Punto de vista: Arnulfo
Tras haber hecho una cita previa en el instituto de psicología, Arnulfo conduce a dicho lugar cuando…
Llamada entrante de Layna.
Un teléfono suena en este lugar.
Arnulfo activa el manos libres para responder
Descuelgas la llamada y se establece la comunicación.
Dices por teléfono, «hola?»
Layna te dice por teléfono, «¿Hola?, Arnulfo ?»
Dices por teléfono, «él habla»
Layna te dice por teléfono, «Un gusto saludarte, soy Layna del instituto de Psicología, para confirmar tu cita de hoy.»
Dices por teléfono, «sí, claro»
Layna te dice por teléfono, «Genial, entonces te espero.»
Dices por teléfono, «justo estaba por ahí, así que no tardo»
Layna te dice por teléfono, «Estupendo «
Layna ha colgado.
Arnulfo llega a su destino, apaga el motor y sale del auto
Arnulfo cierra el coche y la alarma se activa
Comunidad de Madrid; Calle de San Bernardo.
La calle de San Bernardo es una Vía Pública que discurre desde la Plaza de Santo Domingo hasta la Glorieta de Quevedo, en los distritos Centro y Chamberí.
En esta calle puedes observar como edificios el palacio de Justicia. También hay otro edificio histórico, el de la antigua universidad central, que da nombre al barrio. También puedes ver el palacio Bauer.
también puedes observar edificios religiosos como el convento de las Salesas Nuevas y el Instituto Lope de Vega.
Ves Saet aAhueca de color rojo fuego aquí.
Salidas visibles: glorieta-ruiz-gimenez, plaza-santo-domingo, glorieta-de-quevedo, palacio-bauer, palacio-santa-cruz, iglesia, calle-espiritu-santo, calle-del-pez, instituto, calle-de-los-reyes, marques-de-leganes, y calle-de-la-estrella
Arnulfo entra en el instituto
Comunidad de Madrid; Instituto Madrid de Psicología.
con más de 20 años de experiencia cuidando la salud de sus pacientes, los psicólogos de este centro son expertos en ansiedad, estrés, TOC y terapia de pareja.
Apenas al entrar puedes observar el módulo de recepción, en donde una amable joven se encarga de gestionar la solicitud de citas, atender el teléfono y otras tareas administrativas.
Hacia una esquina, diagonal a la recepción, hay una pequeña salita de espera, con varios sillones, una mesita ratona y revistas.
Junto a la recepción, a la derecha, una puerta de cristal templado permite acceder a un estrecho pasillo que da hacia los consultorios. Al final del pasillo se encuentran los aseos de dama y caballero y girando a la izquierda una pequeña sala de conferencias y la oficina de la dirección.
Ves Una recepcionista, Una mesita ratona de cristal, y Un juego de sillones de cuero aquí.
Salidas visibles: fuera
Una recepcionista disimula un bostezo
Arnulfo se acerca a la recepcionista
Arnulfo saluda a la recepcionista y le entrega el pago correspondiente.
Personal de este lugar te acompaña al interior del instituto.
Tras entrar en este lugar, el personal se marcha hacia afuera.
Arnulfo entra al interior del instituto en compañía de personal que trabaja en este lugar.
Comunidad de Madrid; Interior del Instituto Madrid de Psicología.
Te encuentras en el interior del Instituto Madrid de Psicología. al traspasar la puerta de cristal observas un pasillo estrecho en el que te encuentras a la derecha los consultorios, al final una puerta que da a los aseos y al girar hacia la izquierda, una cómoda sala de conferencias y la dirección del instituto.
Escribe ‘invitar’ para autorizar el acceso a esta área.
Te encuentras con Layna.
Salidas visibles: fuera, consultorio, conferencias, y direccion
Layna te mira.
Layna sonríe
Arnulfo sonríe disimulando los nervios
Layna dice con acento Ateniense, «Hola, Arnulfo .»
Dices: «hola, doctora»
Layna dice con acento Ateniense, «Acompáñame al consultorio.»
