Punto de vista: Aurora
La cautiva se libera, 1; enfrentando al mounstruo.
una habitación alquilada por Aurora.
Gerardo se acerca a Aurora y se mantiene parado a su lado mirándola.
Aurora corresponde a la mirada, sin poder reaccionar de otra forma.
Gerardo la conduce levemente hasta la cama y se deja caer, Aurora se deja guiar sin tan siquiera intentar oponerse.
Gerardo hace un intento por atraer a Aurora hacia él, para abrazarla
Aurora niega con la cabeza y lo mira fijo a los ojos.
Dices: «me tomaste desprevenida, la verdad. Pero sabés que esto no puede ir más allá»
Gerardo dice: «no, no sé, quiero que me lo digas pero no así, de buenas a primeras. Al menos dame un tiempo, pensátelo…yo no te pido nada que no quieras darme, Auro preciosa.»
Dices: «no hay nada que pensar. Soy directa y clara, no quiero una réplica de la relación con tu hermano»
Aurora baja la mirada por unos segundos
Gerardo dice: «por qué tiene que ser una réplica? Mirame por favor…ya te dije, yo no soy él.»
Ambos se vuelven a mirar por un instante, luego siguen hablando:
Gerardo dice: «él fue un invécil contigo. No pretendo ser igual porque no te veo como una simple atracción, yo te amo en serio.»
Dices: «decís eso con tanta seguridad pero sin tener idea de mi decepción, sin saber nada…»
Gerardo niega
Gerardo dice: «el hecho de que no te haya dicho que intentaba rehabilitarse de su adicción para mí es un acto de cobardía fenomenal…y claro que sé de tu decepción, más de lo que podés pensar»
Dices: «mmm…fue un idiota. Por eso no creo en relaciones así.»
Gerardo la mira, determinante como otras veces.
Gerardo dice: «yo te puedo ayudar a creer…sé que tu vida puede ser diferente…que podés estar mejor y definitivamente dejar el pasado atrás. Pero dejate querer»
Aurora se aleja levemente del hombre, pensativa.
Gerardo dice: «le estás dando demasiada importancia a alguien que no la merece, y por ende estancando tu vida sentimental. Yo entiendo que te guste actuar de cierto modo pero date cuenta de una cosa, por como sos necesitás un poco de equilibrio, vas muy por los extremos y eso, a la larga no hace bien a nadie.»
Dices: «quien sos, el hombre maravilla? No me jodas.»»
Gerardo sonríe ante el comentario y niega
Gerardo dice: «no, ni mucho menos…solo quiero lo mejor para vos, bella…te digo esto de todo corazón.»
Aurora lo mira, comenzando a emocionarse y luchando porque estas emociones no sean visibles.
Gerardo le sostiene la mirada, expectante.
Dices: «él significó mucho en mi vida…Me agarró a los casi 19 años, mi mamá empezaba a estar con mi padrastro…y yo, por natural rebeldía pensaba que también podía estar con alguien, desafiándole a que no me cuestione.»
Gerardo se limita a escuchar con atención.
Dices: «pasamos mucho en casi un año…yo no entendía por qué pasó, pero había algo en él que me gustaba. Muchas horas juntos en el gym, incluso en los últimos meses de colegio él iba a buscarme en mi horario de salida.»
Gerardo suspira levemente y asiente.
Dices: «no sé cómo no me pude dar cuenta que era un adicto…no me lo puedo explicar.»
Gerardo la mira, comprensivo y le toma ambas manos, acariciándoselas suavemente
Aurora se estremece levemente ante el contacto y aunque Gerardo lo nota, no se lo demuestra.
Gerardo dice: «lo que pasa es que él llevaba sin drogarse desde hacían ya varios meses, yo lo tenía controlado y trataba en lo posible de mantenerle lejos de la gente que le proveía de eso. pero claro, también tenía mi vida y no podía estar 24 horas pendiente.»
Aurora asiente
Gerardo dice: «por eso te dije en su momento y aprovecho y te lo vuelvo a decir ahora…solo alguien que lo conocía demasiado podía notar los rasgos de su adicción, vos lo conociste en un lugar donde se supone va gente que lleva una vida sana, mi auro.»
