Nueva escena de rol: Anillos, mocos y liberación de pensamientos.

Punto de vista: Atenea

Introduje la pastilla en el agua y observé como poco a poco se iba disolviendo, formando burbujas. Me quedé innotizada observando la reacción química mientras recordaba los eventos de hace dos noches con una sonrisa, a pesar del dolor de cabeza y los temblores que tenía actualmente.
Fue divertido a pesar de todo. Las risas con Asier y alberto, cómo esos cabrones me tiraron al agua en plena noche de invierno. Me molestó. Aunque fue más la impresión por el cambio de temperatura y la sensación de estár mojada por el viento que hacía que otra cosa. El enfado fingido y la cara de frustración de Aria intentando que entrase en razón era un poema. Emití un leve suspiro y me dispuse a tomar el medicamento con una leve sonrisa.
Aún así estaba preocupada. Desde que apareció ese tipo a la madrugada no estaba tranquila. Ella y yo no podíamos estár juntas las 24 horas del día y cada vez que una de las dos abandonaba la casa o tenía que distanciarse por cuestiones personales no podía evitar tener un sentimiento de inquietud, más que nada por hablar de una persona a la que no conocía lo suficiente y no saber hasta qué punto estaba dispuesto a llegar. Sólo de pensar que le pudiese hacer algo me encendía todas las alarmas.
Decidí apartar eso por ahora y quedarme callada. No necesitaba cargarla con más preocupaciones de las que teníamos en este momento, ya que el asunto con el círculo élite y los posibles problemas que se nos podían plantear no se quedaba atrás. La casa estaba solitaria y silenciosa, desde aquí solo llegaba de vez en cuando el zumbido de la nevera y algún que otro sonido de la ciudad, amortiguado por la altura y las ventanas cerradas. Terminé de apurar el contenido del paracetamol y abandoné mi habitación. Aria no estaba en casa. Pasé por delante de su dormitorio y me quedé mirando a su puerta durante tres segundos para acto seguido dirijirme a la cocina, en la cual dejé el vasito en el fregadero.
Salí un momento a la galería y realicé una pequeña ronda para asegurarme que todo estaba en orden y correctamente colocado. Malditas simetrías y maldita perfección. Tras dar tres vueltas completas y asegurarme que cada cosa estaba perfectamente ordenada volví a entrar en la casa. Emití un moín de pereza. Todavía tenía el cuerpo cortado, pero necesitaba salir. Me dirigí de nuevo a mi dormitorio y me cambié rápidamente para evitar el frío imperante.
Tras abrigarme bien y recoger mis pertenencias, atravesé la galería y abrí la puerta que daba paso al frío descansillo. A estas horas de la mañana se veían pocos vecinos, a pesar de lo concurrido que es este edificio. Llamé al ascensor y me dispuse a esperarlo mientras jugueteaba distraidamente con la cremallera de uno de los bolsillos de mi abrigo. Tenía que venir desde la primera planta.
«Hoy al menos no tengo mucha gente», pensé. No tenía cuerpo ni muchos ánimos de dar explicaciones, así que trabajaríamos con algo sencillo o con materias vistas en otros talleres para reforzar. El ascensor llegó y me introduje en el, pulsando el botón que me separaba de la relativa seguridad del edificio a las frías calles de madrid.
Poco tiempo después estaba en la puerta de la asociación. Parece ser que papá hoy no iba a estár por aquí hoy. Introduje el código de la alarma y me dirijí al interior tras abrir las puertas, buscando inmediatamente el aire acondicionado. Tras comprobar que todo estaba correcto me dirijí hacia la zona de estudio a esperar a la gente. Horas después nos encontrábamos inmersos en otra sesión de pintura.
Me dirigí a una chica en particular al ver de la forma que estaba dibujando.
-Atenea: ¿otra vez calcando, maría?
-maría: Esque… Perdona, no termino de pillarle y necesitaba solucionar esto.
-Atenea: María, aquí vienes a aprender a pintar, no estás en la asignatura de artes plásticas de tu instituto, ¿Me entiendes? El calco te puede sacar de muchos problemas al principio pero luego verás que no es tan útil.
Le retiro el cuadro sin darle mucho tiempo a replicar y trato de recuperárselo para que al menos lo pueda terminar. observo su cara de frustración desde aquí e inmediatamente reconozco que no he tenido la mejor actitud hacia ella. Me dirijo hacia su zona de trabajo con el cuadro listo y me siento junto a ella, más tranquila.
-Atenea: A ver. CUéntame. QUé te pasa.
