?»
Luis señala su ropa y se ríe
Elsa niega con una sonrisa
Aurora suspira un poco
Dices con acento correntino, «no te preocupes, vamos a darte unos gramitos benebolentes, estimado. Vos tranqui nomás»
Dices con acento correntino, «sí tendrás que quitarte tus zapatos, medias, anillos, reloj…pero no te voy a comprometer a algo que no puedas delante de 2 damas»
Luis sonríe y asiente
Aurora dice: «vos y tus cosas»
Luis mira a Aurora
Luis dice: «pero qué? si en serio para tener el peso verdadero te quitan todo, en el hospital y así»
Aurora dice: «claro, y si tiene que hacerlo que lo haga, vos tenés que aceptar lo que venga porque esto es una enfermedad y hay que tener datos exactos. No te me hagas el boludo ahora»
Luis sonríe
Elsa vuelve a la computadora y activa algunos comandos para imprimir los resultados del pesaje mientras los hermanos hablan entre sí
Luis dice: «es que soy un poco tímido…»
Luis se parte de risa
Aurora dice: «parecés un nene a quien hay que traerle de la mano si que»
Aurora suspira y frunce el ceño un momento, clavando su mirada en Elsa que termina de teclear
Elsa los mira
Dices con acento correntino, «bueno, llegó el momento querido Luis, vamos a ver que dice nuestra amiga»
Elsa mira de reojo la balanza
Luis asiente, se levanta y finge temblar de miedo
Elsa reprime una risa amplia
Dices con acento correntino, «me encanta tu buena onda che»
Aurora se recuesta del espaldar del living y mira atentamente a ambos
Luis dice: «y sí, hay que tomárselo todo con la mejor onda posible, total ya estamos medio mal»
Luis sonríe
Elsa asiente y le da indicaciones de como debe colocarse tras subir a la balanza
Luis asiente, deja todo lo que puede dejar en el escritorio en cuanto a sus pertenencias, se quita los zapatos y las medias para luego colocarse tal como le ha indicado Elsa
Dices con acento correntino, «ahora quietito ahí un rato, querido»
Luis queda rígido en su sitio
Elsa mira los resultados, los memoriza y va al ordenador para anotar en la ficha
Dices con acento correntino, «listo, podés bajarte sin problema»
Luis baja de la balanza, se pone las medias y mira a Elsa expectante
Aurora dirige la mirada también hacia Elsa, que teclea un poco más
Dices con acento correntino, «no te pongas tus zapatos todavía, que me falta la medición de tu altura»
Luis asiente
Elsa abre un cajón y busca una cinta para medir
Dices con acento correntino, «a ver Luis, deteneme esto acá, por favor»
Elsa le pone una de las puntas de la cinta en un lugar estratégico en la cabeza
Luis asiente y detiene con una mano la punta de la cinta
Elsa extiende la cinta a lo largo del cuerpo de Luis y se agacha hasta sus pies, mirando a qué medida llega
Aurora la mira hacer en silencio
Elsa se incorpora y luego continúa midiendo la cintura y cadera de Luis
Una vez terminadas las mediciones, Elsa hace un rollo de la cinta, la guarda en el cajón y se predispone a anotar los datos en la computadora
Elsa habla mientras teclea
Dices con acento correntino, «tu altura es la misma que me dijiste, para que tengas en cuenta»
Luis dice: «iba a preguntar justo eso, gracias licen.»
Dices con acento correntino, «no es nada.»
Elsa le señala el living a Luis
Dices con acento correntino, «sentate nomás, enseguida te digo tus resultados»
Luis toma sus zapatos, se dirige al living y se sienta para ponérselos con comodidad. Luego mira a Aurora, que no parpadea un solo segundo viendo proceder a Elsa
Elsa termina de anotar y pone a imprimir los resultados
Aurora la mira
Elsa le devuelve la mirada cuando la alcanza a ver
Dices con acento correntino, «tenés algo que decirme, Aurora?»
Aurora dice: «sí, quería saber si es que esos resultados los podemos tener en impreso también nosotros, además del plan de alimentación y actividad física»
Dices con acento correntino, «por supuesto, les voy a entregar sin problema una copia de todo, no te preocupes»
Aurora asiente
Elsa se levanta, saca las hojas ya impresas y mira a ambos hermanos con los papeles en la mano, acercándose lentamente a ellos
Dices con acento correntino, «bien, la cosa va así. Luis, pesás actualmente 114 kilos y 500 gramos, y con tu altura de un metro 70 estamos obteniendo como resultado un índice de masa corporal de 39.45»
Aurora pone gesto de notable sorpresa ante el resultado
Aurora dice: «pensaba que era más»
Luis dice: «la verdad que yo esperaba más también.»
