Entre la pasión y la fuerza

[Larabelle Evans]

Capítulo 1 Descargando las emosiones.

Punto de vista: Tallana Mendoza.

El despacho de Tallana Mendoza estaba lleno de luz a pesar de la hora. La tarde se filtraba a través del ventanal, bañando la habitación en un cálido resplandor que no lograba disipar el peso emocional que cargaba la propietaria del espacio. Sentada en su silla ergonómica, Tallana sostenía una taza de café en sus manos, como si el calor del líquido pudiera darle algo de consuelo.
Vestía una blusa sencilla y unos pantalones de mezclilla oscuros, su cabello recogido en un moño desordenado que delataba su ánimo decaído. Sus ojos, oscuros y normalmente serenos, estaban vidriosos y perdidos mientras hablaba por teléfono con Camelia otra de sus amigas de México.
En la pantalla de su portátil, junto al repetidor Extend Connection, parpadeaba un correo sin leer, pero Tallana no le prestaba atención. Tomó un sorbo de su café, dejando la taza sobre la mesa mientras con la otra mano se masajeaba las sienes.
Dices con acento Ensenadense, "Camelia, desde que llegué a Neo-Madrid mi vida ha sido una montaña rusa de emociones… "
su voz cargada de una mezcla de cansancio y frustración. Se levantó de la silla, caminando hacia el ventanal mientras continuaba hablando.
Al otro lado de la línea, Camelia su amiga, con su tono calmado y analítico, escuchaba en silencio, intercalando pequeños "te entiendo" o "continúa", dándole espacio a Tallana para desahogarse.
Dices con acento Ensenadense, "—Me ha gustado ver a Mía, verla tan cambiada... Aunque en España la tuvieron presa unos días por seguir siendo traficante. Ahora está en Fresnedillas de la Oliva, intentando llevar una vida distinta. Pero sabes cómo es. Si vuelve a Madrid, y yo me entero, tendría que detenerla… y no quiero. "
—Tallana apretó los labios, dejando escapar un suspiro que empañó por un momento el vidrio frente a ella.
Camelia rompió su silencio.
Camelia dice por teléfono: —¿Qué harías si tuviera que pasar el embarazo en la cárcel? ¿Podrías vivir con eso?
Tallana giró sobre sus talones, apoyando la espalda contra la pared, sosteniendo el teléfono con ambas manos como si el peso de la llamada pudiera caer de sus dedos.
Dices con acento Ensenadense, "—No lo sé, Camelia. No quiero que pase por eso, pero también soy policía. Estoy atrapada entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer. "
Tallana Se sentó de nuevo en la silla, llevándose la taza a los labios. Dio un sorbo largo y pausado, como si el café pudiera ofrecerle las respuestas que tanto necesitaba.
Murmuras con acento Ensenadense, "Y luego está Emilio"
Tallana bajando la mirada al suelo. Se inclinó hacia adelante, apoyando un codo sobre el escritorio mientras jugueteaba con el bolígrafo negro mate que tenía cerca.
Camelia, con su característico tono serio, respondió: —Háblame de Emilio.
Tallana rió con amargura, pasando una mano por su cabello.
Dices con acento Ensenadense, "—Empezó como un juego, ¿sabes? Le dije que no nos enamoráramos, que fuera algo sin compromiso… Porque ya tenía una novia. Pero al final, Camelia, lo inevitable pasó. Me enamoré, y para colmo, él también, pero no lo suficiente. "
Camelia guardó silencio unos segundos, dejándole espacio para continuar.
Dices con acento Ensenadense, "Salimos a escondidas, vivimos juntos como compañeros de casa… Todo era un caos. Luego, hace unos días, discutimos. Le dije que se fuera con Zuleika, que lo nuestro no tenía sentido. Fue lo correcto, pero ahora me siento fatal. Lo extraño, y no sé qué hacer. "
Tallana dejó la taza sobre la mesa con más fuerza de la necesaria, y el sonido resonó en el despacho.
Camelia finalmente habló, con su tono calmado pero firme: Tienes que preguntarte qué es lo que realmente quieres, Tallana. No lo que parece correcto, no lo que esperan de ti, sino lo que necesitas para ser feliz.
Tallana se quedó en silencio, sus ojos fijos en la lámpara circular de LED que iluminaba el espacio. Sus manos se entrelazaron en su regazo, y su pie derecho empezó a moverse inquieto.
Dices con acento Ensenadense, "¿Y si renuncio? "
Tallana preguntó de repente, su voz cargada de duda.
Camelia soltó un suspiro al otro lado de la línea.
Dices con acento Ensenadense, "Sí… Dedicarme a otra cosa. Sabes que soy buena con las computadoras. Podría empezar desde cero. "
—Tallana volvió a levantarse, paseándose por la habitación. Su postura mostraba incertidumbre; una mano en la cadera, la otra sosteniendo el teléfono cerca de su oído.
Camelia, después de una pausa reflexiva, respondió: Si eso es lo que necesitas para reencontrarte contigo misma, tal vez sea lo mejor. Pero no tomes decisiones apresuradas. Date tiempo. Y en cuanto a Emilio… si lo dejaste ir, es porque sabías que era lo mejor. No te castigues por sentir algo que es natural.
Tallana asintió, aunque Camelia no podía verla.
Dices con acento Ensenadense, "—Gracias… Necesitaba oír eso. "
Tallana suspiró, agradeciendo en silencio las palabras de su amiga. Sin embargo, Camelia cambió ligeramente el tono de la conversación.
Camelia dice: —Mira, tú no eres la única que ha estado lidiando con complicaciones, ¿eh?
Tallana arqueó una ceja, sorprendida.
La voz de Camelia se tornó más seria, aunque mantenía un tinte de vulnerabilidad poco habitual en ella.
—He estado lidiando con algo en México. Hay una nueva operación en la DEA, y me asignaron a infiltrarme en un cartel local. Al principio todo parecía sencillo, pero las cosas se han complicado. El líder del cartel sospecha de alguien en el grupo, y estoy caminando sobre una cuerda floja.
Tallana se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en la mesa.
Dices con acento Ensenadense, "—¿Es peligroso? "
Camelia dice: —Siempre lo es, Tallana. Pero no puedo retroceder ahora. Si lo hago, la información que hemos recabado hasta ahora se perderá. Pero… últimamente me pregunto si estoy haciendo lo correcto.
Dices con acento Ensenadense, "¿Te lo preguntas? Tú siempre tienes todo bajo control, Camelia. "
Tallana tomó su taza de café nuevamente, dando un sorbo mientras intentaba procesar la información.
Camelia dejó escapar una risa corta.
camelia dice: —Eso es lo que todos creen. Pero soy humana, Tallana. A veces dudo, como tú. Por eso te entiendo. No siempre tenemos las respuestas claras.
Tallana se permitió una leve sonrisa.
Dices con acento Ensenadense, "Bueno, al menos no soy la única que se siente perdida. "
Camelia dice: Y no lo serás, amiga. Pero algo te diré, no tomes decisiones precipitadas. Sé que estás pensando en renunciar a la policía, pero date tiempo. Evalúa todo antes de tirar la toalla.
Dices con acento Ensenadense, "Lo haré. Y tú… ten cuidado. No quiero perder a otra amiga. "
Camelia dice: Tranquila, soy cuidadosa por naturaleza. Además, tengo que vivir lo suficiente para tomarme un café contigo cuando todo esto termine.
Tallana rió, aliviando un poco la tensión en su pecho.
Dices con acento Ensenadense, "Ese café será en Neo-Madrid. Te lo prometo. "
Ambas amigas se despidieron con una mezcla de gratitud y ánimo renovado. Al colgar, Tallana miró el atardecer por la ventana, sintiendo que, aunque su camino seguía lleno de dudas, no estaba sola en sus batallas.

[Larabelle Evans]

Una noche de patrullaje.

Punto de vista: Tallana

La sala de reuniones privada en la comunidad de Neo-Madrid estaba impregnada de un aire tenso y profesional. En el centro, una gran mesa de madera oscura estaba rodeada por sillas ergonómicas; un panel holográfico proyectaba mapas y estadísticas de las últimas actividades criminales en la ciudad. Tallana Mendoza, con su uniforme perfectamente ajustado y su placa brillando bajo las luces LED del techo, revisaba los datos en su tableta mientras sus compañeros discutían las prioridades de la noche.
A pesar de la sonrisa cordial que mostraba en momentos clave, su estado de ánimo estaba lejos de ser el mejor. Sin embargo, su compromiso con el deber la empujaba a dar lo mejor de sí. Cuando llegó el momento de asignar roles, su voz firme rompió el murmullo.
Dices con acento Ensenadense, "Yo me encargo del sector oeste esta noche. Necesitamos una presencia fuerte allí; los informes indican un aumento en robos y altercados. "
Una de sus compañeras, Mirna, la miró con un gesto de duda.
Mirna dice: ¿Segura que no necesitas un descanso, Tallana? Has estado cargando con mucho últimamente.
Tallana alzó una ceja, dejando entrever su carácter fuerte y decidido.
Dices con acento Ensenadense, "Gracias por la preocupación, Mirna, pero puedo manejarlo. Nos vemos en el informe matutino. "
Tallana salió de la sala con pasos firmes, su tableta ahora guardada en el bolsillo lateral del uniforme. Al llegar a su vehículo, un moderno todoterreno blindado con el logotipo de la Policía Nacional, ajustó su cinturón y subió al asiento del conductor. Con un gesto decidido, encendió el motor y activó los sistemas de monitoreo en el tablero digital.
La noche en Neo-Madrid estaba iluminada por las luces de los rascacielos y los neones de los barrios más concurridos. Las calles principales, como la Gran Vía, bullían de actividad, pero Tallana mantenía los ojos atentos a cualquier irregularidad.
[Policia] Tallana: "Unidad 042 en patrullaje por sector oeste. "
Su voz resonó con profesionalismo al comunicarse con la central.
Mientras conducía por las calles adoquinadas del barrio de Malasaña, su carácter observador y meticuloso se hacía evidente. Tallana revisaba cada esquina, cada callejón y cada grupo de personas con una mezcla de desconfianza profesional y empatía.
En un momento, detuvo el vehículo cerca de un grupo de jóvenes que parecían discutir acaloradamente. Bajó del coche con calma, pero con una postura que dejaba claro que no toleraría problemas.
Dices con acento Ensenadense, "Buenas noches, ¿todo en orden por aquí? "
—preguntó, con una voz que combinaba autoridad y respeto.
Uno de los jóvenes intentó desafiarla, pero la mirada penetrante de Tallana lo hizo retroceder.
—Estamos bien, agente… solo hablamos.
Dices con acento Ensenadense, "Eso espero. Manténganlo así. "
Sin necesidad de más palabras, regresó a su vehículo y continuó su recorrido.
varias horas después. Pasadas las dos de la madrugada, el monitor en su tablero emitió una alerta de disturbio en un bar clandestino cerca de la Puerta del Sol. Tallana aceleró, encendiendo las luces intermitentes y coordinando con la central.
Al llegar al lugar, encontró a un grupo de personas forcejeando en la entrada del local. Se bajó del coche, y con un movimiento rápido, desenfundó su linterna táctica y su defensa.
gritas: "¡Policía Nacional! ¡Todos tranquilos ahora mismo! "
Su tono cortó el aire como un cuchillo, logrando que el caos se detuviera por un momento. Con movimientos seguros, comenzó a separar a las personas involucradas y pidió refuerzos por radio.
Cuando llegaron sus compañeros, Tallana ya había identificado al líder del conflicto y asegurado la situación.
Dices con acento Ensenadense, "—Este tipo estaba incitando a la pelea. Llévenselo para un interrogatorio, y clausuren este lugar de inmediato "
ordenó con voz firme.
Cerca de las cinco de la mañana, después de recorrer calles solitarias y resolver un par de incidentes menores, Tallana estacionó el vehículo en la comisaría. Estaba agotada, pero su mente seguía activa, repasando cada detalle de la noche.
Antes de finalizar su turno, entregó su informe a Emilio, quien la recibió con una sonrisa amigable.
Mientras salía de la comisaría, el sol comenzaba a asomarse en el horizonte, iluminando las calles que había patrullado durante la noche. Tallana Mendoza, a pesar de sus conflictos internos, seguía siendo una mujer al mando, dedicada a su deber y a proteger a Neo-Madrid con todo lo que tenía.

[Larabelle Evans]

Un 23 de diciembre mi cumpleaños diferente.

punto de vista: Tallana.

