Navidad Ferrari.
Punto de vista: Leila Ferrari.
Nota:
Este es solo un especial que quisimos hacer muy aparte de la trama principal de Leila, espero que les guste tanto como a nosotros.La cena.
La casa estaba situada en la costa de Aci Trezza, una pequeña localidad a las afueras de Catania, famosa por sus farallones basálticos que emergen del mar como guardianes eternos de la costa siciliana. La propiedad era discreta pero elegante, rodeada de jardines con buganvillas y limoneros que llenaban el aire con un aroma fresco y dulce. Desde la terraza principal, se podía escuchar el suave romper de las olas contra las rocas y admirar el resplandor plateado de la luna reflejado en el agua.
Leila había elegido este lugar a propósito. No quería pasar la noche en la mansión que compartía con Matteo, un lugar cargado de recuerdos oscuros. Aquí, frente al mar, podía encontrar un momento de calma antes de sumergirse en el caos que sabía que se avecinaba.
Leila estaba en la casa junto a mássimo.
La terraza estaba preparada con cuidado para la ocasión. Una mesa larga, de madera rústica, había sido decorada con un mantel blanco de lino bordado, rodeado de candelabros de hierro forjado con velas que proyectaban una luz cálida y suave. Un centro de mesa hecho con ramas de pino, flores de pascua y pequeños adornos dorados aportaba un toque navideño sin caer en excesos. Las sillas estaban cubiertas con cojines de terciopelo rojo oscuro, y pequeñas luces colgaban de las pérgolas que rodeaban la terraza, creando un ambiente íntimo y festivo.
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "¿te gusta?"
Mássimo dice con acento turinés, "cláro, está hermoso. "
Sonríes.
Abrazas a Mássimo.
Mássimo te abraza.
Leila observaba desde la puerta de la casa mientras sus hombres trabajaban para asegurarse de que todo estuviera perfecto. Su figura, impecable en un vestido negro de corte simple pero elegante, destacaba contra el fondo del mar. Llevaba el cabello suelto, con ondas ligeras, y en su cuello descansaba un colgante discreto de oro blanco.
Mássimo mirába todo con una gran sonrísa mientras no dejába de abrazar a leila.
Leila ordenó con un tono autoritario, aunque su rostro mostraba un leve indicio de relajación—.
Dices con acento Siciliano, "Quiero que la cena esté lista en veinte minutos. "
Dices con acento Siciliano, "Y asegúrense de que el vino esté a la temperatura correcta. "
Mássimo se parte de risa.
Mássimo dice con acento turinés, "amore, caalma, aún falta, no crés?. "
Sonríes.
Dices con acento Siciliano, "si amore pero, ya me conoces. "
Sonríes.
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo dice con acento turinés, "hay, piccolina. "
Leila le sonríe a mássimo enamorada.
Pietro se acercó para informarle que todo estaba bajo control.
Mássimo abraza fuertemente a leila por la cintura.
Pietro dice: "Signora Ferrari, el chef ya está terminando los últimos detalles. El menú incluye lo que solicitó: antipasti de arancini rellenos de ragú, bruschettas con pomodorini frescos y queso pecorino. Para el plato principal, un filete de pezcado con hierbas locales y ensalada de hinojo, acompañado de un risotto al limón. Y de postre, cannoli siciliani y un tiramisú tradicional."
Leila asintió con aprobación, pero sus ojos seguían observando a mássimo.
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "amore, te hablan. "
Dices con acento Siciliano, "Perfecto, Pietro. Ahora, asegúrate de que nadie se acerque a la propiedad. Esta noche no quiero interrupciones."
Pietro dice: "—Entendido, Signora. "
Mássimo sonríe.
Leila se relajó y se acomodó mimosa en busca del cariño de mássimo.
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "primer navidad juntos. "
Mássimo con úna sonrísa, mientras la abrazava fuerte y protector.
Mássimo dice con acento turinés, "de las que nos faltan, amore mío"
Dices con acento Siciliano, "si quiero chiocolato mio."
Mássimo dice con acento turinés, "te oblígaría si no quisieras, piccolina. "
Te partes de risa.
Mássimo la mira divertido.
Dices con acento Siciliano, "¿así, y cómo?"
Mássimo dice con acento turinés, "te secuestro. "
Te partes de risa.
Mássimo se parte de risa.
Dices con acento Siciliano, "amore, tú para todo quieres secuestrarme. "
Mássimo dice con acento turinés, "sí! y?. "
Dices con acento Siciliano, "casi que no me dejabas benir a sicilia. "
Te partes de risa.
Mássimo frunce el ceño.
Mássimo dice con acento turinés, "así?, mejor me boy entonces. "
Niegas con la cabeza.
Dices con acento Siciliano, "nunca me dejes sola, mássimo martini. "
Mássimo se parte de risa.
