"Vittoria: La Reina del Caos"

[Larabelle Evans]

Es hora de regresar a casa.

Punto de vista: Vittoria.

en ese instante del otro lado del callejón, el guardia designado por Mássimo para vigilar de lejos a Vittoria hacía una llamada.
Mássimo en su despacho sin poder dormir por el estrés, revisaba unos papeles que Bianca le había mandado, cuando su teléfono sonó.
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo ojeaba los papeles, tenía los ojos cansados, y su aspecto podría ser mucho mejor de lo que era actualmente
el celular sonaba con insistencia.
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo tomó el celular con pesadés, y nisiquiera se tomo la molestia de ver quien era
Mássimo dice con acento turinés, "buonanotte..."
el guardia mientras se subía a su auto para ir tras vittoria, que ya había arrancado en la moto de Casio. habló al teléfono: "signore mássimo, su hija está en problemas.
Mássimo murmura con acento turinés, "hay, vittoria..."
Mássimo dice con acento turinés, "cuando no está en problemas... dime que susede, y sin omitir detalle. "
Dice, "Desde el medio día, llevó a la casa de su novio a un joven, y parece que las cosas no salieron bene, porque Marcco se enteró de todo y me dicen las vecinas que la hechó de la casa signore. "
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo apretando los puños y golpeando el escritorio
Mássimo dice con acento turinés, "que más..."
El guardia dice, "desde las 7 u 8 de la noche se fue a las carreras clandestinas de motos, y ha estado con otro ragazzo, Luego ha benido a la discoteca de siempre y parece que intentó atacar a su amica, la signorina Gemma. "
El guardia dice, "en este momento la estoy siguiendo signore, pero todo indica que no tiene donde quedarse esta noche, digame que hacemos? "
Mássimo golpeó fuertemente el escritorio, cansado de la situación. sinenvargo, no podia negar que le desgarraba el pecho escuchar por lo que su bambina estava pasando. aún así, seguía firme en su decición de no brindarle ayuda bajo ningun sentido, ya que savía que parte de que no quisiera cambiar, era la vida que le dava. aún así, no podía permitir que durmiera en la calle, no almenos esta vez. le iva a ayudar, pero solo ho. y
Mássimo dice con acento turinés, "traila, a ella y a su acompañante, quiero saver con que clase de gente está. no digas apsolutamente nada, a ninguno, solo traelos"
El guardia dice, "bene signore estaremoss allí. "
El guardia colgó el teléfono, mientras seguía a Vittoria.
En la moto: Casio giró un poco la cabeza hacia ella.
Casio dice con acento turinés, "¿Dónde te dejo?"
La pregunta la golpeó como un puñetazo invisible.
Vittoria No tenía a dónde ir.
Vittoria tragó saliva. Su estilo de vida ya no era seguro. No tenía a Marcco. No tenía a nadie.
Dices con acento Turinés, "No importa. Solo conduce."
Casio sonrió con ironía.
Casio dice con acento turinés, "Esa es la mejor respuesta que me podías dar, amore."
La moto cortaba la madrugada, el motor rugiendo como una bestia hambrienta mientras Casio zigzagueaba entre las calles desiertas. Vittoria, aferrada a su espalda, cerró los ojos un instante, dejando que el viento le despejara la mente.
Pero la sensación de libertad duró poco.
Unos faros aparecieron en el retrovisor, demasiado brillantes, demasiado insistentes. Casio frunció el ceño, acelerando para perder al perseguidor.
El auto negro blindado los siguió sin titubear, manteniendo el paso sin importar cuán rápido fueran. Una persecución sin sentido.
Vittoria se tensó, girando la cabeza para mirar el vehículo con más atención. Lo reconocía.
Dices con acento Turinés, "Casio, detente —dijo, su voz firme."
Casio dice con acento turinés, "¿Qué? ¿Estás loca?"
Dices con acento Turinés, "¡Detente, ahora!"
Casio maldijo, pero obedeció, clavando los frenos en seco hasta que la moto derrapó un poco y se detuvo a un lado de la carretera.
El auto negro se frenó unos metros delante de ellos y, antes de que pudieran reaccionar, las puertas se abrieron.
Un hombre alto, vestido con un impecable traje negro, descendió con pasos controlados. era el escolta. Su mirada estaba oculta tras unas gafas oscuras a pesar de la noche.