-María: no terminan de salirme las nuves del todo… Lo intento y lo intento…
-Atenea: Tranquila. ¿Vale? Mira, déjame.
Cojo los materiales y vuelvo a empapar un pincel, dirigiéndome al lienzo.
-Atenea: Obsérvame atentamente.
La chica me mira fijamente mientras realizo diferentes trazos en el lienzo.
-Atenea: ¿Ves? ¿Te has fijado?
La chica asiente levemente mientras le paso el pincel.
-Atenea: Ahora hazlo tú.
La chica coge el pincel firmemente mientras lentamente intenta repetir el patrón. La miro sonriendo.
-Atenea: Corazón, si ese pincel tubiese cuello, estaría muerto.
-María: No te entiendo. ¿Qué estoy haciendo mal?
-Atenea: Tranquila. No estés tan rígida a la hora de trazar. Da más libertad a tu mano y a tu muñeca. Mírame de nuevo.
Me pasa el pincel y voy haciendo varios trazos, volviendo a empaparlo cuando es necesario y explicándole.
-Atenea: Acaricia el cuadro. Así, como yo lo hago. Fíjate en mi mano, no está tensa, no está rígida. Tengo libertad de movimiento y el pincel también. Acaricia. Vamos, ahora tú.
le doy el material a María quien parece estár más relajada y menos tensa. Observo como ahora traza de una forma más fluída y más suave. Espero a que termine la ejecución y doy tres suaves palmaditas.
-Atenea: ¿Ves la diferencia? notas el cambio, ¿Verdad?
María observa lo que ha hecho sonriendo. Me dirijo a una de las estanterías y le entrego otro lienzo en blanco.
-Atenea: no es bueno obsesionarse con un cuadro si no nos sale a la primera. Tampoco des por hecho que no lo lograrás. Déjalo descansar y descansa tú. Créeme, no hay nada peor que un pintor obsesionado o frustrado por un cuadro. Ahora distráete y pinta otra cosa. Si quieres puedes aprovechar que tu mano ahora está más suelta y practicar con las nuves en ese lienzo sin riesgo a perder tu otro cuadro. Vamos. Lléname eso de nuves.
Sonrío mientras recoge los materiales.
-Atenea: Perdóname por el comentario de antes, ¿Vale? no estoy teniendo una semana fácil.
La chica sonríe mientras me alejo, dejándola a solas con su lienzo.
El día pasa relativamente rápido y abandono la asociación a las ocho de la tarde. Tras pasear durante unas horas por lugares aledaños para despejarme regreso a casa. Vuelvo a estár sóla, pero Aria ha pasado por aquí. Observo una cajita envuelta en papel de regalo, probablemente es para ella, así que decido llamarla.
Me revela que ha estado haciendo más tratos con la rusa del establecimiento de preciados, cosa que me alegra enormemente al ver como poco a poco va ganando reconocimiento. Cuando me comenta que el regalo es para mí, decido esperarla mientras me preparo una ensalada para cenar. Termino y llevo todo a la cocina.

Galería boemia
Al cruzar la puerta un holor a flores te inunda la naríz y escuchas una suave melodía de piano por el lugar, La iluminación es bariada, observas atentamente los cuadros que yacen colgados en las paredes azules, una puerta de madera al fondo separa la galería del resto de la casa, ves sillas en las que puedes sentarte y una agradable temperatura llena la estancia idilizando el ambiente.
Salidas visibles: nada
Han abierto la casa desde fuera.
AriaBlaid Entra en la casa.
AriaBlaid cierra la puerta.
atenea observa a Aria entrar y se dirije hacia la entrada.
CyberLife te desea que no te caigas.
AriaBlaid Mira a Atenea y saluda
Dices con acento italiano, «hola!»
AriaBlaid dice: «hola»
AriaBlaid sonríe.
Dices con acento italiano, «que tal tu día?»
Sonríes.
AriaBlaid dice: «bien, y el tuyo?»
Dices con acento italiano, «Bien también, hoy ha habido poco movimiento en la asociación»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «ah, la verdad no he ido»
Dices con acento italiano, «Ah, bien. has cenado?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «si, comí algo por ahí antes de venir.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «tú?»
Dices con acento italiano, «Sí, algo lijerito.»
AriaBlaid deja el bolso en una silla y se sienta.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «bueno eso está bien.»
atenea se dirije hacia el mueble diciendo, «Bueno, vamos a ver de que forma se te ha ido.»
AriaBlaid se encoge de hombros.
atenea coge la cajita y se dirije hacia la chica.