Dices con acento Siciliano, "te lo proívo!. "
Mássimo dice con acento turinés, "aa? verdad. "
Mássimo se parte de risa.
Te partes de risa.
Mássimo te abraza.
Abrazas a Mássimo.
Dices con acento Siciliano, "Tú querías enamorarme, ahora te quedas. "
Mássimo sonríe.
Besas a Mássimo.
Mássimo te besa.
Mássimo la abraza con mucha fuersa, mientras se pierde totalmente en su mirada, facinado de esa piccolina que lo a vuelto loco.
Leila lo mira sintiéndo que porfín puede estar segura, y ser amada.
Pietro se acerca para informar que ya todo está listo en la mesa.
Pietro dice: "ya puede pasar señora Ferrari, señor Martini. "
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "grazie, piettro. "
Dices con acento Siciliano, "grazie "
Leila toma de la mano a mássimo para caminar al comedor de la terraza.
Leila junto con Mássimo se acercó a la mesa cuando todo estuvo listo. La brisa marina les acariciaba el rostro mientras se sentaba en la cabecera con él a su lado. Una botella de vino blanco siciliano, un Etna Bianco, descansaba en un balde de hielo junto a ella. Por primera vez en mucho tiempo, se permitió un pequeño suspiro de alivio.
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "mio amor. "
Sonríes.
Besas a Mássimo.
Mássimo te besa.
Mássimo sonríe.
Mássimo le tóma la máno, mientras la mira.
El primer plato fue servido por un chef que había contratado específicamente para la ocasión. Los arancini eran perfectos, crujientes por fuera y llenos de sabor por dentro.
Leila le dá un cálido beso a Mássimo antes de empezar a comer.
Mássimo sonríe.
Mássimo le devuelve el veso a su pareja con algo más de intencidad, pero con el mismo amor y calidés, perdiéndonse en sus lábios.
Dices con acento Siciliano, "ti amo chiocolato. "
Mássimo dice con acento turinés, "tí amo, piccoliina. "
Leila empieza a comer, saboreando la comida que ya extrañaba de su amada Sicilia.
Mássimo empiesa con aquella hermosa cena con un pequeño sorbo de vino, mientras no puede dejar de mirar a leila.
Leila tomó un sorbo de vino mientras observaba el vaivén del mar, disfrutando del momento de paz que tenía junto a mássimo.
Mientras terminaba el plato principal, Leila se permitió cerrar los ojos por un momento, escuchando el sonido del agua y el murmullo distante de la ciudad. En Catania, la Navidad siempre tenía un aire diferente, una mezcla de tradición y fuerza, de luces y sombras.
Leila volviendo al momento, no se olvidó de algo inportante. Hizo un gesto con la mano para llamar al chef.
el Chef se acercó mirando a Leila.
Mássimo mira raro a leila.
Dices con acento Siciliano, "disponga de la misma comida en el comedor principal, para todo el equipo Per favore."
Mássimo sonríe.
Mássimo dice con acento turinés, "valla, sin duda las nabidades son de milagros. "
el Chef acintió con la cabeza agradeciéndole el gesto y se retiró.
Sonríes.
Dices con acento Siciliano, "¿por qué lo dices amore?"
Mássimo dice con acento turinés, "no sé, no imajíne esto de tí. "
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "valoro a mi gente aunque sea extricta con ellos amore. "
Mássimo dice con acento turinés, "así?"
Asientes afirmativamente.
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "Bueno, a los que aceptaron trabajar conmigo."
Mássimo se parte de risa.
Dices con acento Siciliano, "los que viven en la mansión no me respetan. "
Mássimo dice con acento turinés, "pobrés de los otros desdichados. "
Mássimo se parte de risa.
Te partes de risa.
Dices con acento Siciliano, "no creo, seguro mi padre como todos los años, ha dispuesto bebida, y mujeres para ellos, valla casi un prostíbulo en la mansión. "
Mássimo suspira profundamente.
Mássimo dice con acento turinés, "pf, y conociendo a tu pádre,. "
Asientes afirmativamente.
Mássimo dice con acento turinés, "ya me imajíno quales mujeres exactamente. "
Dices con acento Siciliano, "por eso, desde que cumplí 18 años, decidí no pasar estos días en la mansión Ferrari."
Mássimo sonríe.
Sonríes.
Mássimo dice con acento turinés, "pensávas que serías una más..."
Niegas con la cabeza.
Dices con acento Siciliano, "pero odiaba estar rodeada de borrachos."
Mássimo asiente afirmativamente.
Al llegar el postre, Leila tomó uno de los cannoli, su relleno dulce y cremoso contrastando con la crujiente capa exterior. Aunque no era una persona especialmente sentimental, en ese momento, recordó los sabores dulces, antes de que su vida se volviera una guerra constante.