"Señorita Martini —dijo con voz firme, sin rastro de emoción—. Su padre la espera."
Vittoria sintió que algo dentro de ella se estremecía. Su padre.
La tensión en el aire era densa. Vittoria lo sabía. Si se negaban, no habría discusión, los harían entrar a la fuerza. Pero en el fondo, una parte de ella sintió alivio. Su padre no la había dejado completamente sola.
Vittoria Suspiró, miró a Casio de reojo y se quitó el casco con elegancia, dejando que su melena cayera sobre sus hombros.
Dices con acento Turinés, "Subimos."
El motor del auto seguía rugiendo suavemente en la madrugada. Casio apretó la mandíbula, claramente odiando la idea de que alguien le diera órdenes. Pero al final, tampoco tenía muchas opciones.
Ambos subieron al auto, las puertas se cerraron con un sonido seco y definitivo.
el auto se perdió en las calles de turín hasta llegar a la casa Marttini. Vittoria se mantenía callada con su bolso en las piernas mientras miraba por la ventana.
Suspiras profundamente.
Vittoria se preguntaba que tanto sabía su padre de lo último que había pasado.
Mássimo esperava en el salón de la casa, quería verla, quería abrazarla, pero savía que tenía que tomar otra postura, por el bien de su hija, por mas que le doliera
el auto llegó a la casa, y el joven guardia bajó del mismo para abrirle la puerta a Vittoria.
Vittoria bajó sin muchas ganas y con la mirada aucente.
casio bajó también del auto sin saber que hacer, y decidió quedarse afuera de la casa.
Vittoria entra a la casa mirando todo con nostalgia, y añorando su hogar.
Mássimo suspira profundamente.
Rodrico mira llegar a Vittoria, y corre a avisarle a Mássimo que ya está aquí.
Mássimo dice con acento turinés, "que passe"
Vittoria deja su bolsa en el sofá de la sala y escucha a su padre en el salón, con la mirada baja camina hasta el mismo.
Mássimo dice con acento turinés, "ciao, vittoria"
Rodrico sale del salón dejándolos solos.
el tono de mássimo era frío, pero le costava mantenerlo
Vittoria mira a su padre y se le forma un nudo en la garganta aunque trata de aguantaarse el llanto.
Dices con acento Turinés, "padre..."
Mássimo dice con acento turinés, "boy a ser muy claro, vittoria"
Dices con acento Turinés, "padre, yo, yo... "
Mássimo dice con acento turinés, "que, vittoria"
Vittoria se dezase en llanto por todo lo que a pasado este día.
Lloras desconsoladamente.
Mássimo Quería abrazarla, quería consolarla, quería decirle que ahí estaba; sin embargo, no podía, no debía. Sabía que era cruel y hasta radical, pero es que Victoria tenía que cambiar su comportamiento de una u otra forma. Así que solamente se mantuvo en silencio, observándola.
Mássimo dice con acento turinés, "tú, en esta casa, no eres bienvenida hasta que cambies tu comportamiento. Hasta que realmente te des cuenta de que tienes un problema, y por lo que me he enterado, aparentemente no ha sido así y ha ido a peor. Así que voy a ser muy directo: vas a pasar la noche aquí, pero nada más. Para mañana, quiero que encuentres un lugar donde vivir o, probablemente, te vayas incluso de la ciudad."
Vittoria recuerda lo que marcco le dijo, y siente que tiene razón que su padre no la quiere por todo lo que ha hecho.
Vittoria levanta la mirada para ver a su padre.
Dices con acento Turinés, "que me valla de Turín, pero por qué?"
Mássimo dice con acento turinés, "Voy a hablar con Alessandro para que te reciba en Madrid, a ver dónde puede acomodarte, o que te consiga una casa para vivir, o en lo mejor de los casos, que vivas con él. Aquí no vas a cambiar; me lo dejaste muy claro."
Niegas con la cabeza.
Dices con acento Turinés, "Pero, es que yo quiero volber a esta casa."
Mássimo la mira con ceveridad
Mássimo dice con acento turinés, "y yo quiero que cambies. "
Mássimo dice con acento turinés, "lo has hecho o lo harás?"
Suspiras profundamente.
