Ferrari, La mafia o el amor.

Aquí se irán publicando las escenas de rol tanto de trama principal, como las que querais publicar los jugadores. Debido a la naturaleza de este foro, si se admite contenido NSFW.
Larabelle Evans
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Registrado: Mar Jul 02, 2024 4:52 am

Re: Ferrari, La mafia o el amor.

Mensaje por Larabelle Evans »

Mássimo descubre el pasado de Leila

Punto de vista: Mássimo

Segunda planta. de color Dorado oscuro
Salidas visibles: escalera, terraza, cuarto-doble, y dormitorio-sencillo
Te marchas bajando por la escalera hacia la planta principal.
Casa de estilo Mediterráneo
Ves Un juego de recibo moderno, Un juego de comedor clásico, y Cafetera Fantasy Coffee aquí.
Salidas visibles: escalera, sotano, dormitorio-sencillo, despacho, salon, y cocina
Este lugar tiene conexión Wifi. Podrás usar un portátil si lo llevas encima.
El teléfono da tono.
Alessandro ha descolgado la llamada.
Alessandro te dice por teléfono, "mássimo, amico!"
Dices por teléfono, "donde estás alees. "
Alessandro te dice por teléfono, "estoy en casa, llegando del hospital, tú que pasa te escucho desanimado."
Mássimo no podía ni disimular su estado, y menos con su mejor amigo.
Dices por teléfono, "nesesito hablar con alguien y quien mejor que tú. "
Alessandro te dice por teléfono, "pués no se diga más, ven a la casa, te espero con un buen vino, he. "
Mássimo no pudo evitar sonreír por el comentario de su amigo, y siendo onesto con sigo mismo, no le cairía nadamal ahora.
Dices por teléfono, "bene, que piso?. "
Alessandro te dice por teléfono, "es el 10. "
Dices por teléfono, "bene. "
Cuelgas la llamada.
Mássimo quería verse de mejor forma, pero savía que su mente no estava como para andar finjiendo cortesías.
Abres la puerta.
Sales de la casa.
Comunidad de NeoMadrid; plaza de Manuel Becerra
Salidas visibles: oeste, este, sur, y noroeste
Comunidad de NeoMadrid; Calle de alcalá.
Salidas visibles: oeste y este
El clima actual es Despejado y la temperatura es 8.0 grados Celsius.
Atraviesas la plaza de Goya.
Comunidad de NeoMadrid; Calle de Alcalá.
Salidas visibles: oeste y este
Comunidad de NeoMadrid; Puente de ventas.
Salidas visibles: oeste y este
Comunidad de NeoMadrid; Calle de Alcalá.
Salidas visibles: oeste, este, y noreste
Comunidad de NeoMadrid; Plaza de Cibeles.
Ves Fuente de Cibeles y una casa de estilo moderno de color violeta oscuro aquí.
Salidas visibles: oeste, norte, sur, este, y palacio
Comunidad de NeoMadrid; Calle de alcalá.
Salidas visibles: oeste, este, sur, norte, peluqueria, y calle-de-odonell
Comunidad de NeoMadrid; Plaza de la Independencia.
Salidas visibles: norte, oeste, este, sur, sureste, y slainte
Comunidad de NeoMadrid; Tramo inicial de la Calle de Alcalá.
Salidas visibles: este, oeste, y sede-iq
Comunidad de NeoMadrid; puerta del sol
Ves La estatua de la Mariblanca, La estatua ecuestre de Carlos III, un vehículo blindado, Foat Pennie, Decia Sendero de color azul cielo , un coche de la marca Xoaomi, un coche para novatos Imperium Mottors de color gris perla, Vulvo YD41 recharge de color verde limón, y NQN Rolita de color negro aquí.
Salidas visibles: correos, calle-mayor, norte, este, calle-de-carretas, abajo, carrera-san-jeronimo, calle-espoz-y-mina, plaza-de-pontejos, calle-del-arenal, noroeste, y calle-montera
Mássimo caminó por las calles de neo madrid, su mente ocupada en pensar en leila, no podía crer como es que una chica sea tan tonta e inmadura, era imprecionante. sin duda se sentía afectado, y es que bien savía que no debió enamorarse de ella, pero lo hiso. y es que no pudo evitarlo, admiraba su fuersa, su determinación. y aunque era inmadura eso a la vez, le encantaba de ella
Comunidad de NeoMadrid; Calle de preciados.
Salidas visibles: sur, norte, tienda-dr-flower, tienda-stylus, peluqueria-precio-pelao, tienda-home-disposition, hotel, tienda-beer-satisfaction, tienda-cnx, tienda-afrodita, tienda-electroid, zapateria, tienda-primordial, oeste, tienda-land-market, y fruteria
Comunidad de NeoMadrid; Plaza del Callao.
Salidas visibles: sureste, este, gran-via, palacio, cine, abajo, y banco
Comunidad de NeoMadrid; Gran Vía: Tercer Tramo.
Salidas visibles: plaza-santa-maria, norte, plaza-del-callao, cine, y call-center
Comunidad de NeoMadrid; Plaza de España.
Ves Un monumento a Miguel de Cervantes, un coche eléctrico Vulkswagen OE.2, Saet Reacondicionado de color Azul, Cotroen D2 de color Dorado, Decia Dash de color rojo escarlata, y Foat Pennie de color azul briyante con linias plateadas a los costados aquí.
Salidas visibles: sur, norte, abajo, torre, edificio, casa-gallardo, cuesta-san-vicente, calle-de-leganitos, calle-ferraz, cafeteria, martin-de-los-heros, juan-alvarez-mendizabal, calle-de-bailen, y calle-de-los-reyes
Comunidad de NeoMadrid; Torre de Madrid.
Ves un tablón de anuncios y Un portero aquí.
Salidas visibles: fuera
Pulsas el botón del elevador y este se pone en movimiento.
El portero se ríe a carcajadas
El ascensor de la Torre de Madrid llega y las puertas se abren.
CyberLife te desea que no te caigas.
entras en El ascensor de la Torre de Madrid.
El ascensor de la Torre de Madrid
No ves salidas en este lugar.
El ascensor cierra las puertas y se pone en marcha.
El ascensor de la Torre de Madrid para en La planta número 10 y las puertas se abren.
sales del elevador.
La planta número 10
No ves salidas en este lugar.
SMS enviado: "estoy afuera. "
La puerta de Apartamento Ferreiro ha sido abierta desde dentro.
Entras en la casa.
Apartamento Ferreiro
Ves Un juego de comedor moderno, Una mesita ratona moderna, y Cafetera Heaven Degust aquí.
Alessandro cierra la puerta.
Te encuentras con Alessandro Ferreiro .
Salidas visibles: cocina, despacho, salon, y dormitorio-doble
Alessandro dice con acento Florentino, "amico!"
Alessandro te abraza.
Alessandro sonríe.
Alessandro lo mira y lo nota con un rostro desencajado.
Abrazas a Alessandro.
Dices con acento turinés, "ciao..."
Alessandro dice con acento Florentino, "por la cara que traes, no tienes buenas noticias, ven. "
Alessandro dice con acento Florentino, "sigueme "
Asientes afirmativamente.
Un salón confortable.
Ves un equipo de música profesional de la marca Emiting Suitable Modelo EK-25, Un juego de recibo moderno, y Cafetera Heaven Degust aquí.
Salidas visibles: fuera
Alessandro Ferreiro ha llegado.
Alessandro se sienta en uno de los sillones libres de Un juego de recibo moderno.
Alessandro lo invita a sentarse.
Alessandro coge una botella de vino y la abre sirviendo 2 copas.
Te sientas en uno de los sillones libres de Un juego de recibo moderno.
Suspiras profundamente.
Alessandro le entrega una copa de vino.
Alessandro lo mira preocupado.
Mássimo da un trago lárgo a su copa.
Alessandro dice con acento Florentino, "dime que pasa, amico. "
Dices con acento turinés, "donne, eso pasa. "
Alessandro dice con acento Florentino, "de qué hablas."
Alessandro dice con acento Florentino, "¿tu hija te está dando problemas otra vez?"
Niegas con la cabeza.
Alessandro suspira profundamente.
Dices con acento turinés, "y ni imboques a la mala suerte, quieres?"
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento Florentino, "tu bambina es todo un caso. "
Asientes afirmativamente.
Alessandro bebe de su copa saboreando el vino.
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "alessandro, no te hagas el idiota quieres. "
Frunces el ceño.
Alessandro niega con la cabeza.
Alessandro dice con acento Florentino, "buon amico, dimmi quali dolori ti turbano il cuore, perché hai una faccia da funerale. "
Dices con acento turinés, "une ragazza. "
Alessandro dice con acento Florentino, "une ragazza, pero si tú eres el más codiciado de Turín. "
Dices con acento turinés, "sí, de Turín. "
Alessandro dice con acento Florentino, "Che sensuale donna spagnola ti ha rubato il cuore, per farti stare così male. "
Sonríes.
Alessandro sonríe.
Dices con acento turinés, "son lindas, pero no. "
Dices con acento turinés, "es italiana... "
Alessandro dice con acento Florentino, "a bueno con razón, como nuestras mujeres no hay. "
Alessandro sonríe.
Dices con acento turinés, "sí, la verdad. "
Alessandro dice con acento Florentino, "¿de quien se trata?. "
Dices con acento turinés, "adibina, a que no te la esperas"
Alessandro mira a mássimo intrigado.
Alessandro dice con acento Florentino, "¿una amiga de bianca?. "
Niegas con la cabeza.
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "no se me ocurre, a todas las turinesas ya te las follaste. . "
Alessandro se parte de risa.
Dices con acento turinés, "exacto, no es de turín, amico. "
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "ya suéltalo. "
Dices con acento turinés, "leila ferrari. "
Alessandro se bebe el vino que le quedaba en la copa.
Alessandro parpadea digiriendo lo que acaba de escuchar.
Alessandro dice con acento Florentino, "¿qué?"
Alessandro mira a mássimo.
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "non posso crederti amico, sei nei guai ad innamorarti di quella ragazza."
Alessandro dice con acento Florentino, "aúnque es hermosa con unas curvas que probocan a follarla todo el día. "
Alessandro sonríe.
Frunces el ceño.
Mássimo se molesta un poco.
Alessandro dice con acento Florentino, "es la verdad, lo supe desde el día que me llamaste para que la atendiera en su casa por esa herida de vala. "
Alessandro dice con acento Florentino, "sabes como soy. "
Alessandro suspira profundamente.
Frunces el ceño.
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "Ma non importa quanto sia provocante, non oserei mai innamorarmi di lei, più per la salute mentale che per altro."
Dices con acento turinés, "bueno, pues ya sabrás en que estoy. "
Alessandro dice con acento Florentino, "si, eso veo la principessa te ha atrapado en sus garras. "
Alessandro se parte de risa.
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "Hai già fatto sesso?. "
Alessandro sonríe.
Dices con acento turinés, "¿con ella?. "
Alessandro asiente afirmativamente.
Niegas con la cabeza.
Alessandro dice con acento Florentino, "entonces no puedo entender cómo así te gusta, si no la has provado. "
Dices con acento turinés, "tu mas que nadie saves que con ver se te antoja"
Alessandro dice con acento Florentino, "si a mí si, y a varios. "
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "te diviertes?"
Frunces el ceño.
Alessandro dice con acento Florentino, "me preocupas mássimo. "
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "sí, lo se..."
Dices con acento turinés, "esto es serio"
Alessandro dice con acento Florentino, "Ma Leila non è una donna facile da capire, tanto meno da amare, amico. Leila non sa cosa sia l'amore"
