Foro oficial de CyberLife Mud

El sonido de pasos resonantes anuncia la llegada de Selene Rho, la directora de seguridad, quien sube al podio. Su figura elegante y su mirada firme exudan autoridad. Las conversaciones en la sala cesan de inmediato.
"Señoras y señores, bienvenidos al corazón del futuro," comienza, con una voz medida pero cautivadora. "Hoy, Fénix Dynamics está a punto de redefinir la seguridad ciudadana y la eficiencia tecnológica."
En ese momento, las pantallas holográficas cambian, mostrando la imagen de un dron futurista, estilizado en negro y azul, con un diseño aerodinámico y una cámara brillante en su núcleo.
"Les presento a Aegis, nuestra red de drones autónomos equipados con la más avanzada tecnología de reconocimiento facial, monitoreo en tiempo real, y capacidades predictivas. Cada unidad es un guardián silencioso, capaz de evaluar y neutralizar amenazas antes de que ocurran."
La sala murmura. Algunos asistentes asienten, impresionados. Otros intercambian miradas nerviosas.
"Este proyecto no solo representa el futuro de la seguridad, sino también nuestro compromiso con la transparencia y la protección de los ciudadanos." Su tono se endurece, casi imperceptiblemente. "Por eso, el despliegue inicial se llevará a cabo en el Distrito Helios, un área necesitada de orden y estabilidad."
Una serie de mapas y gráficos holográficos del Distrito Helios aparecen en las pantallas, mostrando puntos estratégicos donde se desplegarán los drones.

Un científico, sentado en las filas traseras, ajusta sus gafas nerviosamente. Es Elise Navarro, quien hasta hace poco trabajaba en el proyecto y sabe que la tecnología tiene fallos éticos graves. Observa a Selene con una mezcla de frustración y miedo. "¿Cómo pueden vender esto como protección, cuando sabemos que es otra herramienta de control?" piensa, mientras disimula su incomodidad.

Mientras tanto, en una sala oculta detrás del escenario, Kai Morales, el líder de La Resistencia, está observando el anuncio a través de una transmisión pirateada. Su equipo ha hackeado el sistema de cámaras internas de la Torre Fénix.
"Es peor de lo que imaginábamos," dice, mientras las imágenes holográficas muestran detalles técnicos del dron. "No solo tienen reconocimiento facial; hay algo más en el algoritmo. Esto no es solo vigilancia, es opresión. Tenemos que actuar antes de que estos monstruos lleguen a las calles."

Selene Rho concluye el anuncio con un tono triunfal: "Fénix Dynamics no solo lidera la industria. Estamos liderando el futuro. Y ese futuro comienza ahora."
Los asistentes aplauden, aunque algunos lo hacen con reservas. Las pantallas muestran el logotipo de Fénix Dynamics nuevamente, mientras los asistentes son escoltados fuera por guardias corporativos. La semilla de la intriga está plantada: la aparente "revolución tecnológica" es solo una fachada para algo mucho más siniestro.

Specter apaga un cigarrillo en un cenicero desbordado mientras conecta su laptop al servidor oculto del local. Con un par de comandos rápidos, proyecta en el aire un holograma que muestra los diagramas técnicos de los drones de Fénix Dynamics.
"He conseguido acceso parcial a su servidor secundario," dice, mientras ajusta los gráficos holográficos. "Estos drones no solo usan reconocimiento facial. Están alimentados por una base de datos masiva que contiene información biométrica y conductual recopilada sin consentimiento."
Una joven hacker llamada Nova, con cabello teñido de azul y ojos aumentados cibernéticamente, se inclina hacia adelante, escaneando los datos con atención. "¿De dónde han sacado tanta información? Esto no es algo que puedas recopilar de cámaras públicas o redes sociales. Tiene que ser... algo más profundo."
Specter asiente y amplía el holograma. Una línea de código parpadea en rojo. "Aquí es donde se pone interesante. Este segmento se llama 'Morpheus'. Parece ser un algoritmo experimental, diseñado para clasificar a las personas en niveles de amenaza psicológica. Pero, según estos registros, los datos provienen de una red de hospitales, prisiones y plataformas educativas. Básicamente, han robado perfiles completos de millones de ciudadanos."

En la mesa, un hombre mayor con un brazo robótico —un exingeniero de Fénix Dynamics conocido como Ryker— se inclina hacia adelante, su rostro endurecido por los años de traición corporativa. "Eso no es todo," dice con voz grave. "He trabajado en proyectos como este. Los drones no están diseñados solo para vigilancia. Este nivel de información no es para prevenir crímenes; es para crear obediencia."
Los demás lo miran con atención. Nova frunce el ceño. "¿Obediencia? ¿Qué quieres decir?"
Ryker golpea la mesa suavemente, como si dudara antes de hablar. "Están implementando algo que llaman 'Implantes de Respuesta Neurológica'. Los drones no solo observan. Emiten frecuencias específicas que pueden alterar patrones de comportamiento. Pueden convertir a una multitud en una masa dócil... o en un caos absoluto."
La mesa queda en silencio. Las palabras de Ryker pesan en el aire. Finalmente, Nova rompe el silencio. "Esto es más grande de lo que pensábamos. No solo están espiando; están jugando a ser dioses."