Dices con acento Turinés, "Ya no tengo nada que perder. "
Mássimo dice con acento turinés, "bien, me acavas de dejar bien en claro tu respuesta"
Mássimo la mira con dolor
Mássimo dice con acento turinés, "lárgate a tu cuarto y dile a rodrico que traiga a tu amiguito"
Dices con acento Turinés, "no es nada mío. solo fue, bueno, no inporta. "
Mássimo dice con acento turinés, "me da igual, que lo traiga y punto. "
Vittoria sale del salón a buscar a Casio.
Vittoria llega donde casio y lo hace entrar a la casa.
Rodrico se percata de esto y aparta a Vittoria de él.
rodrico dice, "Io lo llebo signorina vittoria. "
Vittoria suspira resignada.
Rodrico entra al salón con Casio que tiene la mirada ceria.
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo dice con acento turinés, "seré brebe"
Mássimo dice con acento turinés, "que hacías con ella, como y donde fué que la conosiste"
Casio dice con acento turinés, "Lei llegó sola a las carreras de motos. "
Casio dice con acento turinés, "Llego buscando guerra, y hecha una fiera. "
Mássimo lo mira con severida
Mássimo lo mira con severidad
Casio dice con acento turinés, "Io solo la ayudé. "
Mássimo dice con acento turinés, "se claro ragazzo, no estoy de umor para aguantar juegos de palabras"
Mássimo hace una señal y rodrico saca su arma
Casio dice con acento turinés, Quería alguien para hacerle daño a una tal Gemma, Rossi. "
Mássimo dice con acento turinés, "continúa"
Casio nota el arma pero no se acobarda.
Mássimo dice con acento turinés, "quiero detalles, ragazzo, y te combiene hablar. "
Casio dice con acento turinés, "Su bambina me gustó y decidí ayudarla, me dijo que su novio la había engañado con esa tal gemma. "
a mássimo no le gustava esta clase de cosas, y presentía que la información que el chico le daría no sería de su agrado, pero quería saverlo, quería confirmarlo
Casio dice con acento turinés, "Fuimos a una discoteca para que ella hiciera lo que quería con esa ragazza, pero Un tal marcco que supongo es el novio de vittoria llegó a defender a Gemma, y eso a vittoria la a dejado mal. "
Mássimo suspira profundamente.
Casio dice con acento turinés, "Vittoria Está realmente mal, de lo contrario una ragazza de su clase no iría sola a una carrera de motos clandestina. "
Mássimo se cubre la cara brebemente
Mássimo dice con acento turinés, "e ninfómana, esa es su maldíta enfermedad que no quiere aceptar. "
Mássimo dice con acento turinés, "pasó algo más?. "
Casio se queda frío al escuchar eso. Sí notó que vittoria en su encuentro con él Fue más caliente que cualquier otra ragazza, pero no imaginava que tubiera un problema.
casio miraba a Mássimo pensativo.
Mássimo no le quitó la mirada de encima, pero su cilencio decía mas que mil palabras.
Casio dice con acento turinés, "Vittoria fue mia signore. "
Mássimo agachó la mirada con tristesa, sentía que las opciones se le acavaban. ya no savía que hacer. y, entonces, solo entonces, penso que vittoria tenía rasón, que vittoria no tenía solución
Mássimo asiente afirmativamente.
le dolió, pero no por el hecho de que la allan tocado, sino por saver que su hija se auto destrullera sola
Casio se quedó algo intrigado.
Casio dice con acento turinés, "por qué es así?. "
Mássimo dice con acento turinés, "fue abusada "
A casio le dolió escuchar eso, si era claro que él es un chico revelde aficionado a los tatuajes y a las motos, pero tenía hermanas en casa y no se imaginaba que una chica pudiera pasar por eso.
Mássimo apretaba los puños con fuerza, tratando de contener la tristeza y las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, intentando que la postura de fuerza, la postura que siempre proyectaba hacia los demás, no se viera perjudicada ante el chico, aunque este ya se había dado cuenta.
casio dice con acento turinés, "Io espero que ya haya matado al infeliz que le hizo eso a Vittoria signore, le aseguro que no quise hacerle daño a Vittoria. "
Mássimo niega con la cabeza.
Mássimo dice con acento turinés, "yo se que no tienes malas intenciones, al preguntar, demostraste tu valor como persona, y creemé que en la situación de vittoria se agradese. "
Mássimo dice con acento turinés, "y sí, ese maldito ya está en el infierno, pero eso no me devuelve a mi ragazza"
Casio dice con acento turinés, "¿Qué pasara con ella ahora?. "
Casio pregunta preocupado por Vittoria pués realmente le gustó mucho.