El motor del BDMW Azul frío ronronea suavemente mientras Tallana toma la curva final antes de llegar al pequeño pueblo. El paisaje es pintoresco: casas de tejados rojizos, calles empedradas, y un aire tranquilo que parece sacado de otro tiempo. Aparca el coche frente al hostal, apaga el motor y se queda un momento en silencio, mirando su reflejo en el retrovisor.
Tallana (pensando):
Otro año más… no es que me emocione, pero al menos no lo pasaré sola.
Suspiras profundamente.
Tallana Sale del coche ajustándose la chaqueta negra de jean sobre los hombros. Sus sneakers crujen ligeramente contra las piedras mientras se acerca a la entrada del hostal. Dentro, huele a café recién hecho y madera antigua.
MiaFiemma y Jay están esperándola en la recepción. MiaFiemma, con su rostro radiante y una pancita apenas visible, la saluda efusivamente con los brazos abiertos. Jay, alto y de mirada reservada como siempre, también muestra una sonrisa genuina, lo cual es raro en él.
Jay sonríe.
Sonríes.
Jay dice con acento ruso, "prribiet"
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "Tallana! ¡Feliz cumpleaños, amiga! Mira nomás, ¿quién diría que te veremos tan temprano? Ven aquí, te tengo que abrazar. "
Dices con acento Ensenadense, "hola "
Tallana abraza a Mía.
Jay asiente y extiende una mano firme hacia Tallana, pero ella lo ignora y lo abraza brevemente, algo que parece tomarlo por sorpresa.
Abrazas a Jay.
Jay te abraza.
Dices con acento Ensenadense, "¿cómo va todo?"
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "bien? supongo"
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "jay, necesitas acción?"
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay suspira profundamente.
Jay dice con acento ruso, "que chistossa..."
Dices con acento Ensenadense, "yo siempre. "
Sonríes.
Jay dice con acento ruso, "ajá"
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "ay, ustedes siempre que se ven se pelean. "
Te partes de risa.
Jay sonríe.
MiaFiemma sonríe.
Los tres caminan hacia el pequeño comedor del hostal, donde una mesa está decorada con detalles modestos pero significativos: un ramo de flores silvestres y un pequeño pastel de café que huele delicioso. MiaFiemma y Jay claramente se han esforzado por hacer el día especial.
Tallana mira el pastel de café con una sonrisa.
Dices con acento Ensenadense, "te acordaste Mía, este es mi favorito. "
Sonríes.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "claro como no recordarlo. "
Jay sonríe.
Tallana (con una sonrisa más relajada.
Dices con acento Ensenadense, "Bueno, creo que me han convencido de que los cumpleaños no son tan malos."
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "yo entiendo eso..."
Jay sonríe.
Tallana se sienta frente al comedor junto a mía.
Dices con acento Ensenadense, "si, y ¿eso? ¿también odias tu cumpleaños?"
Sonríes.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "y si que los odia. "
MiaFiemma toma la mano de jay para que se siente a su lado.
Jay la acompáña, centandose junto a ella
La encargada del comedor del hostal les trae el cafe recién hecho y les sirve a los 3.
Dices con acento Ensenadense, "si me hace falta despertar con el café, vengo saliendo de turno, y uff..."
Jay dice con acento ruso, "a sí?"
MiaFiemma le sonríe bebiendo de su taza de café.
Asientes afirmativamente.
Dices con acento Ensenadense, "nada grabe pasó durante la noche, pero es pezado."
Dices con acento Ensenadense, "me gusta más ser infiltrada saben?. "
Jay dice con acento ruso, "um, no aguantas nada"
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "si, ya te quiero ver patrullando 7 noches seguidas. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "así? a tí te quiero ver, atendiéndo enfermos, con imfartos, urgencias, en terapia intensiva. o en guardias, de mas de 24 horas. "
Suspiras profundamente.
Niegas con la cabeza.
Dices con acento Ensenadense, "yo paso. "
Jay dice con acento ruso, "vez, no es nada"
Jay se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "si que había días que jay pasaba en el hospital hasta 2 días. "
Jay dice con acento ruso, "o 3 a lo máximo"
Dices con acento Ensenadense, "uy cuidado como que no llegaba por 2 días?. Para mí que se iva a otro lado amiga, yo que tú investigaba eso, he."
Te partes de risa.
Jay frunce el ceño.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "ni que fuera..."
Jay niega con la cabeza.
Dices con acento Ensenadense, "¿quien?, diga nombres dilo."
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "pues ni que fuera tú"
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "yo no estoy casada. "
Tallana bebe su taza de café expreso.
Jay suspira profundamente.
la encargada regresa con platos de fruta.
Dices con acento Ensenadense, "gracias. "
Jay dice con acento ruso, "gracias..."
MiaFiemma le agradece con una sonrisa.
la chica se retira a la cocina.
Dices con acento Ensenadense, "pero, si algo así aplicábamos, aunque eso es otra historia. "
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "véz, mira, te está saliendo sangre de la boca. "
Tallana comienza a comer de la fruta.
Dices con acento Ensenadense, "yo no mentía, él sí. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "bueno bueno ya"
Dices con acento Ensenadense, "¿que tal si rentamos un paseo en caballo?"
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "oye, hablo de montar encerio, no lo que haces con Mía, he."
Te partes de risa.
MiaFiemma se sonroja.
Jay dice con acento ruso, "um, amor cuidado, creo que te embidia. "
Jay se parte de risa.
Sonríes.
Niegas con la cabeza.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "extrañas montar talli? "
Jay se parte de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Asientes afirmativamente.
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "si, se te nota. "
Dices con acento Ensenadense, "oye!"
Sonríes.
Jay dice con acento ruso, "que hasta caballos quieres..."
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "pués a falta de otra cosa. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "si en mi rancho monntaba mucho. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "cierto talli? "
Te partes de risa.
Tallana se ruborisa.
Jay dice con acento ruso, "caballos?"
Jay disimula la rísa.
Dices con acento Ensenadense, "si también."
Sonríes.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "eres una emferma pervertida"
Dices con acento Ensenadense, "ay, por diós tú te enamoraste de una más pervertida que yo. "
Te partes de risa.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma le sonríe a Jay descarada.
Jay dice con acento ruso, "será?, aver compítan. "
Dices con acento Ensenadense, "ves "
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
Tallana los mira a ambos divertida mientras juega con el tenedor en su plato vacío.
MiaFiemma debajo de la mesa le desabrocha el pantalón a Jay.
Jay sonríe.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma se parte de risa.
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "amor. vas a comer frente a la ambríada?. "
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "¿cómo que con el embarazo se puso más hormonal tu mujer, no? "
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "ya vez, los que si comemos bien"
Te partes de risa.
Tallana finge una cara triste.
Jay sonríe.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "mejor si llevémosla a montar, caballos amor. "
Jay se parte de risa.
Sonríes.
Jay dice con acento ruso, "ambos, mejor amor,mira, pobresíta tiene ambre. "
Sonríes.
Jay le lansa una mirada cómplise a mía
Dices con acento Ensenadense, "ay, que conciderado eres. "
Jay dice con acento ruso, "los rusos somos así, que te digo. "
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "aja, si te he de creer. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "que ustedes latinas no sepan de modales y educación, no quiere decir que los demás no seamos así. "
Dices con acento Ensenadense, "na, Mía ya no tiene amigos guapos como antes en méxico. Así que ya no tiene nada que pueda ofrecerme."
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "uuuuuy amor. "
Dices con acento Ensenadense, "tú le proíbes todo. "
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "na, no tengo necesidad. "
Dices con acento Ensenadense, "¿por?"
Jay dice con acento ruso, "ella sola los rechaza. "
MiaFiemma aciente afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "sinó, ya save que no hay ni mimos ni helado, y menos sexo. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "amor!. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "ay, mía quien diría que te domaría un ruso."
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "por que todas las mujeres son unas emfermas sexuales. "
Jay frunce el ceño.
Te partes de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, " le ha costado trabajo, él sabe que no fue fácil. "
MiaFiemma se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "cuando me conoció sabe que fui indomable. "
MiaFiemma mira travieza Jay.
Sonríes.
Jay levanta a mía y la azota frente a todos
Jay dice con acento ruso, "sh. "
Te partes de risa.
MiaFiemma gime y le sonríe descarada a Jay.
Jay sonríe.
Tallana los mira divertida.
Jay dice con acento ruso, "vez, son emfermas sexuales. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "cuando suvamos a la habitación espero que sigas igual amorsito. "
Jay dice con acento ruso, "mía, amenos que quieras dar un espectáculo, calla. "
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "uuu "
Tallana se sirve algo más de café de la jarra.
Dices con acento Ensenadense, "bueno, entonces vamos de paseo?"
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "y la pervertida soy yo. "
Dices con acento Ensenadense, "hablo de un paseo decente niños. "
Jay dice con acento ruso, "sí, tambien, por que quieres montar. "
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "pobre de ese bebé que mal ejemplo tendrá de ustedes. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "culpa de mía. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, de los 2.
Jay dice con acento ruso, "ciempre quiere hacerlo, de hecho, anoche, en la madrugada. "
MiaFiemma le da un golpe en el hombro a Jay.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "amor!. "
Dices con acento Ensenadense, "no quiero detalles. "
Sonríes.
Jay grita: "yo estáva dormido, y..."
MiaFiemma hace pucheros a Jay.
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "bueno ya, vamos a que tallana monte. "
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "ya entiendo por qué quedaste embarazada tan pronto, Mía."
Dices con acento Ensenadense, "teniendo de todo en la mansión pero ustedes se la pasaban cojiendo. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "a diferencia tulla y ahora mírate. "
Jay le hace burlas.
Dices con acento Ensenadense, "no me quejo, si emi y yo desde que empesamos a estar, siempre que iva a la casa era para cojer, así que no me inpresionas. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "sí, pero ahora, mas seca que un poso en áfrica. "
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "porque yo lo quiero así, no porque no haya oportunidad he."
Sonríes.
Jay se ríe de ella.
Jay dice con acento ruso, "ajáaa, si claro. "
Dices con acento Ensenadense, "claro. "
Jay dice con acento ruso, "ajáa, que te crea otros. "
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "mejor me intoxico de café con el pastel. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "sin leche. "
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "que le hace daño. "
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "no creo. "
Jay abraza a mía por la cintura.
Jay dice con acento ruso, "pues eso parece. "
MiaFiemma besa a Jay.
Dices con acento Ensenadense, "ya encerio, extraño a emi. "
Suspiras profundamente.
Jay dice con acento ruso, "hay tallana. "
Dices con acento Ensenadense, "me cuesta trabajo verlo casi todos los días. "
Jay suspira profundamente.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "él se lo pierde talli. "
Jay asiente afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "concuerdo. "
Dices con acento Ensenadense, "bueno, ¿quien corta el pastel? "
Jay dice con acento ruso, "pues quien es la cumpleañera. "
Jay frunce el ceño.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "tú obviamente. "
Te partes de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "pero vamos a tomarnos una foto los 3. "
Jay dice con acento ruso, "joder no. "
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma besa a Jay.
MiaFiemma besa a Jay.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma besa a Jay.
Sonríes.
Jay dice con acento ruso, "amor, saves que no sooy nada fotojénico. "
Dices con acento Ensenadense, "pués yo si quiero una foto con la famosa traficante sinaloense."
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "aunque ninguna supera cuando la prensa te sacaba fotos mientras te trasladamos a USA."
Te partes de risa.
MiaFiemma frunce el ceño.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "amor, ya savía de tu fetiche de las esposas, pero..."
Jay se parte de risa.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "te odio Mendoza. "
Sonríes.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "jay, ya. "
Sonríes.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "tallana, me prestas tus esposas, es que siempre me reclammmmm. "
Jay se queja de dolor.
MiaFiemma lo golpea. "
Jay se queja de dolor
Te partes de risa.
Tallana busca en su celular y les muestra una foto de MiaFiemma, antes ángela lider del cartel del pasífico. Mientras esposada la suvían a la patrulla escoltada por 20 carros policiales más.
Jay se parte de risa.
se ve a tallana a su lado ccon una condecorasión por haberla capturado siendo infiltrada de su cartel.
Jay dice con acento ruso, "con su carita de nádie me domina. "
MiaFiemma mira la foto y recuerda ese momento.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "sí en ese día la estaba odiando como nunca. "
Jay se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "gracias a mí te colgaste esa medalla mendoza. "
Sonríes.
Asientes afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "no fue más bien, gracias a que te engañó y te atrapó?"
Jay grita: "aauu!. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "Jay, tú tambien?. "
MiaFiemma le pone cara triste haciendo pucheros a Jay.
Jay abraza a mía.
Dices con acento Ensenadense, "fue difícil casi, me descubría. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "no, ya no me abrazes. "
Jay dice con acento ruso, "a nó?. "
Tallana cierra la foto y abre la cámara de su celular.
Jay dice con acento ruso, "segura?"
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "no, porque te burlas de mis desgracias. "
MiaFiemma pone cara triste.
Dices con acento Ensenadense, "bueno ya decídanse quien se tomará la foto entonces."
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "porque yo si quiero esse paseo en caballo. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "ustedes yo se las tomo"
Asientes afirmativamente.
Tallana coloca el pastel enmedio de la mesa.
MiaFiemma se sienta ahora junto a Tallana.
Jay sonríe.
ambas se toman de la mano.
Jay dice con acento ruso, "listas?"
Asientes afirmativamente.
Jay las trata de emfocar para la foto.
Sonríes.
MiaFiemma sonríe.
Jay dice con acento ruso, "no entiendo esta cosa. "
Frunces el ceño.
Dices con acento Ensenadense, "que aburrido eres. "
Te partes de risa.
Jay frunce el ceño.
Jay dice con acento ruso, "a sí?. "
Tallana agarra el celular y le ajusta la cámara.
Dices con acento Ensenadense, "ya está solo pulsa el botón. "
Sonríes.
Jay preciona el botón como lóco, tomando cientos de fotos.
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "ya "
Jay se parte de risa.
Tallana divertida le quita el celular.
Dices con acento Ensenadense, "te acabarás mi memoria. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Tallana parte el pastel con un pequeño cuchillo que había junto a este.
Tallana corta 3 revanadas y les entrega a cada uno.
Sonríes.
Jay sonríe.
MiaFiemma sonríe. Feliz de comer algo dulce.
Tallana saborea del pastel sintiéndose feliz de estar con los 2.
Jay come tranquilo y sonríendo.
Tallana disfruta del pastel ya que el café es su favorito.
MiaFiemma devora el pastel, y le envarra chantillí a jay en la mejilla.
Te partes de risa.
Jay frunce el ceño.
Jay dice con acento ruso, "te quedas sin mimos hoy. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "solo fue poquito mi amor. "
Jay frunce el ceño.
Sonríes.
MiaFiemma abraza a Jay cariñosa.
Jay niega con la cabeza.
Jay abraza a mía.
Jay dice con acento ruso, "te abrazo, pero me hiciste enojar. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "así me amas mi ruso. "
Jay suspira profundamente.
Tallana termina su plato de pastel.
Dices con acento Ensenadense, "bueno voy al baño y nos vamos, les parece chicos?"
Jay asiente afirmativamente.
MiaFiemma dice que si con la cabeza.
Tallana se levanta dejando su bolsa en la silla y camina a los baños.
Jay sonríe.
Mientras esperan a tallana MiaFiemma se acomoda en brazos de jay mirándolo enamorada.
Jay sonríe.
Jay la sostiene en sus brasos cual si fuera bebé.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "cómo no amarte si eres así de dulce conmigo mi Jay. "
Jay dice con acento ruso, "aaw, mi mía. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "me haces feliz amor y mucho. "
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "hermosa, mi hermosa"
Jay niega con la cabeza.
Jay dice con acento ruso, "no creo, amor. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "siii. "
Jay sonríe.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "nuestro hijo ya te adora igual que yo. "
Jay dice con acento ruso, "¿tú cres?. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "si, sabe que tendrá al mejor padre. "
Jay sonríe.
MiaFiemma besa a Jay.
Jay dice con acento ruso, "creo que exajeras, mi amor. "
MiaFiemma niega con la cabeza.
MiaFiemma besa a Jay.
Jay besa a mía.
Jay besa a mía.
MiaFiemma besa a Jay.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "¿¡Te amo!. "
Jay dice con acento ruso, "te amo. "
Tallana regresa y los mira con una sonrísa de aprecio sincero.
Dices con acento Ensenadense, "tanta miel, me empalagan. "
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "um, traduxión, embidia. "
Te partes de risa.
Niegas con la cabeza.
Tallana recoge su bolsa de la silla guardando su celular.
Dices con acento Ensenadense, "vamos. "
Jay suspira profundamente.

Un paseo vastante animado.