Dices con acento turinés, "amico, eso ya lo se, creéme. "
Alessandro niega con la cabeza.
Alessandro dice con acento Florentino, "no, no es solo por lo que aparenta. "
Dices con acento turinés, "parla. "
Alessandro dice con acento Florentino, "È che lui letteralmente non conosce l'amore, non l'ha mai avuto fin da quando era bambina."
Alessandro se sirve más vino.
Dices con acento turinés, "a que te refieres. ?"
Alessandro dice con acento Florentino, "haber. "
Alessandro dice con acento Florentino, "tomemos el ejemplo de vittoria tu bambina. Ella algunos años se crió contigo, fue tu adorasión, tu primera hija. La llenaste de amor, y caprichos sus primeros años, antes de separarte de su madre. ¿cierto? "
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "pués para esa ragazza todo fue al contrario. "
Dices con acento turinés, "¿qué?"
Alessandro dice con acento Florentino, "La madre di quella ragazza è stata uccisa quando lei aveva un anno. e poi Matteo Ferrio fu per lei un figlio di puttana, sfogando la sua frustrazione di non aver avuto un figlio barone per l'impero siciliano."
Dices con acento turinés, "me estas diciendo que la maltrataba?. "
Alessandro asiente afirmativamente.
Dices con acento turinés, "pero, es su sangre. "
Dices con acento turinés, "como pudo!"
Alessandro dice con acento Florentino, "y todo esto lo sé, por que mi tío hizo algunos negocios con matteo, y aparte de que eran amigos. "
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "¿qué más sabes?"
Alessandro dice con acento Florentino, "A Matteo importano solo i soldi, gli affari e essere temuto da tutta la Sicilia. È stato crudele con i suoi lavoratori, perché dovrebbe essere diverso con una figlia, una ragazza, che non ha voluto e non vuole."
Suspiras profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "la enseñó a matar desde niña, entre otras cosas, creo que si no la vendió o la regaló a sus amigos fue, porque nunca lo pensó, o que sé yo. "
Alessandro saca un cigarrillo y fuma.
a mássimo le dolía de sierta forma escuchar esto. ahora podía entender por que leila quiere aparentar algo que no es, y el por que se aferra a esa falsa barrera.
Asientes afirmativamente.
Dices con acento turinés, "sí, ya sabía lo que se decía de matteo ferrari, mi padre y mi abuelo hicieron tratos con él en su momento, de hecho, mi abuelo casi mata al padre de matteo. "
Dices con acento turinés, "y si matteo es un hijo de puta imajina su padre"
Alessandro dice con acento Florentino, "lo cierto es que si lo vemos así, mientras tu hija ha tenido de todo incluyendo tu cariño a pesar de lo que le pasó. Pués leila no ha tenido nada de eso, nada más a que aferrarse que a mantener el negocio del viejo matteo que ya está más muerto que vivo."
Asientes afirmativamente.
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "balla..."
Dices con acento turinés, "lo que me dices es algo fuerte"
Alessandro dice con acento Florentino, "È molto bella ma vuota dentro."
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "por eso amico mio. No es bueno que estés cerca de ella, además el viejo matteo dudo que la deje ser feliz. "
Alessandro dice con acento Florentino, "si nisiquiera le ha sedido todo el control formalmente. "
Alessandro dice con acento Florentino, "hasta que se muera. "
Dices con acento turinés, "balla amico, me pides algo difícíl aless. "
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "¿por?"
Dices con acento turinés, "no lo ce, es que no se aless, esa ragazza tiene algo. "
Alessandro dice con acento Florentino, "¿yqué pienzas hacer al respecto? yo dudo que ella se enamore."
Sonríes.
Dices con acento turinés, "¿a sí?"
Alessandro asiente afirmativamente.
en la cara de mássimo se dibuja una gran sonrísa.
Dices con acento turinés, "um, esa chica merese amor, y yo se lo quiero dar, yo, yo en serio siento algo por ella. "
Alessandro dice con acento Florentino, "no te conformas con los caprichos de tu bambina, te bienes a enamorar de otra. "
Alessandro sonríe.
Dices con acento turinés, "sí, deséame suerte. "
Alessandro dice con acento Florentino, "y qué planeas?"
Dices con acento turinés, "ya verás. "
Alessandro dice con acento Florentino, "dime ándale."
Alessandro lo mira curioso.
Niegas con la cabeza.
Te partes de risa.
Alessandro se parte de risa.
Suspiras profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "y hablando de bambinas, cómo está vittoria."
Dices con acento turinés, " mis hombres no me andicho nada, y no se que tan bueno o malo sea eso.
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "¿no ha querido retomar su terapia psicologíca?. "
Niegas con la cabeza.
Dices con acento turinés, "¿te sorprende?"
Alessandro suspira profundamente.
Dices con acento turinés, "ya me está cansando esa actitud, aless. "
Alessandro dice con acento Florentino, "Claro, pero qué puedes hacer más que contenerla y hebitar que se meta en líos, ella tiene que reconocer su problema y su adicción para poder recibir ayuda. "
Dices con acento turinés, "me duele, por que te consta que yo túve la mísma adixión. "
Alessandro dice con acento Florentino, "si, pero para una mujer es mucho peor. "
Alessandro dice con acento Florentino, "además ella es una bambina de 16. "
Dices con acento turinés, "no se, aless, de verdad estoy considerando ser mas duro con ella. "
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "yo creo que eso la haría querer alejarse más de tí. "
Dices con acento turinés, "entonses? sí no hago nada es lo mismo, y si lo hago, igual!. "
Alessandro dice con acento Florentino, "lo que sí tienes que cuidar de que ningúno de esos tipos con los que ssale quieran aprovecharse de ella. "
Mássimo se ve muy molesto por el tema
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "ay, amico que difícil es tener hijos. "
Suspiras profundamente.
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "y así quieres animarte a tener otro con leila. "
Alessandro se parte de risa.
Dices con acento turinés, "la historia no va a repetirse y te consta. "
Alessandro dice con acento Florentino, "¿que te asegura eso?."
Dices con acento turinés, "ya no tengo esa maldita adixión, y creo que si algo tiene leila es disiplina, y el no querer hacer lo mismo que el bastardo de su padre. "
Dices con acento turinés, "además, leila no es adicta"
Alessandro niega con la cabeza.
Alessandro dice con acento Florentino, "por suerte que no consume esas porquerías."
Asientes afirmativamente.
Alessandro suspira profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "yo por eso, estoy penssando en operarme, para asegurarme que ninguna donna tenga modo de amarrarme. "
Dices con acento turinés, "sería muy intelijente, pero nada te cuesta usar condón. "
Dices con acento turinés, "ya madura, amico. "
Alessandro dice con acento Florentino, "si los uso, pero las donnas soninteligentes y traicioneras. "
Te partes de risa.
Asientes afirmativamente.
Alessandro se parte de risa.
Sonríes.
Alessandro dice con acento Florentino, "encerio con tal de que les propongas matrimonio, son capaces de cualquier cosa. "
Alessandro dice con acento Florentino, "y yo, soy de todas. "
Dices con acento turinés, "espero que en 10 años, no pienses diferente y quieras tener uno. "
Suspiras profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "no creo. "
Alessandro dice con acento Florentino, "con mis sobrinos tengo suficiente para malcriar. "
Suspiras profundamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "además no creo en el amor de las donnas. "
Dices con acento turinés, "ajá, ya veremos en unos años, amico. "
Alessandro dice con acento Florentino, "y peor, no cualquier ragazza podría ser leal a mafiosos como nosotros. "
Asientes afirmativamente.
Dices con acento turinés, "pero tú eres mas médico que mafioso. "
Alessandro asiente afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "si pero tengo lo mío, que es pequeño pero estoy en el ambiente, tengo loss contactos y varias cosas que me involucran. "
Dices con acento turinés, "considera que también eres adicto al sesso"
Te partes de risa.
Alessandro se parte de risa.
Asientes afirmativamente.
Alessandro dice con acento Florentino, "soy adicto a donnas bellas, que es otra cosa he. "
Dices con acento turinés, "ajáa, ajáa. "
Alessandro dice con acento Florentino, "encerio."
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "ajáa sí, sí"
Alessandro suspira profundamente.
Dices con acento turinés, "bueno"
Dices con acento turinés, "creo que ya me boy. "
Alessandro dice con acento Florentino, "si, ve por ella tigre."
Alessandro se parte de risa.
Frunces el ceño.
Dices con acento turinés, "ya verás como lo consígo, ya verás. "
Alessandro dice con acento Florentino, "¿me invitarás a la boda, o te dará miedo que te la quite?"
Alessandro se parte de risa.
Dices con acento turinés, "eres capás?. "
Te partes de risa.
Alessandro se parte de risa.
Alessandro niega con la cabeza.
Dices con acento turinés, "tu hermana está linda, e?. "
Te partes de risa.
Alessandro se parte de risa.
Alessandro dice con acento Florentino, "si, pero está casada. "
Dices con acento turinés, "dijeras tú, y?. "
Alessandro se parte de risa.
Te partes de risa.
Dices con acento turinés, "bueno. "
Alessandro dice con acento Florentino, "bueno, pués maneja con cuidado, yo dormiré que la guardia de mañana estará pesada. "
Asientes afirmativamente.
Alessandro se levanta de Un juego de recibo moderno.
Te levantas de Un juego de recibo moderno.
Sonríes.
Alessandro se despide dándole una palmada en la espalda.
Abrazas a Alessandro.
Alessandro te abraza.
Alessandro Ferreiro se marcha.
Apartamento Ferreiro
Ves Un juego de comedor moderno, Una mesita ratona moderna, y Cafetera Heaven Degust aquí.
Te encuentras con Alessandro Ferreiro .
Salidas visibles: cocina, despacho, salon, y dormitorio-doble
Alessandro dice con acento Florentino, "háblame cualquier cosa. "
mientras mássimo abría la puerta, entró a la casa, una rubia vestida con ropa sugerente, y directamente a abraza a Alessandro.
Te partes de risa.
Alessandro sonríe.
Alessandro dice con acento Florentino, "ciao principesssa. "
Dices con acento turinés, "sí, si es que no estás muuy, ocupado"
Alessandro se parte de risa.
la chica dice, hola guapo.
Te partes de risa.
Alessandro sonríe.
Dices con acento turinés, "dibiértete. "
Te partes de risa.
Alessandro dice con acento Florentino, "tú igual con tu futura esposa. "
Alessandro se parte de risa.
Suspiras profundamente.
Dices con acento turinés, "deséame suerte. "
Alessandro asiente afirmativamente.
Mássimo se marcha, saliendo del apartamento, motibado, y combensído de lo que hará con esa piccolina tan lastimada.
Larabelle Evans
Mensajes: 86
Registrado: Mar Jul 02, 2024 4:52 am