Mássimo dice con acento turinés, "Necesito que cambie. Chico, necesito que entienda que lo que tiene es una enfermedad, porque nisiquiera tiene el valor de aceptarlo. Y no es que no lo tenga, sino que simplemente para ella es normal todo el exceso que tiene. Planeo mandarla con un muy buen amigo a Madrid. Por el momento, yo no puedo tenerla en casa porque está acostumbrada a todos los lujos que yo puedo brindarle, y eso, para bien o para mal, la acostumbra a seguir con sus actitudes."
Mássimo miró al chico fijamente.
Casio asiente pensativo. No le gustaría dejar de ver a Vittoria pero puede que sea lo mejor para ella.
Mássimo dice con acento turinés, " te interésa?"
Mássimo miró al chico fijamente
Casio dice con acento turinés, "Sí, demaciado. De No haberme enterado de esto, io no la quería tener para una noche aunque creo que ella si lo pensó así. "
Mássimo se levantó y se acercó hasta él.
Mássimo dice con acento turinés, "pues ve con ella, se su sombra, bijílala, protéjela. pero sobretodo, trata de que solo se acueste con tigo. talvéz esa es una solución almenos mire a solo un chico. "
Mássimo dice con acento turinés, "te juro, que se me acavan las ideas y opciones"
Casio dice con acento turinés, "Por lo que escuché en la discoteca, Vittoria fue infiel ese tal Marcco me lo dijo lleno de odio. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Mássimo dice con acento turinés, "ya decía yo, que algo no cuadraba en la historia. "
Mássimo dice con acento turinés, "te interesa hacerlo? "
Casio suspira tratando de buscar una solusión.
Mássimo dice con acento turinés, "cada que tenga un ataque, tú, hasle lo que ya savemos"
Casio dice con acento turinés, "No cree que lo mejor sería alejarla de las relaciones un tiempo. "
Mássimo dice con acento turinés, "ya se intentó eso"
CyberLife te desea que no te caigas.
Mássimo dice con acento turinés, "y a tenído el efecto contrario"
casio dice con acento turinés, "estar a mi lado solo la inducirá más a seguir siendo como hasta ahhora. "
Mássimo dice con acento turinés, "para ella es como una droga, así que no puede dejarla de golpe, será peór"
Mássimo dice con acento turinés, "no la limites, solo trata de hacerselo tú, y no con otro, alménos para que seá un póco mas ética. "
Casio dice con acento turinés, "Lei solo me usó para vengarse de Gemma, lei no me ama signore, Es obio que ama y odia a Marcco a partes iguales. "
Casio dice con acento turinés, "¿Y por qué podría yo lograr eso, si Marcco que era su novio no lo pudo lograr? "
Mássimo dice con acento turinés, "um, la vez como un objeto sexual, solo para unas noches? o que sientes al mirarla, se que la conoses de un solo día, así que la pregunta mas bien es, que tanto te interesa"
Mássimo dice con acento turinés, "estoy casi seguro, y no justifico a mi banbina que marcco no estáva tan al pendiente en ese aspecto de ella"
Casio suspira.
Casio dice con acento turinés, Me gusta para que sea mi ragazza, y por eso le digo que antes de hacer mi novia, es mejor que se cure del todo, o va pasar lo mismo que con ese tal marcco. "
Mássimo dice con acento turinés, "aún así, cuando se cure, tendrás que ganartela"
Mássimo encamina sus pasos a la salida
Casio asiente afirmativamente.
Mássimo dice con acento turinés, "piénsalo"
Mássimo dice con acento turinés, "rodrico, dale una cantidad de dinero considerable al ragazzo"
Casio dice con acento turinés, "Ya la he visto en su peor versión, quiero esperar a verla mejor que esta noche signore. "
Mássimo dice con acento turinés, "tu sabrás ragazzo. puedes irte y olvidarte de lei, o tratar de hacerlo y ganártela. "
Casio niega con la cabeza rechasando la propuesta del dinero.