Gerardo la anima a continuar hablando mientras sigue acariciando sus manos.
Dices: «la verdad es que lo nuestro fue demasiado fuerte…y él lo mandó a la mierda. Ese año en el que anduvimos, sentí que él y todo nuestro entorno me vieron la cara de tonta. Me costó mucho volver luego de que hayamos terminado.»
Aurora se acuesta en la cama y tapa su rostro con una almoada por no poder ocultar ya las emociones desbordadas. Queda callada por un tiempo para luego seguir, con el rostro cubierto.
Gerardo le suelta las manos y la mira, pero todavía no se anima a moverse de su sitio.
Dices: «si no fuera porque vos, perla, Victoria, Alexis y otros me animaron…no sé donde estaría ahora, boludo. Me dejó muy mal parada y hasta ahora me cuesta olvidar.»
Gerardo dice: «disculpame, hermosa, pero yo lo veo desde otra perspectiva. El que quedó mal parado fue él, estaba integrado con nosotros y este acto hizo que todos lo rechazaran.»
Gerardo dice: «Ojo, son las opiniones que se dijeron, tené en cuenta que en nuestro grupo siempre fuiste la líder, el aprecio que se te tenía y tiene hasta ahora es total.»
Aurora suspira profundamente, mostrando poco convencimiento
Dices: «pero igual siento que quedé como si fuera una ingenua y eso me revienta el ego, Gerardo. Y odio que me pase algo así.»
Gerardo dice: «sí, me acuerdo que así mismo pensabas.»
Gerardo dice: «aquella vez fue complicado porque no querías decir ni media palabra; tus hermanos nos ayudaron a sacarte de tu casa.»
Gerardo sonríe, trayendo recuerdos a su mente.
Aurora suspira cuando Gerardo por fin se anima a descubrirle el rostro.
Gerardo dice: «no te escondas, ambos conocemos bien la historia. Ya sabés que no te voy a juzgar ni esto va a salir de acá, Auro.»
Aurora asiente levemente y se frota los ojos, asegurándose de que no asome a ellos alguna lágrima.
Gerardo dice: «puedo preguntarte una cosa?»
Aurora asiente
Gerardo dice: «vos le querías en serio, verdad?»
Aurora se muerde los labios, seria.
Dices: «en principio…empezamos a compartir cosas, él me contó parte de su historia, yo le conté gran parte de la mía…sentí que podía confiar en él, parecía sincero.»
Gerardo asiente, impotente.
Dices: «cuando menos lo esperaba…empezó a gustarme cada vez más, nos animábamos a ir avanzando, creo que casi sin darnos cuenta y sí…llegué a quererle.»
Gerardo dice: «ya veo…por eso te marcó tanto, y hasta ahora.»
Aurora asiente
Dices: «tanto que en este último tiempo estuve con 2 tipos y te juro, nunca me sentí tan vulnerable como me pasó con ambos. Eso me tiene frustrada, ya no quiero exponerme más.»
Gerardo sonríe.
Gerardo dice: «Ves? Si me contás este tipo de cosas te puedo entender mejor, y podemos ver qué hacer. Sé que odiás sentirte débil ante un hombre, también sé que tu orgullo te puede llevar a cerrarte…y peor si sabés, o creés que te equivocaste. Sos una hermosa perfeccionista.»
Aurora asiente
Gerardo dice: «puedo pedirte algo más? Sé que a lo mejor reabrimos heridas viejas pero…creo necesario que hablemos de esto. Me dejás?»
Dices: «a dónde querés llegar? No me digas que…»
Aurora suspira y niega tras pensar un poco:
Gerardo vuelve a buscar una de sus manos y se la toma con suavidad.
Dices: «no boludo, por favor»
Gerardo dice: «tranquila, yo entiendo si no querés tocar el tema, pero también considero que este es el momento adecuado de aclarar algunas cosas, esto nos va hacer bien a los 2, auro. Date esa oportunidad.»
