Punto de vista: Auxita
Auxita continúa pensativa, en tanto Aurora se ha quedado dormida, pero nuevamente con el rostro mostrando una evidente tensión
Auxita rememora en su mente las palabras de Aurora sobre su familia, recuerda los días en que nacieron sus sobrinas Fiorella y Monserrat; trae a su memoria también el día del matrimonio de su hermano Luis con Graciela, y no puede evitar recordar el momento en el que su hermano decidió finalmente viajar a España, en busca de nuevos horizontes.
Todos se encuentran en el aeropuerto, aguardando la hora de salida, Graciela se encuentra cabizbaja al igual que Josefina, en tanto Alberto y Luis intentan, junto con Auxita, distraer a las niñas. Aurora solo aguarda, viendo su alrededor con detenimiento.
Auxita dice: «preciosas, vamos a tomar un helado, quieren?»
Las niñas asienten, caminan con su tía pero Monserrat se detiene
Monserrat dice: «tía, por qué se va mi papá? Él dice que para trabajar, pero yo no le creo»
Auxita la mira, sorprendida
Auxita dice: «y por qué no le creés, mi cielo?»
Monserrat dice: «porque él trabaja bien acá, y no entiendo para qué tiene que viajar si está bien acá»
Fiorella mira el intercambio con curiosidad, su abuelo le hace un gesto llamándole y la niña corre extendiendo los bracitos para que la suba con él
Alberto dice: «vamos nosotros por el helado, mi amor? Que estas no van a parar de hablar»
Fiorella asiente, sonriendo
Alberto mira a Graciela
Graciela le devuelve la mirada y cree saber lo que le pedirá su suegro
Alberto dice: «nos vamos para que me ayudes? El vuelo sale en media hora recién»
Graciela asiente y camina junto a Alberto, toma en brazos a Fio y los 3 se alejan, buscando los helados en las cercanías
Aurora habla con su madre y su hermano algo más apartados, en tanto Auxita pasea con Monserrat y le va explicando como para que entienda, los motivos por los cuales su padre debe viajar
Monserrat dice: «pero va a volver, verdad?»
Auxita la mira, con ojos empañados pero intenta mantener la compostura
Auxita dice: «claro que va a volver, corazón; es solo por un tiempo, ya vas a ver que cuando menos lo esperes él va estar de vuelta con nosotros»
Monserrat asiente, no muy convencida
Pasados unos minutos, Alberto Graciela y Fiorella vienen trayendo los helados para todos, un poco a duras penas; cuando hubieron terminado de compartir ese momento familiar, era el preciso momento en el que Luis debía pasar a la zona de embarque para poder marcharse. Las niñas lloran al ver alejarse a su padre, Auxita y Josefina intentan consolarlas mientras Graciela, luego de que todos se despidieran de él con abrazos y besos, quedó algo más apartada hablando con su marido y confundiéndose con él en un profundo abrazo.
Auxita vuelve a la realidad y llora, procurando que sea en silencio aunque a ratos no puede evitar respirar agitadamente. Aurora se remueve en la cama, abre los ojos al haber escuchado a su hermana llorar
Aurora murmura algo incomprensible, Auxita la escucha y se sobresalta
Murmuras: «Auro, te pasa algo hermana?»
Aurora niega y suspira
Aurora murmura: «a la que le pasa algo es a vos, parece»
Murmuras: «perdón si te desperté…»
Auxita no puede evitar sollozar por momentos
Aurora la mira con los ojos entrecerrados; gira la cabeza y estira la mano, intentando alcanzar su móvil
Auxita ve el gesto y se apresura a pasárselo
Aurora lo recibe, abre algo más los ojos y teclea torpemente escribiendo un SMS
SMS enviado: «Mark, esta chica necesita dormir; llevale a su casa y quedate con ella, bajo ningún concepto le dejes sola. Yo no puedo hacer mucho, me siento débil y necesito dormir, y hay que estar pendiente de ella»
Aurora bloquea el teléfono y lo deja a su lado en la cama, suspira otra vez y advierte algo de dolor, pero menos intenso que en otros momentos
Murmuras: «hermanita, descansá, sí? Yo voy a intentar estar bien»
Auxita fuerza una sonrisa
Aurora la mira y niega
Aurora murmura: «eso que te crea quien no te conoce, pendeja; te vas con Mark a tu casa a dormir, mañana volvés. No es una opción, es una decisión»
Auxita asiente, Aurora intenta acomodarse nuevamente para dormir; su móvil vibra luego de un tiempo pero ella se ha dormido, y Auxita no quiere revisarlo ni molestarla para que lo vea, por lo que lo deja pasar
Auxita, algo más tranquila, mira la hora en su móvil
Auxita piensa: bueno, allá aún estarán despiertos, creo que puedo llamarles para al menos saber cómo están
Auxita sale sin hacer ruido de la habitación de Aurora, no ve a nadie en el pasillo y se dispone a verificar la configuración de su celular para hacer llamadas internacionales. Cierra la puerta y se recuesta contra ella, marca el número de su casa y aguarda que le contesten
Finalmente contesta una de las niñas
Monserrat dice por teléfono, «hola?»