Casio dice con acento turinés, "Estoy dispuesto a ganarme a Vittoria, y aesperar que regrese de ese viaje. "
Mássimo se marcha de el salón con rostro cansado y adolorido, savía que lo que estába proponiendo era una locura, pero es que ya no savía que mas hacer, y aparte, avíabisto la bondad y el interes por vittoria en sus ojos
Casio salió del salón con las emosiones movidas, Ha sido mucho esta noche y el encuentro con Vittoria ha sido un uracán en su mundo, Estaba dispuesto a esperarla para que no pasara lo mismo y no repetir la historia.
casio salió de la casa sin decir nada más, sabía mas o menos el camino que habían tomado para ir a la casa, y podía regresar caminando a buscar su moto.

[Larabelle Evans]

La cruda realidad.

Punto de vista: Vittoria.

La habitación de Vittoria está sumida en una quietud inquietante. Las paredes están adornadas con detalles de lujo: cuadros de paisajes y fotos enmarcadas de ella misma en diferentes momentos de su vida. La cama está perfectamente hecha, pero la atmósfera es pesada, como si algo en el aire estuviera suspendido. Una lámpara de mesa ilumina suavemente la habitación, proyectando sombras alargadas en el suelo. Vittoria está sentada en el borde de la cama, mirando al vacío, absorta en sus pensamientos.
La puerta se abre de golpe, y entra su nana, Clarisa, con una expresión preocupada.
La puerta se abre de golpe, y entra su nana, Clarisa, con una expresión preocupada.
Vittoria no responde de inmediato. Se mantiene mirando al frente, casi como si no hubiera escuchado. Lucía se acerca lentamente y se agacha frente a ella, tratando de capturar su atención.
Vittoria no responde de inmediato. Se mantiene mirando al frente, casi como si no hubiera escuchado. Clarisa se acerca lentamente y se agacha frente a ella, tratando de capturar su atención.
Clarisa (con un toque de ternura, tomando sus manos): “Vittoria, querida, no puedes seguir así. Esto no te hará bien.
Vittoria (en un susurro, con la voz rota): “No puedo, Clarisa. Siento que estoy perdiendo todo. Todo lo que era yo.”
[Clarisa se queda en silencio por un momento, observando a la joven que ha visto crecer en una casa llena de lujos y expectativas. Sabía que algo más profundo estaba ocurriendo, pero no podía encontrar las palabras adecuadas para aliviar el dolor de Vittoria.
Vittoria levanta la mirada, encontrándose con los ojos de Clarisa. La expresión en su rostro es un cóctel de frustración y confusión.
Vittoria (hablando con amargura):
Dices con acento Turinés, "Qué sé yo de hacer algo después? Todo lo que hago es destruirme más. Ya ni siquiera sé quién soy. Y lo peor de todo… es que me siento vacía. ”"
Clarisa se sienta junto a ella en la cama, poniendo una mano en su espalda, intentando darle algo de consuelo.
Clarisa (con un suspiro, suavemente): “Tienes que dejar que el tiempo haga su trabajo, Vittoria. Nadie espera que lo resuelvas todo de una vez. Pero tienes que empezar a sanar, no solo para los demás, sino para ti misma.”
Vittoria cierra los ojos por un instante, como si intentara asimilar las palabras de Clarisa. Pero rápidamente, se levanta, caminando hasta la ventana. La luz de la luna se cuela por los cristales, y fuera, la noche parece aún más fría y distante.
Vittoria (mirando hacia la oscuridad, hablando más para sí misma que para Clarisa): “¿Sanar? No sé si puedo sanar. Me he hecho demasiado daño. Y él... no está aquí. Marcco. Él ya se fue parasiempre de mi lado.”
Clarisa observa a Vittoria desde atrás, notando cómo su postura refleja un cansancio emocional profundo. Sabe que el dolor de la joven va más allá de lo físico, que hay algo que la consume desde adentro. Pero Clarisa también sabe que las heridas de Vittoria no sanarán si no se enfrenta a ellas.
Clarisa (en voz baja, casi en un susurro): “A veces las personas se alejan, pero eso no significa que te hayan dejado atrás. Lo que pasó, pasó. Pero todavía tienes la oportunidad de cambiar tu rumbo.”
Vittoria se queda en silencio, su rostro se oscurece con pensamientos que no quiere enfrentar. Finalmente, se da la vuelta, como si se hubiera rendido ante la conversación. Se deja caer en la cama, mirando al techo.
Vittoria cierra los ojos, pero dentro de ella una batalla silenciosa se está librando. Sabe que las palabras de Clarisa tienen algo de verdad, pero su alma está tan herida que le cuesta aceptar cualquier tipo de esperanza.

En neo-Madrid Alessandro recibe la noticia.

