punto de vista: areli

me llamo areli; nací en la Ciudad de México y el pasado 12 de junio cumplí 22 años; sin embargo digamos que estoy atrapada en el cuerpo de una niña.
a pesar de esto era feliz pese a las burlas de mis compañeros de escuela y algunos niños molestosos de por mi casa. conforme fui creciendo, descubrí que me gustaba cantar; por lo que mis papás me pagaban cursos de canto. esto me sirvió para ganarme la vida trabajando como cantante en un bar.
así era mi vida hasta que conocí a joel; era un cliente del bar que con quien poco a poco empezamos a hablar de cualquier cosa.
al cabo de unas semanas platicando, Joel me dijo que era productor de artistas y que conocía contactos en España; yo no le hacía mucho caso, mas con el tiempo me entró la curiosidad de viajar a otros países y que la gente me escuchara.
Joel se dedicó a endulzarme el oído diciendo que valía más que para seguir cantando en un barcillo y que debía intentarlo en España.
tanto y tanto me insistió, que al fin le dije que sí, al cabo yo tamibén estaba cansada de cantar para borrachos y merecía otra cosa mejor.
fue entonces que Joel se fue a España con el pretexto de preparar todo con los conocidos que tenía y luego me mandó dinero para el boleto.
llegué a Madrid llena de sueños y con la sonrisa de oreja a oreja, Joel fue a recogerme al aeropuerto y yo seguía hecha iluciones con mi sonrisa de oreja a oreja; sin embargo esta se apagó cuando llegó el golpetazo de realidad. aquel golpetazo que te tira de la nuve y te hace ver lo ingenua que eres.
la oportunidad de probar suerte no llegaba y en su lugar, joel me decía que tenía qué pagar lo del boleto, el hotel y demás gastos que se inventaba haciendo la deuda inpagable. para ello me llevaba a los lugares concurridos de madrid y me ponía a pedir limosna; me dejaba un rato y luego iba por mí, pero llegando a la habitación del hotel me quitaba el poco dinero que juntaba y me pegaba por no reunir la cuota, por moverme del lugar, porque según él me robaba el dinero, cosa que no era cierta, en fin por cualquier cosa.
pero la pesadilla no terminaba ahí, pues él llevaba amigos que también me pegaban y hasta me obligaban a hacer cosas por demás horribles y me mandaba a dormir al baño.
hoy, por fin, después de la golpiza que me dio Joel por no dejarme grabar mientras me penetraba con el mango de un cepillo, logré escaparme como pude escaparme, tal como fui traída al mundo, pero logré escapar al fin; sin embargo no me siento bien, me duele todo el cuerpo por los golpes y temo que se infecten las ehridas, pero no sé cómo va el tema de la salud aquí y no tengo dinero, por lo que no sé qué hacer.