Re: Ferrari, La mafia o el amor.

Mensaje por Larabelle Evans »

Mássimo busca aliarse con Leila

Un despacho confortable.
Ves Cafetera Fantasy Coffee aquí.
Salidas visibles: fuera
Mássimo Marttini ha llegado.
Mássimo dice con acento turinés, "a, aquí estás. "
Leila levantó la mirada de su computador para ver a mássimo.
Dices con acento Siciliano, "ciao..."
Mássimo ocultó su gran sonrísa a la perfección.
Mássimo dice con acento turinés, "almenos saludas. "
Mássimo dice con acento turinés, "te traje café. "
Dices con acento Siciliano, "grazie. "
Mássimo Deja café caramel macchiatto.
coges café caramel macchiatto.
Mássimo asiente afirmativamente.
Mássimo parese cerio.
Mássimo dice con acento turinés, "oye, que haras, leila?"
Mássimo dice con acento turinés, "ahora"
Leila deja la taza en el escritorio bebiendo un poco, se vé vastante estresada.
Dices con acento Siciliano, "tengo mucho trabajo."
Mássimo dice con acento turinés, "sí, no me refiero a lo obio. "
Mássimo dice con acento turinés, "que harás, seguirás en madrid, o que haras ahora. "
Dices con acento Siciliano, "no lo he decidido aún. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Mássimo dice con acento turinés, "entiendo"
Mássimo dice con acento turinés, "vas a regresar pronto?"
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "¿a donde?"
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo dice con acento turinés, "a alemania, leila. obiamente a sicilia"
Frunces el ceño.
Dices con acento Siciliano, "no me da risa tu sarcasmo. "
Dices con acento Siciliano, "y ya te dije que no lo sé. "
Mássimo dice con acento turinés, "es que tu te lo buscaste leila, era obio que me refería a tu hogar"
Mássimo dice con acento turinés, "por dios"
Mássimo dice con acento turinés, "pero en fín"
Mássimo dice con acento turinés, "escucha"
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "¿a que va todo este absurdo interrogatorio mássimo?"
Mássimo dice con acento turinés, "tu saves mis rasones del por qué estoy aquí y lo que nesesito de tí. "
Mássimo dice con acento turinés, "pero."
Mássimo dice con acento turinés, "más allá de eso quiero proponerte algo. "
Leila lo mira fijamente.
Mássimo dice con acento turinés, "boy a proponerte algo leila. "
Dices con acento Siciliano, "parla..."
Mássimo dice con acento turinés, "una aliansa. "
Dices con acento Siciliano, "una alianza, y bajo que condiciones."
Mássimo dice con acento turinés, "te ofresco lo siguiente. "
Mássimo dice con acento turinés, "un centro de operaciones, en mi territorio, talvez no de carga como tal, pero aí puedes estár mas segura y lejos de tu padre. "
Dices con acento Siciliano, No sé mi gente no está ahora para nuevas alianzas mássimo. "
Mássimo dice con acento turinés, "mira, sería algo bueno, y por aí se que tu y tu padré no se lleban bien, mi familia a trabajado con él, eso puede ser benéfico para tí."
Leila levanta la ceja cuando oye hablar de matteo.
Dices con acento Siciliano, "¿que tiene que ver mi padre en esto mássimo. "
Mássimo dice con acento turinés, "ya te lo dije. "
Mássimo le sostiene la mirada con ceriedad.
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "¿a cambio de que, me pienzas dar ese centro de operasiones?. "
Mássimo dice con acento turinés, "mira, primero te pedí ayuda con esta revelión de mi gente en turín, pero ya me enteré que está ciendo financiada por alguien externo, y quiero descubrir de quien se trata. Además sí hacemos operaciones en conjunto, ganaríamos mas influencia en nuestros territorios, y nos ayudaría sí pasa algún contratiempo. "
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "lo voy a pensar."
Dices con acento Siciliano, "y en cuanto a los hombres que me pediste ya fueron enviados a turín hace días. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Mássimo dice con acento turinés, "piénsalo, piénsalo, leila. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Mássimo dice con acento turinés, "y grazie por eso."
Dices con acento Siciliano, "tengo muchos problemas mássimo. "
Mássimo dice con acento turinés, "dime, leila, dilme los problemas que tienes."
Suspiras profundamente.
Mássimo le sigue sosteníendo la mirada, pero no tiene muchas esperansas de que hable.
Dices con acento Siciliano, "las cosas están fuera de control en las rutas. "
Mássimo dice con acento turinés, "que, ¿pero por qué!"
Dices con acento Siciliano, "eso estamos aberiguando. "
Mássimo dice con acento turinés, "¿una revelión?"
Dices con acento Siciliano, "es más que eso. "
Mássimo dice con acento turinés, "parla. "
Dices con acento Siciliano, "traición mássimo. "
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo mira con mucha ceriedad y preocupación a leila.

Ordenando el regreso a Sicilia

Punto de vista: Leila

Dices con acento Siciliano, "espera. "
Leila tomó con desición su celular.
Leila marcó el primer número, conectándose con su contacto en Nápoles. La voz grave del hombre respondió al segundo tono.
—Signora Ferrari, a su disposición.
Leila dice: “Necesito tu apoyo, Rafaele. Reúne a tus mejores hombres y muévelos a Catania. La situación ha llegado a un punto crítico. Quiero que asegures las rutas principales antes de que yo llegue. Nadie se mueve sin mi permiso. ¿Entendido?”
Sin esperar más respuestas, cortó la llamada y marcó el siguiente número. Esta vez, era uno de sus aliados en Milán.
Leila dice: “Domenico, no hay tiempo para rodeos. Necesito que refuerces nuestras conexiones en el norte. Algo se está moviendo en los puertos y no puedo permitirme perder otra pieza. Si alguien intenta interferir, elimínalo. Sé discreto, pero efectivo.”
Mássimo ni lo pensó, quiso brindar ayuda a Leila, así que marcó directamente a Bianca, su ayudante de confianza en Turín.
Domenico dudó un segundo, pero el tono de Leila no dejaba espacio para la discusión.
—Haré lo necesario, Signora Ferrari.
Mássimo dice con acento turinés, "bianca, quiero que me mandes ahora a 120 hombres directo a cattania, es para una futura aliansa, y sin preguntas, reúne a los de jénobá si es nesesario"
—Leila Dice: “Más te vale.”
Colgó nuevamente, esta vez dejando el teléfono sobre la mesa por un momento. Su mirada era gélida, calculadora, pero sus pensamientos estaban enredados en la furia de las últimas traiciones. Había permitido que las cosas llegaran demasiado lejos. Sicilia debía volver a sentir su presencia, su mano firme y su control absoluto.
bianca comfirmó la orden y mássimo colgó el celular sin más.
Leila volvió la mirada a mássimo.
Mássimo dice con acento turinés, "espero que no te disguste algo de ayuda. "
Dices con acento Siciliano, "grazie. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Leila se levantó de su silla con un movimiento decidido y salió al pasillo, donde varios de sus hombres de confianza ya esperaban. Pietro, quien había regresado recientemente de Sicilia, estaba al frente, con un informe en la mano.
—Pietro dice: “Signora, la situación en Palermo y Catania sigue complicada. Las autoridades están moviéndose con demasiada rapidez. Alguien les está proporcionando información.”
Dices con acento Siciliano, "“¿Eso es todo lo que tienes? ¿Obviedades? Pietro, no estoy pagando para que me digas lo que ya sé. Quiero nombres. Quiero saber quién está jugando en mi contra.”. "
Pietro inclinó la cabeza, sintiendo la dureza en las palabras de Leila.
Dices con acento Siciliano, "“Prepárense todos. Salimos hacia Sicilia en 48 horas. Quiero aviones listos, y quiero que cada uno de ustedes tenga claro su rol. Esto no es una simple operación de contención. Es una cacería. Y vamos a cazar al maldito traidor que se esconde en las sombras. "
Mássimo sonríe.
Mássimo tan imprecionado, le admira su bellesa fuersa y ddeterminación.
Sus palabras eran como una orden grabada en piedra. Los hombres asintieron rápidamente, comenzando a moverse para ejecutar las instrucciones. Sin embargo, uno de ellos, un joven recluta que apenas había trabajado directamente con Leila, hizo una pregunta insegura.
“Signora, ¿y qué haremos si no podemos identificar al traidor de inmediato?”
Leila lo miró con una expresión que habría congelado el alma del hombre más valiente. Dio un paso hacia él, su figura imponente proyectándose como una sombra amenazante.
Dices con acento Siciliano, "“¿‘Si no podemos’? Aquí no hay espacio para el ‘si no’. Encuentra al traidor, o yo misma te consideraré parte del problema. ¿Entendido?” "
El recluta tragó saliva y asintió rápidamente, retrocediendo un paso.
Dices con acento Siciliano, "“Eso pensé.”"
Leila Volvió a girarse hacia Pietro y el resto.
Dices con acento Siciliano, "“Quiero un control total de las comunicaciones. Ningún mensaje, ninguna llamada, nada entra ni sale sin mi aprobación. Vamos a limpiar Sicilia de cualquiera que crea que puede jugar conmigo. Y cuando lo hagamos, quiero que el mundo entero entienda que nadie traiciona a Leila Ferrari.”"
Mássimo sonríe.
Sus palabras resonaron en el pasillo, dejando un silencio tenso cuando terminó de hablar. Se giró y volvió a su despacho, cerrando la puerta tras ella. Una vez dentro, tomó otra copa de vino, pero esta vez no para disfrutarla, sino para calmar el fuego que ardía en su interior.
Sicilia la esperaba, y esta vez, regresaría como una tormenta imparable.
Larabelle Evans
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Re: Ferrari, La mafia o el amor.