De repente, las luces parpadean y el holograma se distorsiona. Specter maldice y comienza a teclear frenéticamente. "¡Nos han detectado! ¡Fénix Dynamics está tratando de rastrear esta conexión!"
El grupo se pone de pie rápidamente, guardando sus dispositivos. Nova recoge su equipo mientras Ryker agarra una vieja pistola de plasma de su cinturón. "Tenemos que salir de aquí. Si nos encuentran, no vivirán para contar el cuento."

Mientras el grupo se dispersa por pasillos oscuros y túneles secretos, el eco de las sirenas corporativas comienza a escucharse a lo lejos. Specter guarda su laptop apresuradamente y murmura para sí mismo: "La Resistencia tiene que saber esto. Esto es más grande que un simple proyecto de vigilancia. Esto es una guerra por nuestras mentes."
El café queda vacío, con una sensación de tensión en el aire, mientras los rumores sobre la oscura verdad detrás de Fénix Dynamics comienzan a extenderse como un incendio.

La directora de seguridad, Selene Rho, se encuentra en el escenario, flanqueada por dos altos ejecutivos de la corporación. Está vestida con un traje de corte impecable y lleva consigo un tablet holográfico. Su voz, amplificada por altavoces, resuena en la plaza mientras las cámaras corporativas transmiten el evento en vivo.
"Ciudadanos del Distrito Helios," comienza, con un tono autoritario pero calculadamente amigable. "Hoy marcamos el inicio de una nueva era. Una era en la que la seguridad no será un privilegio, sino un derecho garantizado por la tecnología más avanzada."
Las pantallas holográficas detrás de ella muestran imágenes estilizadas de los drones en acción: deteniendo robos, desactivando armas y protegiendo a familias felices. La multitud observa en silencio, algunos con expresión de esperanza, otros con una mezcla de miedo y desconfianza.
"El despliegue de nuestra red de drones comenzará en su distrito, garantizando que Helios se convierta en el ejemplo perfecto de progreso y orden. Ustedes serán los primeros en experimentar los beneficios de vivir en una ciudad verdaderamente segura."

En la multitud, mezclados entre los espectadores, miembros de La Resistencia observan con atención. Kai Morales, el líder del grupo, susurra a través de un comunicador oculto: "¿Nova, tienes los datos listos para liberar?"
Desde un edificio cercano, Nova responde mientras manipula un dispositivo portátil. "Casi... Estoy interceptando la señal de los drones. Si puedo sincronizar esto, podremos desactivar al menos la mitad de ellos antes de que entren en funcionamiento."
Kai observa el escenario con una mezcla de frustración y determinación. "No podemos dejar que esto pase. La gente no sabe lo que está en juego."

Selene hace un gesto hacia el cielo. "Y ahora, permítanme mostrarles lo que nuestros guardianes pueden hacer."
Un enjambre de drones emerge de las torres cercanas, moviéndose con precisión casi militar. Los dispositivos forman patrones en el aire antes de descender a posiciones estratégicas alrededor de la plaza. Uno de ellos proyecta un escaneo holográfico en la cara de un voluntario seleccionado de la multitud, mostrando información detallada de su identidad en tiempo real.
La multitud murmura. Algunos aplauden, impresionados; otros retroceden, inquietos.
"Cada dron está programado para proteger sin descanso, con una eficiencia que ningún humano podría igualar," proclama Selene, mirando a la multitud como si desafiara cualquier duda.

Entre los espectadores, un trabajador del distrito, Marcos Vega, se inclina hacia su compañero y murmura: "Dicen que esos drones no solo observan. Que clasifican a las personas en una especie de lista negra. Mi primo trabaja en uno de los talleres de Fénix, y me contó que ya han identificado a varios activistas del distrito."
Su compañero lo mira con incredulidad. "¿Por qué crees que están empezando aquí? Somos el experimento, Marcos. Si esto funciona, lo harán en toda la ciudad."

De repente, una de las pantallas holográficas parpadea. Por un breve momento, un mensaje aparece: “No a la opresión tecnológica. Resiste.” El mensaje desaparece casi de inmediato, reemplazado por el logo de Fénix Dynamics.
Selene frunce el ceño y murmura algo a un guardia cercano, quien rápidamente se comunica con su equipo. "Encuentren el origen de esa interferencia," ordena con un tono gélido.
Desde su escondite, Nova sonríe levemente. "Eso debería llamar su atención. Kai, estamos listos para la siguiente fase."

La demostración continúa mientras los drones se dispersan por el Distrito Helios, posicionándose en las esquinas y sobrevolando las calles. La tensión en la multitud crece, dividida entre la aparente promesa de seguridad y los oscuros rumores que circulan sobre la verdadera naturaleza del proyecto.
Mientras tanto, La Resistencia se prepara para actuar, sabiendo que cualquier movimiento en falso podría convertir el distrito en una zona de guerra tecnológica.