Mássimo suspira profundamente.
Dices con acento Siciliano, "amo il chiocolato"
Sonríes.
Dices con acento Siciliano, "por eso, tu sei il chiocolato mio."
Mássimo dice con acento turinés, "io amo le piccolinas. "
Te partes de risa.
Mássimo se parte de risa.
Dices con acento Siciliano, "amas a muchas piccolinas?. "
Te partes de risa.
Mássimo dice con acento turinés, "pues a mis piccolinas, vittoria y tú. "
Te partes de risa.
Besas a Mássimo.
Mássimo te besa.
Mássimo te besa.
Mássimo dice con acento turinés, "ti amo, amore. "
Dices con acento Siciliano, "ti amo. "
La cena había transcurrido en una calma que era rara para Leila. Los platos habían sido retirados, y la mesa, aún decorada con las velas y el centro de flores de pascua, estaba lista para la segunda parte de la noche: la entrega de regalos. En el comedor de la planta principal de la casa, sus guardias, que siempre habían visto a Leila como una líder imponente y distante, se mostraban algo más relajados esta vez. La atmósfera del mar y la calidez del momento navideño habían suavizado el ambiente.
Mássimo te abraza.
Sonríes.
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "ven amore. "
Dices con acento Siciliano, "acompáñame."
Mássimo asiente afirmativamente.
Mássimo se levanta de la mesa junto a leila.
Leila, con una copa de Etna Rosso en la mano, se levantó de su asiento, su figura proyectándose bajo la luz cálida de las velas y las pequeñas luces colgantes. Se dirigió junto con Mássimo hasta el comedor principal. Su mirada recorrió a los hombres que la habían acompañado durante años, algunos desde los inicios de su dominio en Sicilia. Todos la miraban con respeto, pero también con algo de afecto que rara vez mostraban abiertamente.
Mássimo sonríe.
Dices con acento Siciliano, "Sé que este año no ha sido fácil para ninguno de nosotros. "
Mássimo sonríe.
comenzó Leila, su tono firme, pero con un matiz de humanidad que no solía dejar entrever.
Mássimo le acariciaba el pelo con dulsura, animándola a continuar.
Dices con acento Siciliano, "Hemos enfrentado pérdidas, traiciones y desafíos que otros no podrían soportar. Pero estamos aquí, juntos, porque somos más que un grupo. Somos una familia. "
Hubo un leve murmullo de aprobación entre los hombres, mientras Leila tomaba un pequeño paquete envuelto en papel simple, pero elegante, de una caja que había traído con ella.
Mássimo sonríe al oírla tan humana, tan cinsera, tan avierta. Él ya sabía que bajo esa estúpida corasa, había una mujer fuerte pero herída, y emocionalmente lastimada. Pero no pudo ebitar mostrar su felizidad al verla así.
Dices con acento Siciliano, "Esta noche no es para hablar de negocios ni de los problemas que dejamos atrás. Esta noche es para agradecerles. Cada uno de ustedes ha dado más de lo que cualquiera podría pedir. Y yo quiero asegurarme de que sepan que valoro todo lo que han hecho por mí, por nuestra causa. "
Mássimo te abraza.
Abrazas a Mássimo.
Sonríes.
Mássimo sonríe.
Leila comenzó a entregar los regalos uno por uno. Para Pietro, quien tenía una familia joven, le entregó una caja con dinero suficiente para asegurar la educación de sus hijos durante varios años. Para otros, pequeños objetos personales que mostraban que Leila prestaba atención a los detalles: un reloj clásico para un guardia que siempre admiraba el suyo, un collar sencillo pero hermoso para la hija de otro. Cada regalo era útil, pero también tenía un toque personal que sorprendió a sus hombres.
Dices con acento Siciliano, "No son solo regalos. "
añadió Leila, mientras veía sus reacciones.
Dices con acento Siciliano, "Son recordatorios de que lo que hacemos aquí no es solo por poder o territorio. Es por lo que dejamos a quienes vienen después de nosotros. Y eso empieza esta noche. "
Mássimo sonríe.
Los hombres, aunque no eran de mostrar emociones fácilmente, se notaban conmovidos. Uno de ellos, incluso, se atrevió a hablar.
El joven en representasión de todos dice: "Signora Ferrari, nosotros también tenemos algo para usted. "
Sonríes.
Leila se sorprende al escuchar eso.
Uno de los guardias sacó un pequeño paquete envuelto en papel rojo. Dentro había un colgante de oro blanco en forma de un pequeño farallón, una representación del paisaje que tanto amaba Leila en Catania.
Leila mira la joya emosionada.
El guardia dice: "—Sabemos cuánto significa el mar para usted, Signora. Esperamos que lo lleve como un símbolo de que siempre estamos aquí, como estas rocas, firmes e inamovibles. "
Mássimo sonríe.
