Punto de vista: Aletheia
Después de reflexionar un buen rato, aletheia llama a Jeanpaul y quedan para desayunar a primera hora el día siguiente
Aletheia se despierta entumecida. el brazo le duele y el resto del cuerpo también. La fatiga muscular es leve, pero no ha desaparecido.
Aletheia medita y pone en práctica los ejercicios que le ha enseñado Jeanpaul
Aletheia por fin se levanta, toma una ducha y se viste
Aletheia va al cuarto de Franc. el niño ya está despierto
Luego de unos minutos de mimos, cariños y juegos, aletheia ducha a Franc, lo viste y coge una mochila pequeña donde coloca una muda de ropa, algunos juguetes, sus lápices de colores y hojas.
Aletheia coge una bolsa que tiene varios tupper, donde ha preparado algo ligero para comer, frutas y demás.
Aletheia lleva a Franc al campamento y le deja allí con una de las chicas
Aletheia ve a Franc contento corriendo con los otros niños del campamento
Aletheia se marcha
Aletheia coge el coche y va conduciendo rumbo a Fresnedilla
Luego de un rato…
Aletheia aparca cerca de la entrada, apaga el motor, abre las puertas y sale del coche.
Aletheia cierra las puertas y se acerca a los soldados
Tras identificarte debidamente, se te conduce a la zona de entrenamiento.
Zona de entrenamiento de Firme Unidad.
Punto de vista: Jeanpaul
Aletheia ha llegado
Jeanpaul la está esperando cerca de la entrada
Dices: «Hola, pequeña»
Aletheia dice con acento catalán, «Hola, Jean»
Jeanpaul la observa con detenimiento de arriba a abajo
Jeanpaul suspira
Dices: «vamos a desayunar y a encargarnos de esos músculos maltrechos»
Aletheia suspira y asiente
Jeanpaul guía a aletheia hasta su tienda
Aletheia y Jeanpaul desayunan en silencio, disfrutando de los alimentos
Cuando terminaron de desayunar, Aletheia le cuenta a Jeanpaul lo ocurido en la barbacoa y también en los entrenos de S. I.
Jeanpaul se levanta y va a por unas tazas, sirve una infusión que tiene lista en una jarrita de aluminio
Jeanpaul le tiende una taza a Aletheia
Aletheia le coge la taza y suspira. Inspira profundo disfrutando el aroma.
Aletheia da un sorbito a la infusión
Jeanpaul toma un sorbo generoso de la infusión
Aletheia dice con acento catalán, «Nunca me queda tan sabrosa como a ti»
dices: «sigue practicando»
Aletheia le hace una mueca
Ambos terminan su infusión. Jeanpaul le hace señas para que se tumbe en el camastro
Aletheia se levanta y se tumba en el camastro, boca abajo
Jeanpaul le ayuda a quitarse la camiseta y desabrocha el sujetador
Jeanpaul va tocando y palpando los músculos y la zona de la columna vertebral
Jeanpaul le quita los zapatos y pantalones. Observa las rodillas y los tobillos
Jeanpaul se dirige a un estante y coge un bote y un tubo de ungüento
Aletheia suspira
Jeanpaul se coloca sobre aletheia a horcajadas, sin dejar que sus cuerpos se rocen.
Jeanpaul comienza a colocar la crema para disolver moretones
dices: «Trabaja en los ejercicios que te indiqué. Vamos a aprovechar la existencia de este desequilibrio»
Aletheia dice con acento catalán, «Está bien»
Aletheia inicia el ejercicio de visualización
Aletheia inspira profundo y Jeanpaul observa que se relaja un poco
Luego de varios minutos…
dices: «ahora enfoca tu atención en mi voz y la conversación»
Aletheia dice con acento catalán, «De acuerdo»
Jeanpaul termina con la crema para moretones y se pone de pie, gira a la chica y observa su cuerpo, buscando más moretones
Jeanpaul frunce el ceño al ver la contractura muscular del recto abdominal de Aletheia
Jeanpaul murmura algo ininteligible
Dices: «cambia la respiración»
Aletheia dice con acento catalán, «Me duele horrores si hago respiración abdominal»
dices: «Lo sé, pero mejor nos encargamos de esa contractura, mocosa. si no, danzarás en el infierno en el siguiente entrenamiento. Sabes que estar lesionados no es una opción aceptable»
Aletheia suspira y comienza a hacer respiraciones abdominales.
Aletheia parpadea con fuerza en cada inspiración
Jeanpaul la observa
Dices: «Ve llenando cada vez más, concéntrate en el diafragma, no en los músculos abdominales»
Aletheia asiente
Dices: «detente»
Aletheia está un poco pálida y sudorosa.
Jeanpaul se unta las manos con un aceite que está en el bote y comienza a masajear el recto abdominal, con cuidado.
Dices: «entonces me decías que tus compañeras se deshinibieron el día de la barbacoa»
Aletheia da un respingo, pero vuelve a enfocar su atención en la voz de Jeanpaul
Aletheia dice con acento catalán, «Pues, con todo lo que bebieron, sí. se deshinibieron. fue muy esclarecedor»
Dices: «¡Y Aras?»