Dices con acento correntino, «bueno, muchas veces las apariencias sí que engañan»
Elsa sonríe
Elsa pone una de las hojas de frente a los hermanos y señala un punto en una gráfica
Luis y Aurora miran la señal de elsa
Dices con acento correntino, «no sé si ven bien, pero les digo, según esto estamos ante una obesidad grado 2, pero a poquito de alcanzar la obesidad grado 3.»
Aurora suspira y asiente
Luis dice: «sí, eso veo.»
Dices con acento correntino, «bueno, el caso es que necesitamos comenzar con un plan un poco restrictivo, pero que te estaría dando un descenso aproximado de 4 kilos por mes si hacés bien las cosas, estimado»
Elsa mira a Luis
Luis asiente
Dices con acento correntino, «ojo, 4 es el mínimo, pero podría ser más si ponés de tu parte para que así sea»
Aurora dice: «yo me encargo de que eso sea así, Elsa. Te puedo decir con seguridad que soy la más interesada en que este hombre baje de peso»
Elsa mira a Aurora y sonríe
Dices con acento correntino, «claro, entiendo. Es más, me da la impresión de que con tu ayuda vamos a llegar al éxito, parecés una chica exigente»
Aurora dice: «lo soy, que no te quepa duda.»
Luis vuelve a fingir temblar de miedo, luego ríe un poco
Elsa sonríe y continúa su exposición, mostrando el otro papel
Dices con acento correntino, «este es el plan de alimentación, en principio me gustaría hacer controles cada 8 días, por lo que este plan da exclusivamente para ese periodo de tiempo»
Los hermanos asienten
Dices con acento correntino, «consiste en 5 comidas diarias; desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. a cumplirse aproximadamente cada 3 horas en el caso de el desayuno, la media mañana y el almuerzo, y entre este, merienda y cena serían 4 horas más o menos, ya que la tarde siempre resulta algo más larga.»
Elsa le acerca el plan a Luis
Dices con acento correntino, «comentame si hay algo entre estos alimentos que no toleres, por favor»
Luis recibe el papel y lo lee con detenimiento
Luis le devuelve la hoja y la mira
Luis dice: «me asustan esos jugos verdes, y el brócoli no es que me agrade…pero como dice aquí mi bruja…»
Luis mira a Aurora y le guiña un ojo
Aurora entrecierra los ojos y cierra fuerte los labios para reprimir un suspiro algo impaciente.
Luis dice: «hay que tolerar todo cuando uno está…enfermo.»
Luis suspira
Elsa sonríe
Dices con acento correntino, «bueno, igual si es que alguno de los alimentos que te pasé te hace mal a nivel salud como darte alergia, bajarte la presión o cosas por el estilo, no dejes de avisarme, sí?»
Luis dice: «yo le digo, tranquila»
Elsa asiente y se aleja de ellos un momento, busca una carpeta y archiva ambas hojas allí. Señala las cosas de Luis que todavía siguen en su escritorio
Dices con acento correntino, «no te olvides de esto, eh?»
Luis asiente riendo y junta sus cosas, se va poniendo el reloj y su anillo de compromiso, además de guardar otras cosas más.
Dices con acento correntino, «y en cuanto a un plan de ejercicios, mmm…»
Aurora mira a Elsa con interés
Dices con acento correntino, «no sé si te chequeaste con un médico recientemente?»
Luis vuelve a su lugar y la mira
Luis dice: «sí, hace cuestión de un mes aproximadamente. Tengo algunos valores altos pero en cuanto a actividad física me permite casi todo, excepto ejercicios de muy alto impacto. Mi corazón también está bien pero como le mencioné anteriormente, tengo antecedentes familiares de hipertensión y lo más reciente, un accidente cerebro vascular que sufrió mi madre.»
Elsa asiente y arrastra el mouse, buscando algo por un instante y haciendo clic varias veces
Aurora dice: «Elsa, como te dijo él, tiene permitidas casi todo tipo de actividades físicas. Yo soy instructora y lo voy guiando. Como se dice, sin pausa pero sin prisa.»
Elsa alza la mirada de la pantalla y mira a la chica
Dices con acento correntino, «aaah mirá, qué interesante está eso, entonces vení mirá esto, por favor»
Aurora se levanta y se acerca a Elsa, fijando la vista en el monitor del ordenador
Ambas murmuran por un buen momento, llegan a un acuerdo y Elsa imprime la tabla de ejercicios, más otra tabla
Luis las mira y piensa: estas quieren que desaparezca
Luis sonríe y las sigue mirando atentamente
Elsa alcanza a ver la sonrisa de Luis
Dices con acento correntino, «ojalá, querido, hubiera visto sonreír a mis pacientes así en su primera consulta. La mayoría llegaban a la clínica en la que trabajaba casi a la fuerza y con una cara que ni te digo»
Aurora vuelve a su lugar pero se queda parada cerca de Luis
Luis dice: «bueno…rara vez me va a ver con mala cara, licenciada; pero sí tengo que reconocer que me pone algo nervioso esta situación, pero creo que la puedo enfrentar»
Elsa le sonríe cálidamente
Dices con acento correntino, «tranquilo, yo sé que no es fácil hacer esto pero mirá, si te ponés objetivos a corto plazo que te vayan motivando, y teniendo una hermana psicóloga, la otra instructora de gimnasio…te puedo asegurar que lo tenés todo muchísimo más llevadero al menos»
Luis sonríe y asiente
Luis dice: «tiene razón, soy afortunado, la verdad»
Aurora asiente
Dices con acento correntino, «bastante, Luis.»