Por otro lado en neo-madrid. Alessandro estaba iniciando turno en el hospital.
Llamada entrante de Mássimo.
Un teléfono suena en este lugar.
Suspiras profundamente.
Alessandro termina de vestirse con su uniforme cuando en eso mira la pantalla del celular con la llamada de Mássimo.
Descuelgas la llamada y se establece la comunicación.
Dices por teléfono, "buongiorno amico, que pasa que me llamas tan temprano?"
Mássimo te dice por teléfono, "ciao amico..."
Mássimo te dice por teléfono, "escucha, se que no son oras, pero,"
Mássimo te dice por teléfono, "nesesito pedirte algo"
Dices por teléfono, "no, en realidad estoy entrando al hospital de turno. Pero qué pasa?"
Mássimo te dice por teléfono, "pasó, pasó algo con mi banbina y nesesito tu ayuda."
Mássimo te dice por teléfono, "ya te contaré los detalles, pero,"
Mássimo te dice por teléfono, "cres que me la puedas recivire?"
Alessandro se queda pensativo mientras lo escucha.
Dices por teléfono, "recibirla aquí en España, pero, estás seguro de eso mássimo?."
Mássimo te dice por teléfono, "no te pido, que la cuides, alessandro. solo consíguele un lugar donde viva, terapia y estudio"
Mássimo te dice por teléfono, "si..."
Mássimo te dice por teléfono, "ya es una decición tomada, alessandro"
Dices por teléfono, "pero es muy bambina para vivir sola mássimo..."
Mássimo te dice por teléfono, "se comporta como grande, que lo víva, alessandro. ya estóy cansado. tiene que cambiar de una puta vez!"
Suspiras profundamente.
Dices por teléfono, "está bene, solo espero que esto no traiga más problemas, sabes de sobra queno puedo estár constantemente con ella."
Mássimo te dice por teléfono, "ya te dije. no te pido que la cuides. solo consiguele casa, terapia y una puta escuela"
Dices por teléfono, "vivirá en el apartamento, yo puedo estar al pendiente de ella, aunque pienzo mudarme con tallana. "
Mássimo te dice por teléfono, "bene"
Mássimo te dice por teléfono, "gracie"
Mássimo te dice por teléfono, "se va mañana mismo"
Dices por teléfono, "quien la va traer?"
Mássimo te dice por teléfono, "te dejo, que la caveza me explota y este tema solo lo empeora"
Mássimo te dice por teléfono, "rodrico"
Dices por teléfono, "bene, bene, oye tómate algo para eso, no sea que al que tenga que ir a atender sea a tí. "
Mássimo te dice por teléfono, "a estas alturas, que no te extrañe, amico, llebo 3 noches sin dormir."
Dices por teléfono, "mejor, ve a sicilia con tu ragazza."
Sonríes.
Mássimo te dice por teléfono, "que mas quisiera..."
Dices por teléfono, "y luego, por que no lo haces?"
Mássimo te dice por teléfono, "por que soy el jefe de la mafia de turín, recuerdas?"
Dices por teléfono, "no se va acabar el tráfico por que te vallas unos días de turín. "
Dices por teléfono, "bene, entonces me llamas cuando ya la hayas mandado para ir al aeropuerto, mándala por vuelo comercial así pasará desapersibida."
Mássimo te dice por teléfono, "así sera, amico, gracie. "
Mássimo te dice por teléfono, "arribe derci"
Mássimo ha colgado.

[Larabelle Evans]

Mi llegada a Madrid.

Punto de vista: Vittoria.

El sol comenzaba a ocultarse detrás de los edificios de Neo-Madrid, tiñendo el cielo de tonos dorados y violetas. Alessandro salió del hospital La Paz ajustándose la bata sobre el brazo y soltando un leve suspiro. Había sido una jornada larga, con más de un caso complicado, pero ahora su mente estaba enfocada en otra cosa: la llegada de Vittoria.
Encendió su auto y salió del estacionamiento con dirección al aeropuerto de Madrid-Barajas. Las calles estaban congestionadas con el tráfico de la tarde, pero Alessandro no tenía prisa. Desde que Mássimo le pidió que se hiciera cargo de su hija, había sentido una mezcla de responsabilidad y curiosidad.
Ajustó el retrovisor y aceleró cuando la carretera se despejó. A su lado, en el asiento del copiloto, su teléfono vibró con un mensaje de Mássimo:
"Cuídala como si fuera tu hermana. No quiero problemas."