Dices con acento italiano, «estás un poco seria. Te pasa algo?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «nada importante, es esta mujer, con su seriedad y antipatía»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no entiendo como lleva un negocio así.»
Dices con acento italiano, «Bueno, es rusa, no te esperes mucho más.»
AriaBlaid ríe alegremente.
atenea abre lentamente la caja sonriendo.
Es un anillo de plata cuyo aro está formado por dos ramas de olivo talladas con sumo detalle, que se unen en la parte superior a la cabeza de una lechuza cuyas delicadas plumas se funden con las hojas de olivo dando la impresión de ser una pieza única. Los ojos de la lechuza están conformados por dos lapislázuli en el centro y diminutos topacios neptuno alrededor. El resto de la cabeza del ave está hecha en plata combinando repujado y tallado, dando un efecto realista muy llamativo.
AriaBlaid mira fijamente a la chica con curiosidad.
atenea observa lentamente el anillo con ojos de incredulidad.
AriaBlaid sonríe suavemente.
atenea respira entrecortadamente mientras extrae el anillo con cuidado.
AriaBlaid se fija en la exresión de la chica.
Murmuras con acento italiano, «pero aria…»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «qué?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no te gusta? podemos cambiarlo»
Dices con acento italiano, «cuanto te ha costado esto?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «eso no importa»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «nunca se habla de el precio de un regalo»
atenea mira a la chica emocionada
Dices con acento italiano, «no me gusta»
AriaBlaid mira fijamente a a tenea.
Dices con acento italiano, «me encanta!»
AriaBlaid sonríe
Dices con acento italiano, «Por eso me preguntaste el otro día lo del color?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «me alegro.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «ajá.»
AriaBlaid mira el anillo y a la chica respectivamente.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «te lo vas a poner o vas a esperar a pascua»
atenea se desliza el anillo lentamente en la mano izquierda
Comienzas a usar Un anillo de Plata y Gemas Azules..
Dices con acento italiano, «por qué este regalo, aria?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no se tiene una razón para hacer regalos, se hacen porque sí y punto.»
AriaBlaid se encoge de hombros.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «además la lechuza es símvolo de inteligencia, y Atenea es la diosa de la guerra ordenada. ¿a quién le iba a quedar mejor?»
atenea ríe mirando dulcemente a la chica
Dices con acento italiano, «muchas gracias, corazón»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no es nada. Me alegro de que te gustase»
atenea sonríe una vez más
AriaBlaid sonríe mirando a la chica.
Dices con acento italiano, «por cierto.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «dime»
Dices con acento italiano, «tengo que enseñarte una cosilla»
AriaBlaid mira con interés a la chica.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «qué?»
atenea se dirije hacia un lugar y retira un lienzo
Dices con acento italiano, «esto que qede entre tú y yo, eh?»
atenea ríe levemente
AriaBlaid observa a atenea con diversión
AriaBlaid dice con acento irlandés, «qué has pintado?»
Observas en la parte inferior unos pulmones contraídos. Más arriba hay pintada una nariz dilatada, inhalando mientras partículas de polvo representadas con pequeños puntos difuminados se cuelan a través de ella, mientras los gérmenes son representados por desagradables cucarachas haladas dentro de la exajerada abertura de la fosa nasal. Algunas partículas se encuentran descendiendo por una especie de conducto que conecta la nariz con los pulmones, en una zona la cual se encuentra un poco más hinchada, como irritados. La parte media del tubo se encuentra más estrechada, dificultando la respiración. Volviendo a la parte superior, se puede apreciar una mano dibujada haciendo el ademán de introducirse en la nariz. Uno de los dedos se encuentra manchado con una especie de viscosidad, la cual se va desprendiendo en ilos formando el nombre de Atenea.
Das un cuadro titulado mocos a AriaBlaid.
AriaBlaid mira el cuadro, impactada
atenea ríe a carcajadas
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no puede ser cierto»
AriaBlaid se parte de risa.
Dices con acento italiano, «te dije que dibujaría mocos.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «es asqueroso»
AriaBlaid se parte de risa.
Dices con acento italiano, «y esta semana si pillé algo de resfriado, así que me inspiró»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «pero… pero…»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «puaj!»
AriaBlaid mira hacia otro lado y ríe sin poder evitarlo
AriaBlaid dice con acento irlandés, «estás loca muchacha»
Dices con acento italiano, «oye, esto en otros lados lo venderían como arte contemporáneo.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «si quitas tu nombre, claro que sí»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «mocos! son mocos!»
Dices con acento italiano, «te gustan?»
