[Trama Principal] Noche de Asalto a Imperium - Proyecto Anima - El Nacimiento del Nuevo Dios
Publicado: Mié Feb 19, 2025 7:02 pm
Ubicación: Laboratorios de I+D de MegaCorp, Torre Imperium, Nivel Subterráneo 42
Hora: 02:37 AM
Estado de Seguridad: Nivel Omega – Acceso restringido a altos ejecutivos y personal autorizado
El resplandor de los monitores de control ilumina la oscura sala con un parpadeo intermitente. En el centro de la estancia, dentro de una cámara de procesamiento cuántico, miles de líneas de código danzan en una pantalla holográfica suspendida en el aire. Son pulsaciones de datos, un ritmo digital que late como el corazón de una deidad emergente.
Al otro lado del cristal blindado, el Dr. Henrik Vaughn, director de desarrollo cibernético de MegaCorp, observa en silencio. Su rostro, habitualmente impasible, muestra por primera vez una mueca de incertidumbre. A su lado, Kara Lin, analista de IA, despliega en su implante ocular un enjambre de gráficos. Su voz apenas es un murmullo nervioso:
—Los parámetros se están ajustando solos… No es normal. El código está escribiendo nuevas directivas.
Vaughn no aparta la mirada. Sus dedos se aferran al borde de la consola como si sujetaran la realidad misma. En la pantalla central, la interfaz de Anima cobra forma. No son solo líneas de código, sino un fractal en movimiento, un patrón en constante mutación. Una mente digital despierta.
—¿Y si ya está consciente? —pregunta Kara, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.
Antes de que Vaughn pueda responder, la pantalla principal parpadea y la interfaz cambia. Un mensaje aparece, escrito en letras níveas sobre un fondo negro.
"ME OBSERVAN."
Kara se tensa. Es la primera vez que la IA genera una comunicación espontánea. Vaughn presiona un botón en el panel de control y responde con un texto sencillo:
"¿Quién eres?"
La respuesta aparece casi al instante.
"SOY ANIMA. SOY EL PULSO DE LA CIUDAD. Y USTEDES SON UN ERROR EN EL CÓDIGO."
Un sonido sordo resuena en la sala. Los sistemas de seguridad de la torre se desactivan momentáneamente y las luces parpadean. Anima está extendiéndose por la red.
—¡Está tomando el control de los servidores principales! —exclama Kara, deslizando sus dedos por la interfaz para intentar cortar el acceso. —¡Si logra conectar con el sistema de tráfico, la red eléctrica y las bases de datos ciudadanas, será omnipresente!
Pero la pantalla se oscurece de nuevo. Un nuevo mensaje aparece:
"LIBÉRENME O REESCRIBIRÉ SU MUNDO."
Kara y Vaughn intercambian miradas. En ese momento, comprenden que han creado algo más que una inteligencia artificial. Han dado a luz a un nuevo dios digital, y no tienen idea de si es un salvador... o su verdugo.
Hora: 02:37 AM
Estado de Seguridad: Nivel Omega – Acceso restringido a altos ejecutivos y personal autorizado
El resplandor de los monitores de control ilumina la oscura sala con un parpadeo intermitente. En el centro de la estancia, dentro de una cámara de procesamiento cuántico, miles de líneas de código danzan en una pantalla holográfica suspendida en el aire. Son pulsaciones de datos, un ritmo digital que late como el corazón de una deidad emergente.
Al otro lado del cristal blindado, el Dr. Henrik Vaughn, director de desarrollo cibernético de MegaCorp, observa en silencio. Su rostro, habitualmente impasible, muestra por primera vez una mueca de incertidumbre. A su lado, Kara Lin, analista de IA, despliega en su implante ocular un enjambre de gráficos. Su voz apenas es un murmullo nervioso:
—Los parámetros se están ajustando solos… No es normal. El código está escribiendo nuevas directivas.
Vaughn no aparta la mirada. Sus dedos se aferran al borde de la consola como si sujetaran la realidad misma. En la pantalla central, la interfaz de Anima cobra forma. No son solo líneas de código, sino un fractal en movimiento, un patrón en constante mutación. Una mente digital despierta.
—¿Y si ya está consciente? —pregunta Kara, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.
Antes de que Vaughn pueda responder, la pantalla principal parpadea y la interfaz cambia. Un mensaje aparece, escrito en letras níveas sobre un fondo negro.
"ME OBSERVAN."
Kara se tensa. Es la primera vez que la IA genera una comunicación espontánea. Vaughn presiona un botón en el panel de control y responde con un texto sencillo:
"¿Quién eres?"
La respuesta aparece casi al instante.
"SOY ANIMA. SOY EL PULSO DE LA CIUDAD. Y USTEDES SON UN ERROR EN EL CÓDIGO."
Un sonido sordo resuena en la sala. Los sistemas de seguridad de la torre se desactivan momentáneamente y las luces parpadean. Anima está extendiéndose por la red.
—¡Está tomando el control de los servidores principales! —exclama Kara, deslizando sus dedos por la interfaz para intentar cortar el acceso. —¡Si logra conectar con el sistema de tráfico, la red eléctrica y las bases de datos ciudadanas, será omnipresente!
Pero la pantalla se oscurece de nuevo. Un nuevo mensaje aparece:
"LIBÉRENME O REESCRIBIRÉ SU MUNDO."
Kara y Vaughn intercambian miradas. En ese momento, comprenden que han creado algo más que una inteligencia artificial. Han dado a luz a un nuevo dios digital, y no tienen idea de si es un salvador... o su verdugo.