Punto de vista: Arabella.
La niña se encontraba sentada ante un enorme peluche de un gato blanco.
Yo me encontraba en mi camilla, tomando una sopa deliciosa, nótese la ironía y observando a la preciosa niña de ojos azules y cabello inexistente sentada en la otra camilla.
Había escuchado a un médico explicarle que en unos tres meses como mucho la niña viajaría a un lugar muy lejano a conocer angelitos.
Un cabrón sin escrúpulos y sin alma, a mi parecer.
Román dice: Alcaraz: Arabella?
Asiento, es a mí a quien habla.
Soy Arabella Alcaraz, tengo 20 años y escribo desde los trece,
amo todo lo que sea escritura y magia
Y en ese instante, decidí hacer algo de ambas.
Empecé a escribir un cuento llamado arena y aire en los días que me quedaban en el hospital
había tenido un accidente que me había dejado incapacitada por un tiempo.
Me encontraba sola en madrid pues mi mejor amiga: Nixi se había ido unos cuantos días a salamanca con su familia y con la mía, y yo había quedado de ir a verla justo al día siguiente de tener el accidente.
Para que veáis que no se puede planear nada en esta vida.
Terminé el cuento y se lo entregué a la pequeña.
Luego salí del hospital y en la silla de ruedas temporal me encontré con Nixi en su coche, los médicos me ayudaron a subir y ella arrancó.
Nixi dice: «Joder, tía, que te podías haber matao»
Dices: «ya lo sé, Nix, pero qué hacía? ese cabrón Pasó sin que lo viese, o bueno mejor dicho andaba muy borracho.
Llegamos a casa y ella me ayudó a bajar del coche, fuera estaban dos escoltas que la acompañaban y me subieron hasta arriba.
Así empezaba mi periodo de escritora retenida por un accidente que me había roto los pies, así que con yesos y en cama me preparé para un largo tiempo de cuidados.