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Preparando el viaje de regreso a catania

El despacho de Leila Ferrari estaba sumido en una atmósfera cargada de tensión. La lámpara de bronce sobre su escritorio proyectaba una luz cálida, pero no lograba suavizar el humor agrio que dominaba el ambiente. Leila, sentada tras su imponente escritorio de nogal oscuro, revisaba los últimos informes de las pérdidas económicas que habían sufrido debido a los problemas en los puertos. Las hojas de cálculo y los reportes detallados estaban esparcidos frente a ella, formando un mosaico que no hacía más que intensificar su enojo.
Su mano derecha sostenía un bolígrafo que tamborileaba contra la madera del escritorio, mientras con la izquierda pasaba las páginas de un informe. Sus labios, apretados en una fina línea, traicionaban la furia que se acumulaba dentro de ella. Sicilia. La casa que odiaba. Solo pensar en regresar a ese lugar la llenaba de resentimiento, no por la tierra, que amaba con devoción, sino por quien habitaba en ella: Matteo Ferrari, su padre.
Murmuras con acento Siciliano, "Esto es inaceptable. "
Leila murmuró con un tono helado, dejando caer el bolígrafo sobre la mesa y levantándose de golpe.
Frente a ella, Pietro y otros dos hombres de su equipo permanecían de pie, esperando instrucciones, pero también soportando la presión que emanaba de Leila como si fuera un huracán contenido.
Dices con acento Siciliano, "Pietro, ¿dónde están los detalles del último informe de Catania? Te pedí números exactos, no estimaciones. "
Habló Leila, con una mirada cortante que podría perforar el acero.
Pietro dio un paso al frente y extendió un documento.
pietro dice: Signora, aquí están. Las pérdidas totales suman más de 200,000 euros entre las dos últimas operaciones. La mayoría de los envíos fueron interceptados en las rutas secundarias.
Leila tomó el documento y lo revisó rápidamente, sus ojos verdes brillando con un destello de furia.
Dices con acento Siciliano, "—¿Cómo es posible que no hayan reforzado las rutas secundarias? Se los ordené hace semanas. ¿Acaso tengo que hacerlo todo yo misma? "
Leila espetó, dejando el papel sobre el escritorio con un golpe seco.
—No volverá a pasar, Signora —respondió Pietro, con un tono que mezclaba profesionalismo y temor.
Leila dio la vuelta al escritorio y se acercó a él, su postura altiva e imponente.
Dices con acento Siciliano, "—No, Pietro, no volverá a pasar porque estaré allí personalmente. No puedo confiar en nadie si esto sigue ocurriendo. Voy a Sicilia no solo para resolver esto, sino para recordarles a todos quién es Leila Ferrari. Y espero que tú, como el resto de mis hombres, estés listo para cumplir con lo que se te pida."
Pietro asintió rápidamente, mientras Leila se giraba hacia el resto de los presentes.
gritas: "—Quiero un informe completo del inventario antes de que lleguemos a Catania. Todo lo que falta, todo lo que fue interceptado, todo lo que aún tenemos bajo nuestro control. Nada queda fuera. Y asegúrense de que el equipo de seguridad en los puertos esté listo para una inspección inmediata cuando aterricemos."
—Sí, Signora —respondieron al unísono.
Leila regresó a su silla, pero no se sentó. En cambio, tomó una copa de whisky que había servido previamente, dando un sorbo lento mientras miraba por la ventana. Desde allí, la ciudad de Neo-Madrid se extendía ante ella, pero su mente ya estaba en Sicilia, en la casa de su infancia, en Matteo.
Catania era un lugar que amaba y odiaba en igual medida. La belleza del Etna, la calidez del mar, el aire cargado de historia, todo eso la llenaba de orgullo. Pero esa misma tierra estaba manchada por los recuerdos de su infancia, por los castigos, las humillaciones, y el hombre que había intentado moldearla a su imagen y semejanza.
—Volveré, Matteo —murmuró para sí misma, su voz baja, casi un susurro—. Pero no por ti. Por Sicilia. Por lo que es mío.
Leila Dio otro sorbo al whisky y se giró hacia sus hombres.
Dices con acento Siciliano, "—Asegúrense de que todo esté listo en la pista. Nos vamos en dos horas. Pietro, tú vienes conmigo en el primer vuelo. El resto, que se divida y se asegure de que todos los puntos de conexión estén cubiertos antes de mi llegada. No quiero sorpresas."
—Entendido, Signora Ferrari —respondió Pietro, inclinando ligeramente la cabeza.

se descontrola el deseo entre Leila y Mássimo.

Ecena para mayores de 18 años.

Punto de vista: Leila y Mássimo.