Aletheia niega con la cabeza
Aletheia dice con acento catalán, «el no bebió»
Dices: «interesante»
Aletheia suspira
dices: «¿crees que hubo alguna segunda intención?»
Aletheia dice con acento catalán, «Lo dudo, él no podía estar seguro de si yo asistiría o no. De hecho, si no hubiera salido con la intención de despejarme en el jardín, no me habría enterado de la barbacoa. aunque sí me fijé que hizo lo posible porque las demás bebieran.»
dices: «pero tú no sueles beber»
Aletheia dice con acento catalán, «No, pero no tengo claro si él sabe eso. Igual cuando llegué me ofreció una cerveza, solo que yo la rechacé»
Jeanpaul asiente, reflexivo
Dices: «Pues parece que don Aras intenta implementar otro tipo de estrategias, no solo el entreno militar.»
Aletheia dice con acento catalán, «sí, así parece. el hombre se ha tomado en serio el propósito.»
Dices: «¿Y tú?»
Aletheia da otro respingo, Jeanpaul detiene el masaje.
dices: «respiración abdominal de nuevo. distiende lo más que puedas, concentrándote en el diafragma.»
Aletheia obedece
Pasados diez minutos…
dices: «detente»
Jeanpaul observa el abdomen de la chica
Jeanpaul asiente
dices: «date vuelta»
Aletheia obedece y Jeanpaul se coloca a horcajadas sin que su peso roce a la chica
Jeanpaul se unta las manos con el aceite y comienza a masajear los músculos en la espalda de Aletheia
Jeanpaul reflexiona sobre todo lo que la chica le ha contado y decide ir al grano
dices: «¿tomaste una decisión?»
Aletheia suspira
Aletheia dice con acento catalán, «esperaré a hablar de nuevo con Aras. Según lo que conversemos decidiré.»
Jeanpaul sigue trabajando sobre la espalda de Aletheia
Dices: «Luego de todo lo ocurrido, ¿cómo te sientes al respecto?»
Aletheia exhala despacio el aire que venía aguantando para no gritar.
Jeanpaul se concentra en puntos menos dolorosos
Aletheia dice con acento catalán, «Pues, me siento un poco harta, la verdad. Pero, al mismo tiempo tranquila con mi conciencia. Estoy trabajando en mí, los demás, como bien me dijiste el otro día, tendrán que trabajar en sí mismos.»
Dices: «¿qué te provoca hartazgo?»
Jeanpaul se enfoca en los hombros de la chica
Aletheia dice con acento catalán, «Intentar comunicarme y que parezca que yo hablo mandarín y las demás, japonés.»
Dices: «Lo dices por la conversación ayer con la doctora y la chica?»
Aletheia asiente
Dices: «explícate»
Aletheia suspira
Aletheia dice con acento catalán, «Estaría de acuerdo con Lilu y Arais, si mi propósito fuese adoptar la vida castrense. Dedicarte a algo que no te gusta por el resto de tu vida, de seguro te hará infeliz. si mi propósito fuese lograr que me guste lo castrense, podría darle la razón a Arais. Pero el propósito no es ese. además, que pena, pero pensar que entrenos militares solo son útiles si vas a ser militar el resto de tu vida, me parece una postura demasiado limitada de miras.»
Jeanpaul asiente, comprensivo
Jeanpaul comienza a trabajar en la zona posterior de muslos y pantorrillas
Jeanpaul decide abordar la parte más espinosa del tema
Dices: «¿Qué es lo que te provoca Aras, que no te gusta, aletheia?»
Aletheia gira la cabeza y lo mira de soslayo
Aletheia suspira. cruza los antebrazos y apoya la frente
dices: «Espero una respuesta»
Aletheia dice con acento catalán, «me cohibe su presencia; me intimida lo que representa, Jeanpaul»
Aletheia se estremece y cierra los ojos
dices: «¿Qué es lo que no me estás contando?»
Jeanpaul se impacienta y cogiéndola por la cintura la levanta, sentándola en su regazo.
Aletheia se deja, no tiene fuerzas para debatirse
Jeanpaul le toma el rostro con una mano y la obliga a verle a los ojos
Aletheia cierra los ojos incapaz de sostenerle la mirada
Susurras a Aletheia: «hay varios años de tu vida en blanco para mí. No puedo ayudarte si no me dices lo que ocurrió, Eva.»
Aletheia le pone la mano en los labios para hacerle callar.
Jeanpaul guarda silencio
Jeanpaul le suelta el rostro y la estrecha entre sus brazos
Aletheia se deja abrazar, recostando la cabeza en uno de sus hombros.
Murmuras: «No será hoy, quizá tampoco mañana. Pero tendrás que contarme todo lo que me ocultas, porque yo no cesaré hasta que lo hagas. Eres mi única familia, nena; no voy a dejarte con todo eso que te aflige, sola. ¿lo entiendes?»
Aletheia mueve la cabeza asintiendo, pero sin emitir palabras.
dices: «Bien, ahora vístete y ve a hablar con Aras. Nos veremos luego.»
Aletheia se viste con rapidez
Jeanpaul la acompaña hasta el coche y la ve marchar
Jeanpaul coge su móvil, lo desbloquea y marca un número ya familiar para él.
dices: «Necesito un favor»
Jeanpaul se marcha hacia su tienda hablando por el móvil