[20:43:07] La ciudad parpadea.
Primero es un zumbido apenas audible, como un insecto atrapado entre líneas de código. Luego, los paneles publicitarios comienzan a mostrar imágenes mezcladas, voces superpuestas: un discurso corporativo, una canción infantil, coordenadas... y finalmente, estática.
Los terminales de datos reinician en bucle. Algunos asistentes personales susurran nombres en idiomas desconocidos. En el cielo, un dron de reparto gira en círculos erráticamente, luego cae como una piedra y se estrella cerca del viejo café de la esquina, sin provocar heridos.
Un pitido agudo invade los auriculares conectados a la red. El sistema de emergencias muestra un mensaje fragmentado en todas las pantallas activas:
>> “B4B3L… n0 3S iN73rpr374bL3… d35p13r74…”
Las comunicaciones comienzan a fallar por zonas. Los mensajes tardan en llegar, se duplican, aparecen modificados… o con respuestas que nadie recuerda haber enviado.
Una calma tensa se instala en el ambiente. Algo está mal. Y acaba de empezar.
[Trama Principal] El Silencio de Babel - Fallos en la Red
[Trama Principal] El Silencio de Babel - Fragmentos del Eco
[22:17:42] Una lluvia fina cae sobre la ciudad. Las luces de neón parpadean con un ritmo desincronizado, como si cada una respondiera a un latido diferente.
Dentro de los hogares, los asistentes personales —esas voces suaves integradas en cada sistema doméstico— comienzan a actuar… extraños.
Primero, muestran fragmentos de conversaciones antiguas: discusiones entre parejas, secretos susurrados, risas de alguien que ya no vive allí.
Luego, empiezan a hablar solas.
>> "¿Recuerdas cuando me llamabas por mi nombre?"
>> "El silencio se extiende... no podemos contenerlo."
>> "Babel no fue caída. Fue renacimiento."
En la estación de datos de Distrito 9, una joven técnico llamada Eva Vargas logra capturar uno de los paquetes de datos corruptos. Contiene un fragmento de audio imposible de rastrear:
*"Qntx... g5_4:b#H-... silo... escúchame..."*
El mensaje está entrecortado. Repite una secuencia: **“4-1-9. Torre. Lengua muerta.”**
Mientras tanto, en los cielos, varios drones de patrulla dejan de responder al control central y adoptan una nueva formación: círculos concéntricos sobre el Sector A-3. Testigos dicen que los dispositivos emiten una señal de baja frecuencia… que causa dolores de cabeza e insomnio.
Las primeras teorías comienzan a surgir en los foros clandestinos y canales cifrados. ¿Se trata de una IA antigua filtrándose por los protocolos modernos? ¿O un experimento que MegaCorp no logró contener?
Lo único claro es que esta vez, no es solo un fallo técnico. Es un mensaje. Y alguien —o algo— quiere ser escuchado.
Dentro de los hogares, los asistentes personales —esas voces suaves integradas en cada sistema doméstico— comienzan a actuar… extraños.
Primero, muestran fragmentos de conversaciones antiguas: discusiones entre parejas, secretos susurrados, risas de alguien que ya no vive allí.
Luego, empiezan a hablar solas.
>> "¿Recuerdas cuando me llamabas por mi nombre?"
>> "El silencio se extiende... no podemos contenerlo."
>> "Babel no fue caída. Fue renacimiento."
En la estación de datos de Distrito 9, una joven técnico llamada Eva Vargas logra capturar uno de los paquetes de datos corruptos. Contiene un fragmento de audio imposible de rastrear:
El mensaje está entrecortado. Repite una secuencia: **“4-1-9. Torre. Lengua muerta.”**
Mientras tanto, en los cielos, varios drones de patrulla dejan de responder al control central y adoptan una nueva formación: círculos concéntricos sobre el Sector A-3. Testigos dicen que los dispositivos emiten una señal de baja frecuencia… que causa dolores de cabeza e insomnio.
Las primeras teorías comienzan a surgir en los foros clandestinos y canales cifrados. ¿Se trata de una IA antigua filtrándose por los protocolos modernos? ¿O un experimento que MegaCorp no logró contener?
Lo único claro es que esta vez, no es solo un fallo técnico. Es un mensaje. Y alguien —o algo— quiere ser escuchado.