Auxita la oye y se estremece, se le humedecen los ojos, trae a su mente la imagen de Arón que tenía la misma edad que ella; se queda al teléfono sin articular palabra
Monserrat dice por teléfono, insistente: «hola, quién es?»
Auxita intenta serenarse y habla bajito
Dices por teléfono, «Monse, mi amor…soy tía Auxi»
Monserrat dice por teléfono, «tía Auxi, holaa! Te escucho muy despacio»
Dices por teléfono, «sí amor, te hablo despacio porque acá es muy de noche y ya se duerme, pero quería saber cómo están por allá. Están tu abuela o abuelo para hablar con ellos, mi vida?»
Monserrat dice por teléfono, «abuela está, mi mamá también; abuelo salió un rato a jugar partido»
Auxita sonríe un poco
Dices por teléfono, «me pasás con tu abuela entonces, cariño?»
Monserrat dice por teléfono, «sí, ya le llamo; tía, y cuando vienen vos y tía Auro? Les extraño»
Auxita no puede evitarlo y deja rodar unas lágrimas por su cara
Dices por teléfono, «todavía no sé, cielo…pero pronto, volveremos pronto. Tía Auro y yo te queremos mucho, también a Fio; no se olviden nunca de eso»
Se oye a Monserrat reír del otro lado del teléfono y luego gritarle a su abuela, llamándola
Auxita se vuelve a estremecer, oyendo la risa de su sobrina
Monserrat dice por teléfono, «tía Auro también me quiere? Porque nunca me dice así como vos; pero yo sí le quiero mucho aunque a veces me rete»
Auxita se gira y mira instintivamente hacia la puerta, sonríe con los comentarios de la niña
Dices por teléfono, «te cuento un secreto? Pero no le digas; ella te quiere mucho también, solo que una vez, cuando dormía, vino un duendecito y le robó justo esas 2 palabras, entonces ya no pudo decirlo desde esa vez»
Monserrat vuelve a reír del otro lado
Monserrat dice por teléfono, «ah, entiendo, y también le robó su sonrisa, verdad?»
Auxita asiente para sí, sonriendo entre lágrimas casi sin darse cuenta
Dices por teléfono, «ahora que me hacés acordar…creo que sí, mi amor»
Se oye a Josefina decirle algo a Monserrat, esta le pasa el teléfono y grita del otro lado; te paso con abuelaa!»
Auxita espera que su madre pueda escucharla
Josefina dice por teléfono, «hola?»
Dices por teléfono, «hola, mami…»
Auxita habla bajito y procura que la voz no se le quiebre, aunque tiembla visiblemente
Josefina dice por teléfono, «Auxi, mi hijita, cómo están por allá? Y Aurora?»
Auxita se agarra del pomo de la puerta, intentando mantenerse en pie; procura no sollozar pero le cuesta mucho
Dices por teléfono, «estamos bien nomás mami, todo tranquilo; Aurora está…»
Auxita suspira
Dices por teléfono, «está bien también, por suerte»
Josefina dice por teléfono, «por qué se te escucha tan despacio, mi hija? Es como si estuvieras llorando, te pasa algo, mi reina?»
Auxita maldice en su mente por no poder mantener la compostura ante su madre para no preocuparla
Dices por teléfono, «no mami, pasa que estoy un poco resfriada, acá hace frío y bueno, ya sabés que a veces no me viene bien el cambio de temperatura. Además acá ya es muy de noche, por eso hablo despacio»
Josefina dice por teléfono, «cuidate que na mucho, mamita, y que Aurora no se haga la loca y salga a correr con el frío, sipa?»
Auxita vuelve a suspirar
Dices por teléfono, «tranquila mami, ella sabe cómo cuidarse. Y ustedes cómo están por allá?»