Luis dice: «pero la psicóloga…en qué puede ayudar con esto de la dieta? Pregunto desde mi total ignorancia»
Dices con acento correntino, «bueno, esta enfermedad no solo es física, tiene algo de emocional. Hay momentos en que podés sentirte desmotivado, por ejemplo por no bajar lo que esperabas, de hecho es una frustración que hace que muchos pacientes dejen su tratamiento. También te puede pasar que tengas un bajón anímico, o que por un problema tengas tendencia a querer salir de la dieta por ese instante para descomprimir las tensiones, si te ponés a pensar siempre utilizamos la comida para tranquilizarnos.»
Luis asiente, pensativo
Aurora dice: «es bueno que le aclares eso, pero en ese aspecto yo me voy a encargar de motivarlo, aunque mis formas no son las de un terapeuta.»
Aurora sonríe a penas un poco
Elsa la mira y asiente
Dices con acento correntino, «ya estás advertido»
Elsa mira a Luis y le guiña un ojo
Luis dice: «más que advertido.»
Luis ríe
Dices con acento correntino, «ah, te imprimí otra tabla también, es como un calendario. Quiero que en ese calendario me registres como vas comiendo, incluso si eventualmente te llegás a salir de la dieta. En este punto necesito que me seas completamente sincero, está bien?»
Luis dice: «más que bien, así va a ser.»
Elsa sonríe y procede a archivar todo junto en la carpeta y se la entrega a Luis
Dices con acento correntino, «esta carpeta tiene que ser tu compañera de vida prácticamente, no la olvides en cada consulta. Ah, y por el momento chicos voy a necesitar que vengan al menos por este primer mes acá en mi consultorio, debido a que en esta balanza puedo observar datos más precisos que necesito saber para el primer descenso, luego sí voy a intentar comprarme una balanza que pueda mover y que me registre esa cantidad de datos también»
Aurora dice: «vamos a venir, no hay problema.»
Luis asiente
Aurora dice: «ayer no conseguimos permmiso, pero ahora van a tener que dárnoslo les guste o no. Su jefe ya me conoce»
Elsa se ríe y asiente
Luis dice: «cuánto le debo, licenciada?»
Elsa le indica el costo de la consulta
Luis asiente, saca con dificultad una cartera de su bolsillo
Al ver esto, Aurora toma de entre las manos de Luis la carpeta
Luis la mira, luego vuelve a mirar la cartera, sacando unos villetes y contándolos para extendérselos a Elsa
Luis dice: «tiene factura?»
Elsa asiente, recibe el dinero y confecciona la factura para luego entregársela a Luis
Luis asiente y la guarda con su cartera en el mismo bolsillo de antes
Aurora mira a Elsa
Aurora dice: «en el próximo control voy a traerte mi rutina, para mí está bien pero siempre es importante un ajuste de una profesional. Puede ser?»
Elsa mira a Aurora y le sonríe
Dices con acento correntino, «por supuesto, vos traela y vemos qué hacer, sin ningún problema. Ah, casi me olvido; en la carpeta les pegué una etiqueta con la fecha del próximo turno»
Aurora abre la carpeta, lee y asiente. Mira a Luis. Este se acerca, lee y también asiente
Dices con acento correntino, «bueno, por hoy ya estamos, chicos. Cualquier cosita tienen mi número, no duden en consultarme ante cualquier duda y a toda hora. sí?»
Aurora dice: «perfecto»
Luis dice: «gracias por todo, licenciada, nos vemos en una semana entonces»
Aurora cierra la carpeta y se dirige despacio hacia la puerta pero mira a Elsa de reojo
Aurora dice: «sí, muchas gracias.»
Dices con acento correntino, «no es nada, nos vemos la próxima semana.»
Luis se dirige a la puerta siguiendo a Aurora
Elsa los acompaña, abriendo la puerta y sosteniéndola para que salgan
Los hermanos salen y enseguida desaparecen del rellano, bajando por las escaleras
Elsa cierra la puerta, se va hasta su escritorio, sentándose frente al ordenador y suspirando, además de esbozar una gran sonrisa llena de satisfacción por haber concretado, finalmente, su primera consulta.