Punto de vista: Doris
Soledad se acerca a la celda más alejada de todas
Soledad observa a una chica en su interior
García se acerca a la celda y ve a soledad
Miguel_angel se acerca y observa a la chica
Soledad dice: «Hola?»
Doris está hecha un ovillo en un rincón de la celda
García dice con acento español, «hola de nuevo, chicos.»
Miguel_angel dice con acento uruguayo, «hola, gusto verte»
Soledad mira al agente pero rápidamente desvía la mirada a la chica
García dice con acento español, «no os preocupéis por ella, es una impedida, me la tengo que llevar»
Soledad dice: «pobrecita»
Soledad dice: «me da mucha pena, che»
García dice con acento español, «No pasa nada, es una impedida, tranquilos.»
Miguel_angel dice con acento uruguayo, «pobre muchacha»
García entra en la celda y observa a la chica
García te mira.
Soledad dice: «bueno, Chiqita vas a estar bien, sí? te llevarán con gente como tú»
Doris permanece en el mismo sitio sin comprender lo que pasa
Dices: «no sé»
Miguel_angel dice con acento uruguayo, «estarás bien pequeña»
Dices: «las personas que se portan mal van a una celda pero yo no me porté mal»
Miguel_angel murmura con acento uruguayo, «¿eso le han enseñado?»
García esposa a la chica y la observa para detectar signos de agresividad
Doris se deja hacer
Dices: «por qué me ponen eso»
Miguel_angel dice con acento uruguayo, «es por tu seguridad»
Dices: «pero ya no me he mordido las uñas»
García levanta a la chica para que se ponga en pie.
Miguel_angel dice con acento uruguayo, «¿te ayudo?»
García dice con acento español, «tranquilo, no es de los agresivos»
Doris SE PONE DE PIE
Miguel_angel dice con acento uruguayo, «avisa cualquier cosa»
Dices: «QUÍTAME ESO QUE ME DA MIEDO»
García la coge de la mano y la saca de la celda.
Doris RESPIRA NERVIOSA
vehículo policial p2
Es un coche con los cristales normales, sistema manual para bajar las ventanillas y el panel de control que contiene los indicadores para medir velocidad, distancia recorrida, y nivel de combustible frente al puesto del conductor. También está el panel de instrumentos del coche y unidas al volante, las palancas de cambio y de activación del limpiaparabrisas. Hacia el centro puedes verlos mandos para la calefacción, el aire acondicionado y la radio. Del lado derecho está la guantera y sobre esta, igual que del lado izquierdo, un conducto de ventilación. todos los asientos están forrados en tela, a juego con el color de la carrocería.
No ves salidas en este lugar.
García trae a Doris hasta el coche policial.
Doris OBSERVA TODO CON CURIOSIDAD
García la sienta en el asiento de atrás y se coloca en el del conductor.
García cierra las puertas.
Dices: «A DÓNDE VAMOS»
García la observa por el espejo retrovisor sin decir una palabra.
García arranca el motor.
Hay tanto tráfico que todos los coches van como tortuga escayolada.
dos conductores vociferan y se insultan.
Una moto adelanta a un taxi y se cambia de canal.
El semáforo se pone en rojo y un conductor pisa el freno.
Un taxista le saca el dedo grosero a otro conductor cuando este lo adelanta.
Una moto adelanta a un taxi y se cambia de canal.
Doris SE DESESPERA por tener las esposas
Un motociclista se cambia al canal izquierdo.
El semáforo se pone en verde y un motociclista pisa el acelerador.
dos conductores vociferan y se insultan.
Alguien en el coche de al lado enciende la radio.
Un coche adelanta a un taxi.
Un taxi cambia al canal derecho.
García mantiene la mirada al frente, ignorando a Doris
El vehículo reduce la velocidad y se detiene al llegar a su destino.
Doris observa todo respirando nerviosa
el coche policial avanza por las transitadas calles de Madrid.
la gente camina apresuradamente, ajena a la situación que se desarrolla en el interior del vehículo.
Doris va a rascarse, pero las esposas se lo impiden
García aprieta el volante con fuerza, su expresión impasible.
una pequeña duda asoma en la mirada del agente.
Dices: «falta mucho?»
el coche policial se detiene frente a una enorme instalación.
García te mira.
García le coloca una chapa con las siglas I.D.O a Doris en el cuello.
Doris mira la chapa con curiosidad
Dices: «para qué es esto»
García apaga el motor.
García abre la puerta trasera del coche y saca a Doris con firmeza
Comunidad de Madrid; Las afueras de una enorme instalación
Te encuentras frente a una enorme instalación rodeada de altos muros y alambradas de púas.