Josefina dice por teléfono, «todo bien, tu papá jugando fútbol como cada sábado de tarde, ya sabés; las nenas creciendo, no te imaginás cómo están ahora, lástima que no te puedo enviar sus fotos»
Josefina dice por teléfono, «y Luis que parece que va a venir en junio o julio, cuando sean sus vacaciones; ustedes no piensan venir luego más?»
Dices por teléfono, «mami…es que no sé si se puede salir de España ahora, hay un tema ahí con la frontera y está cerrada, pero claro que tenemos pensado irnos con Auro, seguro que a penas se solucione esto»
Se oye a Josefina suspirar
Josefina dice por teléfono, «es por esa guerra que comentaron con tu novio cuando vinieron acá? Y a propósito, cómo anda él?» Mandale saludos de mi parte»
Auxita baja un poco la mirada, tiembla un poco más y al sentir que puede perder el equilibrio, entra a la habitación nuevamente y se sienta en una silla que hay en la esquina más alejada a la cama
Dices por teléfono, «él anda bien, pero ya no somos pareja, mamá. Después te voy a contar toda la historia, ahora tengo que cortar; solo quería saber algo de ustedes, te prometo que les voy a llamar más…»
Auxita no lo puede evitar más y solloza, Josefina lo nota del otro lado
Josefina dice por teléfono, «pero che hija, qué piko te pasa? Estás llorando»
Josefina dice por teléfono, «no sé qué habrá pasado con tu novio, pero si no te hallás más vení, que venga Aurorita. Acá les necesitamos y extrañamos un montón, amor»
Auxita toma aire y hace su mayor esfuerzo para evitar llorar más
Dices por teléfono, «en cualquier momento nos vamos, mamá, yo te voy a llamar más seguido, sí? Y tranquila, que todo está bien, ciertamente las cosas están densas por acá, pero como te digo, mientras no se solucionhe lo de la frontera mucho no podemos hacer, espero que entiendas eso»
Josefina dice por teléfono, «entiendo corazón, pero algo tendrán que hacer, si ya no estás con ese muchacho no tiene sentido alguno que se queden más tiempo, cuando viniste me habías dicho eso, que solo regresabas a España por él y su situación. Me pasás con Aurora?»
Auxita mira hacia la cama y niega
Dices por teléfono, «ella ya duerme, mamá, pero mañana te voy a llamar para que ella hable contigo también, sí?»
Josefina dice por teléfono, «mmm…y bueno o qué che hija, pero pensá en lo que te digo, intenten volver, tiene que haber una solución a ese problema»
Auxita piensa: ojalá fuera fácil, mamá
Dices por teléfono, «dale besitos de mi parte a Fio, decile que le quiero mucho; cuídense ustedes también por allá, por favor»
Josefina dice por teléfono, «nosotros nos cuidamos, no te preocupes. Ustedes si que cuídense, hace frío y hay guerra, por favor anden con cuidado»
Dices por teléfono, «tranquila, del frío nos cuidamos nosotras y de la guerra nos cuidan los militares; despreocupate, mami. Y no te olvides, te quiero mucho, también a papá. Hasta mañana»
Josefina dice por teléfono, «y nosotros a ustedes, mis amores. Les esperamos siempre por acá. Hasta mañana, mi reina»
Cuelgas la llamada
Auxita piensa: odio tanto mentirte, mamá, espero tener el valor suficiente para contarte todo lo que pasó en este tiempo
Auxita se acerca a la cama donde su hermana duerme profundamente y le coge la mano, sin apretarla para que no despierte
Murmuras: «cuánta razón tenés, mi gemela valiente…la familia es la familia, ellos nunca abandonan. Bien dicen que Dios hace las cosas por algo, le agradezco el haberte enviado al mundo conmigo, sin vos sería difícil seguir adelante»
Auxita se acerca y le da un beso en la mejilla, Aurora ni se inmuta
Murmuras: «gracias por ser y estar, mi guerrera, gracias»
Auxita se aleja de ella, se sienta en el mismo lugar que antes y se tapa la cara con ambas manos y finalmente llora otra vez; sale de la habitación para no despertar a Aurora y en ese mismo instante se encuentra con Mark, quien insiste en llevarla a la casa y si bien se niega de principio, él intenta ponerse firme, la coge de las manos y la dirige al ascensor; Auxita no tiene muchas ganas de oponer más resistencia, por lo que asiente y se va con él.