Dices: «creo que no hay nada que aclarar, pero bueno…»
Aurora se tensa y al intentar levantarse Gerardo la detiene, volviéndola a tumbar.
Gerardo Le acaricia el rostro por un instante y ella le saca la mano, mirándolo con ojos un tanto empañados que ya no logra disimular.
Gerardo se recuesta cerca de ella pero sin animarse a avanzar más, la mira fijo a los ojos.
Aurora se predispone a hablar, casi de modo desesperado; notando como las emociones oprimen su pecho.
Dices: «yo no sé qué te puedo decir, sabés la historia de punta a punta. El me mensajeó para decirme que vaya al departamento. No era la primera vez que me decía eso y las otras veces fue todo normal, yo me fui a penas salí del cursillo de la facultad.»
Dices: «llegué, toqué el timbre varias veces y enseguida me escribe que pase porque estaba abierto, que andaba ocupado. Entré y los vi…»
Aurora se comienza a agitar a causa de la emoción que intenta reprimir.
Gerardo la mira preocupado, pero sabe que debe dejarla liberarse como él pretendía desde hace tiempo.
Dices: «él estaba tomadísimo…otros 2 tipos estaban con él en las mismas condiciones…porros y alcohol alrededor de ellos, yo solo me enojé y le pregunté qué era esto, ninguno de ellos estaba del todo consciente para contestar.»
Gerardo la abraza cuando se da cuenta que está por romperse.
Aurora se deja hacer, sin fuerzas y centrada únicamente en terminar su catarsis, dejando caer las lágrimas.
Dices: «quise salir de ahí, las últimas palabras que le dije fueron…no tengo pensado fundir mi vida con esa mierda. Uno de sus amigotes me bloqueó el paso, lo miré fijamente y…»
Aurora se quiebra sin poder articular más palabras.
Gerardo murmura: «de a poco y con calma, mi vida.»
Murmuras: «me di cuenta que…que estaba volado, le aparté de mí como pude y se cayó al piso…a duras penas pude salir, Matías y el otro estaban peor, por lo que no pudieron…atajarme.»
Aurora llora en silencio
Gerardo la aferra a él con mucha fuerza, respetando su momento al compartir su silencio con ella.
Aurora se toma un tiempo, luego levanta la cabeza con lágrimas en los ojos
Dices: «el resto de la historia ya la sabés. Yo estaba desesperada, vos me encontraste bajando las escaleras…»
Gerardo asiente, suspirando.
Gerardo dice: «estás bien? Querés agua?»
Aurora asiente y le señala su mochila.
Gerardo comprende el gesto, abre la mochila y saca un botellín y se lo pasa.
Aurora respira profundo para calmarse, desviando la mirada; bebe agua aunque no consigue relajarse del todo.
Gerardo cierra la mochila y se vuelve a acomodar, abrazándola; ahora es él quien se emociona.
Gerardo dice: «me acuerdo como si fuera ayer…me dijiste a gritos que mi hermano quería fundirte la vida, que no querías saber de él…hasta me pediste que borrara tu número de su celular:»
Aurora asiente, bebe algo más de agua y le pasa la botella a Gerardo, quien la pone en la mesita de luz.
Gerardo dice: «a este punto quería llegar, porque hay una parte de la historia que no sabés, y necesito que la sepas.»
Aurora lo mira con sorpresa y todavía rastros de la emoción en sus facciones, mientras se seca las lágrimas.
Dices: «qué me decís? Hay algo que yo no sé? hija de mil…»
Gerardo asiente, acongojado
Dices: «qué esperás para hablar?»
Aurora vuelve a suspirar intentando relajarse del todo y estar atenta.
Gerardo prefiere alejarse un poco de ella esta vez.
Gerardo dice: «ese día, después de estar seguro de que te calmaste y de llamar el taxi para que vayas a tu casa, fui a ver lo que pasaba, y encontré a los tipos matándose de la risa, seguían tomando y fumando como si nada más importara.»
