Punto de vista: AriaBlaid
AriaBlaid mira por la ventana mientras sostiene el pincel entre los dedos
en el cuadro a medio hacer puede observarse una laguna negra en la cual nadan calmadamente cinco cisnes dorados, dos yacen en el centro uniendo pico con pico y formando un corazón, mientras los otros tres yacen dispersos por el lugar. Aria mira la pintura con una sonrisa mientras empapa el pincel en azul para terminar el cielo, mezclándolo después en amarillo para pintar los árboles que reflejarán el bosque idílico.
AriaBlaid cierra las cortinas después de limpiarse las manos en la vata que un día fue blanca; y con la misma sonrisa dulce firma en el lateral superior, casi oculto entre una nube «El lago de los cisnes (A. B)»
AriaBlaid se sienta en la cama con la vista fija en el cuadro y deja que su mente viaje por distintos recuerdos, irlanda se le antoja como un lugar lejano al cual no podrá regresar, las discusiones con sus padres, las palabras hirientes de sus supuestos amigos, tantas deslealtades que la obligaron a buscar arte en otras pinturas que no fueran sus paisajes. Una lágrima cae por su ojo y la frena rápidamente, intenta pensar en otras cosas y saca un café ya frío de una bolsa de papel, se lo bebe con calma y de una forma que le resulta distante termina mirando su reflejo ante el espejo, sus ojos negros, su cabello rojo, la cicatriz en el pómulo izquierdo, los labios resecos. Piensa en que un cambio de imagen no le vendría mal, tal vez un cambio de color al cabello, tal vez un iniciar denuevo. Entonces se dedica una sonrisa pequeña pero determinada y vuelve la mirada al cuadro antes de cerar los ojos y acostarse a dormir.