Ves vehículo policial p2 aquí.
Te encuentras con García.
No ves salidas en este lugar.
García cierra vehículo policial p2
varios guardias de seguridad esperan en la entrada de la instalación.
Doris se pone nerviosa al ver a los guardias
el guardia de seguridad le dice a Doris, «Es mejor que cooperes si no quieres tener problemas.»
Dices: «qué es cooperar»
Doris lo observa confundida
Los guardias rodean a Doris, formando una especie de muro humano mientras caminan a la entrada de la instalación.
La cara de Doris es de puro miedo
escuchas música a lo lejos
Doris camina dejándose hacer
los gritos y súplicas de otros prisioneros resuenan en el aire.
Doris escucha los gritos y palidece
Doris es escoltada al interior de la tenebrosa instalación.
Los guardias ven que llevas la chapa de la IDO y te dejan entrar.
vestíbulo
El vestíbulo de la instalación está iluminado por luces fluorescentes frías, que emiten un débil resplandor. Las paredes están pintadas de blanco y decoradas con carteles que promueven la supuesta perfección y normalidad. El ambiente es opresivo y silencioso. En un mostrador de recepción, una recepcionista fría y sin emociones examina expedientes. El ambiente sombrío y la impotencia llenan el aire. Hay una puerta cerca con el letrero ‘Área de evaluación’.
Salidas visibles: fuera y evaluacion
Doris lo observa todo sin saber qué hacer
La mirada perdida de otros prisioneros en la cercanía revelan el miedo y la desesperanza que han experimentado
la recepcionista dice a Doris, «Nombre y número de expediente.»
Dices: «me llamo Doris»
Dices: «número de qué?»
La recepcionista levanta la mirada y estudia a Doris con indiferencia mientras señala a un banco cercano.
La recepcionista dice, «Siéntate y espera tu turno, alguien vendrá por ti.»
Doris se sienta en el banco
Otros prisioneros, algunos con visibles discapacidades físicas y emocionales, esperan en silencio.
Doris mira a los otros prisioneros sin atreverse a hablar
El ambiente sombrío y la sensación de impotencia llenan el aire.
Doris se mueve atrás y adelante
La puerta del área de evaluación se abre momentáneamente, revelando una breve visión de médicos y científicos moviéndose alrededor de equipos médicos y equipos de pruebas.
Doris se distrae al abrirse la puerta
un hombre vestido de bata blanca se acerca a Doris.
Doris mira al hombre y dice, pero no me siento mal
el hombre tiene una mirada fría y calculadora, y su presencia solo aumenta el temor en el aire.
La expresión de Doris refleja el terror más puro
el hombre de bata blanca dice de forma despectiva, «Sígueme, por favor, es hora de tu evaluación.»
Doris se levanta y comienza a seguir al hombre
Área de evaluación
Te encuentras en una sala estéril y clínica. Las paredes están cubiertas de azulejos blancos, y una iluminación fría y brillante inunda el lugar. Hay varios equipos médicos, monitores y máquinas extrañas dispersas por la habitación. En el centro de la sala, hay una camilla metálica, rodeada de médicos y científicos vestidos con batas blancas. El aire se llena con el zumbido suave de los dispositivos electrónicos y el murmullo apresurado de los profesionales.
Salidas visibles: fuera
El hombre de bata blanca guía a Doris hacia la camilla, donde le indica que se acueste.
Doris se acuesta con nervios
el hombre dice, «Por favor, permanezca quieta.»
Doris hace lo que se le indica
el hombre dice, «esta evaluación nos permitirá conocer mejor su condición y tomar las medidas necesarias.»
Doris lo mira sin entender
Dices: «pero no me duele nada»
los médicos y científicos la rodean, preparándose para iniciar el procedimiento.
uno de los médicos sujeta una jeringa, mientras que otro ajusta una serie de electrodos en la cabeza de Ana, la chica de la camilla a la derecha.
Dices: «por qué le ponen eso»
un médico dice, «No se preocupe, esto será rápido y sin dolor.»
el hombre con bata blanca observa con impasibilidad, mientras los monitores comienzan a emitir pitidos y gráficos en movimiento.
El procedimiento comienza, y Doris siente un pinchazo en el brazo cuando la jeringa se hunde en su piel.
Doris da un respingo al sentir el pinchazo
poco a poco, los efectos de los medicamentos comienzan a adormecerla.
los médicos y científicos continúan su trabajo.
el ruido de las máquinas y las voces se desvanecen lentamente mientras Doris cae en un profundo sueño, su destino en manos de aquellos que la someten a una evaluación despiadada.