Una vez que la reunion a terminado, y los hombres se retiran a hacer sus cosas, tras unos minutos, entra marttini, con un rostro sereno pero procupado a la vez, aunque esto último lo dicimula.
Leila bebiendo de su copa lo mira llegar.
Dices con acento Siciliano, "ciao. "
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "ciao, piccolina. "
Dices con acento Siciliano, "no soy eso "
Mássimo dice con acento turinés, "¿qué tal las cosas?"
Dices con acento Siciliano, "estoy preparando todo para irme en unas horas. "
Mássimo dice con acento turinés, "para mí lo heres. "
Suspiras profundamente.
Mássimo la mira sonriente mientras cierra la puerta.
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "¿necesitas algo?"
Mássimo poco a poco va rodeando su escritorio con una mirada intensa, para posteriormente tomarla del pelo mientras su sonrísa se ensancha.
Mássimo dice con acento turinés, "¿y no pensavas despedirte?"
Esto toma de sorpresa a leila quien lo mira fijamente.
Dices con acento Siciliano, "suéltame. "
Mássimo sonríe.
Mássimo la jala mas fuerte, exponiendo su cuello, dejando una mordida en este mismo.
Mássimo dice con acento turinés, "eres una maleducada. "
Leila se sobre salta al sentir esa mordida, he inconsientemente su cuerpo responde estremesiéndose.
Dices con acento Siciliano, "vasta mássimo, ¿que pretendes?"
Mássimo sin responderle comienza a abrazarla con mucha fuersa pero de forma tierna cási protectora, empesando a jugar poco a poco con ella, cual gatito y ratón. Luego de este abrazo, le da un firme azote en el tracero comfundiéndola más.
Leila se siente vastante rara estar en los brazos de mássimo, nunca antes la habían abrazado de esa forma, lo mira confundida y no puede evitar sonreírle.
Mássimo le acaricia el pelo con ternura, mientras la mira directo a los ojos
Mássimo dice con acento turinés, "no pensavas despedirte?. "
Asientes afirmativamente.
Dices con acento Siciliano, "no pensé que estuvieras en casa. "
Mássimo le da otro azote, este con algo mas de intensidad, y con un poco de enojo y lujuria a partes iguales.
esto la hace gemir mirándolo intensamente con furia contenida y confusión de igual manera.
Leila se aparta de él bruscamente empujándolo
Mássimo niega con la cabeza.
Mássimo dice con acento turinés, "amí no me pongas esa carita e?, que te va ir mal. "
Leila se sienta en su silla frente al escritorio de nuevo mirándolo.
Dices con acento Siciliano, "¿por qué estás tan seguro?"
Mássimo dice con acento turinés, "por que estoy seguro de lo que puedo hacerte. "
Dices con acento Siciliano, "¿sabbes que podría matarte?"
Mássimo se parte de risa.
Mássimo suelta la carcajada espontania y explosíba, mirándola divertido.
Leila sonríe altiva y sin mostrarle más emosión.
Leila coge su copa del escritorio llevándola a sus labios bebiendo de golpe.
Mássimo cambia su cara totalmente, con una aparente furia reflejada en su rostro, la vuelve a jalar del pelo, para después cargarla en brazos, la recuesta con firmeza sobre el escritorio, y le baja el vaquero y las bragas. No tarda en abrirle las piernas, mientras ella trata de resistirse. La boca de mássimo se pierde en el coño de aquella ragazza tan insoportable.
Leila se resistía a mássimo hasta que lo sintió deborarla.
Leila le acaricia el cabello a mássimo mientras lo miraba entre sus piernas, estremesiéndose de placer confundida, pués si que lo estaba disfrutando pero ya no quería complicarse más la vida. Tenía muchos problemas encima, y no se sentía capáz de amar y dejarse amar de verdad, no sabía como manejar la situasión, pero el calor de su cuerpo aumentaba más, mássimo le estaba sacando gemidos descontrolados.
Mássimo sube las manos hasta las tetas de leila, para acariciarlas y apretarlas con firmesa, dominación y agilidad.
Mássimo separa la caveza unos momentos de la entrepierna de leila, para hablar mirándola fijamente.
Leila no puede hebitar mirarlo también anelante de más placer.
Mássimo dice con acento turinés, "¿cres que dominas todo bambina?, boy a vajarte esos umos y darte la despedida que te merezes, piccolina. "
Leila odiaba no poder dominar sus instintos, su deseo por mássimo.
después de decir estas palabras, Mássimo volvió a chupar con fuerza su vagina, sin dejar de apretar con mas deseo ambos pechos. Luego, bajó una de sus manos, y empesó a acariciar y frotar con lentitud el clítoriz inchado ya de leila.
Leila que ya estaba muy sensible al roce de los dedos de mássimo, movía las caderas buscando más de aquel contacto, se estaba dejando llevar por lo que sentía y no por lo que debería hacer.
Mássimo decidido a llebarla definitibamente a su terreno y a que ella fuera solo suya, penzó en cambiar el juego. Sin dudarlo y con toda la pasión y deseo del que era capáz, empezó a penetrar el dulce coñito de leila con la lengua, cual si fuera su pene, estava decidido a hacerla rendirce a él. Si, ella se iría de madrid, pero teniendo claro, que ya es suya.
Leila no podía comprender cómo es que mássimo la deseaba tanto, por qué le gustaba, si han tenidos tantas discusiones y desacuerdos, y sin embargo él seguía allí en la casa junto a ella. La estaba haciendo disfrutar tanto, como hace mucho no lo hacía con nadie, nisiquiera en esos encuentros ocacionales en los que solía salir de fiesta. No podía dejar de gemir y mirarlo mientras se mordía los labios, su piel estaba muy sensible anciaba las caricias de mássimmo.
Mássimo subió la mano que se encontraba en su pecho para llebarla a su pelo, y empesar a tirar de este, quería dejarle bien en claro que la estava dominando, quería dejarle vien en claro que el, estava dominándola, y ella no podía hacer nada contra él.
Leila lo estaba disfrutando demaciado, sentir esa fuerza dominante de él la estava volviendo loca, ella que no había vuelto a dejarse dominar por ningún hombre, estaba dejando que mássimo se volviéra su debilidad.
Mássimo seguiapenetrando su vajina con la lengua, mientras pensava en mas cosas que quería hacerle, y que claro que iva hacerle, alfín al cabo tenían 2 horas antes de que ella se fuera, y si no alcansava se iría en el avión con ella.
Mássimo murmura con acento turinés, "hoy te cobro todas, leila ferrari. "
Mássimo murmura con acento turinés, "hoy eres mía de pies a caveza. "
Asientes afirmativamente.
Leila respirando con dificultad, y temblando sintió como su cuerpo explotava llevándola al máximo placer, atrapándo a mássimo entre sus piernas con un gemido que inundó el despacho.
Mássimo no dudó en beberse todo aquello que él abía ocacionado en ella, mientras la miraba como su prioridad, pero con una de esas miradas que a Leila le encantáva poner.
Mássimo ya estaba muy duro, ancioso de entrar en Leila para cobrarse sus desplantes de niña caprichosa. No la dejó razonar demaciado, así que la sostuvo fuerte para voltearla bocabajo en 4.
Leila se sostenía del escritorio mientras que mássimo la penetraba con fuerza.
Mássimo la jalaba del cabello salvaje con cada envestida certera que tocaba su límite.
Leila aún con los restos de su orgasmo se dejó llevar por mássimo, quería también de él, quería sentirlo dentro de ella.
Mássimo y leila saciaron el deseo que tenían uno por el otro.
Leila luchaba con su propio orgullo al dejarse dominar de esa manera por mássimo.
Mássimo al ver a Leila entregada a él se sentía satisfecho, sabía que podría estar más cerca de conquistar su corazón.
Pero Leila ya tenía que irse, el tiempo se agotaba para ambos, y ella tenía que volver a su realidad.
Con la promesa de volver a verse, ella se vistió rapidamente para ir por sus maletas. Aunque Leila no estaba segura de lo que en realidad podría sentir por éll, y de lo que podría ofrecerle se despidió con una actitud distinta.
Larabelle Evans
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Re: Ferrari, La mafia o el amor.

Mensaje por Larabelle Evans »

el Viaje inesperado

Punto de vista: Leila.