Alessandro esbozó una media sonrisa. Sabía que esas palabras significaban más de lo que parecían. Mássimo nunca hacía nada sin motivo, y si enviaba a Vittoria lejos de Turín, era porque algo en su entorno no era bueno para ella.
Comunidad de NeoMadrid; aeropuerto de Madrid-Barajas
te Encuentras en un aeropuerto español público propiedad de AENA situado en las inmediaciones de la ciudad. Es el primer aeropuerto español por tráfico de pasajeros, carga aérea y operaciones. así como el quinto de europa y vigésimo cuarto del mundo por número de pasajeros.
Notas una ausencia de agentes de seguridad y largas colas de pasajeros.
Al llegar al aeropuerto, estacionó y caminó hacia la terminal de llegadas internacionales. Se detuvo en la puerta de vidrio, observando a los pasajeros que salían con sus maletas.
Y entonces la vio.
Vittoria Marttini
Esta chica es el equilibrio perfecto entre rebeldía y dulzura, una joven de belleza fascinante que atrae todas las miradas con su aura magnética. Su piel, de un tono marfil con un leve bronceado, refleja la vitalidad y frescura de su juventud, pero también una actitud despreocupada que le da un atractivo irresistible. Su cabello, de un rubio platinado intenso, cae en mechones ligeramente desordenados que enmarcan su rostro, dando una apariencia de libertad y rebeldía. Las ondas naturales se entrelazan con reflejos dorados, captando la luz en cada movimiento. Este contraste entre lo descuidado y lo perfectamente hermoso resalta aún más su carácter único. Los ojos de Vittoria, grandes y expresivos, son de un verde esmeralda brillante que puede derretir corazones y, al mismo tiempo, intimidar. Su mirada, desafiante pero llena de dulzura, tiene una intensidad que desarma a cualquiera. A menudo refleja una chispa juguetona, casi altanera, como si estuviera siempre un paso adelante. Su nariz pequeña y recta, con un ligero toque respingón, añade un matiz juvenil que equilibra su rostro angelical. Sus pómulos altos y definidos enmarcan una sonrisa que es toda una declaración. Los labios de Vittoria, carnosos y de un tono rosado natural, suelen curvarse en una sonrisa altanera, que mezcla seducción y desafío en dosis perfectas. Esa sonrisa deja claro que está acostumbrada a tener la última palabra, pero también sugiere una dulzura escondida que pocos llegan a conocer. Su cuello largo y estilizado se conecta con unos hombros delicados pero firmes, dando paso a un busto generoso que realza su feminidad sin necesidad de artificios. Su abdomen plano y tonificado muestra que, a pesar de su actitud rebelde, cuida su físico con dedicación, mientras que su cintura estrecha se curva de forma natural hacia unas caderas pronunciadas y sensuales, que aportan a su silueta un aire de mujer segura de sí misma. Su espalda es una combinación de fuerza y delicadeza, con una curvatura perfecta que termina en unos glúteos firmes y redondeados, que captan miradas sin esfuerzo. Las piernas de Vittoria son largas y torneadas, con una musculatura suave que destaca en cada paso, dando una sensación de confianza arrolladora. Sus pies, pequeños y bien cuidados, completan su figura, siempre adornados con uñas pintadas que reflejan su personalidad audaz y femenina. Cada rasgo de ella irradia una dulzura que parece desarmar y seducir al mismo tiempo, convirtiéndola en una presencia inolvidable que deja una marca indeleble en quienes la miran. Vittoria no es solo una chica hermosa; es una presencia imponente que mezcla dulzura y rebeldía en un equilibrio único. Su físico no solo atrae, sino que desafía a quien la observa, dejando claro que su belleza es solo el preludio de una personalidad que no se conforma con seguir reglas.
A su lado, Rodrico, su escolta, mantenía una postura firme, con la mano en el bolsillo de su chaqueta de cuero, claramente atento a todo lo que pasaba alrededor.
Cuando sus ojos se encontraron, Alessandro vio un destello de reconocimiento en su mirada. Pero también un desafío.
Alessandro Se acercó con una sonrisa ladeada.
Alessandro dice con acento florentino, "Bienvenida a Madrid, Vittoria. "
Vittoria inclinó levemente la cabeza, como si evaluara sus intenciones antes de responder.