Después del desayuno y del pastel, los tres salen del hostal, cuya fachada rústica combina perfectamente con el ambiente tranquilo del pueblo. El aire fresco de la mañana acaricia el rostro de Tallana mientras caminan por la calle Mayor, con MiaFiamma y Jay de la mano, luciendo como una pareja sacada de una postal. Tallana, con las manos en los bolsillos de su chaqueta, camina ligeramente detrás de ellos, observando las pequeñas tiendas y casas tradicionales.
MiaFiemma señalando un letrero dice: "Miren, ahí dice que en el camino hacia la Ermita de San Bartolomé hay un lugar donde se rentan caballos. "
Tallana mira divertida a jay.
Dices con acento Ensenadense, "uy, y luego yo soy la que quiere montar, he. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "tranki, tallana, a diferencia tulla, yo si puedo quitarle esas ganas. "
Dices con acento Ensenadense, "yo ni había notado el letrero, y tú luego luego lo viste. "
Te partes de risa.
Caminan por la Plaza del Ayuntamiento, donde algunos lugareños se reúnen para tomar café en las terrazas. El edificio del Ayuntamiento, con su fachada sencilla pero encantadora, refleja la esencia del pueblo. Una fuente en el centro de la plaza murmura suavemente, añadiendo un toque de serenidad al lugar.
Dices con acento Ensenadense, "este es un pueblo bonito. No me extraña que los de firme unidad hayan elegido este lugar para acentarse. Tiene ese aire de... calma que a veces se necesita. "
Jay asiente afirmativamente.
MiaFiemma asiente con la cabeza.
Jay dice con acento ruso, "no me hables de esa dichósa organización.
Sonríes.
MiaFiemma sonríe y aprieta la mano de Jay, mientras se dirigen por un camino que conduce a las afueras del pueblo. Pasan cerca de la Ermita de San Bartolomé, una construcción pequeña y austera rodeada de campos verdes. Junto a la ermita, un cartel anuncia "Paseos a Caballo El Alazán".
Sonríes.
Jay suspira profundamente.
Tallana entra al lugar.
MiaFiemma entra sin soltar a jay.
Jay suspira profundamente.
Un hombre de mediana edad con sombrero de ala ancha les da la bienvenida. Los caballos están atados bajo un cobertizo rústico, pastando tranquilamente.
Jay dice con acento ruso, "um..."
el Hombre dice: "Buenos días, ¿están buscando un paseo? Tenemos rutas que bordean los campos de Fresnedillas y también el sendero hacia el Parque del Corneja, con unas vistas espectaculares. "
Jay asiente afirmativamente.
Asientes afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "así es. "
Dices con acento Ensenadense, "suena bien."
Jay asiente afirmativamente.
Tallana (mirando los caballos.
Dices con acento Ensenadense, "Yo quiero uno que no sea muy... "sensible". No soy experta, pero puedo manejarme."
Jay se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "yo quiero, Algo suave y tranquilo, por favor. "
Te partes de risa.
Jay suspira profundamente.
Jay dice con acento ruso, "amí deme lo mas extremo. "
El hombre asiente y les asigna caballos según sus preferencias. Jay ayuda a Mia a subir con cuidado a un caballo tranquilo de color blanco, mientras Tallana se acomoda en uno marrón oscuro con una mirada alerta.
Jay sonríe.
El hombre le asigna a Jay un caballo fuerte, de color negro intenso el cuál se ve muy ágil para las carreras.
Sonríes.
MiaFiemma le sonríe a Jay.
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "sí, justo esto. "
Jay dice con acento ruso, "venga, muchacho"
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "amor ¿estás seguro que puedes con ese?. "
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "Le gusta domar fieras yo creo. "
Te partes de risa.
Jay asiente afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "así es. "
Sonríes.
MiaFiemma le sonríe a Jay.
Jay acaricia al fiero caballo.
Tallana acaricia a su caballo.
Dices con acento Ensenadense, "vamos entonces "
Avanzan juntos por el camino, rodeados de campos de trigo y olivos. El sonido de los cascos sobre la tierra y el canto de los pájaros los acompaña mientras el sol de la mañana brilla suavemente. Desde su posición, Tallana observa a Mia y Jay con una ligera sonrisa en los labios, disfrutando de la paz que el día les ofrece.
Jay se adelanta con una sonrisa, y las mira.
Tallana mira a Jay desafiante.
Jay dice con acento ruso, "¿una carrera, latina?. "
Mientras avanzan por el camino rodeado de olivos y campos dorados, el grupo disfruta de la tranquilidad del paisaje. MiaFiemma sonríe relajada sobre su caballo blanco, pero Tallana y Jay, ambos montados en caballos más fuertes, comienzan a mirarse con algo de picardía.
Jay sonríe.
Tallana (con una ceja arqueada, dirigiéndose a Jay.
Dices con acento Ensenadense, "—Ese caballo negro que traes parece fuerte, pero… ¿crees que pueda seguirle el ritmo a mi marrón?. "
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "si no hay apuesta de por medio, no acepto nada, latina"
MiaFiemma (riendo) dice: "¡Ustedes dos! ¿No pueden simplemente disfrutar del paseo tranquilo? "
Jay se parte de risa.
Tallana (girándose hacia Mia.
Dices con acento Ensenadense, "Tranquilo es aburrido. Además, ¿no te parece justo que veamos quién es el mejor?. "
Jay dice con acento ruso, "amor, nunca te e dicho que no soporto a tu amiga. "
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay dice con acento ruso, "que quieres perder, tallana. "
Tallana pienza.
MiaFiemma (con un suspiro dramático.
Jay asiente afirmativamente.
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "5000 euros."
Jay niega con la cabeza.
Jay dice con acento ruso, "dinero, na. "
Dices con acento Ensenadense, "¿enntonces?"
Jay piensa
Jay dice con acento ruso, "amor, tú di la apuesta, algo interesante. "
MiaFiemma suspira profundamente.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "si tallana pierde, esta noche sale a ligar al bar de Fresnedillas dispuesta a follar. "
Jay se parte de risa.
Suspiras profundamente.
Dices con acento Ensenadense, "Mía!"
Jay se parte de risa.
MiaFiemma se parte de risa mirando a Talli.
Dices con acento Ensenadense, "vale, igual no voy a perder. "
Jay dice con acento ruso, "bien, bien. "
Jay dice con acento ruso, "pero y..."
MiaFiemma dice con asento sinaloense, "si mi ruso pierde, será mi sumiso esta noche. "
Jay suspira profundamente.
Te partes de risa.
Jay asiente afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "vale. "
Tallana mira a jay burlándose.
Dices con acento Ensenadense, "te dejo mis esposas, de una vez Mía. "
Te partes de risa.
Jay niega con la cabeza.
Tallana (sonriendo con desafío)
gritas: "Hasta la cima de esa colina. El primero en llegar gana."
Jay dice con acento ruso, "nuncá se establecieron reglas!. "
Jay abánsa con rápidez. ,
Jay dice con acento ruso, "venga muchacho, venga. "
Los caballos arrancan con fuerza, levantando una nube de polvo mientras Tallana y Jay se adelantan rápidamente. El sendero serpentea a través del paisaje, con campos abiertos a los lados. Tallana se inclina hacia adelante, animando a su caballo, mientras siente el viento en su rostro.
CyberLife te desea que no te caigas.
Jay, por su parte, cabalga con determinación, manejando al caballo negro con una rapidéz impresionante.
Tallana mira a jay correr.
La colina se acerca rápidamente, y ambos caballos luchan por mantener el ritmo. Tallana, aprovechando una curva cerrada en el sendero, logra adelantarse por un momento, pero Jay responde con un impulso final, llevándose por poco la victoria al cruzar la cima de la colina primero.
gritas: "joder!"
Jay se parte de risa.
Jay (deteniéndose y mirando a Tallana con una sonrisa) dice con acento ruso, "Creo que las cervezas van por tu cuenta esta noche sumado a que te vas a follar a un desconocido. "
Frunces el ceño.
Jay se parte de risa.
Frunces el ceño.
Jay aplaude con fuerza.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma llega detrás de ellos, sacudiendo la cabeza con una mezcla de diversión y exasperación.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "Ustedes dos son como niños. Pero admito que fue divertido verlos. "
Jay dice con acento ruso, "soy divertido, mi amor. "
Dices con acento Ensenadense, "aja, si, sobre todo."
Jay dice con acento ruso, "ardid. a"
Te partes de risa.
Desde la cima de la colina, los tres se detienen un momento para disfrutar de la vista: el pueblo de Fresnedillas a lo lejos, con sus tejados rojos y calles estrechas, rodeado por un mosaico de campos y colinas.
Tallana (respirando profundamente.
Dices con acento Ensenadense, "—Bueno, al menos el paisaje compensa mi derrota. ¿Ahora volvemos al hostal o seguimos explorando?. "
Jay dice con acento ruso, "como quieran, esta victoria me a echo el día. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "Y dejar que Jay se jacte de su victoria toda la tarde? Mejor sigamos, a ver si encontramos algo interesante. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "así?. "
Jay dice con acento ruso, "ya veras mía, me hiciste enojar. "
Dices con acento Ensenadense, "uuuy."
Jay sin decir nada avanza, déjandolas atrás.
Tallana sigue de trás de jay.
MiaFiemma le da alcanse a Jay.
Jay frunce el ceño.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "ay amor, solo estaba jugando, sabes que te amo. "
Jay frunce el ceño.
Jay dice con acento ruso, "okay, vete con tallana. "
Jay frunce el ceño.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "te amo y para mí eres el mejor, por eso me enamoré de tí. "
Jay dice con acento ruso, "ya no lo intentes areglar, mía. "
Jay sonríe.
MiaFiemma se acerca con su caballo y besa a Jay.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma se acerca con su caballo y besa a Jay.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma le acaricia el pecho mimosa mirándolo a los ojos enamorada.
Jay frunce el ceño.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "me castigas eesta noche, ¿si? "
Jay niega con la cabeza.
Jay la mira sonriente.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma lo besa.
Jay dice con acento ruso, "no, quiero. "
MiaFiemma le sonríe a Jay.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "t amo mi ruso, te amo muchísimo, eres lindo cuando estás cerio. "
Jay hace como si no la escuchara, pero le sonríe.
Tallana los observa un tanto alejada tomandole fotos al paisaje.
Jay dice con acento ruso, "ya, ve con tallana, no se que mas quieran hacer. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "vamos a seguir paseando los 3, te amo y no quiero ni puedo estar lejos de tí. "
Jay frunce el ceño.
Jay dice con acento ruso, "ya no quiero estár con ustedes. "
Jay sonríe.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "aaanda mi amor sii, di que si mi viiida. "
Jay sonríe.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma le habla como niña mimada.
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "aaanda mi amor sii, di que si mi viiida. "
Jay niega con la cabeza.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "aaanda mi amor sii, di que si mi viiida. "
Jay niega con la cabeza.
Jay sonríe.
MiaFiemma le hace pucheros a Jay.
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "donde quieren ír?. "
MiaFiemma pone cara de tristeza y baja la mirada.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "podemos recorrer el pueblo y ver que encontramos. "
Jay dice con acento ruso, "pues si quieren. "
MiaFiemma sonríe y acomoda a su caballo junto al de jay.
Tallana los mira juntos y regresa con su caballo hasta ellos.
El trote de los caballos se ralentiza al llegar al pueblo. Las calles empedradas de Fresnedillas de la Oliva resuenan bajo las herraduras, mientras los tres amigos avanzan, disfrutando de la tranquilidad del lugar. El aire fresco y limpio contrasta con la ajetreada Neo-Madrid, y el tiempo parece detenerse en este rincón pintoresco de España.
A su izquierda, los tres pasan por la Iglesia de San Bartolomé, una construcción sencilla pero encantadora, con su torre de piedra que se eleva modestamente contra el cielo azul. Las campanas suenan suavemente, marcando el mediodía.
Siguen avanzando y pronto llegan a la Plaza del Ayuntamiento, el corazón del pueblo. El Ayuntamiento de Fresnedillas es un edificio pequeño y blanco, con balcones adornados con flores de temporada. En el centro de la plaza, una fuente circular burbujea tranquilamente, rodeada de bancos de madera donde algunos locales charlan despreocupados.
Tallana mira todo con una sonrisa y curiosidad.
Más adelante, el grupo pasa junto al Museo Lunar, una curiosa atracción local que destaca por su fachada moderna pero sencilla. MiaFiemma señala el cartel.
MiaFiemma (entusiasmada): dice con acento sinaloense, "¡Miren! Aquí tienen un museo sobre la llegada del hombre a la luna. ¿No es increíble?"
Jay niega con la cabeza.
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "jay, a tí solo mía te gusta. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "otro logro más americano, no le veo nada de especial. "
Dices con acento Ensenadense, "para mí es un logro, independientemente de quien haya sido. "
Jay dice con acento ruso, "las espero afuera. "
Dices con acento Ensenadense, "pero no vamos a entrar. "
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "no voy a dejar a mi caballo. "
Te partes de risa.
Jay dice con acento ruso, "sí, ya savemos que estás necesitada, pero eso no se dice. "
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
El sendero los lleva hacia las afueras, donde los campos vuelven a dominar el paisaje. Pasan por el Parque Municipal, un área abierta con árboles altos que proporcionan sombra a las mesas de picnic y a los niños que juegan despreocupados.
Jay sonríe.
Dices con acento Ensenadense, "aquí traeré a ese bebé que esperan, les advierto que lo voy a malcriar mucho."
Jay dice con acento ruso, "no gracias, para mal criarlo ya está su madre. "
Te partes de risa.
Jay sonríe.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "no, yo no lo voy a malcriar amorsito. "
miaFiemma dice con acento sinaloense, "en primer lugar no creo que me dejes. "
Jay dice con acento ruso, "sí, lo cé. "
Dices con acento Ensenadense, "ya ven. "
Te partes de risa.
Jay se parte de risa.
Jay suspira profundamente.
Suspiras profundamente.
Los tres amigos desaceleran el paso de sus caballos al llegar a una acogedora cafetería ubicada en una esquina pintoresca del pueblo, “Café de la Villa”. La fachada de la cafetería es encantadora, pintada en tonos crema con detalles de madera oscura y macetas colgantes llenas de flores de temporada. A través de los ventanales, se vislumbran mesas decoradas con manteles de cuadros beige y blanco, y un pequeño mostrador que exhibe una tentadora variedad de postres caseros.
Tallana (sonriendo mientras desmonta.
Dices con acento Ensenadense, "Creo que este lugar nos llama a gritos. No sé ustedes, pero después de esa carrera, necesito algo dulce."
Sonríes.
Jay desmonta.
Jay dice con acento ruso, "las derrotas se acompañan con una comida. "
Asientes afirmativamente.
Jay se parte de risa.
MiaFiemma (acariciando suavemente su vientre) Dice con acento sinaloense, "¡El bebé dice que sí! Algo ligero y con muuucho chocolate, tal vez. "
Jay dice con acento ruso, "hay no... el bebé o tú?. "
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "los 2 amoooor. "
Aseguran los caballos en un abrevadero cercano que el dueño de la cafetería mantiene para los visitantes montados. Al entrar, los recibe un aroma reconfortante a café recién molido y vainilla. El interior es cálido y acogedor, con paredes adornadas con fotografías antiguas del pueblo y estantes llenos de libros y plantas. Una suave música instrumental suena de fondo, creando un ambiente relajado.
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "bale, bale. "
Se acomodan en una mesa junto a la ventana, desde donde pueden ver la plaza y a algunos niños jugando en la fuente. Una camarera amable se acerca con una sonrisa y les ofrece el menú.
la Camarera dice: "Bienvenidos al Café de la Villa. Hoy tenemos especialidades como pastel de zanahoria, tiramisú, y nuestro famoso bizcocho de almendra con miel local. ¿Les apetece algo? "
Jay dice con acento ruso, "yo el pastél"
Tallana (mirando el menú y luego a la camarera) dice con acento ensenadense, "Un café con leche bien cargado para mí y… ¿qué tal una porción de ese bizcocho de almendra? Suena irresistible. "
Sonríes.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "Para mí un té de manzanilla, por favor, y… un trozo de tiramisú. "
Jay dice con acento ruso, "2 trosos, para la ceñorita, por fabor. "
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "ay, amo que sepas lo que me gustaaa. "
Jay abraza a mía.
MiaFiemma abraza a Jay.
Jay sonríe.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "eres mi ruso favorito. "
Jay dice con acento ruso, "soy el único, mía leiva. "
Dices con acento Ensenadense, "ay, que celoso me saliste. "
Te partes de risa.
MiaFiemma asiente con la cabeza a Jay.
Dices con acento Ensenadense, "ya, no empiecen de melosos. "
Jay grita: "tu calla, y busca con quien follar!. "
Jay se parte de risa.
Te partes de risa.
Tallana golpea a Jay.
Tallana se sonroja al notar que la gente se les queda viendo.
Jay se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "no pués, que toodo fresnedillas se entere."
Jay grita: "claro. "
Dices con acento Ensenadense, "Jay!"
Jay se parte de risa.
Sonríes.
Los postres llegan a la mesa, perfectamente presentados, y los tres disfrutan cada bocado. El bizcocho de Tallana es suave y esponjoso, con un toque dulce pero no empalagoso, mientras el tiramisú de MiaFiamma y el pastel de zanahoria de Jay no se quedan atrás en sabor único.
MiaFiemma (señalando el tiramisú
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "talli tienes que probar esto, es como una nube de chocolate y café. "
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "si alguien dijo café si me intereza. "
Te partes de risa.
Jay la mira sonríente, y enamorado de su mía.
Tallana prueba un poco del plato de Mía y sonríe.
Dices con acento Ensenadense, "genialsi no te lo comes, te lo robo. "
Te partes de risa.
MiaFiemma se parte de risa.
Jay sonríe.
Terminan los últimos bocados en la acogedora cafetería mientras conversan sobre lo que más les gustó del día. Tallana deja un billete sobre la mesa antes de que Jay pueda ofrecerse a pagar.
Dices con acento Ensenadense, "esta comida la pago yo. "
Sonríes.
Jay niega con la cabeza.
Asientes afirmativamente.
Jay dice con acento ruso, "yo la pago, no pasa nada. "
Dices con acento Ensenadense, "vale, vaaale. "
Tallana coge el dinero de la mesa guardándolo.
Jay pone el dinero en la mesa, y se dispone a pagar.
Dices con acento Ensenadense, "gracias jay, gracias a ambos. "
Dices con acento Ensenadense, "vamos."
Salen de la cafetería y encuentran a los caballos descansando tranquilos en el abrevadero cercano. Los montan una vez más, y el ruido de las herraduras contra el empedrado resuena en las calles cada vez más tranquilas de Fresnedillas de la Oliva.
Llegan al establo donde alquilaron los caballos, un lugar pequeño pero bien cuidado, con el establero que les sonríe al verlos regresar.
Tallana (bajando del caballo marrón con agilidad) dice con acento ensenadense, "Aquí están, bien tratados y con un par de historias más que contar. "
Jay sonríe.
Jay dice con acento ruso, "y una gran victoria, de este muchachote. "
el Establero (riendo) dice: "Eso espero. ¡Parecen más contentos que cuando salieron!"
Jay desmonta con firmesa y burlándosé de tallana.
Dices con acento Ensenadense, "claaaro "
Sonríes.
Jay sonríe.
MiaFiemma ayudada por Jay baja del caballo blanco y lo entrega.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "ya extrañaba pasear en caballo, desde hace muuchos años que no lo hacía. "
Se ve a MiaFiemma algo nostálgica al recordar sinaloa y a su rancho.
Jay dice con acento ruso, "sí, la verdad que sí si a sído divertido. "
Jay abraza por la cintura a mía.
Sonríes.
Pagan el servicio y agradecen al hombre por la experiencia. Después, comienzan a caminar de regreso al hostal. La brisa fresca de la noche les acaricia el rostro mientras avanzan por las calles, ahora más silenciosas.
MiaFiemma (mirando a Tallana Dice con acento sinaloense, "Fue un día hermoso. Me alegra que lo hayamos compartido contigo y que hayas podido festejar con nosotros. "
Tallana (mirándola con una leve sonrisa.
Dices con acento Ensenadense, "—Gracias a ustedes por hacerlo especial. A veces me olvido de lo bien que se siente simplemente... disfrutar de los pequeños detalles."
Jay dice con acento ruso, "un gusto acompañarte en este día. "
Sonríes.
Llegan al hostal justo cuando las primeras estrellas comienzan a brillar en el cielo. Las luces cálidas del edificio iluminan su fachada, dándoles una bienvenida acogedora. Desde dentro, se oyen risas y música suave, y el ambiente relajado les recuerda lo agradable que ha sido el día.
Tallana (abriendo la puerta y volviendo la vista hacia ellos.
Dices con acento Ensenadense, "¿Saben qué? Puede que hasta me empiece a gustar esto de celebrar mi cumpleaños. "
Jay sonríe.
MiaFiemma (riendo.
MiaFiemma dice con acento sinaloense, "Sabía que te íbamos a convencer. "
MiaFiemma y Jay entran al hostal juntos, listos para disfrutar el resto de la noche con tranquilidad y buen humor. Mientras tallana se suve a su auto azul con una gran sonrisa mirándoles alejarse.

[Larabelle Evans]

Pagando la apuesta en el club de Neo-Madrid.

Punto de vista: Tallana.