Leila mirando a mássimo con una sonrisa, aún están en el despacho de ella.
Mássimo sonríe.
Sonríes.
Mássimo dice con acento turinés, "en cuanto tiempo tienes que irte, piccolina?. "
Dices con acento Siciliano, "les dije que 2 horas, y ya deben estar esperando. "
Mássimo se parte de risa.
Mássimo dice con acento turinés, "tardamos tanto?. "
Mássimo niega con la cabeza.
Dices con acento Siciliano, "si. "
Mássimo niega con la cabeza.
Mássimo dice con acento turinés, "no, no puede ser. "
Dices con acento Siciliano, "¿por qué no?"
Mássimo le acaricia suabemente el pelo mientras le sonríe, no puede ebitar perderse por momentos en esa hermosa mirada.
Leila se derrite con esa mirada cálida, lo cierto es que ningún chico la había mirado así.
Mássimo dice con acento turinés, "por que no creo que allámos tardado tanto, se me hiso tan poco tiempo..."
Dices con acento Siciliano, "lo que pasa es que te gusto mucho. "
Te partes de risa.
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "eso cres?. "
Dices con acento Siciliano, "eso me demostraste. "
Mássimo le da una nalgada, mientras la mira a los ojos.
Leila le mira coqueta.
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "piccolina, no me proboques por que boy a hacer que tardemos más. "
Dices con acento Siciliano, "¿qué esperas de mí ahora mássimo?"
Dices con acento Siciliano, "quiero saber. "
Mássimo dice con acento turinés, "aqué te refieres?. "
Dices con acento Siciliano, "no soy de relasiones cerias. "
Mássimo ciente una daga directo en el pecho, tras esas palábras que las cintió como un puto témpano de hielo.
áun así trató de recomponerse, y la miró a los ojos para preguntar.
Mássimo dice con acento turinés, "por que no te gustan, o por que ni si quiera saves que es algúna. "
Dices con acento Siciliano, "no sé qué es eso. Sabes bien que en nuestro mundo no es muy común estas cosas."
Mássimo niega con la cabeza.
Mássimo dice con acento turinés, "aver, aver leila. "
Mássimo dice con acento turinés, "entiendo que tú no sepas lo que és, se te nota, pero no géneralises. "
Dices con acento Siciliano, "no generalizo, la mayoría de las parejas de la mafia se consolidan por alianzas que les combengan a ambas partes. "
Mássimo dice con acento turinés, "lá malloría, mas no todas. "
Leila mira a mássimo nerviosa.
Asientes afirmativamente.
Dices con acento Siciliano, "supongo que no. "
Mássimo la mira a los ojos sin cortarse.
Mássimo dice con acento turinés, "aí está, no es que no séas de relaciónes serias si nunca las has tenído. "
Dices con acento Siciliano, "es dificil, sobre todo cuando mi padre siempre me ha recalcado que soy una cualquiera, y que no merezco que me quieran."
Dices con acento Siciliano, "tú talvez lo veas fácil mássimo, pero no es así. "
Mássimo sonríe.
Mássimo no puede evitar sentir ternura, y se lo demuestra abrazándola de la forma más tierna mientras la mira.
Leila quiere sacarse de su vida toda esa amargura que matteo le ha enseñado a sentir, encerio que quiere eso, y lucha constantemente para ser diferente.
Leila deja que mássimo la tenga así de protegida en sus brazos, aunque teme hacerle daño y terminar haciendo las mismas mierdas que matteo.
Mássimo dice con acento turinés, "no digo que sea facil bella, pero no lo dificúltes"
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "bene, lo intentaré mássimo. "
Sonríes.
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "que bella eres leila. "
Sonríes.
Mássimo te abraza.
Abrazas a Mássimo.
Leila quisiera quedarse así para siempre, y no tener que ver al infeliz de su padre, pero no está dispuesta a perder lo que tantas lágrimas y sangre le hacostado tener.
Mássimo dice con acento turinés, "¿te vas?. "
Dices con acento Siciliano, "si, pero puedes acompañarme a la pista. "
Dices con acento Siciliano, "quieres?"
Mássimo la toma de los glutios posecibo, jugando con ella mientras la besa.
Besas a Mássimo.
Mássimo dice con acento turinés, "tu no te vas. "
Mássimo te besa.
Te partes de risa.
Dices con acento Siciliano, "¿y por qué no?. "
Mássimo dice con acento turinés, "por que nó!"
Mássimo se parte de risa.
Te partes de risa.
Dices con acento Siciliano, "Anda acompáñame."
Mássimo dice con acento turinés, "vamos a vestirnos primero no?. "
Te partes de risa.
Dices con acento Siciliano, "claro. "
Mássimo se parte de risa.
Leila se separa de él para coger su ropa.
Mássimo empiesa a vestirse, pero sin dejár de mirarla con lasibia.
Leila se viste a toda prisa, pero hay algunos problemas con la ropa y mira a mássimo.
Dices con acento Siciliano, "tendré que subir a la habitación para cambiarme."
Mássimo dice con acento turinés, "por?. "
Dices con acento Siciliano, "un turinés ha roto mis bragas. "
Te partes de risa.
Mássimo dice con acento turinés, "así? quien es ese irrespetuoso. "
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "se apellida martini, ¿será que loconoces?. "
Sonríes.
Mássimo niega con la cabeza.
Mássimo dice con acento turinés, "no, ni idéa pero quiere que lo busque?. "
Asientes afirmativamente.
Mássimo la pega a su cuerpo próbocandola.
Leila le muerde los labios.
Mássimo le aprieta el trasero mientras la besa salbaje.
Besas a Mássimo.
Mássimo te besa.
Un guardia llama a la puerta del despacho insistentemente.
Mássimo suspira profundamente.
Suspiras profundamente.
Leila se pone su vestido y los zapatos como puede.
Dices con acento Siciliano, "y, ahora qué pasará. "
Mássimo abre la puerta tras asegurarse que leila ya tiene ropa
Es Rodrico el hombre de confianza de mássimo que lo mira cerio.
Mássimo dice con acento turinés, "que pasa, rodrico. "
Rodrico dice: "señor es Camilo, el guardia que dejó a cargo de la señorita martini. le habla al teléfono, me pidió que lo comunicara con usted. "
Mássimo suspira profundamente.
Leila escucha de tras de mássimo mienntras guarda su computadora.
Mássimo le quita el teléfonó de malas formas, odia ser así pero cuando se trata de vittoria, se pone mas serio de lo normál.
Mássimo dice con acento turinés, "parla camilo, y pobre de tí com que sean malas notisias. "
camilo con una voz ceria, pero temeroza dice al teléfono: "señor... La señorita vittoria anoche salió a un club, estábamos cuidándola como siempre, pero se comenzaron a pelear, y el caso es que no aparece la señorita vittoria señor... "
Mássimo grita: "¿qué?. "
Mássimo grita: "como que no aparese mi hija!. "
Leila se sobre salta al escuchar gritar a Mássimo, nunca lo había visto de esa manera.
Mássimo trata de calmarse, en serio que lo intenta.
la cara de mássimo se a transformado por completo, cualquiera que lo voltée a ver, da un paso atrás.
camilo dice: "ya le hablamos a su celular y está apagado señor, sus amigas no saben de ella tampoco. "
Mássimo murmura con acento turinés, "ve despidiéndoté de tu familia, camilo. "
en los ojos de mássimo se refleja una furia pocas veses vista, una vestia a nada de soltarse.
Leila sale del despacho y mira a mássimo.
Mássimo dice con acento turinés, "que fue lo último que se vió de ella camilo. "
Camilo dice: "señor todo estaba bien, le juro que no sé que pasó, la señorita martini es difícil de contener... "
Mássimo dice con acento turinés, "así? y como es posible que cuando estubo rodrico si pudo contenerla?. "
Leila se orrorisa al ver así de molesto a mássimo, nunca imaginó que tenía una hija.
Leila sin perder tiempo suvió a su habitación a cambiarse.
Se escucha un lebe suspiro nervioso de Camilo y dice: "estaba bailando con varios jóvenes señor. "
Camilo dice: "no sabemos si fue por ella que empezó la pelea en el club, el caso es que hasta hubo 2 jóvenes muertos. "
Mássimo aprieta los puños apunto de explotár aí mismo, no quiere gritar, no quiere armár un escándalo, pero le esta costando horrores.
Mássimo grita: "joder camilo! si quieres que te perdone tu patética y miserable vida maste vale que me imbestigues! maldítasea!. "
Mássimo grita: "rodrico!. "
Rodrico aparece frente a mássimo.
Mássimo dice con acento turinés, "lárgate ya mismo para turín, y prepara ya mi regreso de emergencia!. "
Mássimo grita: "es para hoy!. "
Rodrico dice: "como diga señor. "
Rodrico se marcha de prisa.
Mássimo dice con acento turinés, "hay camilo, resa por que mi hija aparesca, y encuentra esa púta información, por que sí no. "
Mássimo dice con acento turinés, "vas a ser una bonita estatua de cera. "
Camilo dice: "si señor, entendido... "
Camilo asustado cuelga la llamada.
Mássimo se cubre la cara desesperado y frustrado, siente como si la vida le escupiera en la cara.
Leila baja las escaleras, ha regresado de la habitación, y mira a mássimo sin comprender.
Dices con acento Siciliano, "¿qué pasa, necesitas algo?"
Mássimo se percata de la precencia de leila. no puede, ni quiere mirarla a los ojos, no despues de los gritos que acáva de soltar.
Mássimo dice con acento turinés, "no, leila, grazie. Nesesito regresar a turín de emergencia. "
Dices con acento Siciliano, "podemos llevarte. "
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo dice con acento turinés, "estás segura?. "
Asientes afirmativamente.
Dices con acento Siciliano, "que son unas horas más de vuelo. "
Mássimo dice con acento turinés, "nesesito llegar de urgencia. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Dices con acento Siciliano, "Capisco"
Mássimo dice con acento turinés, "grazie..."
Leila sale a buscar a pietro.
pietro se encontrava afuéra de la casa esperando a su señora.
Dices con acento Siciliano, "Ya está todo listo pietro?. "
pietro dice con acento siciliano, sí segniorita, ya estámos listos, solo la esperábamos a usted.