Dices con acento Turinés, "Alessandro —dijo con voz serena, pero con un matiz de curiosidad—. Supongo que ahora eres mi niñera."
Alessandro soltó una carcajada.
Alessandro dice con acento florentino, "Llámalo como quieras. Pero mientras estés aquí, sigues mis reglas."
Vittoria alzó una ceja.
Dices con acento Turinés, "Eso ya veremos."
Rodrico aclaró la garganta.
Rodrico dice con acento turinés, "Las maletas están listas. ¿Nos vamos?"
Alessandro miró a Vittoria una última vez antes de girarse hacia la salida.
Alessandro dice con acento florentino, "Vamos. Madrid te espera."
El interior del coche estaba envuelto en un silencio denso. El crepúsculo se colaba por las ventanillas, tiñendo el cielo de un naranja apagado. Alessandro mantenía las manos firmes sobre el volante, atento al tráfico mientras de reojo miraba por el retrovisor a Vittoria, que viajaba en el asiento trasero, con la cabeza recostada contra el cristal.
La joven no decía nada. Su mirada estaba fija en los edificios que pasaban, sin realmente verlos. Llevaba los auriculares colgando del cuello, pero no escuchaba música. Simplemente… estaba allí, quieta, apagada.
Rodrico, en el asiento del copiloto, rompió el silencio.
rodrico dice con acento turinés, " Antes de que lleguemos, hay algunas cosas que debo dejar claras… órdenes de don Mássimo."
Alessandro asintió sin girarse, concentrado.
Rodrico dice con acento turinés, " Nada de excesos. No quiere saber de fiestas, ropa de marca ni caprichos innecesarios. Nada de salidas sola, especialmente de noche. Que se le vigile de cerca."
Vittoria no reaccionó. Su mirada seguía perdida en algún punto entre el reflejo de la ciudad y el gris de sus pensamientos. Pero por dentro, cada palabra de Rodrico se clavaba como una aguja. No porque no lo esperara… sino porque confirmaba que la confianza que su padre alguna vez le tuvo ya no existía.
Rodrico dice con acento turinés, " Hay que buscarle una escuela cuanto antes, pública si es necesario. No se trata de comodidad. Y además, su padre ha insistido en que comience terapia psicológica. Todas las semanas. Sin excusas."
Un leve parpadeo fue lo único que delató alguna emoción en Vittoria.
Rodrico (sin detenerse):
Rodrico dice con acento turinés, " Y quiere que empiece a trabajar. Algo sencillo, unas horas al día. Que aprenda a mantenerse sola. Nada de privilegios."
El silencio que siguió fue espeso, incómodo. Alessandro frunció el ceño, pero no dijo nada. Sabía que discutírselo a Rodrico no serviría de nada. No era él quien decidía.
Vittoria finalmente habló, con una voz baja, sin emoción.
Dices con acento Turinés, "¿Algo más? ¿También tengo que barrer la calle por las mañanas o ponerme uniforme de cárcel?"
Alessandro dice con acento florentino, " No hace falta ese tono, Vittoria."
Ella se encogió de hombros, apática, volviendo a mirar por la ventana.
Dices con acento Turinés, "Solo pregunto. No sea que se les ocurra mandarme a un convento la semana que viene."
Alessandro soltó un suspiro.
Alessandro dice con acento florentino, " Mira, sé que esto no es lo que querías. Lo sé. Pero no estoy aquí para hacerte la vida imposible. Estoy aquí porque tu padre me lo pidió. Y porque tú... mereces algo más que esa vida de excesos que llevas."
Vittoria no respondió. Cerró los ojos por un momento, como queriendo que el auto siguiera para siempre, sin destino.
Alessandro (mirándola por el retrovisor):
Alessandro dice con acento florentino, "No soy tu enemigo, piccola. Solo intento ayudarte a que empieces de nuevo… aunque ahora no quieras."
Ella abrió los ojos lentamente y por primera vez cruzó la mirada con él en el espejo retrovisor. No dijo nada. Pero había una tristeza honda en su mirada. Una herida reciente que aún sangraba.
Vittoria (casi en un susurro):
Dices con acento Turinés, "Yo no pedí empezar de nuevo. Yo solo quiero desaparecerme y que todo se termine de ir a la merda."
Y el silencio volvió, pesado, invencible, mientras Madrid se abría ante ellos, como una promesa incierta.