Tallana lucía un vestido ajustado en tono esmeralda que realzaba su piel dorada. Era sencillo, de tirantes finos, con un escote en V moderado y una abertura lateral que dejaba entrever sus piernas tonificadas al moverse. Complementaba el conjunto con unos tacones negros clásicos y unos pendientes largos en forma de lágrima que brillaban bajo las luces del club. Su cabello, en su habitual corte bob asimétrico, caía pulido sobre un lado, mientras sus labios llevaban un brillo natural, haciendo que su belleza discreta resaltara con elegancia.
La música envolvía el ambiente del Sláinte Social Club, pero Tallana apenas sentía su ritmo. Había algo que no encajaba, como si esta noche no fuera más que una repetición aburrida de tantas otras. Sentada en uno de los altos taburetes de la barra, movía lentamente el vaso de tequila entre sus dedos, observando las gotas que corrían por el cristal, como si fueran más interesantes que la pista de baile.
A pesar de la elegancia discreta de su vestido esmeralda y de cómo los tacones negros acentuaban su figura, Tallana no se sentía particularmente especial esta noche. Había salido a cumplir la apuesta perdida con Mía y Jay, pero ahora se preguntaba si aquello había sido una buena idea.
Mientras meditaba, un chico joven, con el cabello despeinado y una sonrisa demasiado amplia, se acercó.
—¿Bailamos? —preguntó, con más entusiasmo que confianza.
Tallana alzó la mirada, evaluándolo con una rapidez casi imperceptible. Sus ojos transmitían una mezcla de resignación y cortesía. respondió, deslizando su vaso sobre la barra antes de levantarse.
Dices con acento Ensenadense, "¿Por qué no? "
En la pista, el chico intentó llevar el ritmo, pero sus movimientos eran erráticos, y su conversación no ayudaba.
Soy corredor. ¿Sabías? Campeón regional —dijo, subrayando la frase con un movimiento exagerado de sus brazos.
Tallana, sintiendo que la paciencia se le agotaba, respondió con una leve sonrisa que apenas rozó sus labios.
Dices con acento Ensenadense, "¿Y eso ayuda a bailar mejor?. "
Él no entendió la indirecta y siguió hablando de su última carrera. Tallana dejó que terminara la canción, pero al final se disculpó, volviendo a la barra.
“Una noche perdida”, pensó mientras bebía otro sorbo de tequila. Pero entonces, una voz masculina, grave y elegante, interrumpió sus pensamientos.
Alessandro dice con acento florentino, "—Perdona que me acerque, pero parecía que necesitabas una distracción. "
Tallana levantó la mirada, sus ojos oscuros encontrándose con los del hombre que acababa de hablarle. Era alto, con un porte que irradiaba confianza y elegancia. Su camisa blanca desabotonada dejaba ver apenas un destello de piel bronceada, y sus movimientos eran fluidos, seguros, como si el espacio alrededor de él se ajustara a su presencia.
Por un instante, Tallana sintió un leve cosquilleo en la piel, una mezcla de curiosidad y alerta. Su mirada firme se mantuvo en él mientras evaluaba su tono, sus gestos, y la ligera sonrisa que se dibujaba en su rostro.
Dices con acento Ensenadense, "Y qué tipo de distracción ofreces?. "
Tallana respondió, dejando que su voz tuviera un toque de desafío.
Alessandro alzó su copa de vino tinto, dando un sorbo antes de contestar.
Alessandro dice con acento florentino, "Una que no incluye hablar de maratones, si eso te tranquiliza. Io sono Alessandro. "
Alessandro dijo, tendiéndole la mano con naturalidad.
Tallana tomó su mano, firme pero breve, sin dejar de mirarlo directamente a los ojos.
Dices con acento Ensenadense, "y yo Tallana. "
Alessandro dice con acento florentino, "un piasere vella. "
Alessandro inclinó la cabeza ligeramente, como si estuviera admirándola de cerca.
Dices con acento Ensenadense, "¿Y qué te hace pensar que necesito distracción?. "
Preguntó ella, entrecerrando los ojos.
Alessandro sonrió, dejando su copa sobre la barra.
Alessandro dice con acento florentino, "Llámalo intuición. Aunque... podrías demostrármelo en la pista. "
Tallana arqueó una ceja, evaluando su propuesta. Había algo en su manera de hablar, seguro pero no invasivo, que capturaba su atención. Finalmente, dejó el vaso de tequila y se levantó, cruzando los brazos con un gesto deliberado.
Dices con acento Ensenadense, "Más te vale no ser otro aficionado."
Alessandro sonrió con una seguridad intrigante.
Alessandro dice con acento florentino, "Descúbrelo velessa. "
Se dirigieron juntos a la pista, donde la música cambió a un ritmo más sensual. Alessandro la tomó de la mano, posicionándola con una destreza que no necesitaba explicaciones. Sus movimientos eran precisos, su contacto firme pero respetuoso.
La pista se llenó de un ritmo envolvente, un reguetón que resonaba en los cuerpos como un latido. Alessandro se posicionó frente a Tallana, acercándose lo justo para marcar el inicio del baile sin invadir su espacio. Sus ojos oscuros se clavaron en los de ella, intensos, como si el resto del mundo se desvaneciera alrededor.
Tallana levantó ligeramente la barbilla, como si aceptara el desafío implícito en su mirada. Su postura era erguida, elegante, pero había algo en sus ojos, un leve brillo, que indicaba que empezaba a sentirse intrigada por él.
Alessandro dio el primer paso, moviendo las caderas con un control que hablaba de experiencia. Sin dejar de mirarla, deslizó su mano hacia su cintura, deteniéndose antes de tocarla.
Alessandro murmura con acento florentino, "Confía en mí, Tallana. Prometo que esta canción será memorable. "
Sonríes.
Tallana arqueó una ceja, sus labios curvándose en una sonrisa ligera.
Dices con acento Ensenadense, "Eso dicen todos los confiados… hasta que tienen que demostrarlo. "
Con esa provocación, Alessandro cerró la distancia, colocando su mano suavemente sobre su cadera, guiándola al ritmo. El movimiento era fluido, preciso; su toque firme pero cálido la mantenía completamente consciente de él.
Tallana respondió, moviendo las caderas con la misma fluidez, ajustándose al ritmo y a la cercanía de Alessandro. Había un desafío mutuo en cada paso: ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder el control.
La música se intensificó, y él aprovechó el cambio para llevarla a un paso más atrevido. Se movió detrás de ella, manteniendo su mano en su cintura, guiándola mientras sus cuerpos se sincronizaban con el ritmo. La cercanía entre ambos se volvió palpable, y el calor del momento era innegable.
Dices con acento Ensenadense, "Admito que tienes estilo, Alessandro. "
dijo Tallana, girando la cabeza ligeramente para mirarlo por encima del hombro, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y diversión.
Alessandro dice con acento florentino, "Y Tú no solo eres estilo, tu sei una velessa que provoca. "
respondió Alessandro, inclinándose un poco más para que sus palabras llegaran solo a sus oídos.
Alessandro acariciaba la espalda de Tallana mientras bailaban. Tallana por su parte lo desafiába moviendo las caderas al ritimo de la música de manera sensual, rosándose con él siguiendo el estilo de aquel baile atrevido.
La música terminó con un último golpe fuerte, pero ellos permanecieron quietos por un momento, atrapados en la inercia del baile. Alessandro soltó lentamente sus caderas, pero sus ojos nunca dejaron de mirarla con deseo.
preguntó Alessandro, con una sonrisa cargada de confianza.
Alessandro dice con acento florentino, "¿Otra canción? "
Tallana se cruzó de brazos, evaluándolo con una mirada que parecía desentrañar todos sus secretos. Finalmente, inclinó ligeramente la cabeza.
Dices con acento Ensenadense, "Primero, voy por otro tequila. Necesito energía para seguir."
Alessandro rió, un sonido bajo y agradable que vibró en el aire entre ellos.
Alessandro dice con acento florentino, "Entonces te acompaño. Pero esta vez, el tequila lo pago yo. "
Y, mientras se dirigían juntos a la barra, Tallana no pudo evitar pensar que la noche, que había comenzado aburrida y rutinaria, estaba tomando un giro inesperadamente interesante.
La barra estaba animada, con luces tenues que creaban un ambiente íntimo. Alessandro y Tallana se acomodaron en dos taburetes altos, suficientemente cerca como para que sus conversaciones quedaran en su propio pequeño mundo, ajenos al bullicio alrededor. El bartender colocó frente a ellos un par de vasos de tequila reposado con bordes de sal y rodajas de limón perfectamente dispuestas.
Alessandro dice con acento florentino, "Salud, por una noche inesperada. "
—dijo Alessandro, levantando su vaso con una sonrisa que mezclaba confianza y algo más difícil de descifrar.
Tallana alzó el suyo, observándolo con una mirada ligeramente inquisitiva.
Dices con acento Ensenadense, "Salud. Pero cuidado con las noches inesperadas, suelen traer sorpresas. "
Alessandro bebió un sorbo lento, nunca apartando la mirada de ella. Luego dejó el vaso sobre la barra, girándose ligeramente hacia Tallana, como si su atención estuviera completamente enfocada en ella.
Alessandro dice con acento florentino, "¿Sorpresas como bailar con una mujer que no solo sabe seguir el ritmo, sino que lo dicta de forma provocadora? "
Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "Supongo que no estás acostumbrado a que te sigan el ritmo. "
Tallana respondió, jugando con la rodaja de limón entre los dedos.
Alessandro inclinó la cabeza, su sonrisa ampliándose.
Alessandro Dice con acento florentino, "Tal vez no. Pero contigo, Tallana, seguiría cualquier ritmo. Incluso el que me lleve a perder el control. "
Ella arqueó una ceja, llevando el tequila a sus labios y bebiendo un trago más largo. Sus ojos seguían fijos en los de él, buscando algo detrás de esa fachada de hombre seguro de sí mismo.
Dices con acento Ensenadense, "¿Siempre hablas así, Alessandro?. "
Tallana preguntó finalmente, su tono ligero pero con un trasfondo de desafío.
Alessandro dice con acento florentino, "Solo cuando realmente me interesa alguien. "
Alessandro contestó sin dudar, apoyando su codo en la barra y acercándose un poco más. Su voz bajó un tono, lo suficiente para que sus palabras fueran casi un susurro.
Alessandro dice con acento florentino, "Y, hasta ahora, no he encontrado nada en ti que no me interese. "
Sonríes.
Tallana no respondió de inmediato, dejando que sus palabras se asimilaran mientras tomaba otro sorbo de su bebida. Podía sentir cómo su cuerpo reaccionaba de manera sutil: una ligera tensión en el aire, su fuego comenzando a despertar, una mezcla de intriga y alerta.
Dices con acento Ensenadense, "¿siempre tan intenso?. "
Alessandro se echó hacia atrás un poco, riendo suavemente, como si hubiera conseguido justo la reacción que esperaba.
Alessandro Dice con acento florentino, "Digamos que me gusta ser claro en mis intenciones. Pero dime, ¿qué te trajo aquí esta noche? No parece tu tipo de lugar. "
Suspiras profundamente.
Tallana giró el vaso entre sus manos, observando cómo el líquido dorado reflejaba las luces de la barra.
Dices con acento Ensenadense, "unos amigos me hicieron benir. "
Tallana Se encogió de hombros ligeramente.
Tallana sonrió al recordar el contexto de la apuesta.
Alessandro dice con acento florentino, "—Solo cuando quiero desconectar un poco. Ser médico no es exactamente un trabajo relajante. "
alessandro hizo una pausa, permitiendo que la información flotara en el aire. Luego añadió, con una chispa de diversión en sus ojos.
Alessandro Dice con acento florentino, "Aunque si lo hubiera sabido, habría venido antes. "
Dices con acento Ensenadense, "valla con que eres Médico. "
Dices con acento Ensenadense, "eso explica muchas cosas, como tu presición en el baile."
Sonríes.
Alessandro se inclinó hacia ella, apoyando los brazos en la barra mientras mantenía la mirada fija en sus ojos.
Alessandro dice con acento florentino, "Y qué explica la tuya, Tallana? Porque créeme, nunca había encontrado a alguien con un control como el tuyo en mi vida. "
Tallana ladeó la cabeza, evaluándolo con cuidado.
Dices con acento Ensenadense, "Digamos que soy buena en lo que hago, sea lo que sea. "
Tallana respondió, con un tono que dejaba espacio para la interpretación.
Alessandro dice con acento florentino, "Me encanta eso de ti. Esa confianza. Es magnética. "
La proximidad entre ellos se volvió más palpable, como si el espacio alrededor se redujera. Alessandro deslizó sus dedos hacia su propio vaso, llevándoselo a los labios mientras su mirada permanecía fija en los de Tallana.
Tallana sostuvo su mirada, permitiendo que sus labios se curvaran en una sonrisa lenta, casi desafiante.
Dices con acento Ensenadense, "Ten cuidado, Alessandro. Los imanes también pueden repeler. "
Alessandro se parte de risa.
Él rió, genuinamente divertido, y alzó su vaso en un brindis improvisado.
Alessandro dice con acento florentino, "Tal vez. Pero estoy dispuesto a correr el riesgo. "
La conversación entre Tallana y Alessandro continuaba con un subtexto cada vez más cargado de intenciones. Ella se encontraba relajada, aunque completamente consciente de cada movimiento y palabra del hombre frente a ella. Alessandro, por su parte, mantenía un aura de confianza seductora, acercándose un poco más con cada intercambio.
Tallana levantó su vaso para darle un último trago al tequila, dejando que el sabor fuerte y cálido bajara por su garganta. Alessandro la observaba con una intensidad casi palpable, apoyado contra la barra con una postura relajada pero con cada fibra de su cuerpo enfocada en ella.
Alessandro dice con acento florentino, "¿Siempre eres tan misteriosa? "
Tallana giró su rostro hacia él, dejando que la distancia entre ellos disminuyera casi al punto de sentir el calor de su piel. Una sonrisa sutil apareció en sus labios, la clase de sonrisa que podía desarmar a cualquiera.
Dices con acento Ensenadense, "Solo con quienes no decido todavía si confiar. "
Tallana respondió con una calma desafiante.
Alessandro dejó escapar una risa baja, profunda, cargada de un magnetismo innegable.
Alessandro dice con acento florentino, "Espero ganarme ese privilegio esta noche. "
Su mano rozó ligeramente la barra, apenas tocando los dedos de Tallana mientras hablaba, un gesto que parecía casual pero que estaba perfectamente calculado.
Ella no retiró la mano de inmediato, pero tampoco respondió al gesto, dejando que el momento se extendiera justo lo suficiente para mantener la tensión.
Dices con acento Ensenadense, "Eso depende. "
Tallana —contestó finalmente, jugando con el borde de su vaso.
Dices con acento Ensenadense, "¿Qué tan bueno eres en convencer ? "
Alessandro dice con acento florentino, "Digamos que nunca dejo nada al azar. "
Tallana sintió un cosquilleo recorrerla, esa chispa que aparecía cuando alguien lograba desarmar sus defensas, aunque solo fuera por un momento. Su postura se relajó ligeramente, y su sonrisa se volvió un poco más auténtica.
Dices con acento Ensenadense, "eres muy seguro de tí mismo, he. "
Alessandro levantó una ceja, llevando su vaso a los labios para terminar el tequila restante.
Alessandro dice con acento florentino, "Eso te molesta o te intriga? "
Finalmente, Tallana se levantó del taburete, acomodándose el vestido con un gesto casual pero deliberado, que no pasó desapercibido para Alessandro.
Dices con acento Ensenadense, "tendrás que aberiguarlo. "
Tallana dijo, con una voz que era a partes iguales reto e invitación.
Alessandro dejó un billete en la barra sin siquiera mirar cuánto era necesario para cubrir las bebidas. Se levantó, alcanzándola en un movimiento fluido.
Alesssandro dice con acento florentino, "Si me das esa oportunidad, te haré sentir lo que es el placer. "
Sonríes.
Tallana giró hacia él, sus ojos brillando con un fuego que igualaba al suyo.
Dices con acento Ensenadense, "Eso espero, Alessandro. Porque no suelo dar segundas oportunidades. "
Él sonrió, extendiendo una mano hacia ella. Tallana dudó solo un segundo antes de tomarla, dejando que él guiara el camino hacia la salida. La música del club, los murmullos de los demás clientes, todo se desvanecía mientras cruzaban la puerta juntos.
Afuera, el aire nocturno estaba fresco, pero entre ellos el calor era innegable. Alessandro tiró suavemente de su mano, acercándola más a él mientras caminaban por la acera.
Alessandro dice con acento florentino, "¿Donde quieres ir? "
Tallana lo miró con una expresión que no necesitaba explicación.
Dices con acento Ensenadense, "a mi casa. "
Sin perder un segundo, Alessandro se inclinó ligeramente, bajando el tono de su voz aún más mientras respondía.
Alessandro dice con acento florentino, "Eres peligrosa, Tallana. Y me encantas. "
La chispa entre ellos había crecido hasta convertirse en un fuego palpable. Y mientras se alejaban del club, ambos sabían que esa noche apenas estaba comenzando.

[Larabelle Evans]

Encuentro o una broma del destino.

Punto de vista: Tallana.