AriaBlaid se parte de risa.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no, los resfriados son horribles»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «y una de la peor parte es esta»
AriaBlaid señala el cuadro
AriaBlaid dice con acento irlandés, «mocos! son mocos!»
Dices con acento italiano, «sabías que gracias a los mocos muchas veces hemos sobrevivido?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «a los mocos o a los estornudos?»
Dices con acento italiano, «los mocos protejen la nariz de agentes externos.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «esos no eran los pelitos de la nariz?»
Dices con acento italiano, «sí, pero cuando los pelitos fallan porque los virus son muy cabrones, hay que hechar mocos.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «y estornudas»
Dices con acento italiano, «claro»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «entonces no son los mocos»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «son los estornudos»
AriaBlaid lanza un cojín a atenea.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «anda, artista mocosa, »
AriaBlaid se parte de risa.
atenea coge el cogín al vuelo y se lo lanza de vuelta
Dices con acento italiano, «quieres que pinte estornudos la próxima vez?»
AriaBlaid vuelve a lanzarle el cojín
AriaBlaid dice con acento irlandés, «nooo»
atenea coge otro cogín y le lanza los dos
atenea ríe divirtiéndose con el intercambio
AriaBlaid le lanza un cogín a atenea, y luego otro
atenea coge los cogines y los deja en su sitio, riéndose.
AriaBlaid murmura con acento irlandés, «mocos… son mocos…»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «es tan artístico como asqueroso»
AriaBlaid te da un cuadro titulado mocos.
atenea se acerca a la chica lentamente
Dices con acento italiano, «oye»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «dime»
Dices con acento italiano, «puedo preguntarte algo?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «no lo estás haciendo ya?»
Dices con acento italiano, «ciertamente sí, pero si quieres dejo de ser cortés»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «como me muestras mocos y me lanzas cojines y luego me preguntas si me puedes preguntar algo?»
AriaBlaid enarca una ceja
Dices con acento italiano, «empezaste tu!»
atenea le saca la lengua
AriaBlaid dice con acento irlandés, «si yo no hice nada.»
Dices con acento italiano, «claro que no, señorita»
atenea sonríe mirando a la chica
AriaBlaid hace una mueca
AriaBlaid dice con acento irlandés, «eeu»
Dices con acento italiano, «Bueno, aí va.»
Dices con acento italiano, «¿Alguna vez te has quedado bloqueada? A nivel artístico me refiero.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «sí»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «unas cuantas veces»
Dices con acento italiano, «y qué haces?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «estás bloqueada?»
Dices con acento italiano, «muchísimo.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «buscar estímulos nuevos»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «provar cosas nuevas»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «mirar cosas que no haya visto, aprender algo nuevo»
Dices con acento italiano, «verás»
Dices con acento italiano, «he estado muy acostumbrada a trabajar por objetivos.»
Dices con acento italiano, «sé que no pinto mal, y que tengo buena técnica pero.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «te falta sentimiento»
Dices con acento italiano, «No se si llamarlo sentimiento, creatibidad… o como coño llamarlo.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «busca una modelo… un paisaje distinto»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «busca sentir el arte, no odjetivizarla»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «así es lógico que te bloquees»
Dices con acento italiano, «mi último trabajo. Ya lo viste, verdad?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «el de los mocos?»
atenea se dirije a la galería y vuelve a traer el cuadro ‘A la deriva’
atenea ríe levemente
Dices con acento italiano, «el anterior»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «te dije que ese cuadro pertenece a un artista reprimido»
Dices con acento italiano, «qué ves en el exactamente?»
atenea señala el barco, las olas y los peces de distintos colores
AriaBlaid dice con acento irlandés, «ya te lo dije. represión. es un paisaje odjetivamente hablando pero todo está reprimido»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «los peces por el mar, los humanos por el barco.»
Dices con acento italiano, «pero si tubieras que analizarlo en un aspecto mucho más amplio, qué representación o qué concepto piensas que estoy intentando transmitir ahí?»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «además de represión? emm, ganas de ser libre? el mar sieempre representa rebeldía.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «a lo mejor ganas de conocer.»
Dices con acento italiano, «Bien.»
atenea se sienta sosteniendo el cuadro
Dices con acento italiano, «Este año, en la premiere de parís.»
AriaBlaid escucha con atención a la chica
Dices con acento italiano, «El objetivo era realizar un cuadro conforme a una temática planteada para cada pintor individual.»
Dices con acento italiano, «y conseguir que los asistentes supieran exactamente qué se pretendía transmitir.»