Gerardo dice: «mandé a los otros dos a la mierda, los eché del departamento. Cuando se fueron vi el teléfono que se le cayó a uno de estos infelices. Auro, estaban filmando todo, pensaban filmarte a vos también…quien sabe en qué condiciones.»
Dices: «qué? me estás jodiendo?»
Aurora abre los ojos muy grandes y se levanta, pero al hacerlo de golpe se siente mareada y se sostiene por la cama con a penas una de sus manos.
Gerardo se mueve rápidamente hacia el lado donde se encuentra ella e intenta sostenerla mejor
Dices: «mierda, parezco una enferma; será posible.»
Gerardo la mira y niega
Gerardo dice: «no, solo que no tenés que apurarte…a ver, acostate de nuevo y esperá para levantarte, no lo hagas de golpe. Vos sos fuerte, Auro preciosa.»
Dices: «dejalo así y contame eso…el hijo de puta me quería filmar?»
Aurora se vuelve a tumbar y suspira, mirando a Gerardo interrogante.
Gerardo la suelta al verla segura y regresa a su lugar. Tiene el rostro tenso y vuelve a transpirar de nervios.
Gerardo dice: «sí…venían filmando todo desde poco antes que vos entraras. Escuché lo que te dijeron, lo que vos les dijiste, se vio como salías y ellos se reían. Incluso…»
Gerardo suspira profundamente.
Aurora lo mira
Gerardo dice: «Matías se levantó con uno de ellos como para perseguirte, llegaron a salir…menos mal ninguno daba de sí para correr a tu ritmo y eso se vio en el video. Ni bien terminé de verlo tiré el teléfono al piso, me aseguré de que se hiciera pedacitos. El memory card quedó intacto, agarré un encendedor que estaba cerca de mi hermano y le prendí fuego.»
Aurora está sin palabra alguna, muy impactada y mirando a Gerardo.
Gerardo dice: «me peleé con él, jamás iba a permitir que ese video se expanda, aunque no haya pasado nada. pero si pasaba…te iba joder la vida eso, Aurora.»
Aurora asiente, comenzando a enfadarse.
Dices: «por qué mierda no me contaste eso antes? Qué hubiera pasado si tu hermano hacía eso a conciencia, eh?»
Aurora siente que nuevamente la respiración se le acelera sin control
Gerardo la mira sin saber muy bien como actuar. No le responde al momento, esperando a que se tranquilice.
Dices: «contestame ahora, idiota!»
Gerardo la atrapa entre uno de sus brazos de nuevo, mientras con el otro se cubre la cara ante una eventual reacción agresiva de Aurora, a quien le tiembla el cuerpo producto de la repentina ira.
Gerardo murmura: «calmate por favor y te explico.»
Aurora intenta regularizar su respiración, aunque le lleva un buen tiempo conseguirlo.
Gerardo murmura: «así mi Auro, despacio. Te cuento pero necesito que te relajes.»
Aurora asiente
Gerardo dice: «no te dije nada porque en ese momento lo único que quería, junto a tus hermanos y nuestra gente, era sacarte de tu ensimismamiento. Pasado el tiempo sinceramente no me animé, no quería volver a verte así y me imaginaba que eso podía impactarte.»
Aurora parece no poder respirar bien, intentando reprimirse al máximo. Vuelve a tomar la almoada y se cubre el rostro una vez más.
Gerardo se mueve hacia el lateral contrario y aprovechando que está de espaldas, le hace masajes suaves a los que ella no se opone, por estar escondida nuevamente para dejar escapar el llanto.
Gerardo dice: «te dejo sola, lo estás necesitando. Pero voy a estar pendiente, si querés escribime cuando estés bien, sí? Tenés mucho por asimilar y te entiendo.»
Aurora se descubre dejando notar su profundo pesar y se gira por completo para negar con la cabeza.
Dices: «alguien más…sabe esto del video? Auxita, Luis…»
Gerardo niega, Aurora suspira de alivio.
Dices: «Matías…él sí…y salió del..centro de…rehabilitación, justo ahora…»
Gerardo dice: «tranquila, él no va contar nada. Yo sé de muchas otras andadas de él que le caería mal que yo contara, así que llegamos a una especie de acuerdo con eso, auro.»