En una cafetería de la ciudad. Una tarde lluviosa, el aroma a café recién hecho y el eco de los transeúntes bajo paraguas crean un ambiente íntimo.
Tallana estaba sentada en una esquina, absorta en un expediente policial que llevaba días sin resolver. Una taza de café negro enfriándose a un lado, su concentración firme pero su mente inquieta. Intentaba ahogar un pensamiento persistente: Alessandro.
Desde su primer encuentro en Sláinte Social Club, cada recuerdo de él la hacía rabiar y desear al mismo tiempo. Había algo en su arrogancia mezclada con ese encanto peligroso que no lograba sacarse de la cabeza.
Cuando levantó la vista, un escalofrío recorrió su espalda. Él estaba ahí.
Alessandro, impecable en un abrigo largo negro, con una bufanda gris oscuro suelta sobre una camisa perfectamente planchada, entraba al café como si fuera dueño del lugar. Sus ojos la encontraron casi al instante, y una sonrisa que bordeaba lo desafiante se dibujó en sus labios.
Alessandro (acercándose con calma).
Alessandro dice con acento florentino, "Siempre tan trabajadora? Me pregunto si te tomas algún respiro. Tallana (arqueando una ceja, cerrando el expediente con un movimiento calculado.
Dices con acento Ensenadense, "No todos podemos pasear como turistas despreocupados. Algunos trabajamos para ganarnos la vida."
Él soltó una leve risa mientras tomaba asiento frente a ella sin preguntar. Su cercanía para Tallana era abrumadora, su perfume un arma más en su arsenal de seducción.
Alessandro (mirándola fijamente.
Alessandro dice con acento florentino, "—Quizá deberías intentarlo alguna vez. ¿O es que temes que el mundo se detenga si dejas de controlarlo por un momento?. "
Tallana lo miró con una mezcla de irritación y desafío. Había algo en su tono que siempre la hacía querer responder, aunque sabía que entrar en su juego era peligroso para su estabilidad.
Tallana (con frialdad).
Dices con acento Ensenadense, "Controlar las cosas es lo que evita que se desmoronen. Pero parece que tú no entenderías eso, ¿verdad?. "
Alessandro (inclinándose ligeramente, con una chispa en la mirada).
Alessandro dice con acento florentino, "Oh, lo entiendo perfectamente. Pero a veces, dejar que las cosas se desmoronen puede ser... liberador. "
Su voz, baja y aterciopelada, encendió una chispa en el aire entre ellos. El juego había comenzado de nuevo.
Alessandro sigue observándola con atención, como si intentara leer cada rincón oculto de su alma. Tallana, aunque firme por fuera, siente su corazón latir más rápido de lo que le gustaría admitir.
Alessandro (recargándose en el respaldo de su silla, con una sonrisa juguetona).
Alessandro dice con acento florentino, "Este lugar es encantador, pero siento que algo más... emocionante nos haría bien. ¿Qué dices, Tallana? ¿Te atreves a dejar tus papeles y confiar en mí por una noche?. "
Tallana (frunciendo ligeramente el ceño, aunque sus labios insinúan una sonrisa).
Dices con acento Ensenadense, "Confiar en ti? Esa es una palabra grande para alguien así de coqueto como tú, Alessandro. "
Alessandro (con una mirada traviesa).
Alessandro dice con acento florentino, "Precisamente por eso sería divertido. A menos que prefieras quedarte aquí, atrapada en tus casos. "
Tallana lo observó, evaluando cada palabra. Por dentro, luchaba contra una mezcla de curiosidad y una extraña necesidad de desconectar. Él era peligroso, lo sabía. Pero algo en su actitud desenfadada le resultaba... adictivo.
Tallana (tomando su taza y terminando el último sorbo de café).
Dices con acento Ensenadense, "Está bien. Pero si me aburres, no dudaré en volver a casa. "
Alessandro (levantándose y extendiendo la mano para ayudarla a ponerse de pie).
Alessandro dice con acento florentino, "Eso no será un problema. "
Caminaban lado a lado, sin un rumbo claro, pero con la tensión entre ellos palpable en el aire.
Alessandro dice con acento florentino, "—Neo-Madrid tiene algo especial después de la lluvia, ¿no crees? La ciudad parece más... viva. "
Tallana (mirándolo de reojo).
Dices con acento Ensenadense, "Llamas "viva" a calles llenas de caos y luces cegadoras?. "
Alessandro (sonriendo).
Alessandro dice con acento florentino, "Exactamente. Es un reflejo de nosotros, Tallana. Contradictoria, impredecible... fascinante. "
Ella rodó los ojos, pero no pudo evitar reír suavemente. Alessandro aprovechó ese momento de vulnerabilidad para acercarse un poco más.
Alessandro (bajando el tono de su voz).
Alessandro dice con acento florentino, "Te das cuenta de que luces aún más hermosa cuando dejas de intentar controlarlo todo?. "
Tallana (deteniéndose de golpe y girando para enfrentarlo).
Dices con acento Ensenadense, "¿Siempre tienes un alago para todo?. "
Alessandro (inclinándose hacia ella, sus ojos oscuros brillando).
Alessandro dice con acento florentino, "Solo cuando estoy frente a algo que me inspira. "
Por un segundo, Tallana sintió su respiración atraparse. Alessandro tenía esa habilidad de hacerla sentir expuesta y deseada al mismo tiempo, y eso la desconcertaba.
Tallana (recuperando su compostura).
Dices con acento Ensenadense, "Eres un cliché con patas, Alessandro. "
Alessandro (riendo, llevándose una mano al pecho de manera exagerada).
Alessandro dice con acento florentino, "Me has herido! Pero supongo que puedo vivir con eso... por ahora. "
Alessandro la llevó a un mirador improvisado, una azotea de acceso restringido que parecía ser uno de sus lugares secretos. La vista de la ciudad era impresionante: edificios iluminados, autos que parecían hormigas y un cielo despejado donde las estrellas competían con las luces artificiales.
Tallana (cruzando los brazos, impresionada pero sin mostrarlo).
Dices con acento Ensenadense, "¿Traes a todas tus citas aquí?. "
Alessandro (acercándose por detrás, su voz baja en su oído).
Alessandro dice con acento florentino, "puede ser. "
Alessandro dice con acento florentino, "Solo a las que me intrigan. "
Ella giró para mirarlo, su rostro a solo unos centímetros del suyo. Podía sentir el calor de su aliento y, por un instante, el mundo pareció detenerse.
Tallana (con un tono desafiante).
Dices con acento Ensenadense, "No soy fácil de impresionar. "
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento florentino, "—No me interesan las cosas fáciles, Tallana. "
Por un segundo eterno, sus miradas se encontraron. Había deseo, desafío y una chispa de algo más profundo. La decisión estaba en sus manos.
Tallana (apoyándose en la barandilla del mirador, mirando la ciudad).
Dices con acento Ensenadense, "La vista es bonita. Supongo que se siente como si estuvieras por encima de todo por un momento. "
Alessandro (a un paso de distancia, observándola con una media sonrisa).
Alessandro dice con acento florentino, "La perspectiva cambia todo, ¿no? Aquí arriba, los problemas parecen tan pequeños... "
Ella le lanzó una mirada ceria, sospechando que había más detrás de sus palabras.
Tallana (con un tono neutral).
Dices con acento Ensenadense, "¿Problemas pequeños? No me digas que alguien como tú tiene preocupaciones. "
Alessandro (apoyándose en la barandilla, acercándose sin invadir su espacio).
Alesssandro dice con acento florentino, "Oh, claro que sí. Más de los que parece. Aunque... nunca he sido muy bueno hablando de ellos.
Tallana (arqueando una ceja).
Dices con acento Ensenadense, "¿Y eso? ¿Miedo a parecer vulnerable?"
Alessandro (mirándola directamente, con una intensidad que hizo que su corazón se acelerara).
Alesssandro dice con acento florentino, "Quizás. O tal vez solo soy bueno fingiendo que todo está bajo control. Es una habilidad útil. "
Tallana desvió la mirada hacia las luces de la ciudad. Sabía lo que estaba haciendo: trataba de crear una conexión emocional. Era un truco que había visto antes, y aunque parte de ella lo admiraba por su habilidad, no iba a caer tan fácilmente esta vez.
Dices con acento Ensenadense, "es curioso por que dices mucho, y a la vez nada. "
Alessandro (riendo suavemente, rascándose la nuca).
Dices con acento Ensenadense, "Tal vez tienes razón. Quizás prefiera escuchar. ¿Qué tal si me cuentas algo de ti, agente Mendoza?. "
Tallana (con una sonrisa sardónica)
Dices con acento Ensenadense, "¿Yo? No hay mucho que contar. Mi vida es bastante simple: trabajo, entreno y trato de sobrevivir en esta ciudad que parece diseñada para devorarte vivo. "
Alessandro (mirándola fijamente, con un tono más suave).
Alessandro dice con acento florentino, "No creo que seas simple. Hay algo en ti, Tallana, que... "
Ella lo interrumpió antes de que pudiera terminar.
Tallana (con un tono directo, aunque no agresivo).
Dices con acento Ensenadense, "Alessandro, si estás intentando envolverme con palabras bonitas, no va a funcionar. "
Él la miró por un momento, como si evaluara sus palabras. Luego sonrió, esa sonrisa que parecía siempre llevar un toque de desafío.
Alessandro dice con acento florentino, "No siempre sé lo que estoy haciendo, Tallana. Pero puedo asegurarte algo: no estoy fingiendo contigo. "
Tallana sintió un nudo en el estómago, pero lo escondió bien detrás de su típica máscara de confianza. Cambió de tema antes de que él pudiera presionar más.
Tallana (mirando hacia él).
Dices con acento Ensenadense, "¿Por qué no me cuentas algo de ti? Algo real. Algo que no sea parte de este teatro que interpretas tan bien. "
Alessandro (dudando un momento, luego sonriendo como si aceptara el reto).
Alessandro dice con acento florentino, "Está bien. Te daré algo real. ¿Sabías que estudié cardiología en Florencia?. "
Ella lo miró sorprendida, sin poder ocultarlo del todo.
Dices con acento Ensenadense, "¿Cardiología? ¿De verdad? No pareces del tipo que pasa horas estudiando."
Alessandro dice con acento florentino, "si, no solo estudié para ser médico general, me apasiona la medicina y el poder ayudar a este tipo de pasientes. "
Dices con acento Ensenadense, "Eso es interezante, no todos los médicos aman su profesión."
Alessandro (mirándola directamente, con una chispa juguetona en los ojos).
Alessandro dice con acento florentino, "Digamos que aprendí muchas cosas, algunas más útiles que otras. "
Ella dejó escapar una risa ligera, pero rápidamente recuperó su postura neutral.
Suspiras profundamente.
Dices con acento Ensenadense, "Eres un misterio, Alessandro. Pero no creas que eso me va a hacer caer. "
Alessandro (acercándose un poco más, pero sin invadir su espacio).
Alessandro dice con acento florentino, "No intento que caigas, Tallana. Solo quiero que sigas caminando conmigo. "
Por un momento, ambos se quedaron en silencio, el ruido distante de la ciudad llenando el vacío. Tallana sintió la intensidad de su mirada, pero se negó a dejarse llevar por ese momento .
Tallana (girando hacia las escaleras, con una media sonrisa).
Dices con acento Ensenadense, "Será mejor que sigamos caminando. No soy fan de quedarme quieta demasiado tiempo. "
Alessandro (siguiéndola, con una risa ligera).
Alessandro dice con acento florentino, "Como tú digas. Pero no creas que he terminado de sorprenderte. "
Ella rodó los ojos, pero no pudo evitar sentir que la promesa de Alessandro llevaba más peso del que estaba dispuesta a admitir.

[Larabelle Evans]

Sentimientos que se niegan a salir a flote.

Punto de vista: especial Alessandro Ferreiro.

Alessandro en su despacho del departamento está pensativo, algo confundido a decir verdad. Ninguna mujer lo había cautivado, ninnguna lo había desafiado a dar más de si mismo. Todo en su vida se reducía a noches de aventuras pasajeras, pero cuando conoció a tallana mendoza en ese club, supo que algo en él iva cambiar para siempre. Haora siente que esto lo revasa y que no puede con tantas emosiones, y tantos sentimientos asia ella.
Suspiras profundamente.
Murmuras con acento Florentino, "necesito parlar con alguien..."
Alessandro toma su teléfono del escritorio y busca en sus contactos.
El teléfono da tono.
Mássimo ha descolgado la llamada.
Mássimo te dice por teléfono, "ciao?"
Dices por teléfono, "ciao..."
Mássimo te dice por teléfono, "aless? que ánimos amico"
Mássimo te dice por teléfono, "come stai"
Dices por teléfono, "Mássimo, come estai?"
Dices por teléfono, "io bene, creo que bene..."
Mássimo te dice por teléfono, "bene, supongo, vittoria sigue vajo vijilancia, aúnque nada de apollo por mi parte"
Mássimo te dice por teléfono, "cres? por que, cres?"
Dices por teléfono, "Mandaste a rodricco a vigilar a tu bambina? "
Mássimo te dice por teléfono, "no, som otros hombres. "
Dices por teléfono, "y sigue en las mismas?"
Mássimo te dice por teléfono, "si... pero ya se le está acavando el dinero, aver que hace ahora. "
Suspiras profundamente.
Dices por teléfono, "No crees que eso puede ser peligroso?"
Mássimo te dice por teléfono, "por?"
Dices por teléfono, "no has parlado con el tipo con el que vive? "
Mássimo te dice por teléfono, "na, es un bambino como lei, amico. "
Dices por teléfono, "y que sabes, come la trata?"
Dices por teléfono, "que te han dicho?"
Mássimo te dice por teléfono, "no te desvíes amico, que te pasa. "
Dices por teléfono, "nada..."
Mássimo te dice por teléfono, "alessandro. "
Mássimo te dice por teléfono, "parla. "
Dices por teléfono, ""Sono un po' confuso". "
Mássimo te dice por teléfono, "te escucho"
Alessandro camina por el despacho mientras habla inquieto.
Dices por teléfono, ""Sto pensando a una bella ragazza, e questo non mi piace amico.”. "
Mássimo te dice por teléfono, "cual es el problema, amico, en ragazzas es en lo único que piensas. "
Niegas con la cabeza.
Dices por teléfono, ""Lo so, ma ora sto pensando costantemente a una sola, una ragazza che mi sfida tutto il tempo.". "
Mássimo te dice por teléfono, "y el problema es que no la controlas como a las demás?. "
Dices por teléfono, "el que se sale de control sono io..."
Mássimo te dice por teléfono, "balla, amico, no me lo tomes a mal, pero ya era hora de que tellegara una ragazza difícil. un verdadero desafío femenino, y ahora es que te asusta? amico, no sobrepienses mucho las cosas. "
Dices por teléfono, "no quiero enamorarme, mássimo..."
Mássimo te dice por teléfono, "per que? a que le tienes táanto miedo, alessandro"
Dices por teléfono, "a perder mi livertad. "
Alessandro se sienta y juega con una hoja de papel.
Mássimo te dice por teléfono, "livertad? estar follando con una y con otra y pasar de cama en cama para tí es livertad?"
Asientes afirmativamente.
Mássimo te dice por teléfono, "suenas como un adolecente, ragazzo. "
Mássimo te dice por teléfono, "casi casi como vittoria"
Te partes de risa.
Dices por teléfono, "me hiziste reír. "
Mássimo te dice por teléfono, "pues así suenas, así de ridículo. "
Dices por teléfono, "es que no puedo, no puedo quedarme con una sola ragazza. "
Mássimo te dice por teléfono, "per que no puedes, ya lo has intentado, lo has hecho?. "
Dices por teléfono, "No he estado con otra ragazza desde que salgo con lei..."
Dices por teléfono, "pero, no creo que pueda seguir así mucho tiempo."
Mássimo te dice por teléfono, "así quedate aless, ya está bene, ya era hora, no podías estar follando con infinidad de ragazzas hasta la muerte. "
Mássimo te dice por teléfono, "tienes miedo a lastimarla..."
Mássimo te dice por teléfono, "es eso?"
Alessandro pone el rostro cerio.
Dices por teléfono, "si..."
Suspiras profundamente.
Dices por teléfono, ""Non so cosa fare, ho pensato di allontanarmi.". "
Dices por teléfono, "pero así como pienzo alejarme también algo me atrae a ella. "
Mássimo te dice por teléfono, "es normal, amico. Las personas que realmente te hacen sentir algo te mantienen en ese tira y afloja. Pero tienes que decidir, ¿quieres arriesgarte a estar con ella o sigues con el miedo? Porque alejarte sin intentar realmente, eso sí que te hará arrepentirte".

Alessandro se pasa una mano por el cabello, frunciendo el ceño mientras el teléfono sigue en su oído.

Dices por teléfono, "pero si me dejo llevar... si me entrego a ella, y luego algo sale mal... ¿cómo voy a volver atrás?"

Mássimo te dice por teléfono, "si vives con miedo todo el tiempo, nunca vas a saber qué pasaría si lo intentas. No tienes control sobre lo que va a pasar, pero sí sobre lo que decides hacer ahora."

Alessandro se queda en silencio, mirando hacia la ventana de su despacho, absorto en sus pensamientos. La luz de la tarde entra lentamente, y por un momento siente que todo se vuelve más claro, aunque sigue sin saber qué hacer con sus emociones.

Dices por teléfono, "y si no soy suficiente para ella?"

Mássimo te dice por teléfono, "amico, si te preguntas eso es porque ya estás pensando en ella más de lo que quieres admitir. No eres el único que duda. Ella también tiene sus miedos."