Asientes afirmativamente.
Dices con acento Siciliano, "hay un cambio de última hora. "
Pietro dice con acento siciliano, que pasa?.
Dices con acento Siciliano, "Parlate con il pilota e ditegli che andiamo prima a Torino per modificare il piano di volo."
pietro dice con acento siciliano, entendido, segnorina.
Pietro hace un jesto afirmatibo con la caveza, y corre rápidamente para hablar con el piloto.
Leila vuelve a la casa.
Dices con acento Siciliano, "ya está. "
Mássimo dice con acento turinés, "grazie..."
Dices con acento Siciliano, "vamos, ay que irnos ya a la pista. "
Mássimo asiente afirmativamente.
Leila agarra su bolso y sale de la casa.
Mássimo camina con prisa, siguiendo a leila.
Leila suve al auto en la parte tracera y le hace un gesto a mássimo para que entre. Ya el chofer los espera para llevarlos a la pista clandestina de despegue.
Mássimo no tarda en subir al auto.
La noche era oscura, y el cielo sobre Neo-Madrid estaba cubierto por nubes que ocultaban la luna. Un convoy de vehículos negros avanzaba a través de las calles desiertas de la periferia de la ciudad, en dirección a una ubicación clandestina. En el centro del convoy, un lujoso automóvil blindado transportaba a Leila y a Mássimo.
Dentro del vehículo, Leila permanecía en silencio, sentada en el asiento trasero junto a Mássimo, con la mirada fija en la ventana. Aunque sus ojos parecían observar el paisaje que pasaba, su mente estaba a kilómetros de distancia, en Sicilia, en Catania, en los problemas que la esperaban. Y, sobre todo, en Mássimo y todo lo que acababa de escuchar.
Mássimo simplemente no pudo mantener esa careta de molestia. pués se desprendía mostrando su verdadero centir. Su hija, su bambina, su vittoria, no podía perderla, no podía fallarle de nuebo.
Leila quería preguntarle muchas cosas, pero sabía que Massimo no estaba para hablar.
Leila con Sus dedos tamborileaban ligeramente sobre el reposabrazos de cuero, un gesto casi imperceptible que traicionaba la tensión que intentaba ocultar. Frente a ella, Pietro y otro de sus hombres la observaban con respeto y algo de cautela. Nadie osaba hablar, sabiendo que Leila no estaba de humor para trivialidades.
Mássimo suspirando dirijió una mirada fugas a leila, pero era una mirada, de las mas sinseras que mássimo le avía mostrado a nadie.
Mássimo sabía que leila tenía muchas preguntas, y las respondería, pero no ahora. sin embargo, al dedicarle esa mirada, también le dejo ver su verdadera cara, su dolor, su preocupación, y por que nó, algo de su vulneravílidad.
Leila lo miró con comprensión.
Dices con acento Siciliano, "—¿El avión está listo?. "
Leila preguntó finalmente a Pietro, rompiendo el silencio con su voz firme y autoritaria.
Pietro asintió rápidamente.
piettro dice con acento ciciliano, sí, segnorina, todo listo.
Suspiras profundamente.
Dices con acento Siciliano, "Bien, no quiero sorpresas. Si algo sale mal, no duden en actuar."
piettro afirma con la caveza.
El automóvil de Leila se detuvo frente al jet privado, un elegante avión negro que esperaba con los motores encendidos. El rugido bajo del motor llenaba el aire, y las luces de la pista improvisada proyectaban sombras alargadas sobre los árboles circundantes.
Dices con acento Siciliano, "vamos. "
piettro dice con acento siciliano, sí, segnorina
Leila abre el auto y baja rápidamente.
Mássimo baja con rapidéz al llegar.
Uno de los pilotos se acercó para recibirla.
El piloto dice: "—Signora Ferrari, todo está listo para el despegue. "
Leila asintió brevemente, pero antes de subir al avión, se giró hacia Pietro.
Dices con acento Siciliano, "Quiero que te asegures de que todo quede bajo control aquí. Si alguien intenta interferir en mis operaciones en Neo-Madrid, elimínalos. No hay espacio para más errores."
Dices con acento Siciliano, "anda mássimo, sube. "
Mássimo no tarda en subir a aquél lujoso jet.
Mássimo suspira profundamente.
Leila subió las escaleras del jet, sus tacones resonando en el metal con un eco que parecía marcar el inicio de su regreso. Una vez dentro, tomó asiento en el compartimento principal, donde la comodidad y el lujo contrastaban con la tensión que sentía. Frente a ella, una mesa de madera fina con una copa de Champagne ya servido la esperaba.
El piloto anunció que el avión estaba listo para despegar, y Leila se recostó en el asiento, cerrando los ojos por un momento mientras sentía el rugido de los motores aumentar.
Mássimo cerraba los hojos, tratando de evadirse de todos los problemas, de la desaparición de su hija, y de las rebeliones en su territorio.
Leila mientras tenía los ojos cerrados penzó. Sicilia podía esperar un poco más. Por ahora, su prioridad era ayudar al hombre que había comenzado a ocupar un lugar importante en su vida, en su corazón.
El avión siguió su rumbo, dejando el tiempo pasar en un silencio cómodo entre ambos. Mássimo finalmente se recostó en su asiento, cerrando los ojos por un momento, mientras Leila volvía a mirar por la ventana, sus pensamientos divididos entre el presente y el futuro.
mássimo se encontraba dolido, con los puños apretados, mientras unas lágrimas traisioneras se le escapaban de los ojos.
Mássimo murmura con acento turinés, "hay, mi bambina. "
Leila se acercó para abrazar a Mássimo.
Abrazas a Mássimo.
Mássimo te abraza.
Mássimo murmura con acento turinés, "hay, vittoria..."
Leila no le decía nada, solo estaba aí, a su lado como él estuvo el día que tuvo esa crisis por la llamada de Matteo.
Mássimo murmura con acento turinés, "hay, mi bambina"
Mássimo no puede mas, en los brasos de leila, de la mujer que lo tiene de caveza, solo entre sus brazos, se permite mostrarse tal cual es, desplomandosé en llanto.
Leila le acaricia el cabello mirandolo con afecto.
Mássimo llora desconsoladamente.
Dices con acento Siciliano, "andrà tutto bene, tua figlia starà bene, vedrai."
Mássimo la sostiene con algo de fuerza exesiba, aferrando se a ella con desesperación.
Dices con acento Siciliano, "la vas a encontrar Mássimo, no lo dudes."
Leila se conmueve mucho al verlo así, nunca penzó que Mássimo podía ser tan bulnerable y que tubiese una hija.
Mássimo te abraza.
Unas horas después.
El avión descendía suavemente, y las luces de la pista privada en las afueras de Turín se hicieron visibles a través de las ventanas. El ambiente dentro de la cabina era tranquilo, pero cargado de una tensión silenciosa. Mássimo miraba por la ventana, reconociendo los contornos familiares de su ciudad natal, mientras Leila se mantenía serena, observándolo de reojo.
El piloto anunció el aterrizaje, y el avión tocó tierra con la suavidad que solo un piloto experimentado podía lograr. Mássimo se giró hacia Leila, su rostro mezclando gratitud y algo que parecía duda.
—Llegamos —dijo Leila, rompiendo el silencio mientras desabrochaba su cinturón y se ponía de pie con la gracia que siempre la caracterizaba.
Mássimo la imitó, pero antes de que pudiera decir algo, Leila se acercó a él. Su mirada, intensa como siempre, no dejaba lugar a dudas de que esta despedida era más significativa de lo que ella estaba dispuesta a admitir abiertamente.
—No es un adiós, Mássimo —dijo Leila, su voz suave pero firme—. Haz lo que tengas que hacer aquí, y luego vuelve a mí.
Mássimo asintió lentamente, su mirada fija en ella.
—Lo haré, Leila. Gracias por esto. Significa más de lo que puedo decir.
Leila hizo un leve gesto con la mano, como restando importancia, pero sus ojos traicionaban el control que intentaba mantener.
Mássimo tomó un momento para responder, su voz cargada de una emoción que no solía mostrar.
—Nunca pensé que alguien como tú se preocuparía por alguien como yo. Pero lo haces… y eso lo cambia todo.
Leila no respondió de inmediato. En lugar de eso, tomó un pequeño paquete de uno de los compartimentos del avión y se lo entregó.
—Antes de que te vayas, quiero que tengas esto.
Mássimo abrió el paquete y encontró un anillo de plata simple, pero con un diseño intrincado que recordaba las olas del mar. En el interior, había una inscripción: "Leila Ferrari confía en ti."
—Es un símbolo —dijo ella, con un tono que intentaba ser casual—. No suelo confiar en nadie, pero contigo… es diferente.
Mássimo tomó el anillo, visiblemente conmovido.
—Prometo no defraudarte.
Se inclinó ligeramente, tomando la mano de Leila y dejando un suave beso en el dorso. Fue un gesto cargado de respeto, pero también de algo más profundo. Algo que ambos entendían, aunque ninguno estaba dispuesto a nombrar aún.
El piloto se acercó, rompiendo el momento.
—Signora Ferrari, estamos listos para despegar hacia Sicilia.
Mássimo se despidió de Leila bajando del avión.
Leila asintió sin mirar al piloto, su rostro volviendo a adoptar la máscara de determinación que la definía.
—Hágalo.
Se sentó nuevamente en su lugar, mirando por la ventana mientras el avión se elevaba en el cielo oscuro. Las luces de Turín se desvanecieron lentamente, y su mente volvió a enfocarse en lo que la esperaba en Catania.
—No más distracciones —murmuró para sí misma, aunque una pequeña parte de ella sabía que Mássimo no era una distracción. Era algo más.
El vuelo continuó, y Leila cerró los ojos por un momento, preparándose mentalmente para el caos que sabía que enfrentaría al llegar a Sicilia. Pero en el fondo de su mente, las palabras de Mássimo resonaban suavemente, recordándole que, incluso en medio de la guerra, había espacio para algo más. Algo que no estaba dispuesta a dejar ir tan fácilmente.
Larabelle Evans
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Registrado: Mar Jul 02, 2024 4:52 am