Gerardo dice: «igual yo sé que nadie le creería ni le querría escuchar, al menos nadie de los que te recuperamos de ese impacto. Encima, la prueba está hecha cenizas, hermosa. Además de que claro, al final no pasó a mayores, por decirlo»
Aurora asiente, un poco más relajada aunque sigue con una conmoción que no había mostrado antes.
Dices: «gracias, Gerardo…por vos mi imagen no se fue a la puta…te debo la vida.»
Aurora se abraza a Gerardo, este le devuelve el abrazo y la acaricia con mucha suavidad y cariño.
Gerardo dice: «no me debés absolutamente nada, mi preciosa. Con verte bien y feliz me conformo.»
Dices: «no tenía idea del dichoso video…hija de mil lo que hubiera pasado…no me hubiera dejado drogar ni hubiera dejado que pase nada más en presencia de estos otros pero…»
Aurora se muestra bastante preocupada y suspira profundamente.
Gerardo dice: «nena tranquila, mirame»
Aurora lo mira
Gerardo dice: «procurá no darle más vueltas a eso, por suerte no pasó a mayores y ahora estás acá, mejor que nunca, liberada de este resentimiento al que te aferrabas y que te robaba una parte de vos.»
Aurora muestra cierta extrañeza ante esas palabras pero asiente sin decir nada.
Gerardo sonríe
Gerardo dice: «vamos, lo hice porque ya desde ese momento y un poco antes sabía lo que valías, no podía dejar que el tarado de mi hermano te funda así.»
Gerardo dice: «ahora escuchame una cosa…yo quiero dejar que asimiles esto, que te pongas bien…y cuando creas conveniente respondeme si al menos me darías una oportunidad; sea el tiempo que sea que te tomes, yo te voy a esperar.»
Aurora intenta hablar, pero Gerardo niega con la cabeza y le pone ambas manos en el rostro.
Gerardo dice: «no quiero que ahora con las emociones a mil me digas nada sobre el tema, esperá a poder pensar con esa cabecita fría que te caracteriza, te parece? Así te vas a sentir más cómoda.»
Dices: «creo que sí, voy a necesitar tiempo…no es que me vaya a traumar por esto pero, al menos ahora mismo me resulta fuerte.»
Gerardo dice: «entiendo, pero ahora que estás liberada te puedo asegurar que sos todavía más fuerte que esto y mil cosas más.»
Aurora lo mira a los ojos, Gerardo le sostiene la mirada y ambos, dejándose llevar, se besan por primera vez en los labios, tomándose un buen tiempo. Luego se separan.
Dices: «qué te puedo decir…me gustás mucho pero…»
Aurora niega, Gerardo se aferra a ella ante la duda y suspira.
Gerardo murmura: «ya te dije, no me apuro. Y voy a hacer lo que sea por verte bien, aún si eso implica que no estemos juntos.»
Murmuras: «sos un buen tipo, pero dejá que me trague esto otro y vemos qué hacer, estamos?»
Gerardo sonríe y asiente, también algo más relajado.
Murmuras: «»perdoname, te traté re mal, pero es que…»
Gerardo la calla con otro beso en los labios, el cual Aurora corresponde con ansia.
Gerardo murmura: «tranquila, ya pasó. Lo importante es que te estás dando cuenta cómo soy, era mi mayor miedo que te quedaras con un mal concepto por culpa de mi hermano.»
Gerardo murmura: «solo quiero darte lo mejor que pueda y verte tranquila. Disfrutando de tu vida, siendo vos misma. Te juro, eso me haría hiper feliz a mí»
Murmuras: «gracias…por esto.»
Aurora sonríe ligeramente, Gerardo ve su sonrisa y de inmediato, la mirada se le ilumina.
Gerardo murmura: «hoy y siempre para vos, bella cautiva.»
Gerardo, como había prometido, dejó a Aurora sola en su espacio para que pudiera reponerse del impacto emocional que acababa de vivir. Aurora se dispuso únicamente a dormir una vez vencida por el cansancio.