Dices: «claro»
Layna camina despacio y abre una puerta.
Layna se marcha.
Arnulfo camina siguiendo a Layna
Comunidad de Madrid; Consultorio
Es un consultorio decorado con colores claros, buscando generar un ambiente de relajación. Frente a la puerta se encuentra un escritorio con un ordenador, una impresora, un teléfono y una silla de cuero color crema. Del otro lado del escritorio hay un par de sillas de visitante, también de color crema. El suelo es de cerámica en un tono beige mate y sobre este hay una moqueta color café, sobre la que puedes observar un paraván que separa el consultorio de un espacio más pequeño y privado, donde puedes ver un sillón y un diván de cuero color beige.
Ves Un escritorio de madera de nogal, Una moqueta de lana, Un paraván de madera, Un sillón de cuero, y Un diván de cuero aquí.
Te encuentras con Layna.
Salidas visibles: fuera
Layna dice con acento Ateniense, «Por favor toma asiento «
Layna se acomoda en la silla detrás del escritorio.
Te acomodas en la silla delante del escritorio.
Layna apoya las manos sobre el escritorio.
Layna dice con acento Ateniense, «bueno, qué tal has estado? ¿qué te trae a consulta?»
Arnulfo respira haciendo a un lado los nervios y la vergüenza
Layna se fija en el nerviosismo del joven y le sonríe para apaciguarlo.
Dices: «pues ya recuperé mi casa y todo, pero eso no es lo que me trae por aquí»
Layna dice con acento Ateniense, «Me parecen muy buenas noticias, te escucho.»
Arnulfo se pone un poco rojo
Layna ladea la cabeza ligeramente y observa la reacción de Arnulfo .
Dices: «me da mucha vergüenza lo que voy a contar, pero es mejor que lo saque porque de lo contrario se me van a reventar las ideas»
Layna dice con acento Ateniense, «que te animes a venir ya es un muy buen paso. Quiero recordarte que estoy aquí para orientarte, no para juzgarte.»
oyes sonidos de obra y maquinaria de construcción
la cara de Arnulfo parece de fuego de lo roja que está
Layna nota el sonrojo del joven y aguarda por que se anime a hablar.
Dices: «bueno es que…ains cómo lo digo»
Layna dice con acento Ateniense, «Pues como te salga, no te preocupes por las formas.»
Dices: «es que resulta ser que un amigo mío me mandó un mensaje por error»
Layna cabecea ligeramente prestando atención.
Dices: «en el mensaje entre otras cosas había una foto de un hombre al que le pegaban con un látigo»
Layna dice con acento Ateniense, «comprendo.»
Layna dice con acento Ateniense, «qué te provocó esa imagen?»
Dices: «la cuestión es que cuando vi la foto, comencé a fantasear imaginando que era yo ese de la foto»
Layna dice con acento Ateniense, «Muy bien. ¿Quieres contarme cómo son esas fantasías?»
Arnulfo se sonroja más de lo que ya está
Dices: «que ese de la foto soy yo»
Layna dice con acento Ateniense, «No pasa nada, puedes hablar con confianza. Además, lo que digas aquí, aquí se queda.»
Dices: «y que por consiguiente, es a mí a quien le pegan»
Layna dice con acento Ateniense, «Muy bien. Eso te molesta? O te genera placer.»
Dices: «me genera placer, hasta sueño con eso»
Dices: «y con perdón, pero es que hasta me recreo con ello»
Layna dice con acento Ateniense, «De acuerdo. ¿Podrías decirme con qué frecuencia fantaseas o tienes estos sueños?»
Layna sonríe.
Layna dice con acento Ateniense, «No tienes que pedir perdón, no pasa nada.»
Layna dice con acento Ateniense, «me gustaría hacerte una pregunta, piénsalo antes de responderme.»
Layna dice con acento Ateniense, «disfrutas con el dolor, o con la idea de sentirte sometido y cediendo el control a otra persona.»