Re: Ferrari, La mafia o el amor.

Mensaje por Larabelle Evans »

La Heredera en la Costa.

Punto de vista: Leila.

La casa, ubicada en un acantilado con vistas al mar Tirreno, parecía un refugio sacado de un sueño. Las olas rompían con fuerza contra las rocas, su sonido envolvente se mezclaba con el eco de las gaviotas sobrevolando el área. La vivienda, pintada en tonos ocres y rodeada de bugambilias, era un contraste llamativo contra el azul profundo del mar.
En el interior, la decoración era cálida pero sobria, con suelos de mármol y techos altos que daban la sensación de amplitud. Los ventanales dejaban entrar la luz del sol, iluminando los muebles de madera oscura y los detalles en oro que reflejaban el gusto refinado de su dueña.
En el comedor, Pietro, un hombre de unos cuarenta años con cabello corto y gris, revisaba las instrucciones que Leila le había dado. Siempre vestía de manera impecable, con un traje negro que le daba un aire autoritario. Había sido su custodio desde que ella cumplió 18 años, y su lealtad hacia ella era absoluta.
Leila, vestida con un sencillo vestido negro de tirantes que realzaba su figura, estaba en la cocina supervisando los preparativos. Había decidido que esa noche todo debía ser perfecto, no por una necesidad de impresionar a nadie, sino porque para ella el control sobre los detalles era una forma de escapar del caos que representaba su vida.
Leila: (mirando a Pietro desde la cocina)
— ¿Cómo va la mesa? Quiero que las velas sean de cera blanca, no esas cosas baratas que trajeron de la mansión.
Pietro: (mirándola con paciencia, aunque con un tono firme)
— Todo está bajo control, signorina. Ya mandé a uno de los chicos a conseguir las velas correctas. No se preocupe.
Leila asintió con la cabeza, pero su expresión seguía siendo de ligera preocupación. Había una tensión en su mandíbula, y aunque su postura era elegante, sus dedos tamborileaban ligeramente sobre la encimera de mármol, un pequeño gesto que delataba su inquietud.
El olor a romero y limón provenía de la cocina, donde Maria, la cocinera, estaba preparando un festín digno de la ocasión. Pasta fresca y un tiramisú que prometía ser inolvidable. Maria era una mujer robusta de unos cincuenta años, con un rostro amable y manos expertas que se movían con rapidez entre los utensilios de cocina.
Maria: (mirando a Leila con una sonrisa maternal)
— Signorina, debería relajarse un poco. La comida estará lista a tiempo, y Pietro tiene todo bajo control.
Leila: (cruzando los brazos y mirando a Maria con una media sonrisa)
— Si me relajara, Maria, nada de esto estaría listo.
Maria soltó una risita antes de volver a su labor. Leila se giró hacia Pietro, que había entrado en la cocina con un aire de urgencia.
Pietro:
— Acabo de recibir un mensaje de la mansión. Su padre quiere saber por qué decidió quedarse aquí esta noche.
Leila dejó escapar un suspiro, llevándose una mano a la frente. Sus ojos verdes se llenaron de una mezcla de frustración y cansancio.
Leila:
— Dile que no estoy de humor para responderle. Ya lo sabe. Quiero paz esta noche, Pietro. ¿Es mucho pedir?
Pietro: (con una leve inclinación de cabeza)
— Como desee, signorina.
Mientras Pietro salía de la cocina para ocuparse del mensaje, Leila se quedó mirando por la ventana. La vista del mar siempre la calmaba, aunque solo fuera un poco. El viento hacía que las cortinas blancas se movieran ligeramente, como un susurro.
De repente, otro de los hombres de confianza de Leila, Antonio, un joven de cabello castaño y una mirada alerta, entró con un ramo de flores frescas.
Antonio: (con una sonrisa nerviosa)
— Signorina Ferrari, traje estas flores para la mesa. Pensé que podrían añadir un toque especial.
Leila: (alzando una ceja mientras lo observa con atención)
— ¿Ahora eres decorador, Antonio?
Antonio: (riendo ligeramente, aunque algo incómodo)
— Solo quería ayudar.
Leila tomó las flores, las olió y luego asintió, dejando entrever una pequeña sonrisa.
Leila:
— Gracias, Antonio. Son perfectas.
El joven se retiró, dejando a Leila con las flores en la mano. Mientras las colocaba en un jarrón, pensó en lo irónico que era: rodeada de lujo y lealtades compradas, y aun así sintiéndose más sola que nunca.
Pietro volvió, esta vez con una expresión más relajada.
Pietro:
— Su padre ha aceptado que no irá esta noche. Aunque no está contento.
Leila: (con una sonrisa sarcástica)
— ¿Cuándo lo está?
Pietro no respondió, pero su expresión decía suficiente. Sabía lo complicado que era el vínculo entre Leila y su padre.
La noche comenzaba a caer, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Las luces de la casa se encendieron, creando un ambiente cálido y acogedor. Afuera, en la terraza, una mesa grande estaba preparada con manteles blancos, copas de cristal y las velas de cera blanca que Leila había pedido.
Mientras la cena se acercaba, los invitados comenzaron a llegar. No eran muchos, solo aquellos en los que Leila confiaba plenamente. Era su pequeño círculo de aliados, los pocos que conocían tanto su fuerza como su fragilidad.
La casa comenzó a llenarse de murmullos y pasos firmes al llegar los invitados. Cada uno traía consigo un aire de respeto y cautela, conscientes de que la anfitriona de la noche no era simplemente la heredera de un imperio mafioso, sino una mujer de carácter impredecible y mirada penetrante que podía tanto encantar como intimidar.
En la terraza, la brisa marina acariciaba los rostros de los presentes. La mesa, ahora perfectamente decorada, brillaba bajo las luces cálidas que colgaban como guirnaldas entre los árboles cercanos. Pietro supervisaba que cada detalle estuviera en orden, mientras Leila permanecía de pie cerca de una de las barandas, observando el horizonte.
La primera en acercarse fue Alessandra, una joven de cabello rubio platinado y labios perfectamente pintados de rojo. Era una de las contadas personas con quienes Leila compartía un vínculo auténtico, aunque condicionado por los intereses mutuos que compartían.
Alessandra: (con una sonrisa cómplice)
— Parece que no escatimaste en nada, Leila. Incluso para tus estándares, esto es impresionante.
Leila: (sin apartar la mirada del mar)
— La perfección no es opcional.
Alessandra dejó escapar una risa ligera, acercándose más a su amiga y apoyándose en la baranda junto a ella.
Alessandra:
— ¿Y qué opinó Matteo de tu… “desaparición”?
Leila: (mirándola de reojo, con un destello de ironía en los ojos)
— No necesito su permiso para tomar un respiro, ¿o sí?
La rubia no insistió. Sabía que las conversaciones sobre el padre de Leila siempre eran un territorio delicado.
Mientras tanto, en el interior, Antonio y otros dos hombres de confianza llevaban botellas de vino y platos de entrada hacia la terraza. Entre ellos estaba Enzo, un hombre alto, de cabello oscuro y ojos verdes, cuya presencia siempre parecía atraer la atención. Enzo era conocido por su lealtad férrea hacia la familia Ferrari, pero también por su carácter enigmático. Cuando Enzo salió a la terraza, sus ojos se encontraron brevemente con los de Leila. Ella le sostuvo la mirada, desafiante pero con una chispa de curiosidad. Enzo: (con voz profunda y tono respetuoso)
— Todo está listo, signorina Ferrari.
Leila: (sin perder el contacto visual, asintiendo levemente)
— Bien. Que todos se sienten entonces. Los invitados comenzaron a ocupar sus lugares, mientras Pietro se acercaba a Leila para escoltarla hasta su silla en la cabecera de la mesa. Ella aceptó su brazo con una elegancia natural, moviéndose con la gracia de alguien que sabe que todos los ojos están puestos en ella. La conversación inicial en la mesa fue ligera, casi superficial, con comentarios sobre el clima y anécdotas menores que no rozaban los temas más oscuros que compartían los presentes. Leila, sin embargo, observaba atentamente. Cada gesto, cada palabra, cada pausa era analizada por su mente aguda. Cuando se sirvió el primer plato, un carpaccio de atún fresco, Leila rompió el silencio con una voz que, aunque suave, cortaba como un cuchillo.
Leila:
— Espero que esta cena sea suficiente para que todos entiendan algo: no necesito la sombra de mi padre para demostrar quién soy.
Las palabras resonaron en la mesa, dejando un aire de tensión que Alessandra trató de disipar levantando su copa.
Alessandra:
— Por supuesto que no, querida. A tu salud, y por una noche sin preocupaciones.
Los demás levantaron sus copas, aunque algunos con expresiones que mostraban una mezcla de incomodidad y respeto. Pietro, siempre alerta, mantenía una mirada fija en Enzo, como si intuyera algo en su postura relajada.
Conforme la cena avanzaba, el ambiente se fue volviendo más íntimo. La música suave de un violín sonaba desde un altavoz oculto, mientras la brisa marina seguía acariciando la terraza. Leila, con una copa de vino en la mano, decidió cambiar el tono de la velada.
Leila: (mirando a Pietro y luego al resto)
— Esta noche no quiero hablar de negocios ni de problemas. Estamos aquí para despedir el año, no para recordarnos lo que dejamos atrás.
Enzo: (alzando una ceja, con un tono leve de provocación)
— ¿Incluso si lo que dejamos atrás nos define? Los ojos de Leila se encontraron con los de Enzo nuevamente. Hubo un momento de tensión palpable, pero ella sonrió, un gesto pequeño pero cargado de desafío.
Leila:
— Lo que nos define no es lo que dejamos atrás, sino lo que decidimos construir con ello. La respuesta hizo que algunos de los presentes asintieran en silencio, impresionados por su ingenio. Enzo, por su parte, inclinó ligeramente la cabeza, aceptando la derrota en el duelo verbal. El segundo plato fue servido: pasta fresca con una salsa de mariscos. Maria salió brevemente para asegurarse de que todo estuviera en orden, y Leila, en un gesto inusual, la llamó hacia la mesa.
Leila: (mirando a Maria con una sonrisa genuina)
— Maria, esta noche es tan tuya como nuestra. Siéntate y comparte una copa.
La cocinera negó tímidamente con la cabeza, pero los demás comenzaron a insistir. Finalmente, Maria cedió y tomó asiento al final de la mesa, sonrojada pero visiblemente feliz. A medida que las horas pasaban, la atmósfera se relajó. Las conversaciones se tornaron más animadas, salpicadas de risas y recuerdos. Leila, aunque mantenía su habitual reserva, permitió que su risa escapara en más de una ocasión.
Cuando llegó el momento del brindis, Pietro se levantó primero, sosteniendo su copa con firmeza.
Pietro:
— A la signorina Ferrari, cuya fuerza y determinación nos inspiran cada día.
Los demás levantaron sus copas, coreando las palabras de Pietro. Leila, sin embargo, se mantuvo en silencio por un momento antes de ponerse de pie.
Leila: (con una sonrisa ligera pero ojos cargados de emoción contenida)
— A todos ustedes, por estar aquí esta noche. Porque, aunque no lo admito a menudo, su lealtad es lo que mantiene esto en pie. El brindis fue recibido con aplausos, y Leila se permitió un breve respiro. En la distancia, los fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo, marcando la llegada de un nuevo año.
Leila decidió llamar a mássimo. Se alejó de la celebración entrando a la casa.
Mássimo ha descolgado la llamada.
Dices por teléfono, "ciao..."
Suspiras profundamente.
Mássimo te dice por teléfono, "ciao..."
Dices por teléfono, "¿come estai?. "
Mássimo te dice por teléfono, "bene, y tú. "
Suspiras profundamente.
Dices por teléfono, "pués, no sé la verdad, supongo que bien. "
Mássimo te dice por teléfono, "por?, qué pasa, leila. "
Dices por teléfono, "no estoy en la mansión ferrari, estoy en una casa de mi propiedad en la costa. "
Mássimo te dice por teléfono, "por, denuevo de revelde, piccolina?. "
Dices por teléfono, "ay, ya no me digas así, y solo quiero tranquilidad no soporto a mi padre."
Mássimo te dice por teléfono, "síempre te diré hací, y ¿qué pasa con di segnore ferrari?. "
Dices por teléfono, "nada, no sé, estuvo preguntando con Pietro, por qué no iría a festejar en la mansión."
Dices por teléfono, "lo mandé al diablo con sus exigencias. "
Mássimo te dice por teléfono, "benne, benne. "
Mássimo te dice por teléfono, "ya relájate, piccolina. "
Dices por teléfono, "solo quería felicitarte por este nuevo año, tengo que admitir que te extraño mássimo."
Suspiras profundamente.
Mássimo te dice por teléfono, "tienes que admitir? o quieres que balla a verte ahora mismo. "
Mássimo te dice por teléfono, "y grazie, te la hás pasado benne almenos?. "
Dices por teléfono, "no, ahora no es adecuado además tú estás con problemas. "
Mássimo te dice por teléfono, "ni me recuerdes. "
Mássimo te dice por teléfono, "la niña se hiso la víctima, y me díjo que prefería largarse a follar, antes que pasar año nuebo conmigo, y se fué. "
Dices por teléfono, "¿me quieres?"
Mássimo te dice por teléfono, "te amo"
Dices por teléfono, "ay amore."
Dices por teléfono, "io ti amo."
Mássimo te dice por teléfono, "enfín. "
Mássimo te dice por teléfono, "así?. "
Dices por teléfono, "si. "
Mássimo te dice por teléfono, "ti aamoo. "
Dices por teléfono, "hablamos mañana entonces, si, amore."
Mássimo te dice por teléfono, "hay amore. "
Dices por teléfono, "te extraño."
Mássimo te dice por teléfono, "yo más, quiero verte. "
Mássimo te dice por teléfono, "qué harás?"
Dices por teléfono, "bueno en unos minutos se van los invitados. "
Mássimo te dice por teléfono, "¿con quien estás?. "
Dices por teléfono, "con los guardias y gente de la mafia, que me conoce y que están aprendiendo a respetarme, como su nueva líder ahora. "
Mássimo te dice por teléfono, "ummm..."
Dices por teléfono, "¿qué?"
Mássimo te dice por teléfono, "nada..."
Mássimo te dice por teléfono, "divierteté..."
Dices por teléfono, "Estás celoso. "
Dices por teléfono, "parlas encerio mássimo. "
Leila pone cara ceria.
Mássimo te dice por teléfono, "no, no..."
Mássimo te dice por teléfono, "olvídalo..."
Mássimo te dice por teléfono, "no estoy en mis facultades, amore mío. "
Dices por teléfono, "ay, mássimo, como si no me conocieras. "
Mássimo te dice por teléfono, "um. "
Suspiras profundamente.
Dices por teléfono, "bene, bene."
Mássimo te dice por teléfono, "yo estoy solo con rodrico, jajaja. "
Mássimo te dice por teléfono, "dispiacche amore. "
Dices por teléfono, "entiendo amore. "
Dices por teléfono, "tiamo "
Mássimo te dice por teléfono, "mejór te dejo... ti adoro. "
Mássimo te dice por teléfono, "te extraño. "
Dices por teléfono, "io tambene."
Dices por teléfono, "arriberderci."
Mássimo ha colgado.
En ese momento, mientras las luces danzaban en el horizonte y los demás celebraban, Leila se permitió un pensamiento fugaz: tal vez, solo tal vez, aún había algo más allá del poder y la soledad que había conocido toda su vida.
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