Alessandro se recuesta en su silla, mirando el teléfono por un segundo antes de suspirar nuevamente.

Dices por teléfono, "creo que necesito hablar con ella. No puedo seguir evitando esto".

Mássimo te dice por teléfono, "eso me parece lo más inteligente. No vas a encontrar respuestas en tu cabeza solo, tienes que enfrentarla, hablar de lo que sientes."

Alessandro asiente, como si un peso se levantara ligeramente de sus hombros.

Dices por teléfono, "gracias, amigo. Creo que es hora de tomar una decisión".

Mássimo te dice por teléfono, "siempre aquí, amico. Haz lo que sientas que es lo correcto."

Alessandro cuelga el teléfono y se queda mirando el escritorio unos segundos más, la decisión ya tomando forma en su mente. Se levanta lentamente, con determinación.

[Larabelle Evans]

Una tarde de chicas.

punto de vista: Camelia.

Salón de Belleza Imperium Haircut.
Obsservas una sala amplia y luminosa. Entrando a la derecha hay unos mullidos asientos color albaricoque, que harán de la espera un rato agradable y que combinan con el marrón oscuro del suelo y el marfil de las paredes. Algo más allá, ves el lavacabezas y dos cascos secador. De frente, el tocador con un gran espejo apaisado y dos cómodos sillones, así como una trona para cortar el cabello a los niños. A la izquierda, está la recepción donde se ve un teléfono y un portátil. Junto a ella, la puerta que da acceso a una sala que hace las de almacén y lugar de descanso, más un aseo. Suena música ambiental a poco volumen y el aroma del ambiente se mezcla entre químicos, acetona, esmalte de uñas y ambientador de vainilla y canela.
Ves Una estilista y Una manicurista aquí.
Salidas visibles: fuera
Camelia llega junto a tallana al salón de belleza.
La manicurista aplica francesita sobre el esmalte
La estilista coge un puñao de horquillas
La manicurista Le aplica crema en los pies a una clienta
Dices con acento Mexicano, "está kuqui el salón de belleza, e nada mal talli."
la estilista le lava la cabeza a una clienta
Dices con acento Mexicano, "me alegra haber convencido de benir, te la pasas en esa comisaría y no te consientes."
La estilista tararea una melodía mientras seca una melena
Tallana Dice con acento ensenadense, "Exajeras como siempre camelia..."
La estilista cotillea
La manicurista aplica francesita sobre el esmalte
Tallana sonríe ligeramente.
la estilista le lava la cabeza a una clienta
Camelia sonríe cómplice a tallana y la lleva a sentarse mientras esperan su turno.
La manicurista Hace unas pinceladas sobre el esmalte y dibuja estrellitas
La estilista peina a una clienta
La estilista coge un puñao de horquillas
ambas chicas miran los tipos de peinados que van a elegir.
La manicurista le lima las uñas a una clienta
Dices con acento Mexicano, "Y bueno, ya me vas a contar que te tiene tan estrezada tallana?"
La estilista tararea una melodía mientras seca una melena
tallana mira distraída los peinados y suspira agobiada.
La estilista cotillea
La manicurista canta bajito mientras aplica el esmalte en una manicura
Tallana dice con acento ensenadense, "Mucho trabajo suponggo came, tu sabes bien lo que es ser poli. "
Sonríes.
Dices con acento Mexicano, "sí, pero esto es menos que estar en la DEA, así que no creo que sea eso."
Una manicurista coge el cortacutículas y atiende a una clienta
La manicurista cotillea y se ríe a carcajadas
La estilista coge un puñao de horquillas
tallana desbía un poco la mirada.
Tallana dice con acento ensenadense, "vamos came, tu estás de misión secreta en españa, no sería más emosionante que me cuentes sobre eso, que mis problemas?.
la estilista le lava la cabeza a una clienta
Niegas con la cabeza.
Una manicurista coge el cortacutículas y atiende a una clienta
Dices con acento Mexicano, "Sí te contaré eso obio, pero quiero que tu me digas que te traes. "
Dices con acento Mexicano, "desde que llegué a españa no haces más que vivir 24 7 en la comisaría, estás evadiendo algo y lo sé porque te conozco bien."
La manicurista aplica francesita sobre el esmalte
La estilista cotillea
La manicurista canta bajito mientras aplica el esmalte en una manicura
Tallana dice con acento ensenadense, "Bueno esque tu sabes que he pensado dejar la poli came, y también quiero dejar de pensar en una persona que conocí hace unos meses por ua apuesta. "
La estilista tararea una melodía mientras seca una melena
Te partes de risa.
la estilista le lava la cabeza a una clienta
Dices con acento Mexicano, "tú metida en apuestas tallana mendoza."
La estilista coge el secador y el cepillo
Tallana dice con acento ensenadense, "pués fue por mi cumpleaños esa apuesta, perdí una carrera en un caballo en fresnedillas. "
La música ambiental seguía sonando suavemente mientras el aroma de vainilla y canela se mezclaba con los químicos de los esmaltes. Camelia, con los ojos brillantes por la curiosidad, se acomodó en el asiento junto a Tallana, girándose hacia ella con una sonrisa cómplice.
La manicurista aplica francesita sobre el esmalte
la estilista le lava la cabeza a una clienta
Dices con acento Mexicano, "—¿Perdiste una carrera de caballos y eso te llevó a… qué exactamente? —preguntó, cruzando los brazos, como si estuviera a punto de escuchar una historia jugosa."
La manicurista canta bajito mientras aplica el esmalte en una manicura
La estilista coge el secador y el cepillo
Tallana suspiró, evitando la mirada de su amiga y fingiendo seguir interesada en los peinados de la revista que tenía en las manos.
La manicurista canta bajito mientras aplica el esmalte en una manicura
Tallana dice con acento Ensenadense, "No fue la carrera en sí… sino lo que vino después. Por perder, tuve que aceptar una cita con un tipo que no conocía —dijo finalmente, con un tono de resignación."
Camelia abrió los ojos con sorpresa y soltó una risa divertida.
Una manicurista coge el cortacutículas y atiende a una clienta
Dices con acento Mexicano, "¡¿Tú aceptando una cita a ciegas por una apuesta?! Esto sí que es oro puro. ¿Y qué pasó después? ¿Era un patán o al menos valió la pena?"
Tallana apretó los labios y bajó la mirada a sus propias manos. No quería admitirlo, pero Alessandro no solo había valido la pena… había sido un huracán en su vida.
La manicurista le lima las uñas a una clienta
Tallana Dice con acento Ensenadense, "Se llamaba Alessandro. Italiano. Médico. Atractivo como el demonio y con un ego que podía competir con el de cualquier narco que haya conocido en México."
La estilista cotillea
Camelia soltó una carcajada.
Dices con acento Mexicano, "Suena a alguien con quien sí podrías divertirte, pero… no pareces precisamente feliz al recordarlo."
La manicurista cotillea y se ríe a carcajadas
Tallana respiró hondo, intentando mantener la compostura.
La estilista coge un puñao de horquillas
Tallana dice con acento Ensenadense, "Es complicado. Nos vimos un par de veces, tuvimos… algo. Pero nada serio. Era un juego, Camelia. No iba a dejar que fuera más allá."
Camelia apoyó el codo en el brazo del sillón y la miró con escepticismo.
Dices con acento Mexicano, "Pero te dejó marcada, eso es obvio."
Tallana frunció el ceño y negó rápidamente.
La manicurista Hace unas pinceladas sobre el esmalte y dibuja estrellitas
Tallana dice con acento ensenadense, "No. Solo fue un capricho momentáneo. Sabes bien que después de lo que pasó con Emilio, no estoy dispuesta a volver a cometer los mismos errores."
Camelia ladea la cabeza, observándola con atención.
Dices con acento Mexicano, "¿Errores? ¿Qué errores? Amar a alguien no es un error, Tallana."
Tallana soltó una risa seca y amargada.
La manicurista Le aplica crema en los pies a una clienta
Tallana dice con acento ensenadense, "Depende de a quién ames. Depende de cuánto te involucres. Lo de Emilio me dejó claro que nada es para siempre. Que al final, todo se derrumba."
La estilista coge el secador y el cepillo
Camelia chasqueó la lengua, negando con la cabeza.
Dices con acento Mexicano, "Lo que pasó con Emilio no significa que siempre será igual."
Tallana se encogió de hombros, apartando la mirada.
Tallana dice con acento ensenadense, "Prefiero no averiguarlo. Con Alessandro fue solo eso… un encuentro, un juego. Nada más. Y ahora necesito sacármelo de la cabeza de una vez."
Camelia sonrió de lado, como si no creyera ni una sola palabra de lo que Tallana decía.
La estilista tararea una melodía mientras seca una melena
La manicurista le lima las uñas a una clienta
Dices con acento Mexicano, "¿Y él? ¿También lo ve así?"
Tallana dudó un segundo antes de responder, lo que fue suficiente para que Camelia lo notara.
—No me interesa lo que él vea o no. No lo quiero en mi vida —dijo al final, con firmeza.
CyberLife te desea que no te caigas.
Camelia la observa en silencio por un momento y luego sonrió con picardía.
Dices con acento Mexicano, "Eso suena más a "no puedo dejar de pensar en él" que a "no lo quiero en mi vida"."
Sonríes.
Tallana bufó y apartó la revista de peinados sobre la mesa, cruzándose de brazos.
Tallana dice con acento ensenadense, "Deja de analizarme como si fueras psicóloga, Camelia."
Te partes de risa.
Camelia se rió y le dio un pequeño empujón en el hombro.
Dices con acento Mexicano, "No soy psicóloga, pero soy tu amiga. Y algo me dice que esta historia con el italiano no ha terminado."
La estilista coge las tijeras
Tallana la miró de reojo, con una expresión de fastidio fingido, pero sin decir nada más. En el fondo, temía que Camelia tuviera razón.
Llega el turno de camelia y pasa a arreglarse.
La estilista te observa y sonriente te explica qué te convendría más utilizar para cambiar tu apariencia.
La Estilista termina de arreglarte y ahora llevas el pelo Recogido semidespeinado con mechones sueltos, dejando que algunos rizos caigan alrededor de su rostro para un aire seductor. Sostiene su melena con una diadema de cuero negro con detalles dorados que le da un toque de poder.
Camelia sonríe al verse en el espejo.
Camelia Miranda Beltrán
Su tez es canela dorada, con un brillo natural que resalta su ascendencia mexicana. Su cabello largo y rizado cae en cascadas rebeldes hasta la mitad de su espalda, con mechones voluminosos y definidos que enmarcan su rostro con un aire salvaje y seductor. Su rostro es perfectamente simétrico, con pómulos altos y marcados que acentúan su expresión fuerte y segura. Sus ojos grandes y almendrados, de un intenso color avellana con destellos dorados, parecen escanear a cada persona con una mirada inquisitiva y perspicaz. Sus cejas gruesas y bien definidas realzan aún más la profundidad de su mirada. Sus labios carnosos y naturalmente rosados tienen una curvatura seductora, y su sonrisa, aunque reservada, es capaz de desarmar a cualquiera. Su nariz recta y ligeramente respingada complementa la armonía de su rostro con un toque de feminidad y carácter. Su cuerpo es sexi y atlético, con curvas bien proporcionadas que resaltan su feminidad sin restarle agilidad. Sus hombros firmes y ligeramente anchos denotan fortaleza, mientras que sus brazos tonificados reflejan su entrenamiento constante. Sus manos hábiles y de dedos largos se mueven con precisión, acostumbradas a manejar armas y equipo táctico con destreza. Su busto es firme y de tamaño equilibrado, realzando su silueta sin exageraciones. Su abdomen es plano y marcado, testimonio de su dedicación al entrenamiento físico. Su cintura definida y sus caderas torneadas aportan una sensualidad natural que se acentúa con cada paso. Sus nalgas firmes y elevadas, junto con sus piernas largas y musculosas, le otorgan una postura poderosa y segura. Sus pantorrillas bien esculpidas y sus pies fuertes pero femeninos, siempre listos para la acción, completan su figura atlética y seductora.
lleva el pelo Recogido semidespeinado con mechones sueltos, dejando que algunos rizos caigan alrededor de su rostro para un aire seductor. Sostiene su melena con una diadema de cuero negro con detalles dorados que le da un toque de poder.
Lleva aretes finos con forma de hoja en tono dorado marca fire of fashion en las orejas.
Lleva cadena dorada con colgante de cuarso marca fire of fashion en el cuello.
Viste blusa de satén grueso en tono bino tinto marca fire of fashion.
Lleva falda midi en tono bino tinto marca fire of fashion sobre las caderas.
Calza zapatos de charol beige marca fire of fashion.
Luego de un rato es el turno de Tallana.
mientras tanto camelia pasaba a hacerse las uñas.
Entre charla y cotilleos, la manicurista te deja las manos como nuevas y a tu gusto.
Ahora luces unas uñas color Rojo con efecto espejo en las manos.
La manicurista aplica francesita sobre el esmalte
Tallana se sentó en el sillón de la estilista con los brazos cruzados y un gesto resignado.
Tallana dice con acento ensenadense, "Solo algo simple, nada exagerado —advirtió, lanzando una mirada de advertencia a Camelia, quien ya estaba observándola con una sonrisa divertida mientras le daban los últimos retoques a sus uñas."
La estilista asintió con profesionalismo y comenzó a trabajar en su cabello, masajeándole el cuero cabelludo con delicadeza antes de lavarlo y aplicar un tratamiento hidratante.
La estilista coge un puñao de horquillas
Camelia, que ya tenía las uñas perfectamente arregladas, apoyó el codo sobre la mesa y la miró con picardía.
Dices con acento Mexicano, "Bueno, mientras te arreglan, ¿vas a contarme qué fue lo último que pasó con tu italiano misterioso? Porque algo me dice que no fue solo una "aventura pasajera"."
Tallana bufó, cerrando los ojos con un suspiro mientras la estilista le aplicaba un poco de acondicionador.
La estilista coge el secador y el cepillo
Tallana dice con acento ensenadense, "Ya te dije, no fue nada serio. Unos cuantos encuentros, un par de copas, conversaciones sin importancia... y ya. "
Camelia enarcó una ceja.
Dices con acento Mexicano, "¿Sin importancia? Mira, Tallana, cuando alguien repite lo mismo tres veces en la misma frase, significa que es mentira."
Tallana resopló, pero no pudo evitar sonreír con algo de fastidio.
Tallana dice con acento ensenadense, "Eres insoportable, Came."
Dices con acento Mexicano, "Y tú pésima mintiendo —respondió Camelia con una risa traviesa—. Anda, dime la verdad. ¿Se quedó en Madrid? ¿Te ha buscado?"
Tallana abrió la boca para responder, pero en ese momento su móvil vibró sobre la mesita a su lado. Al verlo, su expresión se tensó por un breve segundo antes de que lo tomara y lo guardara en su bolso sin decir nada.
Camelia no se lo perdió.
Dices con acento Mexicano, "Déjame adivinar... ¿Alessandro?"
Tallana se mordió el labio y desvió la mirada, pero su silencio lo dijo todo.
—Ajá... —Camelia apoyó la barbilla en su mano, disfrutando demasiado la situación—. Entonces, ¿qué harás?
La estilista, sin decir nada, ya había empezado a secar su cabello con el secador, dándole un volumen natural y dejándolo suelto con unas ondas suaves.
Tallana suspiró.
La estilista cotillea
Tallana Dice con acento ensenadense, "Nada. No voy a hacer nada."
Camelia chasqueó la lengua y negó con la cabeza.
Dices con acento Mexicano, "Mentira. Vas a responderle."
Tallana giró los ojos, pero en el fondo, sabía que Camelia tenía razón. Alessandro todavía estaba en su cabeza, y por mucho que intentara alejarse de él, no parecía ser tan sencillo.

[Larabelle Evans]

La rendición de Tallana: Un regalo que desarma.

Punto de vista: Tallana.