Leila tomó el colgante, un leve destello de emoción cruzó por sus ojos antes de que recuperara su compostura.
Dices con acento Siciliano, "grazie de verdad"
Leila dijo con sinceridad, sosteniendo el colgante entre sus dedos antes de guardarlo cuidadosamente en un bolsillo de su vestido.
Mássimo dice con acento turinés, "mis hombres y yo, también te tenemos álgo. "
Dices con acento Siciliano, "Es un gesto que no olvidaré. "
Dices con acento Siciliano, "o, espera amore mio."
Mássimo la mira comfundid. o
Mientras los hombres volvían a sus asientos, Leila tomó un último paquete, esta vez más pequeño y envuelto en papel negro con un lazo dorado. Su mirada se dirigió a Mássimo quien estaba a su lado observándola con una mezcla de curiosidad y admiración.
Leila con la voz más suave que antes.
Mássimo dice con acento turinés, "amore?. "
Dices con acento Siciliano, "amore este es para tí."
Leila Se acercó a él, entregándole el paquete personalmente. Mássimo la miró con cierta sorpresa, pero sus ojos brillaban con algo más: un reconocimiento tácito del vínculo que había comenzado a formarse entre ellos.
Mássimo dice con acento turinés, "amore..."
Mássimo la mirava con agradecimiento, no solo por el regalo que estáva apunto de resibir, si no por este vínculo, y este centimiento que nacía entre ellos.
Al abrir el paquete, Mássimo puede ver un reloj de pulsera clásico, de diseño italiano, con una inscripción en la parte posterior que decía: "Para Mássimo, mi roca en aguas turbulentas. L.F."
Sonríes.
Mássimo sonríe.
Leila se inclinó levemente hacia él, su mano tocando la suya por un momento.
Dices con acento Siciliano, "Esta noche no es solo para recordar quiénes somos, sino también para imaginar lo que podemos llegar a ser, Mássimo. "
Mássimo tomo entre sus manos el hermoso regalo como si fuera una flor delicada y prosedió a colocárselo, no sin antes levantar la vista, para mirarla a los ojos mientras lo hacía
Sonríes.
Dices con acento Siciliano, "ti amo."
Mássimo dice con acento turinés, "oohh, amore mío, no se como expresarte con palabras lo que ciento, no me alcansa con decirte que te amo, amore, me enamoraste, eres una mujer que me a conquistado con una sola mirada, amore mío. "
Sonríes.
los guardias hacen un pequeño brindis, levantando sus copas deseándoles lo mejor.
Dices con acento Siciliano, "bueno, ahora sí te dejo que hagas lo que tenías pensado, amore. "
Te partes de risa.
Leila se sentó en el sofá frente al comedor.
Mássimo dice con acento turinés, "bueno, yo quiero hagradecerte por tu amor, por abrirte con mígo, por estár aí y per apollarme, eres una mujer admirable, leila ferrari, yo quise darte este opcéquio, como muestra de mi amor, pero algunos de mis hombres quieren agradecerte"
Leila mira a mássimo sonriente pero, intrigada
en eso, rodrico, entra con una gran sonrísa con una cajita de terciopelo rojo oscuro.
Leila mira a Rodricco.
Mássimo se acerca a su hombre de más comfiansa y le quita aquél objeto, para entregárselo delicadamente a leila.
Dices con acento Siciliano, "amore. "
Leila recibe la caja sintiéndo una gran felicidad en el corazón.
al abrir la caja, se encuentra con unos hermosos pendientes echos totalmente de horo blanco, desde el colgante asta lo más mínimo de la jolla. Pero lo que resalta más son las hermosas piedras volcánicas, que se encuentran salpicadas por aquí y por allá, en cada pendiente.
Sonríes.
Mássimo le sonríe vastante, recordando como le gustava tanto el egna
Mássimo dice con acento turinés, "amor, eres una mujer que a sufrído mucho, pero así como una erupción volcánica, después de tanta destrucción, llega algo bonito para tí, como estas piedras".
Dices con acento Siciliano, "siii. "
Leila se levanta y lo abraza fuerte, dejando que mássimo le siga robando el corazón, derritiendo ese hielo amargo que lo cubría.
Abrazas a Mássimo.
Mássimo te abraza.
El momento fue breve, pero cargado de significado. Leila volvió a su lugar en la cabecera de la mesa, levantando su copa una vez más.
Dices con acento Siciliano, "Por nosotros. Por todo lo que hemos construido y todo lo que aún construiremos. "
Mássimo dice con acento turinés, "por nosotros, amore mío. "
Los hombres levantaron sus copas, brindando con ellos bajo la luz de las velas, mientras el sonido del mar llenaba el aire. Por una noche, Leila había encontrado un momento de paz, y quizás, algo más.