Arnulfo se queda pensando
Dices: «con lo segundo»
Layna dice con acento Ateniense, «muy bien. Y podrías decirme con qué frecuencia tienes estas fantasías?»
Layna dice con acento Ateniense, «todos los días, dos o tres veces por semana, eventualmente «
Dices: «no me había puesto a pensar con la frecuencia,, pero es eventualmente»
Dices: «pero ya con eso tengo para pensar que soy un enfermo por fantasear con eso»
oyes sirenas a lo lejos
Layna dice con acento Ateniense, «de acuerdo. ¿Sabrías decirme qué tan intensos son los sueños? Las fantasías? Por ejemplo: tienes erecciones, poluciones nocturnas, te ves en necesidad de masturbarte?»
Arnulfo recuerda algo y se sonroja
Layna dice con acento Ateniense, «Por qué piensas que estás enfermo? me refiero, qué idea te hace llegar a esa conclusión?»
Layna dice con acento Ateniense, «Primero trata de responderme la pregunta anterior porque es importante determinar la intensidad «
Dices: «he tenido erecciones y hasta me masturbo pensando»
Layna dice con acento Ateniense, «Vale, pero te masturbas porque no logras controlar el impulso sexual o simplemente porque te apetece recrearte «
Dices: «por el placer que me causa recrearme en la fantasía»
Layna dice con acento Ateniense, «muy bien. Ahora podrías decirme por qué crees que estás enfermo? ¿Te sientes culpable? O solo es la idea sobre lo que otros pensarán.»
Dices: «claro, tampoco es que me la pase fantaseando todo el tiempo y masturbándome a cada rato por ahí, pero sí que suelo recrearme recordando los sueños»
Arnulfo se rasca la cabeza
Layna dice con acento Ateniense, «Bueno, eso es de lo más natural, me refiero a recrearnos con lo que nos resulta placentero.»
Dices: «en parte por lo que otros pensarán;»
Layna dice con acento Ateniense, «Comprendo. Te preocupa que te rechacen?»
Dices: «en parte también porque bueno, vengo de una familia en la que se vivía peor que en un cuartel por lo estricto del ambiente»
Arnulfo asiente ante la pregunta
Layna aprieta un poco los labios y cabecea, comprensiva.
Layna dice con acento Ateniense, «Los ambientes muy estrictos suelen ser inflexibles frente a la diversidad. Eso no significa que obligatoriamente hay una enfermedad o trastorno de por medio.»
Layna dice con acento Ateniense, «me gustaría hacerte un par de preguntas más, si estás de acuerdo.»
Dices: «ya una vez cuando tenía unos doce o trece años tuve una erección mientras veía una película en la que salía una mujer desnuda; se dieron cuenta y además de llamarme cochino y regañarme frente a todos, me obligaron a bañarme con agua fría para que se me quitara lo guarro»
Layna dice con acento Ateniense, «ya veo.»
Dices: «claro»
Layna dice con acento Ateniense, «bien…»
Layna dice con acento Ateniense, «has tenido alguna experiencia de este estilo? me refiero, emulando tu fantasía? O solo has tenido fantasías y sueños.»
Dices: «sólo han sido fantasías y sueños»
Layna dice con acento Ateniense, «Muy bien.»
Layna dice con acento Ateniense, «ahora que me has comentado esto, cómo te sientes?»
Arnulfo sonríe levemente
Layna responde a su sonrisa.
Dices: «la verdad algo mejor, ya que pensaba que seguro saldría corriendo en cuanto dijera lo que me pasa»
Layna dice con acento Ateniense, «en absoluto, Arnulfo . Estoy aquí para apoyarte, no para hacer juicios de ningún tipo.»
Dices: «ya incluso me atreví a contarle a este amigo, el del mensaje y también creí que me dejaría de hablar en cuanto escuchara todo aquello»
Layna dice con acento Ateniense, «además, quiero explicarte algunas cosas porque quizá eso te ayude a manejar la ansiedad que te genera esta preferencia.»
Arnulfo asiente, escuchando
Layna dice con acento Ateniense, «Fíjate, entiendo que no ha sido así.»