Un balcón. de color azul profundo
El balcón del dormitorio principal se extiende con un aire sofisticado y elegante, diseñado para ser tanto un rincón íntimo de descanso como un espacio que despierta pasiones. Su estructura minimalista está revestida con piso de mármol pulido en un tono blanco suave con vetas grises, que refleja la luz del sol y aporta una sensación de limpieza y amplitud. Un suave brillo recorre cada esquina, asegurando que el lugar emane refinamiento. Barandas de vidrio templado permiten disfrutar de vistas despejadas del entorno, mientras que delgadas columnas metálicas en tonos mate encuadran el espacio, añadiendo un toque moderno sin sobrecargarlo. Para aportar privacidad cuando es necesario, cortinas translúcidas de lino blanco pueden desplegarse de manera sutil, tamizando la luz y creando un ambiente envolvente y acogedor. El balcón cuenta con un sofá de mimbre tapizado en cojines de tonos beige y crema, dispuestos para brindar comodidad y estilo. Alrededor, se encuentran cojines decorativos en tonos suaves de azul marino y verde oliva, reflejando un toque natural y equilibrado que conecta con el exterior. Justo al lado del sofá, una mesita baja de madera oscura sostiene un pequeño jarrón de cristal con flores frescas y una taza de cerámica artesanal, evocando momentos de tranquilidad y placer. El espacio se encuentra perfumado por una delicada jardinera colgante con plantas aromáticas, como jazmín y lavanda, que cuelgan sutilmente desde una estructura de hierro forjado, añadiendo un toque romántico y exótico. Un farolillo metálico con velas de cera natural cuelga a un costado, proyectando sombras danzantes en las noches de luna llena. Para aquellos momentos de introspección y disfrute, una hamaca de cuerda tejida en un rincón del balcón ofrece el lugar perfecto para acurrucarse, leer un libro o simplemente contemplar el cielo estrellado. Su balanceo suave y su diseño limpio invitan a relajarse, mientras el suave susurro del viento completa la experiencia sensorial. Los detalles decorativos son sutiles pero impactantes: pequeñas esculturas de mármol en forma de aves marinas y macetas de cerámica con plantas suculentas aportan texturas elegantes sin sobrecargar el espacio. El iluminado indirecto mediante tiras de luz LED empotradas en el suelo genera un resplandor cálido y acogedor al anochecer, transformando el balcón en un verdadero santuario personal. Este balcón es mucho más que una extensión del dormitorio: es un refugio para soñar, descansar y dejarse llevar por las emociones, diseñado con la delicadeza que merece su propietaria y con la elegancia que define cada detalle del hogar.
La brisa nocturna acariciaba suavemente el rostro de Tallana, que permanecía inmóvil en la hamaca del balcón, con los ojos fijos en el horizonte. El cielo era un lienzo profundo de azul marino, salpicado de estrellas titilantes que parecían susurrarle secretos desde la distancia. Las luces de la ciudad se reflejaban tenuemente en la baranda de vidrio, creando un efecto hipnótico que no lograba calmar el torbellino que llevaba dentro.
Su cuerpo estaba relajado, pero su mente era un caos. Emilio seguía presente en cada uno de sus pensamientos, pese a que había tomado la decisión correcta… o al menos eso quería creer.
—"Sé feliz con Zuleika…" —susurró, repitiendo las mismas palabras que le había dicho horas antes en la comisaría. Su voz apenas fue un murmullo, ahogado por el suave crujido de la hamaca al mecerse.
Había pronunciado esas palabras con valentía, pero ahora, en la soledad de su santuario, la realidad la golpeaba como una ola imparable. Lo seguía queriendo. Lo sabía. Pero él… pertenecía a otra.
Sus dedos jugaban distraídamente con la punta del cojín color crema que descansaba sobre su regazo. Sus ojos, ligeramente húmedos, reflejaban un dolor que se negaba a desaparecer. ¿Por qué dolía tanto soltar a alguien que nunca la había tenido del todo?
El aroma del jazmín y la lavanda flotaba en el aire, mezclándose con la brisa fresca que revolvía suavemente sus mechones oscuros. Pero ni siquiera la paz del balcón podía apaciguar el nudo que tenía en el pecho.
Un eco sutil la sacó de sus pensamientos.
—"Tallana…" Una voz grave, profunda y familiar resonó desde la puerta corrediza del balcón. Alessandro.
Tallana cerró los ojos un instante, como si necesitara armarse de valor antes de girar la cabeza. Cuando finalmente lo hizo, su corazón dio un vuelco al verlo allí, de pie, tan impecable como siempre.
Alessandro. Con su porte elegante y esa seguridad innata que lo envolvía como una segunda piel. Vestía una camisa blanca ligeramente desabrochada en el cuello, dejando ver un destello de su piel bronceada. Los pantalones oscuros resaltaban la firmeza de su figura, y su reloj de acero destellaba bajo la luz tenue del balcón.
Sus ojos verdes, intensos y llenos de interrogantes, la buscaron de inmediato.
Alessandro dice con acento florentino, ""¿Puedo pasar?" —preguntó, su tono suave pero cargado de intención."
Tallana desvió la mirada, volviendo a fijar la vista en el horizonte.
Suspiras profundamente.
Dices con acento Ensenadense, ""Ya estás aquí, Alessandro. No tienes que pedir permiso.""
Su voz sonaba firme, pero Alessandro conocía ese tono. Esa máscara de indiferencia que usaba para ocultar su vulnerabilidad.
Él no se dejó engañar. Avanzó con paso decidido, cruzando el umbral y cerrando la puerta tras de sí. Se apoyó suavemente en la baranda, a pocos pasos de ella, dejándole espacio, pero al mismo tiempo dejando claro que no iba a marcharse.
—"Te estuve llamando," murmuró. "No contestaste."
Tallana dejó escapar un suspiro largo, evitando mirarlo.
Dices con acento Ensenadense, ""No tenía ganas de hablar.""
Dices con acento Ensenadense, "además estado trabajando, y que yo sepa no teníamos algo en particular que hablar. "
El silencio se instaló entre ellos, solo roto por el suave crujir de la hamaca al balancearse y el susurro del viento jugando con las cortinas de lino.
Alessandro la observó en silencio, notando la tensión en sus hombros, la forma en que sus labios estaban apretados con fuerza, como si intentara contener emociones que amenazaban con desbordarse.
Alessandro dice con acento florentino, ""¿Estás así por él?" —preguntó, su tono era sereno, pero había un matiz de celos en su voz."
Tallana cerró los ojos al escuchar la pregunta. Él sabía. Por supuesto que sabía. Alessandro no era tonto… nunca lo había sido.
Dices con acento Ensenadense, ""No quiero hablar de eso," responde con voz baja, casi inaudible."
Alessandro dio un paso más hacia ella, inclinándose levemente, lo suficiente para que su presencia la envolviera.
Alessandro dice con acento florentino, ""Pero necesitas hacerlo.""
Tallana apretó los labios y finalmente levantó la mirada hacia él. Sus ojos oscuros, llenos de tormento, chocaron con los de Alessandro. No había necesidad de palabras. Él lo vio todo reflejado en su mirada.
—"Lo dejé ir," susurró finalmente, su voz quebrándose ligeramente. "Le dije que fuera feliz con ella."
Alessandro asintió, pero su mandíbula se tensó. No le gustaba escuchar eso, no le gustaba que otro hombre tuviera el amor de Tallana.
Alessandro dice con acento florentino, ""¿Y tú? ¿Eres feliz?""
Alessandro Dice con acento florentino, "Estabas tranquila sin hablar con él de ustedes, ¿y ahora te vas a poner así?. "
Tallana tragó saliva y desvió la mirada, incapaz de sostener su intensidad.
Dices con acento Ensenadense, "Eso que inporta ahora mismo alessandro, tú no eres nada en mi vida para decirme lo que tengo que sentir. "
Un destello de frustración cruzó el rostro de Alessandro, pero lo disimuló bien. Dio un paso más cerca, esta vez casi rozando sus rodillas con las suyas.
Alessandro dice con acento florentino, "Claro que me importa, Tallana.""
Su tono era bajo, pero cada palabra caló hondo. Tallana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Alessandro estaba demasiado cerca. El calor que irradiaba su cuerpo, la intensidad de su mirada, todo en él la desestabilizaba.
Tallana se levanta de la hamáca.
Dices con acento Ensenadense, "Ya vasta. "
Alessandro extendió una mano y acarició suavemente su mejilla, obligándola a mirarlo de nuevo.
—"No tienes por qué seguir perdiendo," murmuró, su voz cargada de promesas. "No conmigo."
Alessandro dice con acento florentino, "Io sono mejor que lui, tallana y no quieres aceptar que también te gusta estár conmigo. "
Alessandro la toma de la nuca para acercarse a su boca y devorarla ancioso y con posecibidad.
Tallana sintió su corazón latir más fuerte, más rápido. Era tan fácil perderse en esos ojos… Pero tenía miedo. Miedo de volver a arriesgarse, de volver a salir herida.
—"Alessandro…" —susurró su nombre, como si fuera una advertencia.
él no retrosedió, y la hizo sentarse en un pequeño sofá mientras él iva a buscar un paar de bolsas de regalo que traía consigo.
Tallana seguía sentada en el sofá, su cuerpo aún ardía por el roce de los labios de Alessandro, y su mente seguía atrapada en esa vorágine de emociones que él había desatado. Sus labios, ligeramente hinchados por la intensidad del beso, aún guardaban el sabor a deseo y posesividad que Alessandro le había impuesto… un beso que no debería haber permitido, pero que tampoco había podido resistir.
Sus manos temblaban ligeramente, y su pecho subía y bajaba de manera descontrolada, tratando de recuperar el aire que él le había robado.
Y ahora… él estaba de pie frente a ella.
Alessandro sonreía de medio lado, esa sonrisa llena de confianza y misterio que siempre lograba desestabilizarla. En sus manos, dos enormes bolsas de regalo.
—"¿Qué es todo esto?" —preguntó Tallana, su voz intentando sonar firme, pero el temblor en su tono la delataba.
Sus ojos oscuros, aún nublados por la confusión, se posaron en las bolsas de papel brillante que Alessandro sostenía. Las bolsas eran grandes, decoradas con tonos dorados y detalles sutiles en relieve, reflejando el buen gusto que siempre lo caracterizaba.
Alessandro no respondió de inmediato. En lugar de eso, dejó las bolsas sobre la mesita de madera oscura junto al sofá, haciendo que la tensión en el aire se intensificara. Luego, con una calma calculada, sacó uno de los regalos.
El primer peluche.
Un enorme muñeco de luna, hecho de terciopelo plateado suave, con detalles bordados en tonos dorados que simulaban estrellas dispersas por su superficie. La luna tenía una expresión serena, casi melancólica, con unos ojos cerrados que parecían soñar.
—"Para cuando necesites un poco de paz…" —murmuró Alessandro, su voz suave mientras colocaba el peluche cuidadosamente sobre el sofá, junto a ella.
Tallana tragó saliva, sintiendo su corazón latir con fuerza. ¿Por qué Alessandro siempre sabía qué decir?
Antes de que pudiera procesar sus emociones, él sacó el segundo peluche.
Una rosa roja gigante.
El terciopelo escarlata del pétalo principal brillaba bajo la luz suave del balcón, y los bordes de cada pétalo estaban delineados con un hilo dorado que le daba un toque casi irreal. Las hojas verdes, de textura sedosa, caían suavemente, como si la rosa estuviera recién cortada de un jardín encantado.
—"Y para cuando necesites recordar que mereces ser amada…" —susurró Alessandro, esta vez su mirada se clavó directamente en la de Tallana.
El peso de sus palabras la golpeó con fuerza.
Tallana sintió un nudo formarse en su garganta. ¿Por qué él hacía esto? ¿Por qué siempre lograba derribar sus muros con tanta facilidad?
—"Alessandro…" —susurró, pero su voz se quebró.
Él se arrodilló frente a ella, sus ojos verdes brillaban con intensidad bajo la tenue luz del farolillo metálico. Sus manos fuertes pero delicadas acariciaron suavemente sus rodillas, haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo.
—"Tallana…" —murmuró su nombre como si fuera un rezo. "Non voglio più vederti soffrire…"
No quiero verte sufrir más.
Esas palabras… la desarmaron.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no las dejó caer.
—"¿Por qué haces esto?" —preguntó con voz temblorosa, sus labios apenas lograban articular las palabras.
Alessandro suspiró, su rostro reflejaba algo más que deseo. Había devoción. Había entrega.
—"Porque me importas, Tallana." —Su voz era firme, pero sus ojos reflejaban una vulnerabilidad que pocas veces dejaba ver. "Porque sé que estás rota por dentro… y si me dejas… quiero ser yo quien te ayude a sanar."
El silencio que siguió fue abrumador.
Tallana sintió su corazón acelerarse, sus muros se resquebrajaban peligrosamente.
—"Alessandro… yo…"
Él no le dio tiempo de seguir. Se inclinó ligeramente, acercando su rostro al de ella, pero esta vez su beso no fue posesivo ni demandante. Fue suave. Cauteloso.
Un roce apenas perceptible, como si le estuviera pidiendo permiso para entrar en su mundo.
Tallana cerró los ojos.
Y esta vez… no retrocedió.
Se dejó llevar.
Sus labios respondieron al contacto, pero esta vez no había prisa. No había urgencia. Solo un beso cargado de emociones contenidas, de deseos reprimidos… de sentimientos que ambos habían intentado negar durante demasiado tiempo.
Sus dedos se deslizaron tímidamente por la nuca de Alessandro, mientras él la acercaba más a su cuerpo, profundizando el beso con delicadeza.
Pero entonces…
Tallana se apartó suavemente, sus labios rozaron los de él una última vez antes de abrir los ojos. Había confusión en su mirada.
—"Esto… no debería estar pasando." —susurró, su voz apenas un hilo de aire.
Alessandro no se apartó.
—"¿Por qué no, Tallana?" —susurró contra sus labios, su aliento cálido haciéndola temblar. "¿Por qué te niegas lo que tu corazón quiere?"
Tallana no supo qué responder. Porque en el fondo… sabía que él tenía razón.
—"No quiero volver a salir herida, Alessandro…" —susurró finalmente, su voz quebrada por la vulnerabilidad.
Alessandro apoyó su frente contra la de ella, cerrando los ojos por un instante.
—"No soy él, Tallana." —susurró, su voz apenas audible. "Yo no te voy a dejar."
Y en ese momento… algo dentro de Tallana cedió.
Y por primera vez en muchos meses, sintió que tal vez… solo tal vez… podía volver a amar.

[Larabelle Evans]

Tallana lleba a un restaurante mexicano a Alessandro.

Punto de Vista: Tallana.