AriaBlaid asiente
Dices con acento italiano, «la temática que me tocó a mí personalmente era representar el funcionamiento del sistema social actual.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «y lo hiciste como una represión.»
Dices con acento italiano, «porque és una represión.»
AriaBlaid asiente sin dejar de escuchar a la chica
atenea señala los peces
Dices con acento italiano, «aquí estamos nosotros. Cada color de un pez representa una etnia diferente»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «es un bonito cuadro, pese a el triste significado»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «si, lo imaginaba»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «y el barco el represor»
Dices con acento italiano, «a pesar que quieren conseguir su libertad, quieren subir a la superficie, nunca lo conseguirán.»
Dices con acento italiano, «las olas, no les dejan. Es el propio sistema.»
Dices con acento italiano, «en el barco, se encuentra la cúspide del sistema. El sistema le marca también una pauta a ellos»
Dices con acento italiano, «pero son más libres y pueden cambiar el rumbo cuando quieran.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «y matar a los peces»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «a donde quieres llegar?»
Dices con acento italiano, «a que sigo viendo la libertad como una utopía.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «siempre hay libertad de pensamiento»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «puede que de expresión no, pero de pensamiento siempre»
Dices con acento italiano, «tendré que trabajar en eso. Porque a pesar de todo, no me gusta pensar así.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «prueva a interiorizar más en ti misma a buscar nuevas medidas. hazme caso, busca nuevos estímulos.»
Dices con acento italiano, «sí.»
atenea mira a la chica
Dices con acento italiano, «y creo que ya se por donde empezar»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «bueno, pues ya ttienes una parte echa»
atenea devuelve el cuadro al sitio del que lo cogió, junto con el de los mocos
AriaBlaid se pone en pie
Dices con acento italiano, «Bueno, creo que voy a dormir ya.»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «yo me voy llendo a dormir»
Te partes de risa.
AriaBlaid dice con acento irlandés, «buenas noches»
AriaBlaid dice con acento irlandés, «suerte con tu proyecto»
AriaBlaid se aleja camino a su habitación

Espero a que entre en su habitación y observo como su puerta se cierra. Tras unos segundos reacciono y me doy la vuelta. Recojo ambos lienzos y los devuelvo al lugar en el que estaban mientras me dirijo a la cocina. Observo como las jemas del anillo me miran, brillando con su reflejo gracias a la brillante luz de la estancia. llego al fregadero y me pongo a limpiar meticulosamente los utensilios de cocina.
Ella tiene razón. Estoy tan centrada en la técnica y en la perfección que mis cuadros no dejan de ser un simple reflejo vacío de todo lo que podrían llegar a ser. Poco a poco me voy dando cuenta de lo limitada que he estado, de lo malos que son los patrones impuestos y los sistemas repetitivos. Ahora comienzo a comprender donde está la magia de las pinturas de ella. Ella no pinta con la cabeza ni con la razón, está pintando con el corazón y con el alma, por eso sus cuadros parecen tan reales. Porque ciertamente lo son, tienen vida.
No puedo evitar emitir una amplia sonrisa, escapándoseme una cariñosa risita mientras me enjuago las manos, devolviendo el estropajo y el bote de fregaplatos a su sitio. Tras secarme las manos con un paño regreso a mi habitación.
me desvisto tranquilamente con una sensación de tranquilidad y calma. Me siento más segura, más íntegra y menos limitada. Más libre.
No puedo evitar volver a pensar en mi antiguo círculo élite y en como a cambiado todo. Observo a la antigua Alexandra desde lejos, como si fuera una sombra difuminada. La observo a través de un espejo imaginario, con todos sus actos, con su forma de ser.
Y defintivamente no soy yo, al menos no quien pretendo ser. Pero sí fui yo en un momento determinado, y eso me entristece enormemente. Sé que todo lo que hice en algún momento volverá a mí y tendré que pagar por ello, pero ya me siento más preparada para asumirlo.
Termino de ponerme el pijama y me tumbo en la cama, abriéndola y tapándome rápidamente. Comienzo a relajarme y a enlentecer mi respiración mientras espero las fatídicas imágenes de la noche.
Pero esa noche no vienen. No me atormenta la presencia de ANtonella ni la posibilidad de que ella vuelva a aparecer. Siento calma y seguridad. Definitivamente, tengo que pintar. Tengo que expresar, y ya se me va formando una idea, idea la cual pienso mientras doy vueltas lentamente al anillo en mi mano izquierda. Me quedo obserbándolo y girándolo lentamente, sonriendo, mientras poco a poco voy perdiendo la conciencia…