Arnulfo niega sonriendo
Layna lo mira a los ojos.
Dices: «al contrario, él fue quien me recomendó venir y hasta me contó que él se sentía igual por su preferencia»
Layna dice con acento Ateniense, «La educación muy rígida como en tu caso, a veces ocasiona que cualquier detalle que salga de lo que nos han inculcado se entienda como algo negativo.»
Layna dice con acento Ateniense, «Y has hecho bien en venir.»
Layna sonríe
Arnulfo corresponde a la sonrisa
Layna dice con acento Ateniense, «Las preguntas que te hice, tienen la finalidad de determinar la frecuencia y la intensidad.»
Layna dice con acento Ateniense, «De esos factores depende que se realice un diagnóstico más preciso de la existencia de un trastorno o no.»
Layna dice con acento Ateniense, «en tu caso, si te fijas, la frecuencia no es alta y la intensidad tampoco. Eso significa que puedes tener tendencias y rasgos, pero no un trastorno masoquista. que sería lo que más se aproxima a lo que comentas.»
Arnulfo asiente ante la explicación; se le nota más relajado
Layna dice con acento Ateniense, «si tus fantasías, sueños, la recreación y las actividades que se deriven de esta tendencia te impidiesen tener una vida normal, ahí sí estaríamos en presencia de un trastorno.»
Layna dice con acento Ateniense, «Es verdad que hay que atender esas emociones de miedo, sobre todo porque generan culpa, angustia. Y la idea es estar lo mejor posible.»
Layna dice con acento Ateniense, «Por otra parte, disculpa la pregunta, pero tienes pareja actualmente?»
Dices: «tuve una pero hace mucho no la veo»
Dices: «éramos de esos novios que como dicen en mi tierra, de manita sudada»
Layna dice con acento Ateniense, «lo pregunto porque sería interesante que pudieras tratar de experimentar en la intimidad. De tal manera que puedas revisar si realmente disfrutas de este tipo de prácticas o si solo es una fantasía.»
Layna dice con acento Ateniense, «si no tienes la posibilidad, entiendo que hay algunos clubes donde personas que disfrutan de este tipo de prácticas socializan y comparten experiencias.»
Dices: «entiendo»
Layna dice con acento Ateniense, «Podrías intentar acudir y conocer un poco más»
Layna dice con acento Ateniense, «solo si no te genera angustia o culpa.»
Dices: «la angustia estaba en lo que pensarían los demás si supieran»
Layna dice con acento Ateniense, «Lo que te comento es una sugerencia para que en realidad puedas comprobar por ti mismo si forma parte de tus preferencias o no.»
Layna dice con acento Ateniense, «luego, puedes venir y lo conversamos en la consulta.»
Dices: «sí, así lo haré»
Arnulfo se nota cada vez más relajado
Layna dice con acento Ateniense, «hay alguna otra cuestión que te preocupe y que quieras comentarme?»
Dices: «no por ahora»
Layna dice con acento Ateniense, «Muy bien, Arnulfo . Entonces, te veo en dos semanas. solo para ver cómo te encuentras y qué tal vas llevando tus fantasías con esta nueva información.»
Dices: «claro que sí, ahí estaré»
Layna dice con acento Ateniense, «si llegas a tener algún malestar, cualquier cosa, tienes mi número. me llamas.»
Dices: «así lo haré»
Layna sonríe.
Arnulfo corresponde a la sonrisa
Layna se levanta de Un escritorio de madera de nogal.
Te levantas de Un escritorio de madera de nogal.
Layna dice con acento Ateniense, «espero que te vaya muy bien, Arnulfo . me alegra que hayas recuperado tus propiedades y que te estés ocupando de tu salud mental.»
Dices: «gracias»
Layna dice con acento Ateniense, «a ti por venir y por la confianza.»
Dices: «sí, fue un proceso largo ,pero al fin tengo lo mío»
Layna abre la puerta del consultorio
Layna dice con acento Ateniense, «te acompaño.»
Arnulfo se despide sonriendo antes de salir