Tallana está en casa, salió de un turno algo pesado en la commisaría.
Alessandro llégacon una sonrísa a la calle de serrano, toca la puerta.
Tallana se levanta a abrir.
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "hol amor."
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento florentino, "ciao, bella"
Alessandro dice con acento florentino, "puedo pasar?"
Alessandro la níra y le sonríe
Alessandro te mira.
Dices con acento Ensenadense, "por qué no?."
Dices con acento Ensenadense, "tu entras a casa cuando quieres doctor Ferreiro. "
Te partes de risa.
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento florentino, "así es, es mi derecho"
Alessandro sonríe.
Alessandro sonríe engreído y entra a la casa
Dices con acento Ensenadense, "así. "
Tallana lo mira desafiante.
Alessandro la mira a los ojos y se mantiene con la misma sonrísa
Dices con acento Ensenadense, "por qué?, solo por ser un buen médico?. "
Te partes de risa.
Alessandro sonríe.
Tallana abraza a Alesandro.
Alessandro dice con acento florentino, "il mejore, amore, ilmejore"
Alessandro se parte de risa.
Alessandro te abraza.
Niegas con la cabeza.
Dices con acento Ensenadense, "en Ensenada hay mejores y no andan presumiendo."
Sonríes.
Alessandro dice con acento florentino, "así? lo dudo muucho"
Te partes de risa.
Tallana lo besa amorosa.
Dices con acento Ensenadense, "te odio y te amo mi engreído."
Alessandro la abraza fuerte y corresponde al beso con amor
Dices con acento Ensenadense, "que tal te fue en el hospital, mucho trabajo?"
Alessandro asiente afirmativamente.
Alessandro dice con acento florentino, "ya saves, pero todo bene amore"
Tallana bosteza.
Dices con acento Ensenadense, "para mí igual fue pesado el turno. "
Alessandro dice con acento florentino, "así? mucho papeleo y dormir? o que"
Alessandro se parte de risa.
Dices con acento Ensenadense, "la policía nacional es orrible."
Tallana lo escucha y lo golpea divertida.
Dices con acento Ensenadense, "oye. "
Alessandro se pone un poco serio y afirma con la cabeza
Alessandro sonríe.
Tallana lo mira con cara de indignación fingida.
Dices con acento Ensenadense, "eso pienzas de la policía que cuida de tus pacientes?"
Alessandro le sonríe con cara de, que?
Alessandro dice con acento florentino, "pues por algo van al hospital"
Frunces el ceño.
Alessandro sonríe.
Tallana se aleja de alessandro indignada y haciendo pucheros.
Alessandro se ríe y se aleja, mostrando su regalo, y amagando con marcharce.
Tallana mira de lejos el regalo y niega con la cabeza, con cara de si te vas no me hables más en muchos días.
Alessandro la mira como diciendo, tú te lo pierdes, yo no
Alessandro sonríe.
Dices con acento Ensenadense, "¿qué es eso?"
Alessandro dice con acento florentino, "nada, un regalo para alguien"
Alessandro sonríe.
Tallana lo mira con ojos de querer matarlo.
Dices con acento Ensenadense, "así. "
Dices con acento Ensenadense, "pués, se te hace tarde para llevarlo, "
Alessandro le sonríe como si nada
Alessandro dice con acento florentino, "sí, ya meboy, lo tengo que entregar ahora a esa chica. "
Alessandro sonríe.
Dices con acento Ensenadense, "no quieres de paso llevarte los peluches que mediste?"
Alessandro niega con la cabeza.
Alessandro dice con acento florentino, "no repito regalos, bellesa. "
Alessandro sonríe.
Tallana lo mira ceria.
Alessandro le sonríe y se le acerca para morderle los labios
Tallana lo besa poseciva.
Alessandro te besa.
Tallana besa a Alessandro.
Dices con acento Ensenadense, "te amo. "
Alessandro dice con acento florentino, "ti amo, bellesa"
Dices con acento Ensenadense, "ya me dirás que es eso amor. "
Alessandro sonríe.
Alessandro le entrega la bolsa de regalo
Tallana toma la bolsa y la abre con mucha ilusión pués le gusta que aless sea así con ella.
Alessandro le sonríe con ternura
En la bolsa hay una caja de chocolate blanco en forma de lunas.
Sonríes.
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento florentino, "te gustan?"
Dices con acento Ensenadense, "amooor. "
Dices con acento Ensenadense, "me gustan, y me gusta más que seas así conmigo."
Alessandro dice con acento florentino, "por que te lo mereses, bella"
Alessandro dice con acento florentino, "tu sey una bellesa, que merese todo"
Dices con acento Ensenadense, "así. "
Sonríes.
Alessandro asiente afirmativamente.
Tallana besa a alessandro.
Tallana saca un chocolate y se lo come.
Sonríes.
Dices con acento Ensenadense, "Bueno amor, salimos a comer algo?"
Alessandro dice con acento florentino, "lo que quiera mi belesa"
Tallana lo abraza feliz y enamorada.
alessandro abraza a tallana.
Tallana se separa de él para agarrar su bolsa para salir.
Dices con acento Ensenadense, "vamos. "
Alessandro le sonríe feliz
Dices con acento Ensenadense, "te llevaré a un restaurante mexicano. "
Alessandro asiente afirmativamente.
Alessandro dice con acento florentino, "que?"
Dices con acento Ensenadense, "asícomo lo olles. un restaurante mexicano mi amor. "
Alessandro dice con acento florentino, "a sí?"
Dices con acento Ensenadense, "sí mejor que la italiana. "
Sonríes.
Alessandro niega con la cabeza.
Alessandro dice con acento florentino, "eso jamás"
Te partes de risa.
Alessandro dice con acento florentino, "la comida e insuperable"
Tallana sale de la casa mientras el celular de Alessandro suena con un mensaje de texto.
Sales de la casa.
Comunidad de NeoMadrid; Calle de Serrano.
Salidas visibles: norte, sur, museo, casa, iglesia, oeste, joyeria, hospital, isde, centro, museo-arqueologico-nacional, agencia, sede, este, tienda, oficina, y consejo
Alessandro sale de una casa.
Tallana lo toma de la mano.
Alessandro sonríe.
Mensaje de Valeria: adjunta una foto de valeria vestida de enfermera sexi.
Alessandro se percata de la bibración, pero en un principio trata de ignorarlo.
Alessandro se marcha hacia la Plaza de la Independencia.
Comunidad de NeoMadrid; Plaza de la Independencia.
Ves Moon Raiven Discovery, Jiep Renegade 2020 de color gris metalizado, Koa Cirus de color Azul Cobalto Perlado, Eston Morten DTX, y BDMW Sirakusa de color azul zafiro claro metalizado aquí.
Te encuentras con Alessandro .
Salidas visibles: norte, oeste, este, sur, sureste, y slainte
El clima actual es Cielo cubierto y la temperatura es 10.1 grados Celsius.
Alessandro se marcha hacia el este.
Alessandro se marcha hacia el oeste.
Comunidad de NeoMadrid; Tramo inicial de la Calle de Alcalá.
Te encuentras con Alessandro .
Salidas visibles: este, oeste, y sede-iq
Alessandro se marcha hacia el oeste.
Comunidad de NeoMadrid; puerta del sol
Te encuentras con Alessandro.
Salidas visibles: correos, calle-mayor, norte, este, calle-de-carretas, abajo, carrera-san-jeronimo, calle-espoz-y-mina, plaza-de-pontejos, calle-del-arenal, noroeste, y calle-montera
Alessandro se marcha hacia la calle de Preciados.
Comunidad de NeoMadrid; Calle de preciados.
Te encuentras con Alessandro.
Salidas visibles: sur, norte, tienda-dr-flower, tienda-stylus, peluqueria-precio-pelao, tienda-muebles-a-medida, hotel, tienda-beer-satisfaction, tienda-cnx, tienda-afrodita, tienda-electroid, zapateria, tienda-primordial, oeste, tienda-land-market, y fruteria
Alessandro se marcha hacia la plaza del Callao
Comunidad de NeoMadrid; Plaza del Callao.
Salidas visibles: sureste, este, gran-via, palacio, cine, abajo, y banco
Alessandro se marcha por la gran via
Comunidad de NeoMadrid; Gran Vía: Tercer Tramo.
Te encuentras con Alessandro.
Salidas visibles: plaza-santa-maria, norte, plaza-del-callao, cine, call-center, y Restaurante
Tallana le señala el restaurante.
Alessandro se marcha.
Comunidad de NeoMadrid; savores de méxico
Sabores de México es más que un restaurante; es una puerta abierta al corazón de la cultura mexicana. Desde el momento en que cruzas su entrada, el ambiente te envuelve con una mezcla única de calidez y energía vibrante. Las paredes cuentan historias: están cubiertas por murales pintados a mano que muestran desde escenas de mercados tradicionales llenos de frutas, chiles y especias, hasta representaciones de danzas folclóricas que parecen cobrar vida con el movimiento de los colores. En algunos rincones, encontrarás nichos con figuras de barro, catrinas adornadas y pequeños altares que rinden homenaje a la rica herencia cultural del país. Las mesas, hechas de madera oscura y rústica, están decoradas con manteles tejidos a mano, cada uno con patrones únicos que parecen haber sido traídos directamente de Oaxaca o Chiapas. Sobre ellas descansan pequeños jarritos de barro que sirven como floreros, llenos de claveles y flores de cempasúchil que perfuman el ambiente con un toque sutil. Las lámparas de papel picado cuelgan del techo, proyectando luces cálidas y sombras juguetonas que transforman el espacio en un rincón mágico, como una plaza en el corazón de un pueblo mexicano al caer la tarde. El menú es una celebración en sí misma. Cada platillo está elaborado con recetas auténticas que han pasado de generación en generación. Desde los tacos al pastor, preparados en un trompo a la vista de los comensales, hasta el mole poblano con su complejidad de sabores que te invita a descubrir cada ingrediente, la oferta es tan amplia como deliciosa. También destacan el pozole tradicional, servido con su surtido de rábanos, lechuga y tostadas, y la cochinita pibil, cocinada lentamente para lograr una suavidad que se deshace en la boca. Para acompañar, no pueden faltar las aguas frescas de horchata y jamaica o un buen tequila artesanal. La música, siempre presente, varía entre el suave rasgueo de guitarras acústicas y las notas festivas de los mariachis. El personal, vestido con trajes típicos, no solo atiende con calidez, sino que también comparte la historia detrás de cada plato, añadiendo una capa extra de conexión y significado a la experiencia. Sabores de México no es simplemente un lugar para comer, sino un espacio donde se celebra la identidad y el alma de México en cada rincón, en cada plato y en cada detalle. Es un homenaje vivo a la riqueza de su gente, sus tradiciones y, por supuesto, su incomparable gastronomía.
Ves Aseo público aquí.
Te encuentras con Alessandro.
Salidas visibles: fuera y terraza
Dices con acento Ensenadense, "que te parecemi amor?"
Alessandro dice con acento florentino, "balla, es muy colorido"
Dices con acento Ensenadense, "claaro."
Alessandro dice con acento florentino, "que presumida amore"
Dices con acento Ensenadense, "solo lo justo,"
Tallana busca una mesa y se sienta.
Alessandro la acompaña y se cienta junto a ella
Tallana le pasa el menú.
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento florentino, "aver"

Dices con acento Ensenadense, " vas a querer todo, ya te conosco."

Alessandro dice con acento florentino, "eso depende... ¿tienen lasaña mexicana?"

Te partes de risa.
Dices con acento Ensenadense, "no, pero hay enchiladas, tacos, mole... cosas de verdad."

Alessandro dice con acento florentino, "ouch, directo al ego italiano."

Dices con acento Ensenadense, "así somos en Baja."

Alessandro se parte de risa.

Una mesera se acerca con una sonrisa amable, vestida con un traje típico lleno de bordados coloridos.

Mesera dice, "buenas noches, bienvenidos a Sabores de México. ¿Ya saben qué van a ordenar o les explico el menú?"

Dices con acento Ensenadense, "yo quiero pozole, por favor."

Alessandro dice con acento florentino, "yo tomaré esas... enchiladas, suenan interesantes."

Mesera asiente con una sonrisa.

Mesera dice, "perfecto, pozole para usted y enchiladas para el caballero. ¿De tomar?"
Dices con acento Ensenadense, "una horchata, gracias."

Alessandro dice con acento florentino, "yo quiero... esa agua de jamaica."

Mesera anota y se retira con una pequeña reverencia.

El romance oscuresido por las debilidades de Alessandro.

Alessandro la mira con ternura.

Alessandro dice con acento florentino, "me encanta verte feliz."

Dices con acento Ensenadense, "me encanta que vengas a mis mundos también, no solo al tuyo."

Alessandro le toma la mano.

Alessandro dice con acento florentino, "tus mundos son mi hogar ahora."

Tallana Sonríe emocionada.
Dices con acento Ensenadense, "me vas a hacer llorar."

Alessandro dice con acento florentino, "entonces beso antes de que llores."

Alessandro se inclina y le da un beso suave y cálido.

La música del restaurante sube un poco el ritmo con un son jarocho alegre.
Las luces de papel picado lanzan sombras danzantes sobre la mesa.

Dices con acento Ensenadense, "esto es lo que quiero, así, siempre."

Alessandro dice con acento florentino, "así será, bella mía."
La mesera llega con una charola decorada con colores vibrantes.

Mesera dice, "pozole para usted... enchiladas para el caballero... y sus bebidas. Que disfruten."

Dices con acento Ensenadense, "gracias."

Alessandro dice con acento florentino, "gracie mille, señorita."

La mesera se retira.

Tallana prueba una cucharada de pozole.

Dices con acento Ensenadense, "mmm, está delicioso."

Alessandro sonríe mientras prueba un bocado de enchiladas.

Alessandro dice con acento florentino, "esto pica... pero está... increíble."

Te partes de risa.

Dices con acento Ensenadense, "te dije que México pica, amor."

Alessandro dice con acento florentino, "me encanta... como tú."

Alessandro le guiña el ojo.

Dices con acento Ensenadense, "basta, me vas a hacer sonrojar."

Alessandro sonríe romántico y le limpia con suavidad una gota de salsa del labio a Tallana con una servilleta.

Alessandro dice con acento florentino, "bella hasta cuando comes."

Tallana Sonríe y le toma la mano.

El celular de Alessandro vibra otra vez.

Alessandro baja la mirada hacia el celular disimuladamente mientras come.

Mensaje de Valeria: *"si fueras mío te haría olvidarte de todo... aún con la bata puesta "*

Alessandro mantiene la sonrisa, pero traga saliva con cuidado.
Desbloquea el celular bajo la mesa y escribe con el pulgar.

Mensaje enviado por Alessandro: *"no digas eso que estoy en una cena… y me estás tentando."*

Alessandro levanta la mirada rápidamente hacia Tallana y le sonríe.

Alessandro dice con acento florentino, "el mole de la vida eres tú, amore."

Dices con acento Ensenadense, "¿qué significa eso, loco?"

Alessandro dice con acento florentino, "que tú eres mi sabor favorito... picoso, profundo, inolvidable."

Te partes de risa.

Dices con acento Ensenadense, "tú si sabes enamorarme, desgraciado."

Alessandro se acerca y le da un beso en la mejilla.

El celular vuelve a vibrar.

Mensaje de Valeria: *"piensa en mí cuando llegues a casa... o mejor, mándame una foto de cómo te vas a dormir."*

Alessandro guarda el teléfono con rapidez y toma un sorbo largo de agua de jamaica.

Dices con acento Ensenadense, "te estás poniendo rojo, ¿te enchilaste?"

Alessandro dice con acento florentino, "sí, sí... la salsa... fuerte."

Alessandro se ríe para disimular y le acaricia la mejilla.

Alessandro dice con acento florentino, "pero tú curas todo."

Tallana Sonríe y le da otro beso fugaz.

La música cambia a una melodía de bolero suave, y las luces bajan un poco la intensidad, creando un ambiente más íntimo.

Dices con acento Ensenadense, "¿qué hacemos después de cenar?"

Alessandro dice con acento florentino, "lo que tú digas, mi amor."

Dices con acento Ensenadense, "vamos a caminar un poco por la Gran Vía, quiero estar contigo."

Alessandro asiente afirmativamente.

Alessandro dice con acento florentino, "entonces caminamos hasta que nos duelan los pies... y más allá."

Tallana le sonríe emocionada.

Mientras ella vuelve a concentrarse en su plato, Alessandro saca el celular discretamente debajo de la mesa.

Mensaje enviado por Alessandro: *"después te escribo... estoy pensando en ti más de lo que debería."*

Alessandro guarda el celular y vuelve a mirar a Tallana con ternura.

Dices con acento Ensenadense, "gracias por venir conmigo a este lugar, amor."

Alessandro dice con acento florentino, "gracias a ti por hacerme parte de tu mundo."

Alessandro le toma la mano y la besa con delicadeza.

Dices con acento Ensenadense, "te amo."

Alessandro dice con acento florentino, "ti amo, Tallana."
Tallana termina su pozole y deja la cuchara en el plato con una sonrisa.

Dices con acento Ensenadense, "me encantó todo."

Alessandro asiente afirmativamente mientras da el último bocado a su enchilada.

Alessandro dice con acento florentino, "ha sido perfecto, como tú."

Te partes de risa.

Dices con acento Ensenadense, "eres un cursi incurable."

Alessandro dice con acento florentino, "pero tu cursi."

Tallana se inclina y le da un beso lento en los labios.

Alessandro la besa y le toma la mano con ternura.

Alessandro hace un gesto a la mesera.

Alessandro dice con acento florentino, "la cuenta, por favor."

Mesera llega con la cuenta.

Alessandro saca su tarjeta y paga sin pensarlo.

Alessandro dice con acento florentino, "ya está, bella."

Dices con acento Ensenadense, "gracias, galán."

Alessandro se pone de pie y le ofrece la mano para ayudarla a levantarse.

Tallana toma su mano y se pone de pie junto a él.

Alessandro la toma por la cintura mientras salen del restaurante.

Comunidad de NeoMadrid; Gran Vía: Tercer Tramo.
Salidas visibles: plaza-santa-maria, norte, plaza-del-callao, cine, call-center, y Restaurante

La noche está fresca, las luces de la Gran Vía iluminan el asfalto mojado con reflejos dorados y carmesí.

Dices con acento Ensenadense, "te gusta caminar por aquí, verdad?"

Alessandro dice con acento florentino, "sí, sobre todo si estoy contigo."

Dices con acento Ensenadense, "ay, tú sí sabes."

Alessandro se detiene y la toma de ambas manos.

Alessandro dice con acento florentino, "te juro que hay momentos... como este... donde me olvido del mundo."

Dices con acento Ensenadense, "entonces olvídalo más seguido."

Alessandro la atrae hacia sí y la besa apasionadamente bajo las luces de neón.

Tallana corresponde al beso y se aferra a su cuello.

El celular de Alessandro vibra de nuevo.

Mensaje de Valeria: *"estás pensando en mí? Yo sí... me estoy quitando la bata."*

Alessandro se separa del beso con una sonrisa nerviosa.

Dices con acento Ensenadense, "¿qué pasa?"

Alessandro dice con acento florentino, "nada... solo una vibración... del teléfono."

Alessandro saca el móvil y disimuladamente lo revisa mientras la abraza.

Mensaje enviado por Alessandro: *"no hagas eso... me vas a volver loco..."*

Alessandro guarda el celular rápidamente.

Dices con acento Ensenadense, "quieres un helado o algo?"

Alessandro dice con acento florentino, "solo si lo comemos de tu boca."

Te partes de risa.

Dices con acento Ensenadense, "me encantaría."

Alessandro sonríe y la vuelve a besar, esta vez más lento, más profundo.

Tallana lo toma del rostro entre las manos y lo besa de vuelta.

Alessandro le acaricia la espalda con suavidad.

El celular vuelve a vibrar discretamente.

Mensaje de Valeria: *"si me respondes, te mando una foto. ¿te atreves, doc?"*

Alessandro respira hondo, se separa un poco y mira a Tallana con dulzura.

Alessandro dice con acento florentino, "vamos a caminar... aún no quiero que termine esta noche."

Dices con acento Ensenadense, "ni yo."

Tallana lo toma del brazo y siguen caminando juntos, mientras Alessandro vuelve a sacar el celular a escondidas.

Mensaje enviado por Alessandro: *"hazlo. Pero que no me pillen."*

Alessandro guarda el teléfono, toma la mano de Tallana y continúa caminando por la Gran Vía, sonriendo como si no hubiera un secreto detrás de sus ojos.